sábado, 30 de julio de 2011

El mercado que no arranca

Con la salida de Romaric, el Sevilla sigue aligerando su plantilla a un ritmo lento pero constante. La verdad es que mirando atrás podemos ver que ya han salido un buen número de futbolistas, algo verdaderamente importante en vista de como está el tema y las dificultades que están teniendo la inmensa mayoría de los equipos para colocar a sus descartes. 

Si atendemos a los movimientos más sintomáticos del mercado últimamente, nos podemos dar cuenta de hasta qué punto la cosa está medio muerta. Aparte de lo de Agüero, de lo que hablaré un poco más adelante, lo más noticiable ha sido la venta de Cazorla al Málaga. Eso ha propiciado, no que se anime la cosa al moverse el dinero, sino todo lo contrario. Resulta que el Villarreal tenía problemas económicos, con esta venta los subsana y han decidido que Rossi ya no es transferible. Es decir, que una venta paraliza la otra, y el dinero no sirve para menear el cotarro, sino para tapar agujeros. 

Luego, hay un movimiento que está a punto de hacerse pero que aún le falta el último empujón. Cuando el Barcelona fiche a Cesc Fábregas, el Arsenal hará lo propio con el valencianista Mata y el Valencia se llevará a Canales cedido por el Madrid. Fijaros qué cosas. O sea, un movimiento de 40 millones de euros mal redondeados, lo único que provoca en el mercado es que un equipo como el Valencia se traiga cedido a un jugador. ¿A donde va el dinero? Pues con el Valencia de por medio, sin duda, también a tapar agujeros. Yo no sé si los "expertos" se dan cuenta de esto, pero la cosa está muy pero que muy mal.

Y luego tenemos a lo de los patéticos, que mientras más cosas pasan, más patéticos son. Primero fue De Gea, y luego el Kun Agüero. Jugadores que huyen, ni más ni menos, y con bastante poca vergüenza, todo hay que decirlo, sobre todo en el caso del argentino. Por cierto, vaya telita lo de la afición colchonera con esa manía de desear la muerte a las personas. Imagino que habréis visto las fotos de las pancartas en el Calderón el otro día en su partido de la previa de la Europa League. Yo entiendo que haya cafres en todas partes, pero esas pancartas se retiran y punto. En fin, que no se retiraron. Y no es ni mucho menos la primera vez que pasa allí.

Pues bien, en el caso del Atlético, el traspaso de De Gea apenas provocó movimiento. Están arruinados, necesitan la pasta para tapar agujeros y apenas se han gastado dinero en fichajes de medio pelo. Incluso, el sustituto del portero es Courtois, un joven belga cedido por el Chelsea. Ni siquiera lo han fichado en propiedad. Pero ahora les ha llegado una brutal inyección económica, mucho mayor que la de De Gea. Lo que pasa es que resulta difícil encontrar jugadores de primer nivel que quieran ir a ese equipo. Resulta, según parece, que tiene cuatro hombres en mente, algunos de los cuales te hacen sonrojar por la vergüenza (ajena). Todavía se deben de creer un equipo grande como para que esos futbolistas estén dispuestos a cambiar sus clubes por el Patético.

El primero es Rossi, lo cual me parece de risa. No sólo porque el Villarreal ya ha dicho que no lo vende, que ya no necesita el dinero, sino porque no cabe en cabeza humana que el italo-americano esté dispuesto a dar ese paso atrás en su carrera para irse a un club arruinado. Es algo parecido a la vara que se dio con lo de Negredo, mientras que este no sabía en qué idioma decir que no se quería ir del Sevilla. ¿A quien le cabe en el seso que un jugador como Negredo va a cambiar al Sevilla por el Atletico? Pues lo mismo pasa con Rossi, claro. 

El segundo es Falcao, el del Oporto, lo cual te provoca la carcajada. Este verano ha renovado con su equipo, que por cierto es el actual campeón de todo lo que ha disputado, y este le ha puesto una cláusula de más de 40 millones. ¿De qué van estos atléticos? ¿Es que no se dan cuenta del ridículo que están haciendo?

Luego va Osvaldo, el del Español, club que les pide 20 millones de euros. Si lo quiere. Hala, y decidles que no cuando acabáis de cobrar 45 por el Kun. Más risas. 20 millones por Osvaldo. Muchas más risas. Y lo peor es que, como son tan malos negociantes, igual hasta acaban por pagarlos. Muchísimas más risas.

Y por ultimo, el más asequible, Nelson Valdez, del Hércules, que sólo cuesta 5 millones. Ahí lo tenéis. Un recién descendido. Ese sí que puede ser un fichaje para vosotros. Ese sí que moverá cielo y tierra para irse a vuestro equipo. Si es que lo que hay es lo que hay.

Con esta situación de los mercados, a mí me parece sensacional lo que está haciendo el Sevilla con las salidas. Lo malo es que para que salga buena parte de lo que queda por salir se va a necesitar casi magia, porque a ver quien coloca a Koné o a De Mul, aunque después de lo de Acosta, cualquiera sabe. Con todos mis respetos para los tres, pero es que colocar a jugadores que llevan dos años completos lesionados es de una dificultad extraordinaria. 

Yo no sé si al final quedará la plantilla en el número que desea Marcelino, pero se va a acercar bastante, teniendo en cuenta que falta un mes para que se cierre el mercado, y este tendrá que empezar a moverse de una vez por todas. Y nosotros con la plantilla cerrada, a falta de un fichaje que parece estar ya apalabrado. Quiero decir, hay infinidad de equipos que están esperando que salgan los transferibles para poder fichar. Nosotros queremos que salgan los transferibles porque eso es bueno para el club (y también para los propios jugadores), pero nuestra plantilla, como digo, ya está cerrada. No necesitamos de ese dinero que proporcionan (o ahorran) las salidas para confeccionarla. Ya está hecha, y si acaso vendrá una guinda, pero sólo eso. 

No sé si esto supone una ventaja respecto a los rivales, supongo que sí, pero es preferible estar así que de la otra manera. Y sin necesidad de traspasar a ninguna de las estrellas, no como los demás (el Villarreal a Cazorla, el Valencia seguramente a Mata, el Atlético... a varios, etc)

Sólo falta que estás buenas sensaciones se conviertan luego en también buenos resultados. 

jueves, 28 de julio de 2011

Grandes y acomplejados

Cuando echo la vista atrás y observo en mi memoria lo que éramos hace no tanto tiempo, a veces me cuesta creer que lo que estamos viviendo hoy día es real y no el típico sueño que tenía en aquella época, en ese "hace no tanto tiempo".

Permitidme que me remonte a finales de la década de los noventa del siglo pasado. Yo tenía veinticuatro años, acababa de terminar mis estudios universitarios y preparaba la maleta para marcharme a los Países Bajos para hacer allí un posgrado en Marketing. Era una persona con la ambición que te da esa juventud y con un enorme orgullo del lugar de donde soy. Yo siempre he sentido ese orgullo. Soy extremadamente crítico con las cosas que pasan en mi tierra, pero lo soy porque creo que es un lugar tan maravilloso y con tantas posibilidades, que a veces me da rabia que no se aprovechen y nos quedemos en una triste medianía.

Con esa actitud me fui a Holanda, pero también con cierto complejo. Porque los españoles (y más aún los andaluces) nos sentimos acomplejados cuando aparecemos por esos países del corazón de Europa. Iba con el cuchillo entre los dientes, con todas mis armas preparadas para defender con todas mis fuerzas a mi tierra de las burlas y los menosprecios de aquella gente extranjera. Pero cual fue mi sorpresa cuando comprobé hasta qué punto nos tienen en consideración. Los holandeses adoran España, y más aún Andalucía. La inmensa mayoría hablan un poco de nuestro idioma y no dudan en hacerlo ante los españoles para mostrarse respetuosos. Nadie se rió, nadie se burló. No hubo ningún menosprecio. Al contrario, me quedé con la boca abierta como si fuera un tonto de baba ("tontolaba" dicen en mi pueblo) cuando fui testigo en el aula a la que iba de que ponían a España como ejemplo práctico de cómo un país es capaz de pasar de una dictadura a una democracia avanzada en el tiempo récord de veinticinco años. De cómo era posible que ellos, los holandeses, que llevaban cerca de doscientos años de libertad ideológica apenas pudieran encontrar diferencias sustanciales con nosotros. Nos admiraban con todos sus sentidos, e incluso a algunos de los alumnos españoles que allí estábamos se nos pidió cierto día que subiéramos al estrado donde estaba la mesa del profesor para que el resto de los alumnos nos hicieran preguntas respecto a este tema y nosotros las contestáramos. Por mucho que dijera el profesor, ¿quien mejor que españoles para hablar de lo que ellos llamaban "el milagro español"?

Desde entonces, jamás en mi vida he vuelto a tener un complejo respecto al lugar de donde vengo. Y, como imaginaréis, el orgullo que siento por mi tierra se vio reforzado y hasta aumentado. 

Cuando hablo del lugar de donde vengo, me refiero siempre a Sevilla, aunque a veces, según donde me encuentre, he de subir de nivel y hablar de Andalucía, e incluso hacerlo un poco más y referirme a España. Y en aquella época de la que hablo, el equipo de fútbol que lleva el nombre de mi ciudad descendió a Segunda División con los peores guarismos de la historia de la entidad. Pero ya digo que mis complejos se habían ido. No me avergonzaba de mi equipo. Todo lo contrario, me enorgullecía aún más al ver a esa legión de invencibles sevillistas arropando a su equipo en uno de los peores momentos de su historia. En Segunda División. Arruinados y humillados. Pero vivos y orgullosos. Siempre orgullosos. 

De todos es sabido que ese equipo resurgió de sus cenizas como si fuera el Ave Fénix. Resurgió de un modo colosal, extraordinario. A finales de los noventa, la idea de poder escuchar en nuestro estadio la musiquilla de la Champions League era casi una quimera. Y no digamos levantar un título. Simple y llanamente un sueño.

¡Qué poco tiempo pasó para que ese sueño se hiciera realidad! Una y otra vez, una y otra vez... Nunca nadie entre nosotros se pudo imaginar tanta gloria. 

Hoy día, igual que pasaba con España cuando yo estudiaba en Holanda, el Sevilla, la empresa Sevilla FC, es puesta como ejemplo de buena gestión en todos los ámbitos en los seminarios y cursos sobre dirección de compañías. Fuera de nuestra ciudad, la gente nos admira y respeta. Tanto lo hacen que hasta los medios afines al equipo más grande de España nos torpedea y ningunea, sin duda porque nos saben una amenaza. Hoy día, el Sevilla es una de las organizaciones, entidades, compañías, empresas... llamadle como queráis, más admiradas y prestigiosas de España. No hay más que salir de nuestras cuevas, tomar el camino del norte y preguntar a las gentes que nos encontremos allí. Hablan nuestro mismo idioma, por si acaso alguno está tan metido en su burbuja que no se acaba de dar cuenta de esto. 

Sin embargo, aquí en Sevilla parece que hay personas que no se enteran de esto. Y es algo que hace que me suba por las paredes. 

¿Hasta cuando vamos a tener que aguantar a toda esta gente que no hace más que criticar por criticar, que menospreciar lo que se hace en el Sevilla y hasta que reírse de algunas de esas cosas?

Podría hablar de multitud de ejemplos, podría citar mil y una tropelías perpetradas por una parte de la prensa que parece empeñada en minusvalorar lo que estamos haciendo. Y de los que no son la prensa, de políticos, mismamente de aficionados que parecen no saber hacer otra cosa que criticar y amargarles la vida a los demás. Podría acordarme de lo que dijeron unos y otros acerca de diferentes temas, criticando, repudiando, mofándose... podría, pero me voy a quedar sólo con lo último, con lo ocurrido anoche. 

Cuando al final del día de ayer, en el acto de la presentación de las camisetas, una parte del público que fue voluntariamente a presenciar dicho acto silbó y se metió con Manuel Vizcaíno, yo sentí verdadera vergüenza.

¡Verdadera vergüenza!

Silbar a uno de los nuestros (A UNO DE LOS NUESTROS) es siempre lamentable. Se puede entender si ese uno de los nuestros hace daño a la entidad. Puede medio pasarse mirando para otro lado si ese uno de los nuestros, aun tratando de hacerlo lo mejor posible, al final lo hace tan mal que, sin pretenderlo, acaba por hacerle daño a la entidad. Pero a alguien que lo ha hecho bien...

Sí, bien, eso estoy diciendo, ya basta de cogérsela con papel de fumar para no ofender a otros, cuando esos otros no se cortan en decir lo que les da la gana sin pensar si le están ofendiendo a uno. Que hoy día cualquiera puede coger un teclado, meterse en un foro y decir una gilipollez sin temor a que le pase nada. Ha hecho cosas mejores que otras y ha tenido aciertos al igual que también errores, pero lo ha hecho bien. Y en este caso de las camisetas, muy pero que muy bien. Y me explico. 

Lo primero, para centrarse, Manuel Vizcaíno es el responsable de Marketing. Puede ser muy guapo o muy feo, puede vestir bien o de modo desmañado, puede ser una bella persona o un tío insoportable. No lo sé, no lo conozco personalmente. Pero es el responsable de Marketing del Sevilla, y en lo referente al Sevilla, es como tal como hay que juzgarlo. Hace no mucho analizaba en este post hasta qué punto la marca "Sevilla FC" ha crecido de la mano de este señor. No es mi intención redundar en eso, pero sí que voy a decir algo acerca de esto de las camisetas.

Hay un concepto en marketing que se llama "público objetivo" y que no es más que el sector de la población al que va dirigida una campaña comercial con el objetivo de venderles un producto. Las empresas se gastan un pastizal de escándalo para definir ese público, diseñar esa campaña acorde a sus gustos, elaborar anuncios en prensa, radio, televisión, cartelería... cualquier cosa que se os ocurra, con la idea de llegar al más alto porcentaje posible de personas de ese sector poblacional. 

En lo que se refiere las camisetas del Sevilla, producto que se pretende vender a lo largo de este año, el público objetivo es, evidentemente, la afición del Sevilla FC. Y ahora yo pregunto. ¿Habrá algún sevillista en el mundo en estos momentos, cuando aún no han pasado ni 24 horas desde la presentación de las camisetas, que no las haya visto ya? Pongamos que sí, que alguno habrá, pero digamos que un 99% del sevillismo ya las conoce. ¿Alguien tiene idea de el éxito tan descomunal que supone para un responsable de marketing que el 99% de su público objetivo ya conozca el producto ni 24 horas después de su salida al mercado?

¡Y sin apenas gastar dinero!

Esto, en marketing, es un triunfo extraordinario. ¿Alguien recuerda que se hubiera creado alguna vez tanta expectación alrededor de unas simples camisetas? ¡Que no son más que unas camisetas! Que da igual que sean más bonitas o más feas, que para gustos colores. Que no son más que camisetas. Las camisetas que lucirán nuestros jugadores y que los aficionados comprarán porque son las que lucirán nuestros jugadores. 

Y ahora vendrán los que digan que eso no tiene importancia, que eso es fácil de conseguir, que a ver cuántas se venden al final, que pitos y que flautas. De esos hay muchos por ahí. Muchos "enteraos", muchos listos y muchos de todo. Pero nunca antes en la historia del Sevilla se había hecho algo así con unas simples camisetas. Por no hablar de que el contrato con los chinos pone al Sevilla como el cuarto club mejor pagado de España en este aspecto. O esa curiosa idea de vender un trozo de los números para que los sevillistas pongan ahí su foto. Que habrá quien diga que vaya chorrada, pero a nadie se le había ocurrido antes. Ya nos copiarán, lo veremos, como tantas y tantas de esas "cosas de Vizcaíno" anteriores. 

No es mi intención adular a nadie. No quiero decir que Vizcaíno es maravilloso, insuperable y que lo considero mi héroe. Ni siquiera digo que no pueda haber alguien que lo haga mejor. Tampoco me refiero a que no se pueda criticar. Se puede criticar todo, se debe de hacer, es la mejor manera de crecer y mejorar porque dos cabezas piensan más que una y cuarenta mil mucho más que dos. Pero una cosa es criticar argumentando y otra escribir una gilipollez con un teclado metido en un foro. No me refiero a nada de eso. Lo que quiero decir es que estoy harto de no poder sentirme orgulloso de lo que somos. Bueno, de no poder no, que lo hago, sino de no poder hacerlo sin que haya quien me señale con el dedo. 

Dejémonos de historias y alcémonos de una vez. El Sevilla es un club modélico. Nosotros somos modélicos, nuestra afición es modélica. Muy pocos clubes pueden presumir de tal legión de invencibles que arropan a su equipo esté en la categoría que esté. Nuestro club es temido, admirado e imitado. Estamos a la vanguardia en todo en España. Absolutamente en todo, y se nos pone como ejemplo y modelo a otros clubes que quieren crecer y no tienen claro el método a seguir. Bueno, sí lo tienen claro, es nuestro método lo que necesitan. Insisto, estamos a la vanguardia. Nos imitaron con lo de las banderas en las camisetas y con lo de los vídeos. Nos imitaron en el modo de fichar jugadores y también en cómo gestionar la cantera. Nos imitaron en la forma de llevar los medios oficiales, y hasta algunos programas, como ese "Sevillistas por el Mundo". Algunas de las expresiones de nuestro presidente se han convertido en dichos populares, como ese "sí o sí" que ya todo el mundo dice. Incluso nuestra blogosfera es referencia en toda España. Es con diferencia la más grande y la de mayor calidad en contenidos y en debates. Y por rematar, estamos a la vanguardia de esa lucha por un reparto justo de los dineros de la televisión. Empezamos nosotros, nos siguieron unos pocos, pronto se sumarán más y acabaremos ganando esa guerra.

Somos pioneros, estamos a la cabeza de todo, somos el auténtico paradigma de la modernidad en lo que al fútbol se refiere. Eso somos nosotros. NOSOTROS. 

¿Qué nos pasa? ¿De qué nos quejamos tanto? ¿Tan mal se están haciendo las cosas como para que se tenga que silbar a uno de los artífices de todo esto? A uno de ellos, no al artífice, que nadie me tergiverse. ¡Es que es acojonante!

A veces pienso que no sabemos lo que queremos. O que tenemos un complejo tan grande, tan enorme, que cualquier cosa que se hace nos tiene que parecer mal porque tiene que estar mal hecha, y no nos damos cuenta de hasta qué punto somos buenos. 

Yo hace tiempo que desterré mis complejos. Tuve que viajar mucho para hacerlo, tuve que ser testigo directo de algo que me hizo despertar con una bofetada del letargo en el que estaba. Y, como decía un poco más arriba, incluso en aquella época en la que estábamos en Segunda ya me sentía orgulloso de mi club por esa legión de invencibles que ya he citado varias veces.

¿Os imagináis cómo de grande es la magnitud del orgullo que siento ahora?

Y que todavía haya gente que no se haya dado cuenta de lo grandes que somos. 

miércoles, 27 de julio de 2011

Un poco de muchas cosas

Después de un par de días sin escribir, me pongo delante del teclado con un montón de ideas en la cabeza, pero nada de concreción. La verdad es que llevaba bastante tiempo escribiendo un post diario, incluso dos a veces, y  decidí parar un momento, más que nada para observar a mi alrededor y ver con un poquito más de atención algunas de esas cosas que suceden, pero que a veces no les haces demasiado caso porque sólo tienes en la cabeza el argumento de la próxima entrada que vas a escribir.

Por tanto, he decidido hacer de este post una especie de "popurrí" de cosas que me han llamado la atención últimamente. 

Lo primero ha sido el fichaje de Cazorla por el Málaga, no tanto por el hecho en sí, sino por la actitud del jugador. Nosotros hemos visto cómo se nos han ido varios jugadores importantes en los últimos tiempos, y todos ellos lo han hecho con lágrimas en los ojos. El último de ellos Diego Capel esta misma semana. Y Cazorla, que era uno de los jugadores más importantes del Villarreal, abandona el equipo con una sonrisa en los labios y una tranquilidad pasmosa. Y me ha llamado la atención. Yo puedo entender tal actitud si te marchas a un club súper grande que colma todas las expectativas de un profesional. Pero es que este hombre se va al Málaga que, con todos mis respetos, no deja de ser un teórico paso atrás en su carrera por muy bien equipo que estén haciendo nuestros vecinos, que lo están haciendo, qué duda cabe. Luego igual los de la Costa del Sol se hartan de ganar todos los títulos que no es capaz de conquistar el Villarreal, pero permítanme que lo dude. Que lo dude mucho. 

Por otro lado, y al hilo de esto mismo, me llama poderosamente la atención lo que está ocurriendo alrededor de este equipo. Su afición está exultante, y no es para menos en un principio, pero si yo fuera un aficionado malaguista estaría con las carnes abiertas. Hablaba el otro día de que el Real Madrid ha vendido su alma al Diablo con darle a Mourinho todo el poder en la parcela deportiva, pero lo del Málaga es otro ejemplo claro de eso. De todos es sabido que los jeques árabes, los multimillonarios rusos y la gente de esa pasta se meten a dueños de clubes de fútbol por capricho, por hobby, por hacer algo entretenido con su dinero. Es evidente que no lo hacen por sentimiento y tampoco creo que saquen un beneficio de la inversión. Al menos no tan grande como la propia inversión en sí. Entonces, si mañana se aburren de su juguete, lo dejan de lado y se compran otro, como hacían los niños ricos cuando yo era eso, un niño. ¿Qué ocurriría entonces? ¿Quién soportaría las enormes fichas que se ha comprometido a pagar la entidad malacitana a estos enormes futbolistas? No sería la primera vez que ese club desaparece por no poder afrontar pagos. No tienen una afición, como les pasa a otros equipos, capaz de sostener al club. Están empezando a vivir muy por encima de sus posibilidades, y el futuro no puede ser otra cosa si no negro.

Nuestro club, el Sevilla, está creciendo en base a sus propios recursos, a sus propias posibilidades. Cada vez estamos más asentados en la zona noble del fútbol español, pero no necesitamos de una lluvia de millones llegada del bolsillo de alguien que ni siente ni padece, sino que recurrimos a lo que tenemos y a su mejor aprovechamiento. Una buena gestión de ello. Eso sí que te da esperanzas de futuro, no lo otro.

Y siguiendo este hilo, cambio un poco de tema y me centro ya en el Sevilla. Este verano parece claro que las cosas se están haciendo aparentemente bien. La verdad es que el trabajo de la secretaría técnica está siendo enorme, por ahora por volumen, y esperemos que pronto por resultados. Han salido ya un buen número de futbolistas, mientras que a la plantilla han llegado otros más jóvenes y que vienen a reforzar posiciones que estaban un tanto raquíticas. Sin embargo, se siguen escuchando voces críticas. Los hay que se quejan de que aún quedan jugadores en el equipo con los que no se cuenta y que aún no han salido. Y es cierto, pero hay que entender que hasta el 31 de agosto no se cierra el mercado. Esos jugadores, los menos cotizados, no se van a ir a ningún club con algo de nivel, o sea, a ninguno de los que disponen o pueden disponer de dinero para contratar. Se tendrán que ir a equipos menores, y estos andan tiesos, tiesísimos, algunos de ellos hasta intervenidos por administradores concursales. Necesitan desprenderse de sus propios descartes para hacer hueco humano y económico a otros que puedan llegar. Y ese proceso va lento. Muy lento. Bien haríamos con armarnos de paciencia en este sentido, porque ese tipo de salidas no se van a producir con facilidad, más bien todo lo contrario.

Es otra de las consecuencias de la espantosa situación en la que se encuentra la Liga Española. La que dicen los vendeburras que es la mejor del mundo, mientras otros, los que tienen los pies en el suelo, no se cansan de repetir que en verdad es un soberana y rematada mierda. 

De todos modos, hay que recordar que, desde que en enero comenzaran las actuaciones pensando en la temporada venidera, del Sevilla ya han salido Konko, Luis Fabiano, Dragutinovic, Renato, Zokora, Cala, Jose Carlos, Crespo, Redondo, David Prieto, Capel y todo hace indicar que hasta Acosta. Es cierto que quedan bastantes aún, pero la limpia está siendo espectacular. Y continua. Pero las cosas tienen sus tiempos, y lo que queda es mucho más difícil de colocar que lo que ha salido. De modo que no estaría de más hacernos a la idea de que comenzarán los partidos oficiales y aún habrá jugadores descartados sin colocar. Hasta las doce la noche del 31 de agosto hay tiempo. 

Por último, y en relación a los jugadores que no cuentan para sus entrenadores, ¿habéis visto el lamentable espectáculo de los descartes del Real Madrid entrenando en un campo distinto al resto de sus compañeros? A mí sinceramente me parece vergonzoso, y no se bien si tal cosa no se puede catalogar como mobbing. Yo entiendo que hay que presionar a los jugadores con los que no se cuenta para que se busquen las papas en otro sitio y no se acomoden, pero es que esos jugadores son personas humanas, y ese tipo de trato no es de recibo bajo ningún concepto. En ese sentido, el comportamiento del Sevilla es muchísimo más señorial, o al menos así me lo parece a mí.

Claro que de Mourinho uno ya se espera cualquier cosa. Yo no sé si conseguirán ganar los títulos que se proponen, pero con esas formas que tiene el tipo ese... ¡yo que sé! A mí se me sonrojaría la cara de ser madridista. Claro que para que una cara se sonroje ha de ser susceptible de sonrojamiento. 

La vergüenza se tiene o no se tiene. Y a veces eso es algo que salta demasiado a la vista. 


lunes, 25 de julio de 2011

El affaire Giovanni y el desquiciamiento de algunos

El verano es siempre una época complicada en lo que a información futbolística se refiere. Es obvio y evidente, no hay competición oficial, con lo que una de las pocas fuentes de noticias se refiere a los rumores y fichajes. El Sevilla, para más inri, tiene prácticamente cerrada la plantilla, y a falta de salidas (que me da a mí que habrá que esperar hasta muy cerca del fin del plazo de fichajes para que se efectúen), lo único a lo que se pueden agarrar los que viven de esto es a la negociación por el mexicano Giovanni Dos Santos. 

Por cierto, un inciso, hay por ahí, entre esos foros de internet en los cuales uno se encuentra a cada cavernícola que "pa qué", una especie de debate absurdo acerca de la conveniencia o no de llamar a este chico norteamericano. A mí me sorprende la terrible incultura que hay en nuestro país. Que no es que yo me considere muy culto o que quiera llamar tontos a los demás, pero no creo que sea para tanto saber que lo que está encima de Centroamérica se llama Norteamérica, y lo que está debajo, Sudamérica. Norteamérica, por tanto, la componen Mexico, EEUU y Canadá. EEUU, como su nombre indica, son los Estados Unidos de Norteamérica, pero no son los únicos estados de Norteamérica, son, insisto, como su propio nombre indica, los estados de Norteamérica que se han unido para crear un país. Sólo esos, pero no los únicos. O sea, que Giovanni Dos Santos, como mexicano, es norteamericano igual que los suizos europeos, por mucho que Suiza no pertenezca a la Unión Europea. 

Bueno, pues todavía los hay que llaman ignorantes a los que le dan a este chico el calificativo de Norteamericano. "Es latinoamericano" - dicen. Como si no se pudiera ser latino en América del Norte. En fin, que dejo ya de divagar. 

Como decía, es a este "culebrón" (como a los periodista les gusta decir)  a lo único que se pueden agarrar los medios, y con ello están creando una aureola de figura alrededor de este futbolista que me sorprende. Yo no niego que no sea buen jugador, pero lo cierto es que no ha demostrado prácticamente nada. Y parece como si el Sevilla fuera a ser un equipo del montón sin su presencia. Como si nos jugásemos el futuro en esta negociación. No lo acabo de entender. Los hay que dicen que Del Nido debería soltar los millones que fueran para traérselo, no sea que se nos adelanten otros. 

Vamos a ver, el chico este no vale los seis o siete millones que se dice que pide el Tottenham. No los vale, por mucho que también se diga que el Udinese está dispuesto a ponerlos. Tampoco vale 43 Alexis Sánchez, que acaba de fichar por el Barcelona, pero esto es otro tema. Lo que pasa es que esos 43 millones han ido a parar precisamente al Udinese, con lo que los italianos no deben tener reparos a la hora de subir o bajar un par de kilitos a la hora de negociar. Nosotros no podemos. Nosotros tenemos otras bazas, pero esa no. 

Nosotros tenemos el prestigio necesario para ser un equipo más apetecible que muchos otros, entre ellos el Udinese. Para colmo, nuestro entrenador es el único entrenador del mundo que ha sido capaz de sacar partido de forma continuada de Giovanni Dos Santos en el fútbol de alto nivel. Insisto, de forma continuada, que maneras siempre se le han visto a este chico. Y esas son las armas que está empleando el Sevilla. Si finalmente se va a otro sitio, pues vaya, mala suerte, pero no vamos a tirar la casa por la ventana por un tipo que no ha hecho nada aún en este deporte. 

De modo que muchas voces señalan a Monchi quejándose de no se qué fichajes de los últimos años que costaron una millonada cuando no eran nadie, y ahora se rasgan las vestiduras porque el Sevilla se muestra cauteloso en este asunto. 

A mí me parece perfecto lo que se está haciendo. No se puede consentir que los clubes se crean con el derecho a cualquier cosa a nada que un par de equipos entren en la subasta por un jugador. Si ni siquiera cuentan con él. ¿Por qué tiene que ser tan importante para nosotros un jugador que no cuenta para el Tottenham? Si fuera el Chelsea o el Barça (Cáceres, por ejemplo), pues se puede entender, pero el Tottenham... 

Vamos, por Dios, seamos sensatos. 

El jugador ya ha dicho que se quiere venir al Sevilla y el Sevilla va a jugar con eso. Va a hacer una buena oferta por él, no una extraordinaria, no una locura, no algo fuera del mercado como decía Del Nido en otras circunstancias, sino una buena oferta por un jugador joven, irregular y dicen que algo díscolo, que aún no ha hecho prácticamente nada en este mundo. Y lo más seguro es que acabe viniendo, pero no saquemos las cosas de quicio. 

El Sevilla tiene su plantilla conformada y sea como sea es bastante potente. Si al final viene una guinda, pues genial. Y si no, pues a disfrutar de lo que tenemos que es mucho. 

A ver si nos centramos un poquito, que el calor parece trastornar a algunos. 

sábado, 23 de julio de 2011

Vender el alma al diablo

Según la educación cristiana que a mí me dieron, el diablo es la antítesis de Dios. Dios es la bondad infinita y el Diablo la maldad más horripilante. El Cielo es la felicidad sempiterna, y el Infierno el llanto y el rechinar de dientes por toda la eternidad. 

Esa misma educación fue aumentando y matizándose. Luego vino mi propia labor autodidacta, es decir, la de profundizar por mi cuenta en ciertos temas que despertaban mi interés. Poco a poco se fue perfilando mi personalidad, mis opiniones y mi modo de ver las cosas. Como le pasa absolutamente a todo el mundo, evidentemente, claro está.

A día de hoy yo huyo un poco de aquellas explicaciones místicas con las que abotargaban nuestras infantiles cabecitas cuando éramos niños. A día de hoy yo relaciono cielo e infierno con conciencia. Con buena o mala conciencia. Una persona que muere feliz consigo misma, orgullosa de su paso por la vida, rodeada de las personas a las que quiere... con la conciencia tranquila, en definitiva, disfrutará de esa felicidad por toda la eternidad. Es el recuerdo que se le quedará de esta vida allá donde sea que vayamos después de ella. Eso es el cielo.

Una vez dicho eso, creo que es fácil concluir con qué relaciono yo el infierno. La mala conciencia por siempre jamás. Un mal recuerdo que no hay forma de quitar de la mente. Un pesar, un malestar, una culpa... una vergüenza que te impide ser feliz y que te acaba consumiendo. 

En esta vida por la que todos pasamos, a veces es difícil ser consecuentes con nosotros mismos, a veces traicionamos nuestros principios a cambio de comodidad, de riqueza, de algún logro material que en principio nos colma de algo parecido a la felicidad, pero que si para conseguirlo hemos dado la espalda a lo que somos, a la larga pagamos la factura. Somos humanos, a todos nos ha pasado alguna vez, pero normalmente volvemos por nuestros pasos, nos arrepentimos y calmamos nuestra mala conciencia. Son fallos, errores propios de nuestra condición. 

Pero hay otras ocasiones, menos, muchas menos, en las que seguimos por ese camino que sabemos que es malo, a cambio de ciertas ambiciones o de ciertos beneficios. No le pasa a todo el mundo, pero ocurre. Y esas personas saben que obran mal, saben que se acabarán arrepintiendo, lo saben de sobra, pero por alguna razón cierran los ojos, siguen adelante y no hacen caso de nada más.

Es lo que se conoce como vender tu alma al Diablo.

Y hasta aquí, el rollo existencial y místico. Ahora comienzo a hablar de fútbol. 

En los últimos años, las cosas en la Liga Española no van bien. La diferencia entre los dos grandes y el resto siempre fue importante, pero ahora se ha vuelto cósmica, sideral. La atroz competencia que hay entre ellos está destrozando todo lo que hay a su alrededor. Los satélites de ambos clubes (prensa, medios, empresas publicitarias, líderes de opinión, etc) concentran todas sus fuerzas en apoyar a su preferido, en contra del oponente principal, y mandando al olvido a los otros 18. Y en esa lucha, hay uno que está ganando de calle, que es el FC Barcelona.

Y eso es terrible para el R. Madrid.

Los madridistas lo están intentando todo para cambiar esta circunstancia. Están gastando cantidades indignas y obscenas de dinero. Están manipuilando las noticias para hacer lo propio con la opinión de la gente. Están abusando del poder que tienen, están literalmente humillando al resto de contendientes, están faltando a los principios que siempre caracterizaron a su club (en teoría), están haciendo todo lo posible, legal o alegal (que no ilegal, que supongo que también, pero no me atrevo a a asegurarlo)... saben que están perdiendo simpatizantes, pero por otro lado están haciendo mucho más fieles a los que siempre fueron fieles. Saben que antes eran el equipo de España y ahora son el club más odiado. Saben que ahora es más difícil ganar en los campos de equipos inferiores porque estos equipos inferiores, y sus aficionados, les tienen tantas ganas que se parten la cara con todas sus fuerzas para tratar de doblegarles. Pocas veces lo consiguen, pero no deja de ser más difícil.

Incluso, como el Barça cae mejor (por la razón que sea, aunque se trate de expresar de esa forma el odio por el madridismo), los equipos bajan los brazos cuando pierden con los culés por dos o tres goles en el minuto 30, lo cual facilita las cosas al mayor rival de los madridistas. La antítesis de lo que ocurre con estos. 

Pues bien, a pesar de que saben todo esto, y de que hay voces gritándolo desde hace un tiempo, el Real Madrid definitivamente acaba de vender su alma al Diablo.

Como dice el titular de AS "Mourinho ya tiene el cargo oficial de manager"

Mourinho ya lo es todo en materia deportiva en el Real Madrid. Y que sea lo que Dios (o el Diablo) quiera.

El Madrid se ha vendido. El Madrid ya no es el club señor que siempre ha presumido ser. El Madrid se entrega al tío más chabacano, antideportivo, maleducado, falso, tramposo, manipulador, mentiroso y hasta maquiavélico que hemos visto por aquí en muchísimo tiempo. Quizás nunca. 

El Madrid se lo ha entregado todo a este señor que se supone que es el único capaz de acabar con el monopolio culé que vivimos en la actualidad. Ellos saben que este tipo es todo lo contrario a lo que siempre se supone que fueron ellos. Se están fallando a sí mismos, están dando la espalda a sus propios principios en una huida hacia adelante en la que van a arrasar con todo, incluídos ellos mismos. Les va a dar igual. Van a destrozar cualquier cosa que tengan a su alrededor con tal de aspirar a vencer en su batalla.

Van a destrozar hasta sus entrañas, porque en sus entrañas ha entrado un tipo peligroso y le han dado todo el poder. Una entidad tan grande e histórica dándole todo el poder en la parcela deportiva a un tío como Mourinho...

¡Madre mía!

Y lo disfrazan de modernidad diciendo que ese es estilo inglés en la gestión de los clubes de fútbol. Ya están manipulando. Los clubes ingleses de fútbol cotizan en bolsa, mientras que el Madrid no es ni S.A.D., con la ventaja fiscal y legal que supone para ellos, y desventaja para el resto. Esa modernidad no la aplican. Esa, no. Y por supuesto, ni hablar del reparto de los derechos televisivos de la Liga Inglesa en comparación con la nuestra. Eso, tampoco. Sólo lo que les interesa a ellos. 

Manipulación.

En el Sevilla nos quejamos de las cosas de Vizcaíno, de algunos fichajes de Monchi, de que la venta de Capel ha sido poco beneficiosa o de que aún hay jugadores en la plantilla que deben de salir. Protestamos porque todavía no hay camisetas, o por la para muchos incomprensible destitución de Cristóbal Soria. Nos preguntamos cómo es posible que Alfaro se tenga que ir y Acosta se merezca otra oportunidad. 

Pero nuestro club está estructurado y departamentado. Y aunque el poder de Del Nido es casi omnímodo, nuestro presidente sabe separar su faceta sevillista de su faceta dirigente. Y ha tenido la habilidad de rodearse de personas válidas a las que escucha y hace caso. Además, no le tiembla el pulso a la hora de quitar de en medio a alguien que no hace bien su trabajo.

El sevillismo se queja porque se tiene que quejar. Porque la crítica es necesaria para crecer y mejorar. La directiva ha escuchado esas críticas y, aunque un poco más tarde de lo deseado, parece haber corregido el rumbo de la nave. Parece haberlo hecho a tiempo. 

Cometemos errores, no somos perfectos, hay cosas de las que quejarse, ya digo, pero no hemos vendido nuestra alma al Diablo. Lo hicimos una vez, en los noventa, hipnotizados por el dinero que prometían los Escobar, Asensio, Antena 3... ¿recordáis? Casi nos cuesta el estadio y, a la larga, por poco si nos nos aboca al abismo de la desaparición. A Segunda caímos irremediablemente. 

No son casos iguales. Ni siquiera parecidos o semejantes. De hecho no tienen nada que ver. Pero el Real Madrid acaba de vender su alma al Diablo. Que Dios nos coja confesados, porque no sabemos qué va a ser de los demás cuando ese monstruo se dedique a dar manotazos a diestro y siniestro en su objetivo por vencer a su rival. No olvidemos que los demás estamos en medio de esa lucha. Y en esa lucha parece claro que ya todo vale. 

Pero el honor y la dignidad se han perdido.

Las han perdido ellos. 

Nosotros no. Otra razón más para sentir el orgullo de ser sevillistas.

viernes, 22 de julio de 2011

Acosta y los médicos

Hoy voy a hablar sobre algo que no domino, con lo que habré de tener cuidado. Vaya por delante que es posible que diga cosas que un experto me pueda rebatir sin despeinarse ya que voy a incidir en mis impresiones subjetivas, nunca entraré en profundidad porque, ya digo, no domino el asunto en absoluto.

Me refiero a la medicina (casi nada), en concreto a lo que ocurre en el Sevilla en este ámbito. Y me explico.

Ayer leía una entrevista a Lautaro Acosta en la que se despachaba con cosas como la que sigue:

"Me he lesionado mucho por negligencia de algunas personas. Estuve un año y tres meses parado. No pretendo dar golpes ni buscar culpables. Pero las cosas no se han hecho bien. De un esguince no puedo pasar a una lesión de dos años. Hice todo lo que me pidió el club. Entregué mi tobillo, pero las cosas no se hicieron bien"

Y la verdad es que el muchacho parece tener toda la razón del mundo. 

Todos sabemos que a Lautaro Acosta se le ha dicho de todo. O más bien a quien trajo a Lautaro Acosta. Su rendimiento en el Sevilla ha sido ínfimo. Han habido ocasiones en las que incluso parecía no ser futbolista, pero es que hay que entenderlo todo. El jugador lleva tres años lesionándose y reapareciendo, y su estado de ansiedad debe ser tal que hace cosas como mandar fuera de banda un disparo a puerta desde dentro del área (eso se lo vi yo en unos de los últimos partidos de la temporada recién terminada)

Pero Lautaro Acosta no es así de malo. Puede que no tan bueno como para gastarse 6 millones de euros, pero no así de malo.

Lautaro Acosta llegó al Sevilla en 2008, y ese mismo año había ganado el Mundial sub'20 y los Juegos Olímpicos de Pekín con la Selección Argentina, en la cual compartió vestuario con gente como Fazio, Agüero, Di María, Sergio Romero (actual portero de la absoluta), Banega,  Piatti (por el que el Almería pagó ese mismo años sólo un millón menos que el Sevilla por el Laucha), Messi, Lavezzi, Buonanotte, Garay, Gago...

Un tío que entra en una selección con nombres como esos no es de los que mandan a fuera de banda un disparo a puerta. Un tío como ese tiene que ser bueno. Insisto, no sé si como para pagar 6 millones de euros, pero no puede ser la nulidad que parece ser. 

Las palabras de Acosta que decía al principio pueden ser interpretadas como que el equipo médico del Sevilla ha destrozado su carrera deportiva. Yo al menos lo interpreto así. Él entrega su tobillo a los médicos y estos prolongan durante más de un año la recuperación de su simple esguince. Es como si dijera "con lo que yo era, con la gente con la que me movía, fijaros en lo que me he convertido por culpa de algunos que no fueron capaces de recuperarme de un esquince de tobillo"

Ese chico tiene que estar desesperado, angustiado, maldiciendo su suerte, y, por supuesto, total y absolutamente lastrado por la ansiedad que le produce no ser capaz de hacer lo que hace no tanto le salía casi sin pensar: jugar al fútbol. 

Este es un caso particular, aunque verdaderamente ilustrativo, pero hay muchos más. En estos últimos años han habido desastrosas rachas de lesionados que han lastrado al equipo de un modo considerable. Jugadores que se lesionaban de un modo leve, cuya recuperación se suponía en una o dos semanas y que pasaban los meses y no se terminaban de recuperar. 

Por ejemplo Fazio. Parece increíble que después de tantas y tantas lesiones de tobillo, tenga que ser un kinesiólogo argentino quien diese con la clave de la recuperación. Parece increíble, ya digo, que el problema fuese simplemente de higiene postural. Dos años de recaídas continuas... yo me llevo las manos a la cabeza. Igual no tengo ni pajolera idea de lo que digo, pero agradecería en el alma que alguien me dijese lo ignorante que soy con argumento médico que explicase cómo es posible esto que acabo de comentar.

Pero es que hay muchos más casos, como el de Navas en esta última temporada, o el de Palop, o el de Perotti... el último caso es el de Rakitic, que ahora se dice que igual se tiene que operar otra vez. ¿Cómo es posible? Si fuera un único caso, pero es que es uno tras otro. 

¿De verdad soy un ignorante, o es que pasa algo más?

Y en medio de todo esto, va Acosta y dice lo que dice para darme la razón en mis impresiones subjetivas. No me hace convencer de que no sea un ignorante, seguramente lo seré, y en esta materia sin duda. Pero a mí no se me quita de la cabeza que algo más tiene que pasar. Que un jugador no se lanza a la piscina de unas declaraciones tan polémicas por gusto. Y menos cuando nunca jamás ha dicho una palabra más alta que otra y siempre ha trabajado siguiendo las directrices del club. 

Acosta fue campeón del mundo sub'20 y campeón olímpico. Acosta compartió vestuario con el Kun, con Messi, con Lavezzi o con Di María. Acosta igual costó más de lo debido, pero no mucho más. No mucho más. 

No sé qué será de Lautaro Acosta. Seguramente no tenga sitio en el Sevilla, pero los aficionados deberíamos recordar que Acosta no ha jugado porque ha estado lesionado. Y que Acosta no es Konko, que pasaba de poner de su parte para recuperarse. Acosta salía a comerse al mundo con tanta ansia que lo hacía mal, rayando hasta el ridículo. Pero por ganas nunca fue. 

Ojalá encuentre su sitio. Ojalá el entrenador que le toque sepa reorientar su carrera. Porque es una verdadera pena lo que ha ocurrido con él.

Y es que yo me creo lo que ha dicho. Me lo creo, lo siento por si alguien se ofende. Y, repito, me encantaría que ese alguien me demostrase lo ignorante que soy, me diera argumentos y me ilustrase en una materia en la que soy un absoluto pagano.

jueves, 21 de julio de 2011

Un post fuera de lo corriente

En vista de que la actualidad sevillista vuelve a ser bastante escasa en estos días, me vais a permitir que hoy no hable de nuestro equipo y ni tan siquiera de fútbol. Hoy me apetece hablar de ciclismo, del Tour de Francia que se está disputando en estas semanas y de las cosas tan curiosas que están ocurriendo en el mismo.

De entrada, yo no soy ciclista, y mi afición a este deporte se limita a tragarme entre cabezada y cabezada las distintas etapas de Giro, Vuelta y Tour. Lo que pasa es que llevo tantos años haciéndolo que algo se me va quedando en la cabecita. Yo me aficioné cuando Pedro Delgado ganó la Vuelta del 85, que ya hace años de aquello. Fui testigo de la genial y a la vez caótica carrera del ciclista segoviano y me enganché al deporte porque con tipos como Perico el espectáculo estaba servido. Era capaz de lo mejor y de lo peor. Igual aplastaba a los contrarios en las subidas, como que lo perdía todo en una de sus clásicas pájaras. Igual hacía la contrarreloj de su vida como echaba a perder un Tour por llegar dos minutos tarde a la salida de una una de ellas. Perico es el único ciclista de la historia en hacer un Tour en menos tiempo que ninguno de sus rivales y no ganarlo. Le ocurrió en 1990. Lo perdió por lo que he contado. Por llegar dos minutos tarde a la salida de una contrarreloj. Las cosas de los genios. 

Pero luego llegó Miguel Induráin, con ese estilo tan diferente, y la cosa cambió, aunque no mi afición. Con Induráin daba gusto ver ciclismo. Se perdía emoción, pero se ganaba en seguridad. No había sobresaltos. Te sentabas en el sofá y sabías que el español iba a ganar. No cabía la más mínima duda. Tanto era así que no te importaba perderte media hora cuando el sueño te vencía y necesitabas dar la cabezadita. Es que hay que tener mala idea para echar el ciclismo a las cuatro de la tarde en pleno julio. Eso no se hace hombre. En fin. 

El caso es que a mí me maravillaba ver a ese gigante navarro montado en la bici, con ese pedalear cansino que parecía hasta lento... Recuerdo que Perico Delgado, antes de atacar, se dejaba de ir un poco, lo adelantaban tres o cuatro corredores y cuando nadie lo esperaba, pegaba el hachazo y se marchaba. Ponía esa cara de descomposición, como si fuera a morir desfallecido de un momento a otro y a ti se te ponía el corazón a mil por hora. Pero con Induráin no era así. El se ponía el primero en el grupo, y sin que pareciera cambiar el ritmo (seguía igual de cansino que siempre), avanzaba y avanzaba mientras que los demás se iban quedando atrás. El no atacaba, simplemente iba a lo suyo. Nunca se ha visto nada igual posteriormente. Y si alguien le aguantaba más o menos, los remataba en las cronos. Recuerdo una en la que dobló al ídolo francés Laurent Fignon, después de doblar a otro que estaba de por medio. O sea, que Fignon había salido cuatro minutos antes que Induráin. Y lo dobló como una flecha, como un ciclón. Fignon se moría encima de la bici, y el navarro parecía literalmente ir en moto. Impresionante. Todo en él era así. Machacó a todos y cada uno de los rivales a los que se enfrentó sin alardes ni cosas por el estilo. Con una especie de discreta insolencia. 

Y cuando por primera vez no consiguió hacerlo, dejó la bici, se retiró y se marchó a casa. El primer ciclista que le batió era un danés llamado Bjarne Rijs. Rijs es hoy día director de un equipo, y ha reconocido públicamente que se tuvo que dopar para vencer a Induráin. Y ahí sigue, como si tal cosa.

Porque después de Induráin llegó Armstrong, que batió todos los récords habidos y por haber, pero que todo aficionado sabe que lo hizo dopado. Lo que pasa es que a él se le permitía tomar ciertas sustancias ya que eran necesarias para mantener a raya el cáncer que, no sólo casi le retira, sino que por poco si no le mata. Como la inmensa mayoría de los cánceres. 

Esta fase de la historia ciclista no me gustó, pero la actual sí. Y me gusta la actual porque tenemos a un sensacional ciclista llamado Alberto Contador, que para mí es una especie de mezcla entre Perico e Induráin. Tiene cosas de los dos. Contador está siendo vigilado con lupa este año por la polémica con su estúpido positivo en aquel control anti doping. Todo el mundo sabe que aquello no fue doping. Yo no sé si se habrá dopado en otras ocasiones, pero en esa no. Y han intentado destrozar al gran campeón con todas las armas que no quisieron emplear contra otros. Pues bien, este año en el que está tan vigilado, ha ganado el Giro y es el único que está haciendo algo digno por este Tour. 

Cualquiera que haya visto correr a los grandes del pasado se debe morir de la vergüenza de ver a esos corredores luxemburgueses y hermanos que no hacen otra cosa que chupar rueda. Han dejado pasar los Pirineos, con Contador lamiéndose las heridas provocadas por las caídas, sin mover un dedo y ahora se encuentran a su gran rival recuperado y atacándoles. Y encima dice uno de ellos que él no hubiese atacado en una bajada, en referencia a lo que hizo Contador ayer. 

Tú no hubieses atacado en bajada, ni en subida, ni en llano. Tú no has atacado en tu vida, sólo sabes chupar rueda. 

Después de tanto como ha pasado Alberto Contador en este último año, en estos momentos es de los pocos que mantienen alta la dignidad del ciclismo. Una vez recuperado de sus caídas de la primera semana, se está dedicando a atacar día tras día a todos sus rivales mientras estos no mueven un dedo. Ni antes ni ahora. Se dejan llevar por la masa, que trabajen otros. Y lo está haciendo al lado de otro español, el campeón olímpico Samuel Sánchez, a pesar de que corre para otro equipo. Es verdaderamente emocionante ver a estos dos amigos con maillots de distinto color ponerse de acuerdo para torturar una y otra vez a sus patéticos rivales. 

Dichosas tácticas y dichosos planteamientos. El ciclismo tiene que ser mucho más que sólo eso. Y Contador y Sánchez lo está demostrando. 

No sé si será suficiente para ganar el Tour, pero espero que sí. Y no porque sean españoles, que también, sino porque eso sería al ciclismo lo mismo que al fútbol que Uruguay ganara a Paraguay en la final de la Copa América. Paraguay está en esa final sin haber ganado ni un sólo partido. Es legal, claro, pero indignante.

Contador y Sánchez son el "tiki-taka", el "jogo bonito" del ciclismo. Y los demás el catenaccio italiano. Podrán tratar de tumbarles con positivos absurdos o criticando su complicidad pese a ser de equipos rivales. Pero lo cierto es que, igual que en fútbol, el mejor ciclismo está en España. Y eso no deja de ser un orgullo.

Perdón a los futboleros por este post tan poco corriente en un blog como este.

miércoles, 20 de julio de 2011

Gary Medel

Tengo que reconocer que cuando en enero salió el nombre del chileno como refuerzo para el centro del campo del Sevilla, lo primero que se me pasó por la cabeza fue algo así como "¿pero a quien nos trae ahora Monchi?". Yo siempre he confiado en nuestro director deportivo, pero después de los fichajes de los dos últimos años, a uno le comenzaron a entrar algunas que otras dudas. 

Por entonces se hablaba de que se trataba de fichar a Anthony Annan, un ghanés que jugaba en el Rosenborg noruego. Y la verdad es que era un tipo que no me disgustaba. Lo había visto jugar en el Mundial, y creo que lo hizo bastante bien. Pero de Medel no había oído hablar. Y eso que también jugó el campeonato del mundo y que se llegó a enfrentar a España. Es evidente que la cultura deportiva de uno tiene sus límites, y en este caso esos límites quedaron bien patentes. Vamos, que me sentí un ignorante, y más ahora que lo he visto jugar un buen puñado de partidos con el Sevilla. 

El caso es que me informé respecto a este jugador, y mi opinión comenzó a cambiar. Un tío que sólo tiene 23 años y que es titular en una selección como la chilena, que tan buen mundial hizo (y aún mejor su clasificación para dicho campeonato) no puede ser tan malo. Y un tío que juega en el Boca Juniors, que es una pieza importantísima allí y al que llaman "pitbull", pues da buena impresión. En Argentina no llaman "Pitbull" a cualquiera. 

Efectivamente, el chileno no tardó en demostrar su valía, y a día de hoy es uno de mis jugadores favoritos en la plantilla. Junto a él llegó Rakitic (a este sí que lo conocía y su fichaje me hizo especial ilusión porque era un futbolista muy cotizado). Y como curiosidad, Annan acabó en el Schalke 04 como sustituto del croata. 

Ya hacía tiempo que el Sevilla necesitaba algo así, es decir, reforzar el centro del campo. Medel y Rakitic juntos dieron al Sevilla balance defensivo-ofensivo en la medular. Que el baló corriera de atrás adelante, vamos, no en horizontal como hasta entonces. Y también consistencia defensiva, y en esto es fundamental el chileno. Cuando el rival tiene la pelota, Medel presiona como un jabato, como un pitbull, algo que hacía tiempo que no veíamos por aquí. Eso facilita la tarea defensiva de la zaga. Y cuando es el Sevilla el que tiene el balón, el chileno se limita a recogerlo, darle un toque, darle otro si acaso, y pasarlo al compañero mejor posicionado. Así de sencillo, pero también así de difícil, porque esto era algo a lo que tampoco estábamos habituados en los últimos tiempos. 

Comparándolo, por ejemplo, con Romaric, uno se pregunta qué diferencia fundamental hay entre el juego de ambos. Pues bien, en contraste con lo dicho sobre Medel, Romaric recoge el balón, le da un toque, dos, tres, cuatro, mira hacia arriba, se da la vuelta, le da otro toque, otro más, vuelve a girar, el rival se le echa encima, los huecos se cubren y al final, o acaba por pasarla atrás, o la pierde, para desesperación lógica del personal. Es de una lentitud que desquicia, por mucha calidad técnica que tenga, que la tiene. 

De todos modos, en este punto quisiera hacer una matización. En los últimos tiempos se ha dicho hasta la saciedad que el Sevilla necesita un organizador. Pero esto es una forma muy simple de ver las cosas, porque el Sevilla necesita (necesitaba, espero) mucho más que eso. Un equipo tan estático como el nuestro del año pasado para nada quiere un organizador, porque ni el mejor organizador del mundo podría haber hecho nada ante un grupo de pasmarotes andando, que eso eran nuestros jugadores en la temporada que ha finalizado. ¿Para qué queremos un organizador si no hay nada que organizar? Si los compañeros no corren, no se ofrecen, no se desmarcan... Dijo una vez Marcelo Bielsa que a lo largo de los partidos los jugadores siempre tienen un motivo para estar corriendo, nunca para estar parados. Y yo comparto al cien por cien esa afirmación. 

Además, no es nada bueno depender de lo que haga un jugador en concreto. Es decir, suponiendo que tenemos un excelente organizador y un equipo que se mueve bien, a los rivales les basta con echarse atrás y presionar al que organiza para que no reciba buenos balones y así anular por completo las jugadas de elaboración. Hacen falta otras cosas, otras alternativas, y eso va mucho más allá de que tengamos en el centro del campo un jugador de determinadas características. Que eso también, que es necesario, pero quedarse ahí no soluciona el problema en absoluto.

El problema del Sevilla estaba en el entrenador, eso lo tengo más que claro desde que se marchó Jiménez. Con el de El Arahal jugábamos mal, pero jugábamos a algo, ese estilo que desquició a afición y jugadores, pero era algo. Había un sistema, una forma de hacer las cosas y se consiguieron resultados. Pero lo de Alvarez y Manzano fue mucho peor. 

Ahora parece que la cosa ha cambiado y que Marcelino viene con un método claro (esperemos que también eficiente). Y Gary Medel creo que va a ser capital en el desarrollo del mismo. Estamos viendo que a Marcelino le gusta presionar arriba y salir rápido a la contra. Y ese tipo de juego le viene genial al chileno. Un tipo que presiona como un animal, que recupera infinidad de balones y que cuando lo tiene no se entretiene lo más mínimo y sabe pasarla rápido al compañero mejor colocado, es un chollo para un sistema como el que se plantea. Para colmo, ya ha jugado media temporada en el Sevilla, se ha hecho a la ciudad, a los compañeros, al campo, al lugar, y se he erigido como un jugador importante. Su rendimiento puede ser extraordinario esta temporada, y es justo lo que deseo y espero. 

El típico fichaje Monchi. Típico en otras épocas, que en los dos últimos años se ha desviadoun poco (o un bastante) de aquel camino. Pero parece que volvió al mismo. Nunca es tarde si la dicha es buena. 

Gary Medel costó creo que fueron unos dos millones de euros. Habrá que ver cómo sube su cotización cuando acabe esta temporada. Ahí estamos. Un jugador semi desconocido que viene por dos duros y que en un plis plas se convierte en una figura. 

Como en los viejos tiempos. ¿No os parece?

martes, 19 de julio de 2011

Frustrante, pero necesario

Es curioso ver cómo en verano igual pasan los días sin que nada ocurra e igual la actualidad te arrolla al acumularse las noticias.

Aún seguimos cabizbajos después de la triste muerte de Juan Arza cuando la atención se nos reclama de nuevo ante la inminente venta de Diego Capel al Sporting de Lisboa. 

La verdad es que la noticia ha causado revuelo y una disparidad grande de opiniones en el sevillismo. Muchos han dado la suya, en un sentido y en otro, exponiendo sus argumentos, tan debatibles como respetables. Y otros han aprovechado la ocasión para cargar de nuevo contra todo y contra todos. Llama mucho la atención comprobar que hay aficionados que siguen amargados porque todo lo que se hace les parece mal. Es difícil de comprender esta circunstancia cuando estamos viviendo una de las mejores épocas de la historia de nuestro club. Una época es una sucesión de años, y como es natural unos años son mejores que otros. El hecho de poder afirmar que es una de las mejores épocas de la historia viene fundamentado en que se considera un éxito menor, y hasta un fracaso, clasificarse para la otrora Copa de la UEFA. Yo entiendo perfectamente que haya personas a las que no les parezca bien tal o cual decisión, o que estén en desacuerdo con la gestión de tal o cual persona. Pero eso de llevarse las manos a la cabeza con cualquier cosa y arremeter de modo inmisericorde a la mínima que se puede me parece un escándalo. Estamos en una situación que sólo veíamos en nuestros sueños hace apenas cinco o seis años. Un poco más, quizás, pero no mucho. Y es evidente que se puede criticar según qué cosas, es necesario hacerlo, pero los dramas son para otros. Para nosotros no. Eso es un hecho objetivo.

A mí el traspaso de Capel me produce sensaciones encontradas. Lo primero que debo decir es que me causa frustración. La mayoría recordareis que de Capel se hablaba hace unos años en términos parecidos a como se hace hoy con Luis Alberto. Era una especie de estrella fulgurante en ciernes, que venía pegando fortísimo desde los escalafones inferiores y que llegó a debutar en el primer equipo sin haber cumplido los 17 años. Que se dice pronto, eh. Su progresión no fue lineal, tuvo altibajos, pero sí que llegó muy pronto a lo más alto. Incluso a la selección absoluta y a que equipos como el Real Madrid, o mejor su prensa adláter, fantaseara con su fichaje. Tampoco hace tanto de eso. Pero esa progresión se ha estancado hasta lo que es hoy. Y a mí me produce una profunda frustración ver en lo que ha quedado alguien que prometía tantísimo. Eso lo primero.

Lo segundo se refiere a la situación actual del mercado. Ya lo comentaba el otro día en un post. Dicha situación es lamentable. Los equipos grandes están empeñados en sus fichajes súper millonarios. Los medianos, los que les siguen en el escalafón, están mirando el euro del derecho, del revés y hasta de canto, y se están gastando lo mínimo posible. Y después viene el llanto y las lamentaciones de clubes arruinados acogidos a la ley concursal y con un excedente en sus plantillas que son incapaces de reducir, precisamente por ese alarmante estancamiento del mercado. Por tanto, la cotización de los jugadores ha bajado de forma drástica. Esto el lo que hay, y la culpa la tiene un cúmulo de circunstancias que no se reducen únicamente a la crisis económica mundial que estamos padeciendo. 

En tercer lugar me gustaría resaltar la situación en la que se encuentra la banda izquierda del Sevilla y también el modelo de plantilla que el cuerpo técnico está intentando instaurar. Para la posición de Diego Capel también tenemos a Perotti, a Armenteros (tras el escandaloso temporadón que hizo el año pasado aunque fuera en Segunda), a los polivalentes Trochowski y Del Moral y también a Luis Alberto, que se mueve muy bien escorado a la izquierda. No se trata precisamente de un puesto con carencias, con lo que la pérdida deportiva no es tan importante. Además, Marcelino parece convencido en tener una plantilla corta de jugadores polivalentes que le den muchas opciones y variantes y que puedan jugar continuamente ya sea en una posición u otra. Polivalentes son Cáceres, Fazio, Rakitic, Trochowski, Del Moral... incluso Kanouté y Navas. El primero se mueve bien allí donde le pongas, y el de Los Palacios lo hace muy bien por el centro jugando en media punta, e incluso a banda cambiada. Evidentemente hay otros jugadores cuya polivalencia es  menos, pero si hay un jugador en el Sevilla que no es en absoluto polivalente, ese es Diego Capel. El año pasado me desgañité quejándome de que estaban quemando al almeriense por ponerlo en la banda derecha. No podemos juzgar su rendimiento teniendo en cuenta esos partidos. Eso sería de lo más injusto.

Pero, por el mismo argumento, podemos decir que Capel demostró que no es en absoluto polivalente, con lo que, al ser tan importante ese requisito en el Sevilla de hoy, está por delante de otros a la hora de poder ser considerado como transferible, como de hecho ha ocurrido. 

Y por último, quisiera dirigirme a esos que basan su descontento con la operación comparando los precios de compra de jugadores como Alexis, Acosta, Romaric, etc, todos sabemos que quien hablamos. No voy a entrar en el debate de que el mercado está ahora peor que hace uno, dos, tres o cuatro años, que lo está, sino que voy a reconocer que esas compras fueron erróneas. Más, menos, regular... erróneas a fin de cuentas. Y que son errores con los que hay que cargar y que es necesario asumir para no volver a cometerlos nunca más. Pero lo que no podemos permitir es que esos errores nos sigan perjudicando aun cuando ahora parece que se están reconociendo, aunque sea tácitamente. Es decir, si seguimos el hilo argumental de estas personas que menciono, Capel debería valer pongamos siete, ocho o diez millones de euros. Como el mercado está como está, nunca conseguiríamos venderlo y dejaríamos de ingresar un dinero que necesitamos. Eso perjudicaría al club, o sea, seguiríamos viéndonos perjudicados por errores del pasado. 

Pienso que no deberíamos dejarnos llevar por ese tipo de comparaciones. Los errores se cometieron y este año el Sevilla está demostrando con su forma de proceder a la hora de fichar que los ha reconocido y que están tratando de no volverlos a repetir. Dejémoslo estar, pues, y actuemos de la forma más sensata posible. 

A mí el precio que se va a cobrar por Capel me parece bajo. No digo que se haya hecho mal, sino que es frustrante, como decía al principio, ver en lo que ha quedado una promesa como él, y también el tener que tragarse algo como esto por culpa de la inactividad del mercado.

Pero también pienso que, de no venderlo ahora, nos podríamos arrepentir en un futuro. Porque su cotización va a seguir cayendo a la vista del estilo de plantilla que se está modelando y de lo que viene por detrás, llámese Luis Alberto. 

En definitiva, me parece una decisión valiente y polémica que no va a perjudicar al Sevilla ni deportiva ni económicamente, pero, vuelvo a decir, profundamente frustrante para alguien como yo que cree firmemente en una política de cantera.

Por supuesto, a Diego Capel le deseo lo mejor en su carrera deportiva. En los buenos y en los malos momentos lo ha dado todo por el Sevilla, con sus cosas buenas y con sus limitaciones. Es un buen profesional y se merece triunfar allí donde vaya. 

lunes, 18 de julio de 2011

Hay cosas que no se pagan con dinero

He comentado en alguna que otra ocasión que fue mi abuelo quien me hizo sevillista, aunque jamás he mencionado a mi padre en ese sentido. Y a veces me he sentido mal, porque mi padre también fue un gran sevillista, que ya hace años que se fue a tercer anillo y que seguramente se merezca un poco más de atención por mi parte, insisto, en este asunto que nos ocupa. 

La diferencia entre mi abuelo y mi padre radicaba en la pasión. Mi abuelo era de los que lloraba cada vez que el Sevilla marcaba un gol. Su sentimiento se transmitía con facilidad, por tanto, y fue eso lo que pasó conmigo. Mi padre, sin embargo, era mucho más frío. No es que fuera insensible, pero no mostraba esos sentimientos. Se los guardaba dentro de sí.  Esto es como el que roba el balón en el centro del campo y el que marca el gol tras el contragolpe posterior. Las palmadas de admiración se las lleva el delantero, pero sin el robo anterior nunca se habría producido el tanto. 

Pero había una cosa que sí que hacía que a mi padre le brillaran los ojos y se le escapara una sonrisa de ilusión. Más bien, había una persona, un futbolista, que ejercía ese efecto sobre él. Se trataba de Juan Arza, que se nos ha marchado este fin de semana al tercer anillo, y que era sin lugar a dudas su gran ídolo de la niñez.

Yo no vi jugar a Juan Arza, como le pasa a la mayoría del sevillismo actual por una sencilla cuestión de edad. Pero está aceptado de una manera general que se trata del mejor jugador de la historia del Sevilla. Hoy día hay gente que le empieza a dar ese título a futbolistas como Daniel Alves y, sobre todo, Frederic Kanouté. No es de extrañar. Arza era una de las figuras del único Sevilla campeón que la historia ha conocido... hasta ahora. Al menos desde la existencia de la Liga. El Sevilla actual es campeón como aquel, con lo que es lógico que algunos de sus jugadores puedan competir por ese honor con las estrellas de aquella otra época.

Pero aún es pronto para que la tradición se rompa, y la tradición dice que Arza es el mejor jugador de la historia del Sevilla. 

Y yo me lo creo. No puedo evitar creérmelo. Mi padre nació en 1944, con lo que su niñez sevillista coincidió con la mejor época del navarro. Me contaba que, cuando estaba interno en los Salesianos de Alcalá de Guadaira y los jugadores sevillistas se concentraban en Oromana (por lo visto lo hacían a menudo), él y otros niños se escapaban del colegio para verlos entrenar. Me hablaba mi padre de Campanal, de Busto, de Araújo y, sobre todo, de Juan Arza. Y, como digo, se le iluminaba la cara al hacerlo. Cualquiera que conociera a mi padre sabe de sobra que muy pocas cosas en la vida conseguían ese efecto sobre él.

Por eso yo siempre he admirado a Arza con todos mis sentidos. Por eso y por cosas como ver a un señor tan mayor corriendo dando vueltas alrededor del Sánchez Pizjuán. Me maravillaba al hacerlo. Si con esa edad hacía eso, ¿qué no sería cuando tenía veintipico años?

Pues eso, el mejor jugador de la historia del Sevilla. 

Esta mañana tenía pensado escribir sobre Gary Medel. Tenía el post en la cabeza, lo venía recitando en el coche, como hago tantas veces. Pero al abrir el periódico y ver la noticia del fallecimiento de este verdadero monstruo..., pues casi se me saltan las lágrimas. ¿Qué le voy a hacer? No he podido evitar acordarme de mi padre, de mi abuelo, de mis orígenes sevillistas, del germen de este sentimiento irracional que me hace escribir cosas como esta un día sí y otro también. 

Gary Medel tendrá que esperar a mañana. 

Yo no sé si algún jugador del Sevilla actual será recordado dentro de cuarenta años como se recuerda hoy a Juan Arza. En mi opinión, si alguien lo puede llegar a conseguir, no será Kanouté (aunque se quedará cerca) ni tampoco Daniel Alves (no basta con haber jugado muy bien). En mi opinión, ese jugador será Jesús Navas porque, igual que Arza, llegó al Sevilla siendo muy joven (Navas de la cantera y Arza cuando era un un chaval de tan poca edad que le llamaba "el niño de oro"), igual que Arza, tiene toda la pinta de que jugará en el Sevilla hasta que se retire (o casi), e igual que Arza, su palmarés se llenará de títulos y de internacionalidades. Además, Navas lleva camino de batir todos los récords batibles en el Sevilla, salvo el de goleador, porque él no es delantero.

Para colmo, también a él le llaman "el niño". O le llamaban.

Pero mientras ese día llega, lo que Arza ha hecho por nuestro club es incontestable. Muchos futbolista que se van repiten si cesar que estarán agradecidos eternamente al Sevilla porque el Sevilla se lo ha dado todo. El Sevilla también se lo dio todo a Juan Arza, pero hay una diferencia fundamental entre este y aquellos: Juan Arza, a su vez, también lo dio todo para el Sevilla. Como jugador, como entrenador, como delegado..., como lo que sea. Le dio su vida, toda una vida ligado al Sevilla. Y cuando ya se jubiló y abandonó la entidad (oficialmente) siguió ligada a ella por sentimiento, por historia, por merecimientos... y si a alguien le cabía alguna duda, ahí estaba el tio dando vueltas corriendo alrededor del Sánchez Pizjuán. 

Para quitarse el sombrero. Para aplaudir hasta quemar las palmas. Para hacer la ola hasta que se disloquen los hombros. 

En estos días de verano, con el mercado de fichajes abierto, vemos como muchos jugadores fuerzan sus posiciones en los clubes que les pagan para irse a otros lugares, en plan mercenarios, lo que son. Y yo no voy a discutirle a nadie su derecho a prosperar en la vida, aunque sus métodos sean a veces un tanto (o un mucho) indignos. Pero ninguno de ellos podrá nunca llegar más allá de la altura del tacón de gente como Juan Arza. Nunca serán modelos de conducta, nunca serán verdaderos ídolos de nadie, nunca ninguna persona les pondrá como referente de nada. De nada en absoluto.

El dinero es muy goloso, pero no lo paga todo. Ni siquiera lo más importante. Eso lo sé de sobra, pero este es uno de esos momentos en los que ese axioma se vuelve indiscutible hasta el punto de que casi lo puedes palpar con las manos. Porque en este momento estoy viendo con toda claridad ese brillo en los ojos de una persona tan reservada como mi padre cuando hablaba de Juan Arza.

Y a partir de hoy podrá hacer como cuando era niño e iba a admirarlo mientras entrenaba en Oromana. Los dos están en el tercer anillo.

¡Qué feliz tiene que ser en estos momentos!

¿Qué dinero puede pagar eso?

sábado, 16 de julio de 2011

Sevilla, Real Madrid y Alvaro Negredo

Hoy, por fin, ya podemos decir que Alvaro Negredo es jugador propiedad del Sevilla a todos los efectos. El Real Madrid no ha ejercido su derecho y el futbolista ha pasado de costar 20 millones para los merengues a 80 para todo el mundo. Toda una buena noticia para los intereses del Sevilla FC.

A mí me parece escandaloso que el Real Madrid haya dejado de pasar esta oportunidad. Necesitan a un delantero, están buscando a un delantero, su insoportable entrenador ha dicho que le falta un delantero, y la directiva, en un arranque de estupidez supina, deja pasar el tiempo y permite que Negredo lidere la delantera de uno de los poquísimos equipos que aspiran, si alguien puede aspirar a ello, a intentar hacerles sombra llegado el caso.

Excelente noticia para el Sevilla FC, ya digo.

En mi opinión, Negredo es en la actualidad el mejor delantero de España, con permiso de Fernando Llorente y de David Villa. En verdad a Villa se le podría poner por delante, pero el asturiano está a punto de cumplir los 30 años, su precio es absolutamente inalcanzable, es indiscutible en el mejor equipo del mundo (por lo que difícilmente se le puede convencer para salir del mismo) y tiene una rémora para mí muy importante: que ya lo ha ganado absolutamente todo, con lo que es imposible que su motivación sea la misma que la de Negredo. No digo que no tenga motivación, que la tendrá y mucha, pero la del vallecano es infinitamente superior porque tiene 25 años y un hambre tremenda por crecer como futbolista. Se sabe bueno, quiere demostrarlo y quiere ganar lo que ganan los jugadores buenos. 

Llorente, por su parte, es menos completo que Negredo en mi opinión, pero también me gusta muchísimo. Nótese que no hablo de Fernando Torres. Para mí el del Chelsea es uno de los jugadores más sobrevalorados de la historia del fútbol español, codo con codo con Guti y algún que otro más. 

La permanencia de Negredo en el Sevilla es de capital importancia. Este delantero tiene unas facultades sensacionales y da la impresión de que aún está por explotar del todo, a pesar de que ya este año lo ha hecho verdaderamente bien. Además, creo que ha madurado muchísimo. Y creo saber, o lo intuyo, cual ha sido el acontecimiento que le ha permitido hacerlo: el quedarse fuera de la lista para el Mundial de Sudáfrica. 

La segunda vuelta de la temporada 2009/2010, la previa al mundial, fue muy complicada para el Sevilla. El entrenador era Manolo Jiménez y las cosas no iban bien, más que nada porque muchos jugadores ya no creían en el técnico. Negredo demostró con claridad que era uno de ellos, no hubo más que escuchar sus declaraciones cuando se destituyó al de Arahal. Fue un episodio lamentable por parte del vallecano, porque dejó entrever que había dejado de esforzarse porque no le parecía bien el modo en que Jiménez planteaba los partidos. El resultado fue que su rendimiento decayó y se quedó fuera del mundial que posteriormente ganó la selección en la que el habría estado a nada que se hubiera tomado las cosas un poco más en serio. 

Yo creo que Negredo es consciente de eso. Creo que sabe de sobra que la culpa de que ahora mismo no sea campeón del mundo es suya y de nadie más. Y creo que no va a permitir que algo así le ocurra nunca más. Para gozo y disfrute del sevillismo, y no del madridismo. 

El jugador ha dicho por activa y por pasiva que no se quiere ir. Sabe de más que es un valor importantísimo en este club (le han dado una de las capitanías), es consciente de que el proyecto del Sevilla es ambicioso e ilusionante, y además sólo tiene 25 años y la mejor parte de su carrera por delante. Ha vuelto a la selección, y para colmo acaba de hacer la mejor temporada de su vida con unos números muy buenos que no han sido sensacionales porque, si no me equivoco, ha sido el jugador de la liga que más veces ha estrellado el balón en el palo en este año. A nada que le acompañe una pizca la suerte, se puede erigir como lo que yo pienso que ya es, el mejor delantero nacional de España. 

Pero le falta la crestita rubia que es tan importante a la hora de que el Real Madrid se fije en un jugador. 

A mí no me cabe en la cabeza que el club de la capital haya permitido que esto pase. No tiene lógica ni sentido. Negredo está perfectamente capacitado para ser delantero del Real Madrid. Puede que no su mayor estrella, pero un equipo son los 25 jugadores que pertenecen a la plantilla. Y 20 millones de euros es un precio extraordinario por un delantero de su nivel, un delantero de 20 goles por temporada en el Sevilla, (en el Madrid serían más), y mucho más si Coentrao vale 30. 

A mí me da que a estos les va a pasar algo parecido que con Etoo, un jugador al que menospreciaron cuando salió de su cantera y que acabó brillando nada menos que en el Barcelona. Y eso que tuvieron la opción de comprarlo cuando estaba en el Mallorca. De hecho, el Barça tuvo que esperar a que el Madrid declinase su opción preferente antes de poder ficharlo. De verdad que si en el Madrid hubiera alguien con dos dedos de frente, y una pizca de vergüenza, debería de pedir explicaciones por todo esto. Es un despropósito tan grande, la gestión es tan nefasta, el despilfarro es tan escandaloso...

Yo no encuentro las palabras para definir todo esto, ni tampoco me da la gana de devanarme los sesos para intentar dar con ellas. Que les den. A mi me importa el rabo de un pepino lo que hagan. Con todo este rollo lo que pretendo es incidir en la importancia tan grande que tiene el hecho de que Negredo se haya quedado en el Sevilla. Y también recalcar que tenemos entre nosotros a un sensacional delantero, seguramente, para mí sin duda, el mejor que hay en España. (Español me refiero)

Por último, quisiera llamar la atención sobre una cosa. El mejor delantero del Villarreal se llama Rossi y está escuchando ofertas para irse. El mejor delantero del Atlético de Madrid se llama Agüero y ya ha dicho por activa y por pasiva que no piensa volver al equipo colchonero. No sé si somos conscientes de lo importante que es que nuestro mejor delantero haya insistido hasta la saciedad que se quiere quedar. Y también que Kanouté, después de pensarlo tanto, haya tomado la misma decisión. 

A mí me parece muy bien la ilusión que está despertando este nuevo proyecto del Sevilla. Y también que desde los medios oficiales se haga intentar ver que los jugadores están viviendo unas jornadas en el paraíso, todo perfecto, todo maravilloso. Sin duda la cosa parece ir bien. Pero son estas actitudes de los jugadores las que me hacen convencer de que de verdad hay algo importante cociéndose en las entrañas del club de nuestros amores. 

viernes, 15 de julio de 2011

La tristeza de ver pararse un blog

Le he estado dando vueltas a la cabeza acerca de publicar este post o no, pero finalmente he decidido hacerlo. Y lo he decidido así porque me sale del corazón, y para eso tengo un blog: para escribir lo que quiero cuando me apetece.

Ahora mismo me apetece mucho hablar de este tema.

Ya hace un tiempo que lo tengo más o menos diseñado en la cabeza, pero siempre lo he dejado para un poco más adelante. Sin embargo, después de leer la última entrada de Almas Sevillistas, el blog de Juan Angel de Tena, escrita con tanto sentimiento, con tanta pesadumbre, siento que no lo quiero aguantar más. 

Cuenta el bueno de Juan Angel que, después de pensarlo durante bastante tiempo y de superar un par de amagos, ha decidido parar (esperemos que temporalmente) y emplear en su familia el tiempo que dedicaba al blog. Es evidente que tiempo hay para todo en las 24 horas que tiene un día, pero cuando uno le dedica tanta pasión a un cometido, cuando se presiona tanto a sí mismo en su empeño por hacerlo todo lo mejor posible, la cosa a veces acaba por estallarte en la cara y necesitas mandarlo todo a paseo para poder reflexionar con tranquilidad. Esto es como el jamón, si se me permite la licencia, que una tapa está exquisita, pero una pata entera te hace acabar en el hospital. 

El problema de esto es que no es el primero. En los últimos tiempos han detenido su actividad blogs tan estupendos como "Un Sevillista en Barcelona", "Talibán Sevillista", "Sentimiento Sevillista" o "Arrucitagrande". Todos ellos sitios de referencia por su calidad y antigüedad, aunque "Sentimiento Sevillista" es un poco más joven que los otros tres. Ninguno está cerrado definitivamente, todos siguen ahí por si se quieren visitar, pero parados en el mismo momento en el que sus administradores decidieron que necesitaban dejarlo, aunque fuera por un tiempo.

Pero es que ni siquiera estos son los que lo dejaron en primer lugar. Los más veteranos recordarán sin duda un sensacional blog que paró su actividad hace ya más de un año. No está borrado de la red, sigue ahí por si alguien quiere leer sus excelentes posts. De hecho, yo lo sigo teniendo en mi lista. Está el último porque la misma se muestra por orden de publicación. El último en publicar es el primero que aparece. Y lo sigo teniendo por si algún día me dan la sorpresa y vuelve a aparecer en todo lo alto de dicha lista. Se trata de Gol Sur Tribuna Alta, uno de los mejores blogs que se han visto en la Blogosfera y que fue pionero en esto de parar, no se sabe si temporal o definitivamente. Me refiero siempre a blogs que se actualizaban con regularidad durante un tiempo de consideración y que de repente dejaron de hacerlo por diferentes problemas de sus administradores. 

La verdad es que a mí no me sorprende que estas cosas pasen. Yo mismo, en los más de tres años que llevo con el blog, he tenido que parar en más de una ocasión. En muchas ocasiones, más bien. Unas veces la cosa no pasó de una semana, y otras, un par de ellas en especial, se dilató en el tiempo durante meses. ¿Qué queréis que os diga? ¿Qué os voy a decir a cualquiera que tenga un blog? Escribir un post diario, o uno cada dos días, requiere, no sólo tiempo, sino también un grado de inspiración importante, porque las ideas se acaban. Uno tiene su pequeño sitio de internet, lo cuida con mimo, le pone widgets, y fotos que le inspiran, y videos que le gustan, y enlaces a sitios que cree que merecen la pena... y escribe día a día sobre lo que le parece, casi siempre relacionado con nuestra gran pasión en común: el Sevilla FC. Es una cosa que sale de dentro de una persona, que nace de la ilusión y que alimenta el orgullo de quien lo mantiene. 

Por eso a uno se le cae el alma a los pies cuando lee cosas como "Veo que mi blog se está muriendo poco a poco, lo que antes era un constante ir y venir de visitantes por mi página hoy solo es un blog triste y perdido en las profundidades del olvido"

Esta era una de las frases del post de "despedida" en el blog de Arrucitagrande. 

O esta otra "Desde hace un tiempo llevo dándole vueltas al coco. Desde hace un tiempo he dejado de creer en lo que hago", con la que nos sobresaltó nuestro admirado Talibán Sevillista. 

Y ahora le ha tocado el turno a Juan Angel de Tena, quien escribe la mayoría de los posts de uno de los mejores blogs que tenemos a día de hoy, Almas Sevillistas. 

Ya digo que yo mismo he pasado por eso en más de una ocasión. Y ya hace tiempo que decidí que no puedo con todo. No me meto en foros, no tengo tweeter, no pertenezco a la Asociación, apenas investigo por si encuentro más blogs, aunque no puedo dejar de visitar a los que me escriben o me comentan en mis posts, caso de no conocerlos. Me he hecho con mi lista de favoritos y a esos me limito. Eso sí, por la razón que decía antes, esa lista no deja de crecer poco a poco. Además, decidí reducir los temas de los que hablar. En otra época tenía una sección en plan coña en la que me hacía preguntas absurdas para con ellas meterme con la actualidad. O hablaba de fútbol internacional, de otras ligas, de jugadores extranjeros... Es un tema que me apasiona, pero que dejé de lado. Incluso, durante bastante tiempo escribía acerca de la actualidad del Ajax de Amsterdam, un club del que me hice aficionado durante una época de mi vida en la que viví en Holanda. 

Todo eso desapareció de mi blog. No tengo tiempo para tanto, y antes de que las cosas me exploten otra vez en la cara, he decidido centrarme en lo más importante a estos efectos, el Sevilla FC, y dejar de lado otras aspiraciones. 

Y el motivo de mi semi anonimato, de no aparecer por ningún sitio, de no meterme en esas charlas que muchos otros tienen, de limitarme estrictamente a escribir, si puedo, un post diario es justamente ese. Que quiero seguir escribiéndolo, pero sin sobrecargarme de presión. Porque tengo la experiencia de que si lo hago, acabaré como otras veces: parando y dejando de escribir.

Y a mí me guata mucho escribir.

Deseo de corazón que todos los blogs que he mencionado vuelvan a su normal funcionamiento más pronto que tarde. Y que encuentren la manera de compaginar sus vidas personales con esta maravillosa pasión. Porque hay pocas cosas tan bonitas que escribir lo que uno siente y compartirlo con los demás. Y luego leer lo que sienten los demás porque esos demás lo quieren compartir contigo. La riqueza cultural y espiritual que eso proporciona es difícil de igualar. 

Dicen que Internet puede ser algo peligroso si se utiliza de mala manera. Pero utilizado de esta forma que lo hace la blogosfera sevillista no deja de ser algo maravilloso. De las mejores cosas que esta era de la comunicación global nos ha dejado. 


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