lunes, 29 de septiembre de 2008

Sevilla FC, el club que hace buenos a los entrenadores

El Sevilla ganó ayer al Atlético de Madrid, confirmando una racha de buenos resultados que está a punto de convertirse en la mejor de la historia de la entidad. Sólo falta que este fin de semana no pierda contra el Athletic de Bilbao en casa, para firmar once partidos de liga consecutivos sin perder. Nunca antes se había conseguido. Y es posible ahora, con Manolo Jimenez de entrenador. El equipo ha recuperado la consistencia defensiva, manteniendo la pegada a la que nos tiene acostumbrados. Si el año pasado terminamos quintos, igualados a puntos al cuarto, a pesar del desastre de los 8 primeros partidos, yo no puedo más que ser optimista. El Tottenham, por su parte, ha perdido en esta jornada por 2-0 contra el Porstmouth, y sigue último en la clasificación, después de 6 jornadas. Juande Ramos está a punto de ser destituido. Seguramente no lo ha sido ya por la cantidad de dinero que eso le supondría al club londinense. En el tiempo que lleva allí ha ganado poco más del 30% de los puntos disputados. Ha perdido el crédito de la afición y, en su defensa, sólo dice que su continuidad o no depende de la directiva. Vamos, de que le paguen, que a él resto parece darle lo mismo. A pesar de todo, aún hay muchos que critican a Manolo Jimenez por diferentes motivos. Más parece una obsesión contra él, que una crítica razonada y con criterio. Y yo no lo entiendo. Por supuesto, el equipo no hace el fútbol de ensueño de hace un par de años y los partidos a veces se vuelven aburridos y tediosos. Pero a mi me encanta ver a mi Sevilla cuarto en la tabla, a dos puntos del liderato. El año pasado muchos comparaban la gestión del técnico con la de Juade Ramos. Ya no lo hacen, por razones obvias. Pero, aún así, siguen criticándolo. Por una cosa o por otra. Y muchos sevillistas les siguen el juego, o se dejan llevar por ello. Yo no. Yo estoy encantado con mi equipo. Lo pasé mal ayer, viendo el partido contra el Atlético. Me hubiera gustado que Luis Fabiano marcase en el cabezazo al larguero para sentirme más tranquilo. Y eso que los de la capital apenas hicieron nada, pero, ya se sabe..., en cualquier momento puede pasar cualquier cosa. Sin embargo, me sentí orgulloso por el oficio que demostró el Sevilla. Igual que contra el Español, cuando tuvieron la paciencia de jugar y jugar hasta abrir la lata. ¿Es este el Sevilla que vamos a ver a partir de ahora? ¿Menos vistoso, pero con mayor oficio? Sinceramente, me da igual, con tal de verlo ganar y arriba en la tabla. Tanto Juande como Jimenez tienen su propio sello. Su forma de entender el fútbol. Al primero se le dio lo que pidió, y le sacó un partido fenomenal. El segundo nos sacó las castañas del fuego, con el equipo de Juande, y salvó la temporada. Este año le han dado lo que ha pedido y las cosas van bien. De otra manera, pero bien. Y yo saco una conclusión. Mientras el Sevilla sea gestionado de la manera que viene siendo últimamente, no importa qué entrenador tengamos, que el equipo funcionará. No es el entrenador el que hace bueno al equipo, sino el club el que hace bueno al entrenador. Y, puestos a elegir, yo prefiero un técnico tan sevillista como yo.

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