martes, 31 de mayo de 2011

Una historia probable que no vale como excusa

La siguiente historia está basada en hechos reales y en personajes reales, pero su desarrollo es totalmente inventado. Es altamente posible que las cosas ocurriesen tal y como las voy a describir, pero eso es algo que no puedo asegurar. Así que, de entrada, que quede claro eso.

Imaginemos a un jugador joven, unos 20 años, que actúa de delantero y que ya ha debutado en Primera División, pero que sigue participando cuando procede en los partidos del filial. Pongamos que se llama Rodri, que juega a caballo entre el Sevilla F.C. y el Sevilla Atlético y que en estos días anda disputando con este último la fase de ascenso a Segunda División en España.

Rodri es un matador del área, un goleador nato de esos que tienen la portería entre ceja y ceja. Tiene un futuro extraordinario, ya ha sido internacional sub'21 en alguna que otra ocasión y no lo ha sido más veces porque su equipo es el Sevilla At y no el Castilla. Eso lo entiende cualquier aficionado al fútbol. Su problema es que pierde los papeles con facilidad. Su juventud impulsa su ímpetu, algo que es muy bueno en la inmensa mayoría de las ocasiones, pero que se convierte en terrible defecto cuando un rival sabe cómo picarle para que caiga en la trampa, haga cualquier tontería, la vea el árbitro y... expulsión al canto.

Imaginemos ahora a otro jugador. Este tiene un perfil absolutamente opuesto. Se trataría en este caso de un defensa, navarro para más señas. Se trata del típico zaguero vasco (o navarro), de esos que por ser vasco o navarro se les llama nobles, aguerridos, fuertes, duros pero no violentos. De la misma manera que si fuesen cántabros y se apellidasen Alfaro, o si fuesen valencianos y su nombre fuera Navarro (navarro de apellido, no de lugar de nacimiento), se les llamaría asesinos o adjetivos semejantes. Es una cuestión de latitud geográfica, de lugar de procedencia o del equipo en el que se juegue. Las cosas son así. Es algo parecido al motivo por el que el jugador a quien hemos llamado Rodri ha jugado poco con la sub'21. Como decía antes, cualquier aficionado al fútbol entiende lo que quiero decir.

A este jugador navarro le vamos a llamar..., no sé..., pongámosle de nombre Lacruz. Se trata de un futbolista de treinta y pico años ya, y una extensa y mediocre carrera a sus espaldas. Sus mayores éxitos fueron derrotas. La de la final de las Olimpiadas de Sidney en 2000 y la de la final de la UEFA en 2006 contra el Sevilla, cuando este noble navarro jugaba en el Español. Sus otros equipos fueron, antes que el catalán, Osasuna y Athletic de Bilbao. En estos días apura sus últimas temporadas en activo en el también vasco Real Unión de Irún, de Segunda División B.

La historia en cuestión discurre durante el partido que disputan el Sevilla At y el mencionado Real Unión de Irún. En juego está el ascenso a Segunda División. O mejor, el pase a la siguiente eliminatoria de una competición que determinará qué cuatro equipos ascienden a Segunda División. Se trata del partido de vuelta de dicha eliminatoria. En la ida ganaron los vascos por dos a uno. Y para la vuelta les espera el Sevilla At en casa, uno de los equipos que mejor fútbol ha desarrollado en todo el país a lo largo de la temporada.

Como buen equipo vasco, los irundarras se emplean a fondo en desplegar lo que unos llaman "el otro fútbol", y otros definen como ser guarros, leñeros y marrulleros. En el fútbol, la diferencia entre noble contundencia y violencia criminal depende, como decía antes, de la latitud geográfica, del lugar de procedencia o del equipo en el que se juegue. Un jugador navarro que juega en un equipo vasco es noblemente contundente. Y es así como se emplearon los guipuzcoanos contra esos chicos tan jóvenes que componen el filial del Sevilla.

En concreto, el contundente pero noble Lacruz se empeña con denuedo en detener a Rodri, el fino y oportunista delantero andaluz. Y lo hace con bucólica y poética intensidad. Con patadas de esas que no duelen, porque una patada noble pegada por un chicarrón del norte no duele, eso lo saben todos los aficionados al fútbol. Distinto sería que esa misma patada la pegara un cántabro o un valenciano, y más si juegan en el Sevilla. Quizás por eso el Athletic sólo ficha a vascos, no sé. En fin que me redundo y me voy por las ramas, y no es esa mi intención en absoluto.

El caso es que el ínclito Lacruz, al ver que con su noble contundencia no es capaz de parar a su joven rival, comienza a utilizar otra técnica que unos llaman marrullería y otros veteranía. Insisto, la diferencia entre ambas acepciones depende de la latitud geográfica, del lugar de procedencia o del equipo en el que se juegue. Es siempre lo mismo, creo que nos vamos entendiendo. Y el navarro (de procedencia, no de apellido, qué importante es este matiz) comienza a intentar picar a su adversario, a sabiendas de que pierde los papeles con facilidad, a ver si así logra desquiciarlo. Esta actitud se definiría en otros lugares como que el defensa, a la vista de que pegando coces no puede detener a su contrincante, se dedica a putearlo a espaldas del árbitro con el objetivo de hacerle perder la cabeza. Pero como el equipo es vasco y el jugador navarro, lo que ocurre es que el defensa, en vista de que con su noble contundencia no detiene las acometidas del rival, tira de veteranía para aprovecharse de que dicho rival no es tan noble como él de ninguna de las maneras y pierde los papeles con suma facilidad.

Lacruz comienza a acordarse de la madre de Rodri, y de su abuela, y de su hermana, en fin, ese tipo de nobles actitudes típicas de la veteranía de los centrales que no juegan en el Sevilla. Y Rodri, a quien pronto comenzarán a llamar un tramposo que se tira para engañar a los árbitros y que agrede a los rivales con regularidad, le recuerda a Lacruz que a su madre no se la menta. Pero en vez de decírselo de palabra, emplea la técnica del bofetón, o como dicen en mi pueblo, de la hostia en toa la cara. El árbitro lo ve y el delantero es expulsado a falta de un mundo para el final del partido. 

Aún así, el Sevilla At gana y se clasifica para la siguiente ronda de la fase de ascenso. Mientras, Lacruz y sus compañeros se van tristes de vuelta al otro extremo de la península, donde esta casi termina para que de comienzo Francia. Pero se va satisfecho porque ha cumplido con su deber. Se ha empleado de forma contundentemente noble y ha tirado de la veteranía que tiene para tratar de doblegar a su contrario, aunque no hayan podido finalmente. En Sevilla pensarán que se ha hartado de dar coces y que ha desquiciado a su rival a base de insultos, pero es que estos del sur no saben de fútbol y cree el ladrón que todos son de su condición. 

Eso sí, cuando Lacruz sea un poco mayor, ya se haya retirado y tenga un hijo de unos veinte años tratando de abrirse paso en el mundo del fútbol, no sé que pensará si ese vástago suyo se encuentra con un tuercebotas de los de colmillo retorcido que le cose a patadas y le dice todo tipo de lindezas acerca de las mujeres de su familia. Si el tuercebotas es del sur, dirá que es un criminal asesino que debería de ir a la cárcel. Si es del norte, igual piensa que es un veterano curtido en mil batallas que tira de esa veteranía para practicar con maestría el llamado "otro fútbol"; y que su hijo bien haría con aprender de él.

O no, cualquiera sabe. 

Volviendo a la realidad, insisto que esto es una historia inventada. Es cierto que ese partido se jugó. Que lo ganó el Sevilla At, eliminando así al Real Unión de Irún. Que en las filas sevillistas había un delantero llamado Rodri y en las irundarras un defensa que responde al nombre de Lacruz. Y que Rodri acabó por asestar un guantazo a este último, resultando expulsado a continuación, como es lógico y natural. 

Lo demás, todo inventado. No sé qué hizo Lacruz a lo largo del partido ni tampoco las razones que llevaron a Rodri a comportarse de ese modo tan censurable. El objetivo del post no es criticar a Lacruz. Ni mucho menos. Y no lo es porque no tengo ni idea de si Lacruz merece ser criticado o no, ya digo, me lo he inventado todo. El objetivo del post es imaginarme una excusa de peso que justifique la acción de Rodri. Exponer una razón que explique lo que hizo. Pero no para librarle de la culpa, o para mitigarla en parte. No. Lo que le quiero decir a Rodri es que comportamientos como ese no son de recibo. 

Vamos a ver, Rodri es un jugador con un futuro muy prometedor en el fútbol. Pero para hacer realidad su sueño que abrirse un hueco en ese mundillo es fundamental que conozca ese mundillo. Y ese mundillo funciona tal y como lo he descrito. Vuelvo a repetir, no sé si Lacruz es así como he dicho, seguramente no, o sí, no lo sé, pero lo que sí que sé es que Rodri se va a encontrar con muchos futbolistas de ese corte. Y si cada vez que pase eso, el resultado va a ser el del otro día...

Gracias a Dios, se trata de un jugador muy joven al que aún le queda por mejorar. Y tiene tiempo para ello. Sin duda esta es una de las cosas que tiene que mejorar. Decía antes que me he inventado una historia para fabricar una excusa con la que mitigar la culpa del delantero. Pero es que, aun suponiendo que la historia fuese cierta, ni así tendría perdón lo que hizo nuestro jugador.

El fútbol es así, injusto y a veces hasta indignante. Pero es así. Y si se quiere triunfar en él, más vale ir acostumbrándose. Por el bien del jugador, del Sevilla y de todos los que seguimos al Sevilla. 

viernes, 27 de mayo de 2011

Vértigo

Eso es lo que estoy sintiendo estos últimos días cada vez que doy un repaso a la actualidad del Sevilla. Y no tanto por la cantidad de cosas que están ocurriendo, sino por su importancia.

Entre el lunes y el martes nos volvimos todos locos con el asunto de Bielsa. A mí, sinceramente, me parece todo una exageración. No creo que nadie merezca tanta atención, tanta revolución. La cosa se convirtió hasta en chiste, en broma, con esos inútiles vestidos de periodistas dando palos de ciego al son que cantaba algún que otro gracioso con poco que hacer y muchas ganas de guasa. La pena fue que eso salpicó a gente de buena fe que se tiraron a la piscina publicando en sus blogs noticias que luego se demostraron mentiras, que hicieron el ridículo propio del engañado y que tuvieron que acabar pidiendo perdón, cosa que les honra como ya comenté en el post anterior. Y lo peor fue que al día siguiente, muchos de esos inútiles vestidos de periodistas volvieron a caer con la falsa noticia de que el argentino fichaba por la Real Sociedad.

Ahora parece que "El Loco" no va a venir al Sevilla, aunque yo no lo diría tan alto. Al menos hasta que no se oficialice el fichaje del nuevo entrenador. Lo que sí que espero es que nos dejemos ya de cosas raras y que no se vuelva a producir el esperpento de inicios de semana.

Pero la cosa no queda ahí. Aparte de eso, se ha producido la despedida de Manzano, la noticia oficial del fichaje de Del Moral y de Trochowski... y las otras despedidas. El desfile de jugadores históricos que se marchan.

A mí todo esto empieza a sobrepasarme. Después de Luis Fabiano hace unos meses, en un par de días nos hemos visto obligados a digerir la marcha de Dragutinovic y de Renato. Y es aquí donde me quiero parar porque el vértigo que siento me va a hacer caer.

Sé que la inmensa mayoría de la blogosfera se ha hecho eco de estas noticias. No es para menos, teniendo en cuenta lo histórico de ambos personajes. Pero debido a la rapidez con la que está ocurriendo todo y a la cantidad de cosas que están pasando a la vez, no nos está dando tiempo a expresar con rotundidad la importancia que tienen. Y esa importancia se resume en lo siguiente:

De aquel equipo que ganó los cinco títulos, sólo nos quedan Palop, Escudé, Jesús Navas y Kanouté...

A día de hoy. No sabemos cuántos quedarán el día en que comience la próxima temporada.

Y mi pregunta es evidente: ¿Qué va a ser del Sevilla esa próxima temporada?

Porque el Sevilla no tendrá nada que ver con los Sevillas anteriores. Pero nada en absoluto. Cierto es que ni Renato ni Dragutinovic han jugado prácticamente nada este último año. Incluso Palop ha perdido la titularidad. También es verdad que ya hace tiempo que el Sevilla no se parece en nada al que ganó los títulos. Incluso, que el peso del juego del equipo cae a día de hoy sobre jugadores nuevos como Cáceres, Medel, Rakitic, Perotti o Negredo. (Por cierto, ¿cuándo se va a ejercer la opción de compra por Cáceres? No me fastidien que se le va a dejar marchar). Pero es que impresiona tanto ver desfilar a tanto grande. A tanto histórico.

Recuerdo que Drago llegó al Sevilla para sustituir a Sergio Ramos, que se marchó al Madrid cuando faltaban minutos para que acabara el plazo de fichajes y la liga ya había comenzado. Aquella temporada ganamos la UEFA de Eindhoven. ¿Cuántos títulos ha ganado Ramos desde entonces? ¿Cuántos Dragutinovic? Sólo responder esa pregunta hace comprender a cualquiera hasta qué punto es importante el personaje que estamos despidiendo en estos días. 

¿Y qué decir de Renato? Imprescindible tanto dentro como fuera del terreno de juego. Decían de él que era el líder del clan de los brasileños. Que gracias a él Luis Fabiano no fue tan excéntrico como lo pareció. O que Alves creció y maduró como debía, no como lo suelen hacer los brasileños. O que a Adriano le ocurrió algo parecido que a este último. Es cierto que lleva dos años malos, pero es que es tanto lo que nos ha dado. El extranjero que más veces ha vestido nuestra camiseta. Y en la época en la que más extranjeros había en el equipo, y ganando casi todo lo ganable mientras tanto. 

Y puede que quede lo más grande. Porque puede que en los próximos días tengamos que decir adiós a Kanouté, nada más y nada menos. 

Esto es demasiado. Sé que la hora de todos ellos tenía que llegar. Pero ni aún así te sientes preparado cuando realmente llega. Madre mía, ¡qué de recuerdos! ¡qué de momentos felices! ¡qué de lágrimas de alegría me han hecho derramar estos señores! Todos ellos dicen que jamás olvidarán Sevilla, que siempre nos llevarán en el corazón. ¿Y qué puedo decir yo respecto de ellos? Que me siento orgullosísimo de haber tenido el privilegio de verlos jugar en mi Sevilla. Que lo que me hicieron vivir no se paga con dinero, que no sé si volverá a ocurrir alguna vez, ojalá, pero que me importa bastante poco porque yo lo he vivido y lo tengo grabado para tener la certeza de que no fue un sueño. Es más, caso de volverse a repetir, ya no será igual. Nunca será igual. La primera vez es siempre más impactante y lo que estos señores me han dado...

Díos, es que no sé ni cómo expresarlo con palabras. 

Todos les estamos dando las gracias por lo que han hecho, es lo menos, pero es que dar las gracias es poco. A mí al menos me parece poco. Sólo espero que hayan sentido el tremendo cariño que tiene por ellos la afición del Sevilla. Que, a pesar de la vorágine de acontecimientos con la que han coincidido sus despedidas, se vayan con el convencimiento de que aquí se les adora, de que se les echará de menos siempre, SIEMPRE, y de que tienen las puertas de nuestros corazones abiertas para cuando quieran volver. 

Y, una vez despedidos, vuelvo al principio. Al vértigo. Se va el entrenador, se van jugadores históricos, vienen otros futbolistas a sustituirlos, queda por llegar el nuevo técnico...

Y yo no sé qué va a ser de mi Sevilla el próximo año a la vista de tanto cambio.

Dicen algunos compañeros en la blogosfera que hay que tener paciencia, que no debemos tener tanta prisa, que es necesario tomarse las cosas con más calma.

Y tienen razón, es de esa manera como se deben hacer las cosas para que salgan bien.

Pero yo estoy deseando de tener algo de certeza acerca de lo que va a pasar con mi equipo en adelante. Ya digo, son demasiados cambios, demasiado importantes y demasiado seguidos. No se trata de prisa, sino, ya digo, se trata de vértigo.

Y estoy que no veo el momento de que se me pase esa desagradable sensación.

miércoles, 25 de mayo de 2011

¿Este es el estilo Sevilla? Una vergüenza

Es posible que mientras escribo este post se confirme la venida de Bielsa al Sevilla, o su negativa, o sabe Dios qué otro tipo de noticia. Pero, para lo que quiero decir, ese hecho no importa en absoluto, aunque se refiera a él, con lo que me pongo a ello de inmediato. 

Ayer fue un día muy malo para mí. De esos que te levantas con el pie izquierdo. De esos que piensas "Dios mío, ¿por qué no me quedé en la cama hoy?" Todo fue de mal en peor, nada de lo que hice salió bien y acabé la jornada laboral deseando con toda mi alma volver a casa, meterme en la cama, apagar la luz y que llegase un nuevo día en el que mi vida se reiniciara de alguna manera. Pero antes de todo eso, antes de volver a casa, le di un repaso a la actualidad sevillista y me llevé la agradable sorpresa de que Marcelo Bielsa había dado el sí al club de mis amores. Me fui a casa con una sonrisa de oreja a oreja, rebosante de ilusión y pensando que al final el día no había sido tan malo. Al menos tenía algo positivo en lo que pensar.

Pues bien, esta mañana me he desayunado la contra noticia de que todo fue un bulo. Y me he indignado, ¿qué queréis que os diga?

Resulta que lo que pasó fue que un señor muy "gracioso" y con muy poco que hacer, mientras yo, y la mayoría de la gente, trabajaba para ganarse la vida, se dedicó a escribir un correo electrónico a un redactor de cierto medio deportivo asegurándole que tenía unas fotos de Bielsa recién llegado al aeropuerto de Sevilla. Luego mandó un mail a alguien que sabía que le gustan este tipo de saraos, aventurando que la bromita se convertiría en noticia ipso facto. E ipso facto así fue. De hecho corrió como la pólvora. Los lamentables medios de comunicación sevillanos se hicieron eco, y no sólo ellos, sino también los nacionales e internacionales. Incluso, algunos blogueros pusieron en marcha sus maquinarias de información y llegaron a asegurar que la noticia era cierta. Ahí fue donde yo le di credibilidad. Lo que digan los periodistas deportivos sevillanos me la trae al fresco. Pero cuando estos blogueros se tiran a la piscina, la cosa cambia. Y cambia simplemente porque estas personas a las que me refiero hacen las cosas con la mejor voluntad del mundo.

Pero, claro, nadie está libre de meter la pata. Y mucho menos de ser engañado por otros. Aquí no estamos hablando de esos periodistas que sacan noticias inventadas para rellenar y vender periódicos. Aquí estamos hablando de personas que, desde la ilusión, llaman a ese que conocen o mandan un mail a según qué contacto en quien confían para certificar algo que han leído u oido. Y que comparten esa información con los demás que no tenemos el privilegio de acceder a la misma. De forma altruista y con la mejor voluntad del mundo. Se tiran a la piscina sin pedir nada a cambio. No ganan nada con ello.

Pero, insisto, nadie está libre de ser engañado. Lo lamentable es que sean engañados por otros sevillistas. Y que sean engañados con toda la mala idea, con el propósito expreso de hacer justo eso. Engañar. Y reírse de ello a continuación, claro. 

Porque el que mandó el correo al medio de comunicación y al otro al que le gustan estos saraos se partirían la caja de inmediato al ver el resultado de su "travesura". Y mientras unos que parece que todo lo saben y que están por encima del bien y del mal aprovecharon la circunstancia para arramplar contra los lamentables periodistas deportivos sevillanos y contra esos blogueros que desde su mejor voluntad se hicieron eco de la noticia, estos tuvieron que agachar la cabeza y pedir perdón por la precipitación. Lo cual les honra, claro. Y demuestra eso de la mejor voluntad. Ningún periodista pedirá perdón por sacar una noticia falsa. Pero estas otras personas sí. Por eso confío en ellos, en que lo que dicen es verdad... a no ser que les engañen. Porque los engañados son ellos, no yo. Ellos no me han engañado. 

A los "graciosos", a los "traviesos" y a los que les ríen las gracias y utilizan estos engaños malintencionados para cargar contra otros sevillistas les digo que su actitud es una auténtica y verdadera vergüenza. Mientras unos trabajamos, otros se dedican a maquinar estos "ardides". Y mientras unos nos ilusionamos, otros se descojonan de risa al ver cómo han logrado engañarnos utilizando esa ilusión para conseguirlo. 

Y entre sevillistas. 

Y yo me pregunto. ¿Así es como estos tipos pretenden hacer más grande al club? ¿Esta es la afición del Sevilla? ¿Así es la afición del Sevilla? En estos días que hemos visto cómo celebran el ascenso los de la otra acera, se ha hablado mucho de eso que algunos llaman "estilo Sevilla" y "estilo Betis". ¿Este es el estilo Sevilla? Lo pregunto por desmarcarme por completo de dicho estilo porque no me siento identificado con él para nada. 

Y además ahora vendrán a decirme que la culpa de mi desengaño es mía, por hacer caso a los periodistas y a esas personas de buena voluntad, que según los otros lo que pretenden es captar protagonismo. Haciendo una comparación uno poco bestia, es como si asesinan a mi mujer, yo me hundo por la pena, y el asesino me dice que la culpa de mi pena es mía, por querer tanto a mi mujer. Lo sé, es un ejemplo muy bestia, pero también clarificador de lo que quiero decir.

Pues no. La culpa de mi desengaño no es mía. La culpa es de los simpáticos chavales que decidieron jugar con mis ilusiones y utilizar el juego para echar mierda sobre otros sevillistas. Esos son los culpables.

¡Qué graciosos son! ¡Qué divertidas sus travesuras! ¡Qué impresentables!

Insisto. Han jugado con mi ilusión, se han reído de ella y aún ahora lo deben seguir haciendo. Y que conste que no me refiero para nada a los que se lo han tomado a risa y han sacado fotomontajes con la cara de Bielsa o se han inventado historias para reírse de la propia broma. Estos se lo han tomado a guasa del mismo modo que yo me he indignado. Igual yo también me debería reír con todo esto, pero ya os digo que ayer tuve un mal día y no estoy para muchas gracietas. 

Sólo voy a decir una cosa más. Este no es el camino, y si seguimos por él, mal vamos. Esto no es un debate entre dos puntos de vista con el objetivo de sacar lo mejor de cada uno y que todos salgamos ganando. Esto es utilizar ardides para reírse unos de otros, para aprovecharse de la buena voluntad de algunos y así poder echarles mierda en lo alto.

Esto es impresentable. Vaya ridículo estamos haciendo.

Una puta vergüenza.

Con perdón

lunes, 23 de mayo de 2011

El Deportivo, un espejo al que mirarse.

Para que no nos pase lo mismo, evidentemente. 

Después de los resultados que se dieron el sábado, el Sevilla ha terminado la Liga en un meritorio quinto puesto, lo cual a mí particularmente me hace estar orgulloso. El equipo se ha consolidado como un fijo en Europa, incluso cuando hace una mala temporada, y eso hasta hace muy poco era una verdadera quimera. Hasta hace muy poco, clasificarse para competición europea era el mayor logro al que aspirábamos, con lo que es evidente que el crecimiento de la entidad es un hecho incuestionable.

Dicho esto, creo que es el momento de analizar lo sucedido con el objetivo de no caer en la autocomplacencia. Como digo, el crecimiento de la entidad en los últimos seis o siete años es incuestionable, pero hay otro hecho que también es cierto y que no deberíamos obviar.

Hace dos años, el Sevilla terminó tercero en la tabla con 70 puntos. Nos clasificamos de forma directa para la fase de grupos de la Liga de Campeones, y lo hicimos con suficiencia, sin que apenas corriera riesgos dicha clasificación a lo largo de la temporada. 

El año pasado, el equipo quedó cuarto con 63 puntos (siete menos) y se clasificó para la Liga de Campeones en el último minuto, cuando otros ya tenían sobre el césped una botella de champán que se tuvieron que meter por donde mejor les pareció, ya que para ellos no hubo ocasión de celebrar nada. No se consiguió el pase directo a la fase grupos, el cual quedó a 8 puntos de distancia. 

Este año hemos terminado quintos con 58 puntos, la peor suma desde la 2003/2004 (sextos con 55). Sí, somos quintos, pero empatados a puntos con el séptimo, no lo olvidemos. Y ni siquiera hemos olido la opción de meternos en la máxima competición continental. El cuarto puesto quedó a 4 puntos y el tercero a 13.

De ser terceros pasamos a quedar a 8 puntos de ese puesto el año siguiente y a 13 puntos esta temporada. Y, para colmo, el descenso quedó a 15 puntos. Estamos casi a la misma distancia de la tercera posición que de bajar a segunda, cuando hace sólo dos años ocupamos dicha tercera posición. 

Igual que digo que el crecimiento de la entidad en los últimos seis o siete años es incuestionable, también es cierto que el Sevilla está ahora mismo en decadencia. Lo dice claramente la trayectoria del equipo en las últimas tres temporadas. De seguir en esta tónica, el año próximo nos quedaríamos fuera de Europa y nos encontraríamos en el mismo sitio de casi siempre, en esa medianía que nos amargó la vida durante décadas.

Y visto lo que ha ocurrido con el Deportivo, no puedo dejar de pensar que, si no ponemos freno a esto, eso nos puede pasar a nosotros en en un futuro a medio plazo. El hasta hace no mucho Súperdepor ha bajado a Segunda División. Y, como digo en el título, ese debe de ser el espejo al que nos deberíamos mirar para que no nos ocurra lo mismo.

No quiero ser catastrofista. Todo lo contrario. Lo bueno de todo esto es que estamos a tiempo de detener esta decadencia para instalarnos definitivamente en la élite. El fin de ciclo es evidente, pero ahora viene una etapa de lo más ilusionante. Tenemos en nuestras manos la posibilidad de crear un nuevo Sevilla que se quede en la alturas en las que nos encontramos. Estamos en Europa, tenemos la economía saneada, el filial está sacando una hornada de futbolistas excepcional, y en la plantilla que tenemos disponemos de la base para crear ese nuevo equipo que nos renueve las ilusiones y nos mantenga en nuestro lugar. Javi Varas, Fazio, Cáceres, Medel, Rakitic, Perotti, Navas y Negredo son razones suficientes para mantener la esperanza. Eso unido a los chavales de la cantera y a los aparentemente buenos fichajes que se están haciendo deben ser suficientes para cumplir con ese cometido.

Pero hay que hilar fino. La próxima temporada va a ser fundamental. Será la primera con ese nuevo equipo y será también la que certifique que esta decadencia de los dos últimos años es anecdótica y que el club ha conseguido mantenerse en la élite aprovechando el buen trabajo desarrollado en la primera década del siglo XXI.

No hablo de títulos ni de grandes gestas, que ojalá se sigan produciendo, sino de garantizar el futuro en la élite de un equipo cuya afición está más que harta de la mediocridad. Nuestra exigencia, a veces exagerada, tiene mucho que ver con el temor a volver a dicha mediocridad. No queremos volver a eso y tenemos en la manos no hacerlo. Sólo queremos eso. Que se aproveche la oportunidad. 

Yo tengo fundadas esperanzas. Que no se quede en eso.

sábado, 21 de mayo de 2011

La diferencia entre Manzano y Kanouté

Hoy no me voy a extender mucho. De hecho, no tenía pensado escribir hasta pasado el partido de esta noche, pero no me resisto a comentar un par de cosas respecto a lo ocurrido en al entorno del Sevilla entre ayer y hoy.

Lo primero, lo de Manzano y su convocatoria. Ya lo he comentado en ocasiones anteriores. De verdad que, cada vez que veo a este hombre, siento como si se estuviera descojonando en mi cara. En la mía y en la de todos los sevillistas, incluido el entrenador del filial y sus jugadores. Yo no sé si lo ocurrido respecto a la convocatoria de los chavales del Sevilla At está pactado previamente, en cuyo caso me tendría que tragar mis palabras, o no. Sea como sea, por muy pactado que esté, es un verdadero escándalo que se lleve todo el año sin mirar para el filial, y ahora que no nos jugamos casi nada, y ellos el ascenso, va y se lleva a cuatro. Después de haber dicho que son los profesionales los que tienen que sacar las castañas del fuego, se deja en casa a Kone , a Zokora (nadie sabe qué le pasa a Zokora) y a Cigarini. Si a ello le unimos que Kanouté se ha incorporado, ¿qué coño hacen los cuatro chicos del filial en Barcelona cuando deberían estar en Irún?

Como dice alguien que conozco, quien lo entienda que lo compre. 

Eso sí, a mí no se me quita de la imaginación la imagen de Manzano señalándome con el dedo y partiéndose de risa a lágrima viva. 

Y luego está lo de Kanouté. Quisiera dedicarle unas palabras al hecho de que, en medio de las fechas en las que se está velando y enterrando a su propio padre, se coja un avión y se plante en Barcelona para ayudar al equipo. Ya digo, quisiera dedicarle unas palabras, pero es que no encuentro las idóneas. ¡Qué cosa más grande! Qué pedazo de persona, futbolista, profesional... qué barbaridad. Qué ejemplo para todos, niños jóvenes y mayores. Qué manera de escribir páginas históricas. Que forma de seguir convirtiéndose en una de las personas más admirables que han pasado por este club en sus 120 años de vida. Si como futbolista hay muchos que le señalan como el mejor de nuestra historia, como persona y profesional se supera incluso. 

Yo no sé que más decir sobre este SEÑOR. Mira que llevo artículos dedicados a él, pues siento que me quedo, no ya corto, sino cortísimo a la hora de expresar mi admiración por él. 

No sé qué vamos a hacer cuando se vaya. No sé cómo le vamos a agradecer por lo que ha hecho por nosotros. No tengo ni idea de cual es el homenaje que le dedicaremos, cómo plantearlo para expresarle el cariño tan profundo que le tenemos, hasta qué punto ha calado en nuestras vidas y en nuestras almas sevillistas. 

Si, para colmo, su descomunal gesto de respeto hacia el club de este fin de semana coincide con lo de Manzano que comentaba al principio...

Madre mía, ¡qué diferencia!

Gracias, Kanouté. De verdad, muchísimas gracias. No hacía falta que vinieras, en absoluto. Nadie te lo ha pedido porque a nadie se le pasa tal cosa por la cabeza cuando se acaba de morir tu padre. Pero has venido, y yo te lo agradezco en el alma.

Me quito el sombrero y me inclino ante USTED. Otra vez, y no sé cuántas van ya.

Eres lo más grande que he visto en el mundo del fútbol en toda mi vida. 

viernes, 20 de mayo de 2011

Pienso, luego estorbo

Hoy me voy a meter en un terreno que no es el habitual en este sitio, ni mucho menos, pero que, dadas las circunstancias, es casi imposible no hacerlo o mirar para otro lado. Me refiero a la política, y en concreto a las manifestaciones que están teniendo lugar estos días por toda España. 

Vaya por delante que las apoyo sin reservas. Me parece de las cosas más saludables que han ocurrido al respecto en España en los últimos años, por no decir décadas. 

Lo primero que quiero decir es que esto no es nada nuevo. Ni siquiera espontáneo (lleva tiempo organizándose en la red). Hace unos meses, un señor francés de 93 años publicó un libro llamado "¡Indignaos!" ("Indignez Vous!") en el que pedía justo lo que está ocurriendo ahora en España (que no en Francia... aún) Este señor se llama Stéphane Hessel, y en la propia página web dedicada al libro lo define como "un ciudadano, judío, nacido en Alemania y nacionalizado como ciudadano francés posteriormente, una persona que ha vivido incluso el horror de un campo de concentración y que publica este alegato de movilización destinado a la juventud, instándoles a abandonar la indiferencia en estos tiempos adversos"

Y no es un señor cualquiera. Es nada menos que uno de los redactores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Vamos, que sabe de lo que habla el hombre.  

Lo que está ocurriendo en España no es sorprendente. Lo sorprendente es que no hubiera ocurrido antes. Sinceramente, si yo fuera uno de los líderes de los sindicatos, ahora se me estaría cayendo la cara de vergüenza porque a los supuestos motores de las reivindicaciones sociales les ha cogido esto a contrapié. Ellos que se creen la voz del pueblo, no tienen ni idea de lo que piensa dicho pueblo. 

Por mucho que los grandes partidos no se enteren, o no se quieran enterar, esto no es la forma lúdico-festiva de expresarse de unos jóvenes inconformistas y manipulados por no sé qué poderes ocultos. En esas concentraciones hay gente de todo tipo, como demuestra el hecho de que no tengan un discurso claro ni unos objetivos definidos. A cada uno que le preguntas te contesta algo diferente. Se trata, ni más ni menos, de gente que está hasta los cojones (con perdón) de todo. Y que ha salido a la calle a gritarlo a los cuatro vientos. Unos piden la reforma dela ley electoral. Otros que le quiten el dinero a los banqueros. Otros que se vote a los partidos pequeños. Otros quieren oportunidades, trabajos dignos... lo que sea. Cada uno con su problema y su queja particular. Es lo que se llama una sociedad harta de todo. 

Hace unos días se publicó en el blog "Almas Sevillistas" un interesante artículo acerca de los enfrentamientos que hay entre los aficionados sevillistas, que cada vez están más encasillados en esa horrible nomenclatura de "oficialistas" y "no oficialistas". Se creó un debate en el que opiné que la bipolarización es algo que se nos está intentando imponer desde no sé qué instancias. O Madrid o Barça, o PP o PSOE.... Justo contra eso se manifiestan aquellas personas porque intuyen que da igual quien de esos dos gane las elecciones, que todo seguirá igual. 

Yo supongo que nos quieren bipolarizar porque de esa manera es más fácil manejarnos. Es más sencillo controlar dos variables que cinco, que veinte o que cincuenta. Es mejor que no pensemos. Y, caso de hacerlo, que pensemos poco. Un par de cosas y ya está, algo facilito de sobrellevar. Bipolarización. En política, en fútbol... en cualquier cosa que se nos ocurra. 

Pienso, luego estorbo... así he titulado el post. Se trata de la transcripción literal de una pancarta que he visto en una de las concentraciones, y que me ha parecido absolutamente genial. De la juventud actual se dicen dos cosas (otra vez, bipolarización). Que es la generación ni-ni (ni estudia ni trabaja) y que es la generación mejor preparada de la historia. ¿Se puede ser más extremista? ¿No hay término medio?

¡Claro que hay término medio!

Cada persona es diferente, cada uno tiene su punto de vista. Yo puedo ser del Madrid y querer que el Barça gane la Champions. ¿O no? Yo puedo ser de derechas, pero defender algunas propuestas del PSOE, ¿o no? Yo puedo sentirme disgustado con el juego del Sevilla de Jiménez, pero ser feliz con los magníficos resultados obtenidos. Y se puede ser un joven ni-ni sin quererlo. Se puede no estar estudiando por haber terminado una carrera, y no estar trabajando porque es que no hay trabajo. Cinco millones de parados no es una cifra. Es un drama con consecuencias. ¿O no?

Pues bien, ahí está la gente en la calle. ¿Qué se creían estos políticos? ¿Que bipolarizando a saco iban a quitar a la gente de pensar? Sin duda han conseguido apaciguar a las personas. Sedarlas, hipnotizarlas, incluso comprarlas a base de subsidios. Qué bonito es estar dos o tres meses sin trabajar, descansando y cobrando a la vez, podría pensar alguno. Pero cuando esos dos o tres meses se convierten en dos o tres años... ¿qué se han creído estos políticos? ¿Que esto no iba a estallar nunca? ¡Insensatos!

Pero lo más triste de todo esto es que ahora hay quien quiere sacar rendimiento de lo está ocurriendo. Que hay quien intenta convencer al personal de que esas personas están manipuladas, que hay una mano negra detrás, que la gente no piensa por si misma. Y, sobre todo, la gran preocupación de los partidos es a ver a cual de ellos va a afectar más esto que está ocurriendo, ya que estamos a las puertas de unas elecciones. Incluso, la Junta Electoral Central ha prohibido las concentraciones porque "deben garantizar que no haya obstáculos para que la gente pueda ir libremente a votar"

¡No te jode!

Pues que prohíban también que la gente se vaya a playa el fin de semana, que los atascos de tráfico también obstaculizan eso. ¡Qué poca vergüenza!

De lo que no se dan cuenta estos tipos es de que la gente piensa. Sí, señores, piensa. Y del pensamiento a la acción hay un paso, que por la razón que sea no se ha dado hasta ahora. Pero que por fin se ha dado. Y esos poderes que intentan bipolarizarnos para que pensemos menos, para que pensemos en simple, están ahora alucinando porque no tienen ni idea de cómo interpretar esto. 

Yo pienso, vaya si lo hago. Y si por eso les estorbo, pues que se jodan.

Con perdón. 

jueves, 19 de mayo de 2011

Mi entrenador favorito para el Sevilla

Aun no ha terminado la temporada, pero el debate acerca de quién será el próximo entrenador del Sevilla, más bien a quién prefiere el sevillismo, está encima de la mesa. Y aunque no es lo más idóneo hablar de estos temas cuando aún queda una jornada por disputar, visto que el pase a Europa ya está conseguido, no me resisto a dar mi opinión al respecto.

Todo hace indicar que hay dos técnicos mejor colocados que ninguno en esta carrera, Caparrós y Bielsa, aunque hay quien dice que puede haber un tercero en la sombra del que aún no se ha hablado ni su nombre aparecido.

Yendo por partes, la idea del retorno de Caparrós me llenó de ilusión en cuanto se empezó a fantasear con la misma. El respeto y la admiración que tengo por el utrerano son enormes. Y visto lo que viene por debajo en forma de jugadores del filial, es difícil imaginar a alguien mejor para explotar a tanto diamante en bruto. Pero cuando posteriormente surgió el nombre de Bielsa, las cosas cambiaron en mis preferencias. El argentino reúne el perfil de quien yo pienso que debería entrenar al Sevilla el año próximo. Y no es la primera vez que hablo de esto. En este post y en este otro ya fui exponiendo cómo se iba perfilando mi opinión sobre este tema.

¿Por qué Bielsa y no Caparrós? Vaya por delante que si el Sevilla fichase a este último, a mí no me parecería mal en absoluto. Todo lo contrario. Pero antes de fichar a alguien hay que saber qué quiere el Sevilla. Y el Sevilla lo que quiere es seguir creciendo. ¿O no? Pues para seguir creciendo hay que dar un paso más. Caparrós es un fuera de serie, pero le falta una cosa que sí que tiene Bielsa: el haber dirigido equipos de primer nivel (en este caso selecciones) y haber logrado títulos. Ese es el paso que quiere dar el Sevilla y el que no alcanza Caparrós.

Marcelo Bielsa ha ganado el Torneo Clausura argentino dos veces (con Newell´s y Velez Sarsfield) y el Apertura una vez (con Newell`s). Llegó a una final de la Copa Libertadores con este último equipo, que perdió en los penaltis ante aquel legendario Sao Paulo entrenado por Tele Santana y que tenía en sus filas a gente como Muller, Rai, Cafú o Palinha. Logró el Oro Olímpico con Argentina en Atenas 2004. Fue finalista de la Copa América con esta misma selección también en 2004 (perdió contra Brasil en los penaltis). Y, finalmente, con Chile logró el segundo puesto en la fase de clasificación para el Mundial de 2010 (sólo superados por Brasil y por un pírrico punto) y en Sudáfrica logró el mejor resultado de los chilenos en la historia de los mundiales (octavos de final). Hacía casi 20 años que no llegaban a una fase final. La última fue en España'82.

Toda esa experiencia acumulada es el plus que tiene Bielsa sobre Caparrós. Y lo que yo interpreto como el salto que el Sevilla necesita dar. Caparrós, teniendo en cuenta sus enormes virtudes, se encuentra en el mismo rango que Manzano. No digo que sea mejor o peor, no juzgo eso, pero su nivel de experiencia es semejante. Caparrós sería como Jiménez, más de lo mismo. Caparrós está teniendo problemas últimamente en el Athletic porque su juego no les enamora. Y esto de "enamora" lo dicen ellos textualmente, no estoy haciendo referencia a lo que se le decía a Jiménez. Teniendo en cuenta el tipo de juego al que están acostumbrados en Bilbao, ya me contareis que ocurrirá en el Sánchez Pizjuán si se encadena una racha de tres o cuatro resultados negativos con Caparrós en el banquillo. Vamos, como si no conociéramos todos a don Joaquín.

Yo opino que el Sevilla necesita otra cosa. Ya lo comenté en los posts anteriores que os dije un poco más arriba. El Sevilla necesita un entrenador grande, contrastado, carismático, que se coma con papas a esta prensa deportiva sevillana que tenemos que sufrir. Que ponga en órbita a los jugadores menos disciplinados. Que mantenga a la plantilla hipermotivada. Y que tenga el carisma, la experiencia y el respeto ganado como para que sus órdenes sean obedecidas sin rechistar. Para que los jugadores crean en lo que el personaje dice porque el personaje se lo ha ganado a pulso a lo largo de toda su trayectoria. No es lo mismo convencer a un jugador del Mallorca, con todos los respetos, que a otros que han ganado mucho a lo largo de sus carreras.

Eso sí, estos entrenadores vienen cobrando mucho y con sus exigencias. Y es normal, tienen un prestigio ganado y no lo quieren perder, con lo que son ellos los que dicen lo que hay que hacer. Esto es un problema exactamente igual que el que tiene cualquier empresa cuando contrata a un directivo reputado en busca de mejorar los resultados. Exactamente el mismo. Vamos, e igual que pasa en el Madrid con Mourinho, en el Barça con Guardiola, en el próximo equipo que fiche a Benítez... Los resultados a veces requieren sacrificios. Evidentemente, no se puede fichar a Bielsa si las formas de entender el asunto que la directiva y él tienen son diametralmente opuestas. Es decir, que Bielsa diga, por ejemplo, que necesitamos un delantero es evidente, porque necesitamos un delantero. Pero que Bielsa exija a un nombre que cuesta 20 millones de euros, por ejemplo, y que si no, no viene, hace imposible el fichaje de Bielsa. Pero, ¿y si exige uno de 10? ¿Merecería la pena hacer el esfuerzo? Y así con otro tipo de cuestiones que surjan. Insisto, ¿merecería hacer ese tipo de esfuerzos, dentro de lo razonable, hasta el punto de ceder parte de un poder de decisión que hasta ahora mantienen la directiva y la secretaría técnica?

He ahí el dilema. Yo entiendo que sí. Que el Sevilla tiene que arriesgar si queremos llegar más arriba. Si no queremos más de lo mismo. Este tipo de entrenadores no te garantizan el éxito, pero sí que elevan meteóricamente  las probabilidades de conseguirlo. Y además dejan huella en el club. Sus enseñanzas calan y toda la entidad se enriquece, beneficiándose de ello incluso una vez se han marchado. ¿O es necesario recordaros a Bilardo? 

Bielsa es otra cosa. Bielsa no es Manzano, ni Jiménez, ni Caparrós ni necesita ir por las radios amigas clamando porque el Sevilla le llame para entrenar. Bielsa es un superclase. Es fichar a un primer espada. 

De todos modos, no es el argentino mi favorito. Mi favorito es otro. Decía antes que hay quien asegura que existe un tercer candidato en la sombra. Y yo sueño con que ese candidato sea Louis Van Gaal, que está libre después de dejar al Bayern Munich. El holandés ha hecho campeón a todo aquello que ha pasado por sus manos, da igual que se llame Barcelona, Bayern Munich, Ajax o AZ Alkmaar. Y creo que pondría en su sitio a los jugadores, a la prensa, a algún que otro directivo un poco despistado en los últimos tiempos y a quien hiciera falta.

Y si os preguntáis por su trato a la cantera, sólo deciros que con él debutaron en el deporte de alto nivel gente como Van der Sar, los hermanos De Boer, Davids, Seedorf, Kluivert, Xavi, Puyol.... podría decir infinidad de nombres, pero lo vamos a dejar ahí. 

Ese es mi favorito, aunque no tengo ni idea de lo que pasa por la cabeza de los que tienen que decidir. 

miércoles, 18 de mayo de 2011

La farsa de la solidaridad

Cuando el pasado mes de marzo, Kanouté inauguró su Ciudad de los Niños en su país, hubo quien dijo que "unos sueltan la guita, y otros venden bolis" (en referencia, supongo, a los bolígrafos solidarios que algunos futbolistas anuncian en según qué fechas). Y no le faltaba ni un pelo de razón.

Esta noche se juega en Murcia un partido solidario entre el Real Madrid y un combinado murciano. Toda la recaudación se destinará a ayudar a los lorquinos, lo cual me parece muy bien. Claro que ese mismo destino tuvo la recaudación del partido que este fin de semana tuvo que jugar el Lorca (increíble que la FEF les obligara a jugar) en la Condomina, porque su estadio no está en condiciones tras el terremoto, y en el que este equipo logró una heroica victoria que les supuso la permanencia. Pues bien, a pesar del destino de la recaudación, y de lo que se jugaban esos pobres jugadores (pobres por lo que han tenido que pasar), la "solidaria" afición murciana que hoy abarrotará el estadio no fue al campo a ver a sus vecinos damnificados  y las gradas predentaron un lamentable y vacío aspecto.

Hoy es otra cosa. Hoy viene el Madrid, y eso revitaliza la solidaridad. Hace bien el Madrid, aunque yo creo que no es más que un intento de lavado de cara institucional después del lamentable espectáculo que nos lleva dado últimamente. Pero es mejor esto que celebrar por todo lo alto un título de liga la misma noche y al mismo tiempo que unos vecinos lloran a sus muertos y duermen al raso. En este sentido, y a pesar de lo falso que suena todo, el Madrid ha ganado al Barça por goleada.

Y digo que suena falso porque a mí me da mucha rabia cuando alguien con mucho dinero me pide dinero para ayudar a quien no tiene dinero. Joder, si tú tienes mucho dinero, dalo tú, no me lo pidas a mí que apenas tengo. En fin, que es una exageración, pero que creo que explica bien lo que quiero decir. Pues bien, si a un aficionado mileurista le cuesta la entrada pongamos que 20 €, estamos hablando de un 2% de sus ingresos mensuales. ¿Cuánto ganan de media los jugadores del del Madrid? ¿Cuanto es un 2% de esa media? ¿No sería más rentable que aportaran ese 2% (que no les supone nada, no como esos 20 euros a un mileurista) y que se dejasen de partiditos solidarios anunciados a bombo y platillo por todos los medios de comunicación? 

Sé que esto que digo, tomado de un modo literal, puede ser de lo más injusto. Sé que hay gente que no necesita de un partido del Madrid para mostrar solidaridad, y supongo que hay muchos futbolista que, desde el anonimato, ayudan en muchas causas benéficas. De lo que me quejo es de que, como decía antes, esto huele a lavado de imagen "mediático-galáctica", y estas son cosas que me dan mucho coraje.

De todos modos, insisto, después de lo visto en Canaletas el día del terremoto, este partido ya lo ha ganado el Madrid por goleada.

lunes, 16 de mayo de 2011

Mi agradecimiento a Blogosfera Sevilla FC

Como la mayoría de vosotros sabréis, Blogosfera Sevilla FC es un sitio web cuyos administradores llevan a cabo la ingente tarea de analizar semanalmente los blogs sevillistas que constan en su base de datos. Y hablo de ingente tarea, y me quedo corto, porque, según ellos mismos afirman, en esa base de datos constan 328 blogs, una barbaridad. 

De todos es sabido que la blogosfera sevillista es de las más extensas, por no decir la que más,  de todas las que hay en España. Y de una calidad superlativa, no hay más que ver mes a mes los distintos rankings que existen, el de Wikio por ejemplo (en el de fútbol hay 4 entre los 10 primeros, 10 entre los 20 primeros, 20 entre los 50 primeros... creo que no hace falta que siga).

En dicha blogosfera hay de todo entre lo que elegir. Hay blogs sensacionales. Unos aprovechan el conocimiento de las entrañas de la entidad que sus administradores tienen para dar noticias que no aparecen en la prensa, o para dar credibilidad o no a las que sí aparecen. Otros escriben sus vivencias sevillistas con un sentimiento que muy a menudo llega a emocionar a quien lo lee. Otros se emplean con contundencia en defensa de sus tesis, los hay divertidos y hasta cómicos... lo dicho hay de todo. Y en la mayoría de los casos, insisto, con una calidad superlativa de la que ya querrían presumir la inmensa mayoría de los periodistas de la ciudad "y parte del extranjero".

Y no me olvido por supuesto, de esos "Guardianes de la Memoria", que se han empeñado en ahondar en la historia del Sevilla hasta extremos nunca vistos, hasta el punto de acabar por demostrar que el club tiene 15 años más de lo que todos creíamos. El trabajo de estos señores es tan colosal, que a mí no me salen las palabras para describir hasta qué punto los admiro.     

Pues bien, Blogosfera Sevilla FC ha tenido a bien considerar, no una, ni dos, sino tres veces alguno de mis posts como uno de los tres mejores de la semana en cuestión de entre todos los que se han publicado en dicha semana en cada uno de los blogs dedicados al Sevilla. Y, sinceramente, me siento de lo más dichoso por tales reconocimiento, porque en absoluto creo que mis artículos sean para tanto, y menos teniendo en cuenta lo mucho y bueno que se puede leer en otros lugares.

Para mí, este blog es algo así como un pequeño tesoro y lo concibo como un sitio pequeño y sin pretensiones. No es mi intención destacar ante nada ni ante nadie. Nunca hice spam para darlo a conocer, nunca me inscribí en ninguna lista ni me dediqué a pedir intercambio de links, aunque jamás me negué a hacerlo cuando algún sevillista me lo pidió. De hecho, a pesar de los casi tres años que tiene de vida, el número de visitas es ínfimo en comparación con el que tenéis la mayoría de vosotros. Sé que tengo seguidores, que hay gente fiel que lo lee con frecuencia, pero no deja de ser un pequeño rinconcito humilde y sencillo. 

Por eso, y teniendo en cuenta la cantidad de magníficos blogs sevillistas, con centenares de seguidores y cientos de miles de visitas, el hecho de tener este tipo de reconocimientos me sorprende e impresiona. Y me halaga por supuesto. 

Veréis, yo no dejo de ser una persona como otra cualquiera, un sevillista anónimo como tantos y tantos que hay en nuestra ciudad. Uno cualquiera, como reza el nombre del sitio. Una persona que lleva tres años (los que tiene de vida el blog) luchando por seguir adelante en la vida porque esta maldita crisis que nos lleva azotando desde hace demasiado tiempo se ha cebado con mi familia de un modo inmisericorde. Las cosas han mejorado mucho, pero en esa lucha, esto de escribir me ha servido de relajación y hasta de revitalizante. Mucho más, por supuesto, si este trabajo altruista es reconocido.

Por eso no puedo hacer otra cosa que agradecer a Blogosfera Sevilla FC por su consideración. Y, de paso, aprovecho para hacer lo propio por todos los que pasáis por aquí. Yo escribo para desahogarme, y eso me ayuda a seguir adelante. Pero si además hay gente que lee lo que escribo, y hasta lo comenta, pues muchísimo más.

Así que, otra vez, mil gracias a todos, hoy en especial Blogosfera Sevilla FC, y un fuerte abrazo.

De cómo acabar un ciclo sin bajarnos del escalón

Es curioso que si ganamos el próximo partido en Cornellá, para poder quedar quintos necesitamos que los patéticos también ganen. O que el Athletic no lo haga, claro, pero tiene tela que la victoria no nos garantice ese puesto y que necesitemos la victoria de otro para poder conseguirlo. El triple empate nos da la quinta plaza. Los dobles empates sólo nos la proporcionan si es ante el Atlético, pero no ante el Athletic. Lo que sí nos aseguramos venciendo es la sexta posición, lo cual nos permite evitar una ronda previa en verano. 

En fin, al final el Sevilla logró la clasificación matemática para competición europea un año más, y van ocho. Si no me equivoco, eso sólo han conseguido Real Madrid y Barcelona en toda la historia. No hay mayor prueba del crecimiento que ha experimentado nuestro club, ni mejor justificación para la exigencia de una hinchada que no quiere volver a lo anterior ni por todo el oro del mundo. 

Y lo más triste es que si hubiéramos ganado los partidos de casa que perdimos contra Mallorca, Getafe, Almería y Español, ahora mismo estaríamos con 67 puntos, con la cuarta plaza asegurada matemáticamente y luchando codo con codo con el Valencia (que tiene 68 puntos) por la tercera. Vamos, en el puesto que nos corresponde, cumpliendo con el objetivo marcado a principios de la temporada. No creo que sea mucho pedirle al Sevilla que le gane en casa a Mallorca, Getafe, Almería y Español. Y ahí ha estado la clave de lo ocurrido este año. Ahí está la diferencia entre cumplir el objetivo o no. En la sangría de puntos en casa. 

El partido de ayer se ganó porque el Sevilla es mejor que la Real Sociedad aun con las muchas bajas que teníamos. También porque jugaron futbolistas comprometidos como Cáceres, Perotti, Negredo o, por supuesto, Kanouté. (Por cierto, ¿a qué esperan para hacer efectiva la opción de compra por el uruguayo?) Y también gracias a la afición que supo perfectamente cual debía ser su comportamiento en esta tesitura. Y eso que se debatió sobre el tema en la blogosfera durante los días previos. A ver quien discute la actitud del sevillismo.  A ver quien lo pone en duda. A ver quien es capaz. 

Es cierto que el equipo no jugó un gran partido. Pero eso es normal, no contábamos con Navas, ni con Rakitic, ni con Fazio, ni con Navarro... teníamos muchas bajas. Las bajas son excusas para no jugar todo lo bien que se podría desear, pero nunca para perder contra equipos que luchan por no descender, y mucho menos en casa. 

De la decisión del "Profesor" de sacar a Acosta y no a Luis Alberto no voy a hablar. Ni tampoco de esperar al descuento para hacer dos cambios. Ya no quiero saber más de nada de eso. Gracias a Dios, esto está ya prácticamente finiquitado, la temporada de transición se ha salvado, al menos con un poco de dignidad, y sólo nos queda certificar el pase a la Europa League sin necesidad de pasar esa eliminatoria previa en julio. 

Pero sí que querría incidir en un aspecto que creo que demuestra a las claras hasta qué punto hemos crecido, y también cómo de grande es la oportunidad que tenemos de quedarnos en estas alturas indefinidamente y no volver a lo que hemos sido durante décadas. Esta es la trayectoria del Sevilla en los últimos 8 años:

Temporada 03/04 - 6º con 55 puntos
Temporada 04/05 - 6º con 60 puntos
Temporada 05/06 - 5º con 68 puntos, a sólo 2 del 2º, el Real Madrid, con 70
Temporada 06/07 - 3º con 71 puntos
Temporada 07/08 - 5º con 64 puntos, empatados con el 4ª (Atlético) y a 3 del 3º (Barcelona)
Temporada 08/09 - 3º con 70 puntos
Temporada 09/10 - 4º con 63 puntos

Llevamos 7 temporadas entre los 6 primeros y 5 temporadas entre los 5 primeros. Este año se ha calificado como de transición y ha sido el peor desde 2004. Y aún así, tenemos la opción de seguir entre los cinco primeros. La plantilla va a sufrir una transformación, se van a ir jugadores que no nos valen, o que ya son demasiado veteranos. Ya han venido, y van a venir más, otros que son más jóvenes y que prometen mantenernos en estas alturas. Y no podemos desaprovechar la oportunidad de crear otro equipo que nos mantenga ahí. Es una oportunidad de oro soñada por el sevillismo durante décadas. Hemos sido testigos de lo más grande que cualquiera de nosotros hubiera podido imaginar. Y la herencia de eso no puede ser volver a lo que éramos antes después de un pico histórico de gloria. La herencia de eso tiene que ser consolidar al Sevilla en esas cinco o seis primeras posiciones. Que dejemos de ser los 8º, 9º o 10º de España y de celebrar en la Puerta de Jerez un a clasificación UEFA algún año que sonase la flauta. Eso es crecer. Subir ese peldaño y no bajarnos de él nunca más. Habrá otros escalones que subir en el futuro, pero en el que estamos nos tenemos que mantener.

Ese es el reto de la directiva hoy por hoy. Demostrar que son tan buenos como parecen y volver a hacer un equipo grande una vez el anterior va dejando paso por causas naturales de la edad. 

Ojalá sean así de buenos de verdad. Ojalá este equipo que está dejando paso haya sido fruto de su buena gestión y no de un golpe de buena suerte.

En Sevilla ya tenemos a quienes celebran por todo lo alto éxitos menores. 

Nosotros tenemos que certificar la quinta plaza (o al menos la sexta) para no bajarnos del escalón en el que estamos. 

sábado, 14 de mayo de 2011

El comandante al habla

Ivica Dragutinovic ha hablado. Después de un año en blanco, de perderse el Mundial por una lesión, de ser testigo desde la grada de los continuos ridículos del Sevilla y de haber sido uno de los grandes artífices de que Ivan Rakitic se haya adaptado tan rápido al club y a la ciudad, la semana pasada reapareció para vivir en sus propias carnes el último escarnio al que nos condenaron "El Profesor" y su banda. 

Ha hablado para decir textualmente que "No tenemos ninguna duda de que el domingo se verá un Sevilla diferente. Necesitamos meternos en Europa para mantener un equipo fuerte y luchar la próxima temporada por la Liga de Campeones". Y yo le creo, miren ustedes por donde. 

Es cierto que en el Sevilla hay una serie de jugadores que no merecen la camiseta. Que tienen unos comportamientos dentro y fuera del campo que no les hacen dignos de la misma. Que parece que les importante tres pimientos lo que pase, que no demuestran demasiada vergüenza después de los ridículos, ya sabéis, ¿qué os voy a contar a los que, al igual que yo, lo veis todos los días?

Pero en la plantilla también hay futbolistas que son de otra forma. Jugadores con ganas de crecer, con hambre, con ambición..., con vergüenza. Jugadores como Navas, Perotti, Negredo, Capel, Javi Varas, Medel, Rakitic y algunos más.

Y sobre todo, hay algunos que ya lo han ganado todo con nosotros. Que son veteranos, que les queda poco, que han vivido los momentos más gloriosos de estos últimos años y que saben lo que es ser grandes. Saben lo que hay que hacer para ser grandes. Que se puede decir que viven un tanto acomodados ya, es cierto, pero que no les falta vergüenza. De eso, no. Todo lo contrario. Ahí están los Palop, Escudé, Renato, Kanouté y, por supuesto, Dragutinovic.

Lo que voy a decir a continuación es de mi propia cosecha. Son impresiones mías que no se basan en ningún hecho contrastado, pero que creo que no me equivoco demasiado pensando de ese modo. 

Que los futbolistas pasan de Manzano es algo que creo que no soy yo el único que lo piensa. No confían en él, no se los ha ganado, hacen lo que les ordena porque es su obligación, pero lo hacen sin convicción porque no les inspira confianza. Para mí, ese es el principal motivo de la desidia y la falta de intensidad que demuestra el equipo. Si no crees en lo que haces, jamás lo vas a hacer bien, esto es una máxima que vale para absolutamente todos los órdenes de la vida.

Además, todos saben que el de Jaen no va a seguir, con lo que no les importa quedar mal delante de él. Lo que les interesará será demostrar lo que valen delante del siguiente técnico, este ya está quemado. Lo mismo pasó el año pasado en los últimos partidos de Jiménez. ¿Falta de profesionalidad? Total y absoluta, pero ahora viene el quid de la cuestión que quiero plantear.

Tarde o temprano tenía que ocurrir que los veteranos acomodados dieran un paso al frente para al menos salvar su orgullo, que de eso tienen a porrón. Si el entrenador no vale, los veteranos carismáticos toman el mando. Eso nunca lo va a demostrar nadie porque queda dentro del vestuario, pero es algo que pasa en todas partes cuando un entrenador pierde los papeles.

Yo no me creo que los Palop, Escudé, Drago, Renato o Kanouté vayan a permitir que el equipo se quede este año sin competición europea teniéndola tan a mano y haciendo unos ridículos tan espantosos. Algunos de ellos saben que es muy posible que no sigan el año próximo en el club, y no me creo que se quieran ir en estas circunstancias, después de lo que han hecho aquí. De algo tan glorioso como lo que han hecho aquí. 

Las palabras de Drago me han dado esperanzas. Me hacen intuir que los pesos pesados han dado un golpe sobre la mesa. Me da esa impresión, por eso estoy deseando que llegue el partido del domingo para comprobarlo.

Insisto, no son más que cosas mías, no sé nada más allá de lo que leo en la prensa y en los blogs, pero es que no me creo que los veteranos vayan a dejar pasar estos diez días que quedan permitiendo tal sangría. De puntos y de vergüenza.

jueves, 12 de mayo de 2011

Al levantarme comprobé que no fue una pesadilla

Anoche me fui a la cama pensando en esa pobre gente de Lorca. Sintiéndome un privilegiado, un afortunado por no haber tenido que sufrir eso en mis propias carnes. Antes, justo antes, pasé por la habitación de mi hijo, que la semana que viene cumple dos añitos, y le di un beso tan fuerte que casi lo despierto. No quiero ni imaginar qué hubiera sido de mi si una de esas cornisas le hubiese caído a él sobre la cabeza. Ni imaginarlo quiero.

Anoche, cuando apagué la televisión, pensé que hacía tiempo que no sentía tanta vergüenza. Mientras esa pobre gente lloraba a sus muertos, o velaba en un hospital rezando por la recuperación de sus heridos, mientras tantas y tantas personas tenían que irse a dormir fuera de sus casas destruidas o seriamente dañadas, con un miedo atroz en el cuerpo, en la Sexta, en la lamentable Sexta alternaban las últimas horas del terremoto con conexiones con Canaletas para que viéramos cómo se lo pasaba la hinchada del Barça tras la conquista de la Liga, tan pocos kilómetros al norte de la tragedia. Me pareció indignante, asqueroso... inhumano. Es lo que hay. Es lo que tenemos.
Y anoche, además, el Sevilla, mi Sevilla, nuestro Sevilla protagonizó el último episodio del espantoso ridículo que estamos haciendo esta temporada. Dicen algunos que el primer tiempo del equipo fue bueno. A mí me pareció lamentable todo desde el minuto uno hasta el noventa y seis. Podría hablar de tantas cosas, que el pensamiento se me bloquea y apenas me sale ninguna. Nuestro técnico ,"El Profesor", se inventaba una nueva receta mágica con la que mandarlo todo al carajo. Si nos quejábamos de que no contaba con la cantera, anoche decide que es el mejor día para hacer debutar a Bernardo, un jugador tan bueno como inexperto que no se merece que le metan en un marrón semejante sin anestesia previa. Contra Osasuna. Contra un equipo que iba a ir a muerte, con los colmillos retorcidos. Ante un equipo contra el que necesitábamos experiencia, templanza, saber estar... de locos.
Decía "El Profesor" en la previa que contra el juego de los navarros necesitámos imponer un estilo técnico. Y va y pone a Medel y Fazio en la medular. Ayer me aventuraba a adivinar una alineación del jiennense, y me parecía desastrosa la idea que propuse. Bueno, pues me equivoqué. Podía ser peor aún.

La inmensa mayoría del sevillismo clamaba por que dejara de poner a Capel en la derecha, y por fin nos hizo caso. Pero es que va el tío y pone ahí a Acosta. Madre mía. Yo eché de menos a Capel por la derecha. Y parece que el tipo este me leyó el pensamiento, porque como recurso para intentar recomponer al equipo y darle una vuelta al partido, va el tío y pone a Capel por la derecha. ¿Es que no se le ocurre otra cosa? ¿Es que no da para más? En serio que me lo imaginé mirándome a los ojos y partiéndose la caja a continuación. Riéndose de mí en mi puta cara.

Anoche tuve que ver cómo algunos futbolistas demostraron, otra vez, que no merecen nuestra camiseta. Lo de Dabo fue de traca, señores. Con una tarjeta amarilla encima, va el tío y, después de la disputa de un balón, que acabó fuera por la línea de fondo tras la caída al suelo de él y del delantero en la disputa, el jugador de Osasuna se levanta primero, y nuestro negrito con cara de vender clinex en los semáforos (perdón a los que venden clínex en los semáforos, a los que les tengo todo el respeto del mundo) va y le agarra un pie al rival con la mano, haciéndole caer. Poco después hizo algo semejante tras una jugada en la que el balón se fue fuera de banda, y fue él quien hizo sangrar a Camuñas tras un manotazo en la jugada del tercer gol. Yo no sé si este tío es tonto, si no es capaz de mantener la templanza necesaria en el fútbol de alto nivel o si es que Manzano le dijo que forzara la tarjeta para no jugar contra la Real y así estar a tope para la final de Cornellá. Es que es histriónico, absurdo, de risa... de locos.

Lo dicho, se me ocurren tantas cosas que me cuesta hablar de ninguna de ellas. Sé que debería esperar a mañana para escribir y así poder expresar mis pensamientos de un modo coherente, pero es que no puedo. Necesito desahogarme. Igual que todos vosotros, supongo.

Al final, anoche, esos pensamientos volaron desde Pamplona hasta Murcia pasando por la habitación donde duerme mi hijo. Y eso hizo que me tranquilizara. En el fondo, ¿qué más da? Estando todos bien de salud, ¿qué importa nada más?

A mí me duele en el alma lo que está pasando con nuestro Sevilla, pero peor sería que a mi chico le cayera una cornisa sobre la cabeza. Y eso le ha ocurrido a varias personas no tan lejos de aquí. ¡Qué lástima! ¡Qué día más triste! ¡Qué desastre! Y me fui a la cama pensando en todo ello.

Esta mañana, cuando me levanté, puse la televisión para ver las noticias mientras desayunaba. Y no, no fue una pesadilla lo de anoche. En efecto, el Sevilla volvió a hacer un ridículo espantoso en su partido contra Osasuna. Otro más. En efecto, unas personas sin sensibilidad se fueron a la calle para celebrar algo, lo que fuera, mientras sus vecinos de un poco más al sur, en la misma orilla del Mediterráneo (o cerca de ella) lloraban su tragedia. Y, en efecto, esa tragedia se produjo. Eso es lo peor. Lo peor con diferencia. Con muchísima diferencia.

Enhorabuena a los que vivan en Sevilla. En general, a todos los que no vivan en Lorca. A pesar de lo ocurrido anoche, estamos todos bien de salud. Y nuestros familiares también. O al menos no hemos tenido que pasar lo que los murcianos. Eso es lo que pienso en estos momentos. Ya hablaremos de fútbol con mayor tranquilidad.

Ahora voy a despertar a mi niño, que tengo ganas de darle un beso aún más fuerte que el de anoche.

miércoles, 11 de mayo de 2011

A huevo

Para ser sinceros, la verdad es que confío bastante poco en lo que el Sevilla de Manzano pueda hacer en Pamplona. Nos enfrentamos a uno de los equipos más agresivos de la liga, que se lo está jugando todo y en su estadio. Teniendo en cuenta lo lánguido y apático que se ha mostrado nuestro equipo en demasiadas ocasiones, la cosa no puede ser para menos. Es lo que me ocurre cuando me ilusiono con algo y luego resulta que es un fiasco. Así fue hace unas jornadas, cuando aún veía posibilidades de entrar en Champions. El Sevilla las tiró a la basura, no porque los rivales fueran mejores, sino porque nosotros mismos no mostramos la intensidad mínima necesaria. Y el resultado es el que es: decepción descomunal y desconfianza consiguiente. 

Pero, dicho esto, y pensando de un modo meramente objetivo, la situación se a puesto a huevo después de lo visto en la primera mitad de la jornada disputada ayer. Las derrotas de Athletic y Atlético nos brindan una oportunidad de dar un paso de gigante de nuestras aspiraciones. Si lográsemos ganar hoy, nos pondríamos quintos, con un punto sobre los vascos y tres (más el goal average) sobre los patéticos. Y quedarían sólo seis por disputar. Si, para colmo, el Español no consigue un buen resultado en su difícil compromiso contra el Valencia...

Claro que, en plan pesimista, podemos decir que si el Sevilla pierde, la situación seguirá siendo la misma, pero con una jornada menos de sufrimiento pendiente. Sea como sea, la jornada está siendo positiva. 

¿Qué queréis que os diga? Intento por todos los medios ser optimista porque me niego a tirar la temporada cuando falta tan poco y tenemos algo por lo que pelear en serio. No sé qué pensarán algunos jugadores respecto a esto. 

Por supuesto, el partido de esta noche es para salir a por él desde el minuto uno, sin contemplaciones y con toda la intensidad del mundo. Si, como he dicho, pase lo que pase seguiremos igual que ahora mismo pero con una jornada menos, la cosa tiene que ser así. Lo que pasa es que me fío tan poco...

Yo jugaría con Javi Varas en la portería. Con tres defensas, Sergio Sanchez (de central, no de lateral), Fazio y Escudé. Dos jugadores de banda, pero centrados en atacar, no en hacer una zaga de cinco: Dabo por la derecha (no hay otro), Perotti o Capel por la izquierda, y Medel y Zokora por el centro. Delante de estos Alfaro (por el centro, su puesto natural) y Kanouté y Negredo arriba. Y a por todas, a comerse a Osasuna, a encerrarlos en su area como mejor estrategia para evitar que lleguen a la nuestra. Y si nos pillan al contragolpe, para eso tenemos a tres defensas. Y si nos ganan, pues que nos ganen, pero después de haber ido a por el partido en serio. En serio de verdad. No tenemos nada que perder. Tal y como están las cosas, después de los resultados de ayer, no tenemos nada que perder.

Lo que pasa es que no tengo ninguna esperanza de que esto ocurra. Voy a apostar por una alineación de Manzano, y mucho me temo (ojalá me equivoque) que pocos errores voy a cometer. Por no decir ninguno. Javi Varas en portería. Sergio Sanchez, Fazio, Escudé y Dabo como defensas. Medel, Zokora, Capel (por la derecha otra vez) y Perotti en la media, y Kanouté y Negredo arriba. Así, el equipo será un desastre en la creación, la banda derecha quedará inutilizada porque Capel no sirve para esa posición y Sergio Sanchez no anda fino después de un año enfermo y varias jornadas sin jugar. Los balones no llegarán arriba con claridad, con lo que Kanouté se verá obligado a retrasase y Negredo se quedará solo y aislado. Y a Osasuna le bastarán su entrega y sus ganas para llevar peligro a nuestra area y acabar marcando y llevándose el partido.

¿No suena de algo?

Pues eso. Que ojalá esté equivocado.

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