martes, 31 de marzo de 2009

¿Y si el que se va es José María del Nido?

Declaraciones de Monchi en la televisión oficial del Sevilla FC, en el programa "La Bombonera" de ayer lunes 30 de marzo de 2009:
Más claro, agua. ¿Seguirá el debate? ¿Seguirán los grandes "gurús" de la "información" hablando del tema? ¿Seguirán algunos dando pábulo a las mentiras, rumores malintencionados, bulos sensacionalistas y demás patrañas? ¿O es que Monchi es un mentiroso y acabará haciendo la de Juande Ramos? ¿O es que es a Jose María del Nido a quien quiere fichar Florentino? Porque como Monchi dice que estará en el Sevilla hasta que Jose María del Nido quiera estar en el Sevilla, a lo mejor es Jose María del Nido el que va a dejar el Sevilla, y Monchi se va a ir detrás de él.
Mira por donde, acabo de sacar a la luz un rumor malintencionado. Como se convierta en noticia me voy a descojonar de la risa.

Sevilla Atlético

Fermín Galeote acaba de ser cesado como entrenador del Sevilla Atlético, siendo sustituido por Diego Rodríguez, que tan buena temporada está haciendo con el Sevilla C. Ya tenía escrito este post antes de que la noticia saltara, con lo que lo he tenido que adaptar a las circunstancias, porque la actualidad es la que manda. La temporada del Sevilla At en Segunda División está siendo horrenda. Últimos clasificados desde casi el primer partido, y a un abismo de la salvación, el descenso de categoría está más que garantizado. Las críticas contra el equipo, y su entrenador, Fermín Galeote, han sido descarnadas, y últimamente han rayado la risa, la burla y la sorna. Se ha criticado al cuerpo técnico del club, alegando que no se ha sabido conformar una plantilla medio decente para competir en la categoría, poniendo como argumento el hecho de que Galeote haya tirado tanto de los chavales del Sevilla C, o de los Juveniles. También a la directiva, por reducir el presupuesto destinado al primer filial. Incluso se ha pedido la cabeza de uno u otro, del que sea, con la idea de hacer algo para cambiar la situación. Sin embargo, mi opinión es distinta. Está claro que, por clasificación, la temporada del filial no puede ser peor, porque debajo del último no hay nadie. Pero en todo este análisis hay un concepto básico y estructural que a muchos parece olvidárseles. Estamos hablando de un equipo filial. ¿Cuál es el objetivo primordial de un equipo filial? ¿Mantener la categoría? Pues no. Eso estaría muy bien, pero no es lo principal. El gran objetivo de un filial es aportar futbolistas al primer equipo, y en ese sentido, la labor del Sevilla At y de Fermín Galeote ha sido extraordinaria. A saber, desde que Galeote dirige al filial han jugado con el primer equipo (o ido convocados) Javi Varas, Vargas, Casado, Cala, Crespo, Cordero, Carreño, Armenteros, Perotti, Pukki, Hugo, Jose Carlos y Fernando. Y eso con lo difícil que es hoy día subir al primer equipo, dada la calidad de los jugadores que se tienen. Claro está que la implacable racha de lesiones que se ha sufrido ha ayudado a ello, pero, insisto, para eso está el filial, ¿no? De todos modos, está claro que si el equipo está en Segunda División, los jugadores se forman mejor porque la categoría es más competitiva. Pero también es cierto que el descenso de categoría no es ningún drama. No en balde, de un filial en Segunda B han salido jugadores de la talla de Montero, Choya, Francisco, Ramón, Martagón, Jiménez, Rafa Paz… Alguno podrá decir que aquella era otra época, y que las cosas han cambiado mucho. Y es cierto. De acuerdo, pero más recientemente salieron de un equipo de 2ºB gente como Velasco, Salva, Marchena, Jesuli, Yordi, Carlos Domínguez, Jose Mari, Víctor Salas, Gallardo, Tevenet, Antoñito… Ese alguno me podrá rebatir, insistiendo en que han pasado bastantes años de eso, y que en aquel tiempo tenía menores ambiciones. También estoy de acuerdo, pero no pasa nada. Me puedo acercar a momentos más recientes, cuando de un filial en 2ºB llegaron al primer equipo futbolistas como Reyes, Sergio Ramos, Jesús Navas, Puerta, Alfaro, Kepa, Capel, Fazio, David Prieto.... Y aquí la exigencia ya era mucho mayor. ¿Cuántos años de presupuesto del Sevilla At se han cubierto con los traspasos de Reyes y Sergio Ramos? ¿O con el ahorro de no tener que fichar jugadores de la talla de Navas, Capel o Fazio? Todos ellos jugaron en 2º B con el Sevilla At. No desmerezco la importancia de jugar en 2º, en absoluto. Es más, creo que sería interesantísimo seguir compitiendo en ella. Pero lo de verdad fundamental no es la categoría, sino la formación de los jugadores, y creo que a nadie le debe caber duda de que en ese sentido la labor es excelente. Además, la 2º es muy difícil. Que le pregunten si no al Zaragoza, al Celta, a la Real Sociedad, al Alavés, al Tenerife… ¿Cuánto sufrimos nosotros para ascender? ¿Y el Atlético de Madrid, por poner algún ejemplo? El Sevilla At tiene jugadores muy jóvenes a los que les cuesta adaptarse, y juegan todos los domingos contra veteranos curtidos en mil batallas. Si les cuesta a los futbolistas que vienen al primer equipo, ya con una experiencia, y costando un montón de dinero, ¿cómo no les va a ocurrir lo mismo o más a chavales de tan corta edad? Y más compitiendo en una categoría tan dura como la Segunda División española. Para colmo, el hecho de que tantos futbolistas hayan ido convocados con el Sevilla de 1º División ha hecho que el filial no haya podido contar con sus mejores jugadores en gran cantidad de partidos. Eso también influye. ¿O no? De todos modos, a partir del año que viene parece que empieza la liga de filiales, con lo que nada de esto tiene demasiado sentido. Así que centrémonos en lo más importante, y dejémonos de dar palos a diestro y siniestro, porque eso es muy injusto. Eso si amamos los colores. Entiendo que sevillistas de verdad están preocupados y molestos por la evolución del equipo, y no tanto por la situación en la clasificación, sino por la sensación de estar haciendo el ridículo que sin duda inspira nuestro filial. Está claro que eso molesta, porque ese equipo no deja de llevar el nombre de la institución a la que tanto queremos. Está claro que eso es lo que le ha costado el puesto a Fermín Galeote. Además, en mi opinión, ya de cesarlo, deberían haberlo hecho mucho antes, a ver si con algo de tiempo Diego podía enmendar algo la situación. A estas alturas ya nada tiene arreglo, y está claro que ya se piensa en la temporada que viene. Pero, insisto, centrémonos en lo importante de verdad. A pesar de los pesares. Se hizo lo que se pudo, los resultados fueron malos, se está haciendo el ridículo, pero en lo fundamental, en el objetivo de tener preparados a futbolistas para subir al primer equipo en cualquier momento, las cosas se han hecho bien. Digámoslo todo. Lo bueno y lo malo. El equipo se arrastra por la 2ª División, pero ha aportado multitud de futbolistas para la 1ª. Claro, que si la cuestión es criticar por criticar, o lo que es peor, hundir el proyecto que tenemos entre manos como parece que pretende buena parte de la prensa, pues hala. A seguir con ello, que carnaza hay de sobra.
Nota post post:
Comienza la cacería de los "gurús": www.muchodeporte.com/?secc=12&col=1&id=226

lunes, 30 de marzo de 2009

Ajax de Amsterdam

Con el paréntesis por los partidos de las selecciones, las noticias acerca de los clubes son bastante escasas, con lo que ello da pie para hablar de otros temas. Como reconozco en mi perfil, soy un enamorado del fútbol holandés. Yo viví en aquel país durante un tiempo. Los holandeses se toman el fútbol con una pasión mucho mayor de lo que la gente se cree (los partidos de su selección son un espectáculo en las gradas). Sería difícil de explicar de otro modo cómo es posible que de un país tan pequeño salgan tantísimas figuras mundiales. Pero tienen un gran defecto, en este sentido, y es su irregularidad. Tanto a nivel de selección, como de clubes, y hasta de jugadores. El combinado nacional holandés es capaz de lo mejor y de lo peor. Igual te gana la Eurocopa del 88, que se lleva dos o tres mundiales sin clasificarse, que cuando los juega, hace el mejor fútbol del campeonato, pero los eliminan cuando uno menos se lo espera. Siempre son una incógnita, y siempre llaman la atención, para lo bueno y/o para lo malo (a veces me recuerda a la propia España). Por su parte, los clubs igual ganan competiciones europeas, como han hecho en varias ocasiones el Ajax, el PSV Eindhoven y hasta el Feyenoord, que desaparecen por completo de las mismas, como ocurre en la actualidad. Y, ¿qué decir de los jugadores? Recuerdo cómo Dennis Bergkamp se negaba a montarse en avión, y salía de viaje días antes que sus compañeros para poder hacerlo en coche. Van Basten fue uno de los mejores delanteros de la historia, pero se retiró con 29 años amargado con las lesiones. Los holandeses del Barsa de los 90 son un claro ejemplo de lo que digo: los De Boer, Reiziger, Bogarde, Overmars, etc ganaron una Champions con el Ajax, pero en el Barcelona… ni fu ni fa. ¿Y qué decir de Patrick Kluivert? Pues eso, que era capaz de lo mejor y de lo peor. En la actualidad tenemos ejemplos de lo que digo en jugadores como Arjen Robben (siempre lesionado), Wesley Sneijder (siempre de fiesta), Rafael Van der Vaart (¿el de la Eurocopa o el del Madrid?) Ryan Babel, o el propio Huntelaar, que igual se quiere ir, como que te mete 8 goles en 6 partidos (aunque este llegó al Madrid engañado, se cabreó por no poder jugar en Champions, y hasta que no lo ha aceptado, no ha empezado a rendir). Incluso en el Barcelona reconocen que Johann Cruijff sólo hizo una temporada verdaderamente buena con ellos como jugador. Y como entrenador, sus dos primeros años fueron malísimos, luego se salió hasta el punto que en mi opinión reinventó el fútbol, para perderse finalmente en estúpidas disputas con Núñez y Gaspart. O Louis Van Gaal, que después de ganar la Champions con el Ajax, viene al Barcelona, donde fracasa, perdido entre polémicas y malos modos, y ahora literalmente se sale entrenando al AZ Alkmaar, único equipo que ha ganado en el Sánchez Pizjuán en competición europea, y que es líder insultantemente destacado de la Liga Holandesa. Todo muy acorde con lo que estoy diciendo. Pero el caso más llamativo de lo que ocurre en el fútbol holandés es lo del Ajax de Amsterdam. Todo un histórico, es sabido de forma general que se trata de un club vendedor, pero si se estudia con detenimiento, nos damos cuenta de que lo que ocurre con esta entidad es algo extraordinario. La cantidad de jugadores que se han ido de este club es escandalosa. Tienen una cantera descomunal, y un equipo de ojeadores que dejan en pañales a Monchi y compañía, y ya es decir. No entiendo cómo es posible que tantos y tantos jugadores de primer nivel hayan salido de allí, y se hayan marchado tan pronto, para volver a sacar nuevos jugadores y continuar el proceso durante décadas. Es normal que se les vayan jugadores, pues la Eredivisie es una liga menor, pero hay cosas que traspasan los límites. Ya en la segunda mitad de los 80 salieron del Ajax jugadores de la talla de Soren Lerby, Ronald Koeman, Gerald Vanemburg, Jon Bosman, Frank Rijkaard, Jan Wouters o Marco Van Basten. A primeros de los 90 salieron del club gente como Richard Witschge, Aaron Winter, Wim Jonk o Dennis Bergkamp. Pero lo de 1995 fue ya la leche. Ese año ganaron la Liga de Campeones con una sensacional plantilla en la que estaban Edwin Van der Sar, Michael Reiziger, los hermanos de Boer, Edgar Davids, Clarence Seedorf, Jari Litmanen, Finidi George, Mark Overmars, Nwanku Kanu, Patrick Kluivert, Mario Mechiot, Kiki Musampa, Benni McCarthy o Winston Bogarde. Tenían un equipazo. Bueno, pues tres años después no quedaba ni uno. ¡Ni uno! A pesar de todo, recomponen el equipo, y aunque ya no ganan más títulos europeos, al menos se mantienen en la élite. Pero no dejan de sacar estrellas y de venderlas. Así, en los últimos años han salido de allí gente como Jesper Gronkjaer, Niklos Machas, Ahmed Mido, Christian Chivu, Zlatan Ibrahimovic, Julien Escudé, Nigel de Jong, Tomas Galasek, Markus Rosenberg, Ryan Babel, Rafael Van der Vaart, y más recientemente Hedwiges Maduro, Wesley Sneijder, Jon Heitinga o Klaas-Jan Huntelaar. ¿Qué sería del Ajax si jugara en una liga más fuerte? ¿Si hubiera podido retener a siquiera la mitad de estos jugadores? Casi sin duda, el mejor equipo del continente. A mi me impresiona pensar en esto. De qué manera unos gastan dinero a espuertas, y otros son capaces de encontrar sensacionales futbolistas de la nada, pero no los pueden retener por culpa de esos que se gastan el dinero a espuertas. Premio a los reyes de la publicidad y del mediatismo, y castigo al trabajo y la excelente gestión. De lo más injusto. Actualmente, el Ajax es un equipo muy venido a menos, nada raro con tanto traspaso. Pero no es la primera vez que algo así les ocurre, y se está volviendo a recomponer, de la mano de Marco Van Basten como entrenador. Cuentan con el portero titular de la selección, Maarten Stekelenburg (tras la negativa de Van der Sar a ir con la oranje). En defensa tienen, además de a Oleguer Presas, al uruguayo Bruno Silva y a jóvenes talentos como los belgas Vermaelen y Vertonghen (los pudimos ver en el último Bélgica-España de hace pocos meses), y los ya internacionales holandeses Van der Wiel y Van der Heijden. En el centro del campo también cuentan con jóvenes muy prometedores como Siem de Jong, Ejong Enoh, Vurnon Anita, Evander Sno y, sobre todo, Urby Emanuelson (ojo con este, que pronto dará el salto a un grande). Y arriba juegan, entre otros, dos de los casi seguros próximos traspasos de los holandeses: el uruguayo Luis Suárez, que es un fuera de serie, y el serbio Miralem Sulejmani, un futbolista que a mi me encanta, que sólo tiene 20 años y que va para figura grande.
Casi seguro que en los próximos meses algún “gurú” del Marca o del As sacará a alguno de estos como un gran descubrimiento propio, lo cual no debería ser un gran mérito. Yo, que no me dedico a esto, los conozco. Si me dedicara, no sólo sabría lo que pasa en el Ajax, si no en el resto de equipos importantes. Sobre todo los que se sabe que sacan gente joven a menudo. Y no es por nada, sino simplemente por cumplir con mi trabajo y mi obligación. No que los hay que viven del cuento y de las mentiras, rumores y bulos que se inventan. Mientras haya dinero que malgastar, ¿verdad, Florentino?

domingo, 29 de marzo de 2009

El Arsène Wenger del Sevilla

Cuando Jose María del Nido calificó de esta manera a Manolo Jiménez, recibió críticas por todos lados. Y mucho peor que eso, hubo muchos que se rieron de tal afirmación, como muestra del poco respeto que profesan por el técnico de Arahal. Y es que los hay tan catetos que piensan que alguien de pueblo no puede llegar a ser una persona destacada en su profesión. Ya lo dice el refrán: “Cree el ladrón que todos son de su condición”. Sin embargo, yo creo que esa frase esconde algo más que la clásica ambición de nuestro presidente. Cuando se habla de Arsène Wenger, a uno se le viene a la cabeza inevitablemente los doce años que lleva en un club tan potente como el Arsenal, pero mirar el asunto desde esa óptica es injusto. Y corto de miras. Me explico. Este señor nació en 1949 en Estrasburgo (Francia). Fue un futbolista menor, que no debutó en la élite hasta los 28 años. Eso sí, ganó una liga francesa con el equipo de su ciudad, en 1978, aunque su participación fue mínima. Como entrenador, su primer equipo de nivel fue el Nancy francés. Lo contrataron en 1984, cuando el club llevaba unos años codeándose con los 10 mejores del país vecino. Allí estuvo tres años, en los que firmó un 12º puesto, un 18º y un 19º, descendiendo finalmente. Y fue despedido. Algo debió hacer bien, pues automáticamente fue contratado por el Mónaco, un club mucho más potente, aunque también llevaba un par de temporadas mediocres (¿por qué si no se cambia de entrenador, no?) Fue allí donde su carrera despegó. Lo primero que hizo fue ganar la liga con los del Principado, para quedar entre 2º y 3º los cinco años siguientes, ganar una Copa Francesa, y quedar 9º en su séptima temporada. Fue destituido entonces. Fue aquí donde se consagró como un buen entrenador, y donde dejó entrever su capacidad para descubrir grandes jugadores, pues en esta época se trajo al Mónaco nada menos que a George Weah. Después de rechazar una oferta del Bayern Munich, firmó por el Nagoya japonés, conde estuvo dos años, y ganó la allí prestigiosa Copa del Emperador. Y sólo tras eso, en 1996, con 47 años y 12 de experiencia en la élite, firmó por el Arsenal inglés, club que también venía de hacer un par de temporadas discretas, a pesar de haber ganado una Recopa y alcanzado la final de otra, perdiéndola con el Zaragoza. En los 12 años que lleva en el Arsenal ha ganado 3 ligas (una de ellas invicto) y 3 copas (hizo doblete en 2 años), siendo 5 veces subcampeón de la Premier, dos veces finalista de Copa, una vez de la UEFA, y una vez de la Liga de Campeones (le perdió con el Barsa). Seis títulos en doce años no está mal, pero tampoco es algo estratosférico. El Valencia ganó dos ligas, dos copas, una UEFA y disputó dos finales de Champions en los últimos 10 años, por hacer un paralelismo en España. Además, el Arsenal ha contado con jugadores de la talla de Bergkamp, Henry, Ljungberg, Anelka, Vieira, Petit, Overmars, Pires, Adams y más recientemente de Van Persie, Cesc, Arshavin o Adebayor. Lo que sí que ha conseguido Wenger es mantener al Arsenal en la élite más alta durante todos esos años y, sobre todo, establecer un modelo de gestión basado en la cantera, y en traerse jugadores jóvenes y/o desconocidos y convertirlos en figuras mundiales. Wenger no es sólo entrenador, sino también manager del equipo, y ha obtenido grandes éxitos en ese sentido. (También fracasos, claro, por ejemplo Reyes) Y ahí es donde yo interpreto que se basa Del Nido al hacer su comparación. A mí me encantaría que el Sevilla imitase ese estilo. De hecho, creo que es justo lo que está haciendo, lo que pasa es que la figura de Wenger en el Sevilla es bicéfala. Aquí hablaríamos de Jiménez y Monchi a la vez. En concreto, y salvando las distancias, los Anelka, Henry, Van Persie y Cesc sevillistas serían los Baptista, Alves, Adriano o Luis Fabiano, por poner algunos ejemplos. No es que hayamos logrado llegar a las alturas del Arsenal, por supuesto, pero creo que nuestro presidente nos indica ese como el camino a seguir. Y qué duda cabe que la forma de actuar del Sevilla se parece, y mucho, a lo que han hecho los ingleses en estos doce años de Arsène Wenger. Por tanto, en mi opinión, menospreciar de esa manera las palabras de José María del Nido me parece de personas muy cortas de miras. El Sevilla pretende seguir el ejemplo del Arsenal, y Del Nido quiere que Jiménez sea ese entrenador comprometido con la causa que se lleve un porrón de años al frente del club, para que este crezca y se establezca en la élite al amparo de tal modelo de gestión. Potenciando la cantera (también lo hace el Arsenal), y con Monchi y su equipo detrás, claro. Pero manteniendo una estabilidad que otros ya quisieran (Real Madrid, por ejemplo), sobre la que cimentar tal proyecto. A mí personalmente me encantaría que eso fuera así. Jiménez no es Wenger, claro, pero Wenger no era el actual Wenger cuando comenzó (ya he dicho lo que hizo en su primer equipo), y Jiménez está empezando. Tengamos paciencia con él. Pocos en el mundo se la merecen tanto como nuestro técnico. Y confiemos en Del Nido y Monchi, creo que se lo han ganado. El Sevilla está instalado en una posición que la mayoría de nosotros nunca ha conocido. Y ¿por qué no va ser posible que, de verdad, lo mejor esté por llegar? Nadie mejor que los sevillistas sabemos que los sueños también se cumplen. Al menos sabemos que las cosas se están haciendo bien. Así es como yo lo veo.

sábado, 28 de marzo de 2009

La Selección

Reconozco que lo que voy a decir no está muy de moda, pero no puedo evitar sentirlo así. La selección española no me tira. Imagino que habrá por ahí quien se lleve las manos a la cabeza con esto, pero es así, ¿qué le voy a hacer? No me tira, no me ilusiona, no me llama la atención, no me incita, ni me inspira, ni me hace sentir nada especial. Ni bueno ni malo. Nada. ¿Tiemblan los cimientos de lo políticamente correcto? Lo siento mucho, pero no quiero engañar a nadie. No me siento identificado con la selección española de fútbol.
Y no dejo de reconocer que juega de maravilla al fútbol, sería de necios no hacerlo. Pero es que cuando ganó la Eurocopa sentí agrado, sí, pero no más que el que sentiría si el Barcelona o el Villarreal ganaran la Champions. Prefiero que alguno de estos lo hagan, por el hecho de ser españoles, igual que si no es así, prefiero que la gane el Liverpool, porque su entrenador y la mitad del equipo son de mi país. Y por supuesto, prefería que España ganara la Eurocopa por delante de cualquier otro. Eso está claro. Pero no sentía esa ilusión que trataban de meterme a calzador desde todos los medios de comunicación. No puedo, no lo siento, ¿qué le voy a hacer? Ni que decir tiene que las lágrimas que derramé con los recientes títulos del Sevilla no hicieron aparición con el triunfo español. Es que no había color. En absoluto. Ni de lejos. Para nada. Dicen que la selección es el equipo de todos los españoles, pero conmigo eso no va. Mi equipo es el Sevilla, y lo de la selección..., pues eso. Que ni fu ni fa.
Naturalmente, en el partido que juegan hoy quiero que ganen, pero no creo que lo vea. De hecho, no sé ni a qué hora es, ni por qué cadena lo retransmiten. Y a veces me pregunto por qué esta desidia, cuando hace años no me perdía ni un solo encuentro del combinado nacional. Está claro que me sentó muy mal que dejasen de jugar los partidos en Sevilla, aunque comprendía que todas las ciudades querían verla jugar en directo. Luego dejaron de acudir jugadores sevillistas a las convocatorias. En su época solían ir Francisco, Jimenez, Rafa Paz, Ramón... incluso recuerdo a Conte y a Cortijo. Pero, de repente, ya no iba ninguno. Es cierto que los noventa no fueron unos buenos años para nuestro equipo, pero aún me pregunto cómo es posible que jugadores como Marcos, Unzue o Prieto (fue capitán de la sub'21) no tuvieran ni una sola ocasión de vestir la hoy llamada roja. Por no hablar de jugadores como Moya, Soler, Bango o Diego, que no volvieron a la selección una vez ficharon por el Sevilla. Y mira que hicieron buenas temporadas con nosotros.
Tras los años en Segunda, el Sevilla vuelve con fuerza a la élite. De eso hace ya varios años, y aún me estoy preguntando cómo es posible que extraordinarios jugadores como David Castedo, Pep Martí, Javi Casquero, y sobre todo el grandísimo Andrés Palop no hayan siquiera debutado con España. Ni unos míseros minutos. Salvo Palop, ni siquiera una convocatoria. Es algo inconcebible, al menos para mí. Y claro, ¿qué queréis que os diga? Todo esto ha hecho que sienta al equipo nacional como algo cada vez más ajeno. Es cierto que jugadores como Reyes, Sergio Ramos y el malogrado Antonio Puerta vistieron la roja como jugadores del Sevilla. También Javi Navarro, hasta que se lesionó, y que Jesús Navas no va por lo que todos sabemos que no va. Pero no me basta. ¿Es casualidad que Fernando Navarro haya desaparecido de las convocatorias tras fichar por el Sevilla? ¿Era mejor jugador en el Mallorca que ahora? ¿Y lo de Diego Capel? De modo que va a la selección un par de veces, la toman con él por individualista y teatrero (¿para qué se lo llevan entonces?), se lesiona en la última convocatoria, cuando mejor estaba jugando, y desde entonces no ha vuelto a ser el que era... aunque el sambenito ya lo lleva colgado para siempre. ¡Y ahora se lo llevan a la sub'21 otra vez! Para colmo, en esta última convocatoria van tres porteros y Palop no tiene sitio...
De verdad que lo siento por los aficionados a la selección, pero no puedo con ella. No puedo. Pienso que es una especie de coto cerrado en el que para entrar hay que caer bien a los medios de comunicación. Si no... no hay nada que hacer. Y menos ahora que están sacando buenos resultados. Repito que no voy a poner en duda la calidad de esos jugadores, ni los excepcionales éxitos que últimamente están teniendo. Me parecen muy bien, y hasta me alegro por ello, pero, insisto una vez más, lo siento. No me siento identificado. Mi equipo es el Sevilla, y está claro que si la selección es el equipo de todos los equipos, el Sevilla no está incluído en este grupo. Y si no lo está..., no puedo sentirlo como propio.

viernes, 27 de marzo de 2009

El Sevilla de hoy

Cualquiera que pase por aquí se preguntará por qué me he llevado casi seis meses sin escribir nada. Y no es que no haya encontrado motivos o temas para hacerlo, pero hay veces que en la vida consideras otras cosas más importantes, vas dejando de lado el resto, y cuando te das cuenta, el tiempo ha pasado de un modo rápido e inexorable.
La verdad es que admiro a aquellos que son capaces de mantener un blog al día. Parece que no, pero lo cierto es que se trata de un trabajo arduo y constante. No es sólo emplear, qué digo yo, media hora al día en escribir tu parecer acerca de cualquier tema y se acabó. Además es necesario estar al día en la información, leerla, documentarse, etc. Y también tragarse el hastío que provoca tanta manipulación y tantos intereses creados como hay alrededor de este deporte. Si leeis mi último post, comprobaréis hasta qué punto acabé hastiado de todo esto, sólo por darme una vuelta diaria por la prensa deportiva local y nacional para encontrar temas sobre los que escribir. Ya digo, los que sois capaces de mantener al día un blog sois dignos de toda mi admiración. Enhorabuena.
Lo que sí que no he permitido es que ese hastío me impidiese disfrutar de la segunda mejor temporada del Sevilla FC que mis treinta y cuatro años de vida recuerdan. Me he negado a dejarme llevar por esta moda ultra exigente que parece que rodea parte del entorno del club y de la afición. Porque, en mi opinión, la temporada está siendo soberbia. ¿Cuándo hemos visto al Sevilla tercero, con seis puntos sobr el cuarto y once sobre el quinto?¿Cuántas veces recordamos al equipo en semifinales de la Copa del Rey? Yo he celebrado en la Puerta de Jerez clasificaciones agónicas para la UEFA, como si eso fuera el mayor logro deportivo al alcance de la entidad.
Además, he tenido el privilegio de vivir el mejor año de la historia del club, con esos cinco títulos conseguidos. ¿De verdad tenemos el derecho a exigir que eso se repita? Es que es como esperar que nos toque la lotería todos los años. Afortunadamente hemos aprovechado esa extraordinaria eclosión para asentar al equipo entre los grandes. Somos los mejores del resto (excluidos Madrid y Barsa). ¿Qué más queremos? Yo estoy encantado con la marcha del Sevilla. Y lo estoy disfrutando. El sevillista que no lo haga es un desgraciado, porque creo que nunca será feliz. Seamos sensatos. Aquello fue algo extraordinario, y deberíamos darnos con un canto en los dientes por haberlo podido vivir. Lo demás es ganas de buscarle las vueltas a lo que no lo tiene.
Quedan diez partidos por jugar, y a nada que las cosas vayan medio normales, el Sevilla se clasificará de modo directo (sin rondas previas) para la Liga de Campeones. Además, uno de los ocho cabezas de serie (¡qué cosa más grande!) Los objetivos de la temporada se van a cumplir (ya digo, a nada que todo vaya medio normal), y será creo que la séptima participación consecutiva del equipo en competiciones europeas. (Repito, yo celebré un par clasificaciones para la UEFA en la Puerta de Jerez). La mayoría de los fichajes de este año se van asentando (Squilacchi, F.Navarro, Romaric, Duscher, Acosta). El filial va aportando futbolistas a la primera plantilla (Perotti, Armenteros, Pukki, Jose Carlos, Javi Varas, y más que están por venir, como Cala o Redondo, si las lesiones se lo permiten).
Y Jimenez va creciendo como entrenador (recordemos que es su segunda temporada en la élite). ¿De verdad hay quien cree que existen mejores entrenadores al alcance de un club como el Sevilla? Aparte de los Benitez, Wenger, y compañía..., ¿dónde están los Marcelino, Emery, Valverde, Laudrup...? ¿Cuántas veces estos entrenadores han clasificado a un equipo quinto y tercero en sus dos primeros años en la élite? Es cierto que han entrenado a clubs de menos categoría (bueno, lo de Emery con el Valencia está ahí) pero, ¿de verdad han hecho más méritos que Jimenez para entrenar al Sevilla? ¿Queremos que nos pase como al Valencia con Quique Sánchez Flores, que desde que lo echaron cuando iban cuartos no levantan cabeza?
Yo he decidido disfrutar de la mejor época en sevillista desde los años cincuenta. No me voy a dejar llevar por el pesimismo apocalíptico de algunos. Deseo que Jimenez siga en el cargo, porque estoy convencido de que cada año que pase lo va a hacer mejor. Espero que el Sevilla siga creciendo, y que algún día vuelva a levantar una copa. Aspiro a pelear por la liga, si tenemos la suerte de que los grandes fallen algún año (llevamos los mismos puntos que cuando casi la ganamos hace dos temporadas). Y, por supuesto, voy a seguir animando a mi equipo, en estos grandes tiempos. Y cuando los vengan peores, pues lo seguiré haciendo, porque mi sevillismo es una pasión, un sentimiento, un orgullo, que, como decía aquel sensacional tifo de los Biris, no depende de las victorias. De hecho, se forjó en las derrotas, y eso es algo que nunca se me olvidará. Un saludo a todos los sevillistas.

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