martes, 16 de diciembre de 2014

En el fútbol pasan cosas...

Cosas a veces increíbles.

Pasan cosas como que una afición celebre en una plaza una clasificación para disputar competición europea y un lustro después considere tal resultado como un fracaso.

Pasan cosas como que un viejo francés que va a su bola y no tiene gol acabe por convertirse, para muchos, en el mejor jugador de la historia del club.

Pasan cosas como que un niño brasileño con andares de pato y pinta de todo menos de futbolista se convierta en figura indiscutible del mejor Sevilla de la historia primero, y del mejor Barça de la suya después.

Pasan cosas como que una fábrica de humo, de repente, comience a producir realidades tan sólidas como los trofeos esos que se entregan a los que ganan títulos deportivos.

Pasan cosas como aquello que se decía en el verano de 2012:  "a ver si Rakitic hace una buena Eurocopa y sacamos algo de dinero por él..."

Pasan cosas como desmantelar la mejor generación de futbolistas de la cantera por no contar con Campaña, Luis Alberto y Rodri, los cuales hoy día triunfan en..., ah, no, que no triunfan. El Sevilla sin ellos sí, pero ellos en otro sitio, no.

Pasan cosas como que un equipo pase de ser colista a ganar un título en en una misma temporada.

Pasan cosas como que el "pobre palangana, que amargado se le ve" sea acallado por un Betis en Segunda y un Sevilla campeón europeo. En un plazo de dos meses.

Pasan cosas como "¡Otra faziada! ¡A ver si te vas de una vez, argentino paquete!" Y luego: "Hay que ver el cabrón de Fazio, que se ha ido a otro equipo".

Pasan cosas como tener el mejor arranque liguero de la historia del club y que hayan sevillistas haciendo gala del "pobre palangana" por acabar el año solamente cuartos, a dos puntos del tercero.

Pasan cosas como pasar de "¿quién coño es el polaco ese que se ha traído el inútil de Monchi?" a "verás que viene el Arsenal en enero a por Krychowyak y el inútil de Monchi lo vende". En un plazo de dos meses.

Pasan cosas como que a Denis Suárez lo quiera repescar el Barça antes de vencer el contrato de cesión y que un mes después Banega le quite el puesto, cuando el internacional argentino es un paquete que nos colocaron desde Valencia.

Pasan cosas, muchas cosas, algunas inverosímiles y otras que se ven venir.

Pasan cosas que convierten lo aparentemente malo en bueno, y también todo lo contrario. También, Muchas veces. En ambos sentidos.

Pasan tantas cosas, es todo tan inverosímil que, francamente, antes que decir tonterías en forma de verdades absolutas y hacer el ridículo a continuación, prefiero callarme, esperar y observar.

Porque ese ridículo del que hablo yo lo he hecho muchas veces. Muchísimas. Y a medida que pasan los años y uno se hace mayor, aprende a ser prudente.

Recuerden. Esos de la foto de abajo eran los colistas al principio de la temporada y sus aficionados, unos pobres amargados.



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