Según la RAE, la moda es el "uso, modo o costumbre que está en boga durante algún tiempo, o en determinado país, con especialidad en los trajes, telas y adornos, principalmente los recién introducidos"
Respecto a esto último, a mi siempre me ha llamado la atención que nos digan algo así como que "este año va a estar de moda" tal cosa, o tal tipo de tela, de estampado, de colorido, de forma..., de lo que sea. Es decir, que no se concibe la moda como lo que le gusta a la gente, sino como lo que se le va a decir a la gente que le tiene que gustar; pervirtiendo, pues, el concepto.
Digo esto por introducir de alguna manera el asunto que quiero tratar, el cual es una consecuencia de eso de que nos digan, no solo lo que nos tiene que gustar, sino también lo que tenemos que pensar. En verdad, está todo relacionado; lo que ocurre es que en la moda no se cortan un pelo a la hora de reconocer que te están diciendo lo que va a estar en boga, porque hay quien decide tal cosa, mientras que en otros asuntos se es más sutil. Y entre estos otros asuntos, hay uno que me molesta de manera especial: el trabajo.
En España, el problema del paro está alcanzando un nivel de tal magnitud que hay en el extranjero quien se sorprende de que no estemos en una situación pre - revolucionaria. Hay mucha gente sin trabajo, y quien lo tiene, se agarra a él como una lapa y lo considera casi como un privilegio. Además, y en consecuencia, quien lleva meses o años sin empleo y encuentra uno de baja calidad (explotación / pseudo-esclavitud) lo acepta sin rechistar porque bastante mal lo ha pasado y bastante peor es no tener nada. Esto es normal, es humano, se entiende a la perfección. Pero a base de escuchar una y otra vez mantras del tipo "habéis gastado por encima de vuestras posibilidades" - "hay que trabajar más y ganar menos" - "acepta el trabajo que sea porque si no lo haces, es porque no quieres trabajar" - "eres un privilegiado por tener un empleo" y demás, nos olvidamos de una cosa: el trabajo no es un privilegio. Es un derecho FUNDAMENTAL recogido en esa Constitución que sólo se mienta para lo que interesa, y que se pisotea en el resto de los casos.
Al igual que en la moda nos dicen lo que nos tiene que gustar, en este otro ámbito nos imponen el pensamiento que debemos tener. Somos culpables de lo que ha pasado y tenemos que asumir las consecuencias. Trabaja, déjate explotar, eres un prvilegiado, no te quejes. CÁLLATE.
A mi me molesta una barbaridad que se aluda a la Constitución en casos como el del independentismo catalán, por poner un ejemplo. Y no porque esté a favor o en contra de esa idea (no viene al caso), sino porque los mismos que hacen eso, se saltan a la torera la Carta Magna a la hora de gobernar. Y me estoy refiriendo a los dos grandes partidos, porque los dos han hecho lo mismo. Si el trabajo es un derecho fundamental recogido en la Constitución y la Constitución hay que defenderla a muerte, las políticas de los gobiernos han de ir en el sentido de intentar (al menos) asegurar ese derecho. Y no van. Cuando una crisis económica mundial se lleva por delante al sector que es el principal motor de la economía de un país, es comprensible por parte de la población que hay que apretarse el cinturón; que vienen curvas y hay que prepararse; que hay que gastar menos; que hay que trabajar más por el mismo sueldo; que hay que pagar más impuestos para socorrer a los que lo están pasando mal. Etcétera. Cualquier persona con un mínimo de sentido común entiende esto.
Pero se entiende si ese esfuerzo va dirigido a reestructurar la economía del país, de manera que se restituya lo antes posible el derecho fundamental del que estamos hablando. Lo que no cabe en cabeza sensata es que dicho esfuerzo se dedique a salvarle el culo a quienes SÍ que tuvieron la culpa de lo que está pasando. O al menos más responsabilidad. Y aun aceptando que el sector bancario ha de ser rescatado porque es a la economía como la sangre al cuerpo de un ser vivo, lo que clama al cielo es que nadie, NADIE, pague por lo ocurrido. Todos se van de rositas. Y ya, el colmo de los colmos es que nos quieran hacer sentir culpables a los ciudadanos y privilegiados a quienes nos dejamos el lomo trabajando para mal vivir. Para mal subsistir.
Yo tengo un trabajo y no voy a pedir perdón por ello, como parece que nos quieren obligar a hacer. Yo no soy un privilegiado por eso. Soy alguien que ejerce su derecho. Los parados serían una consecuencia de la mala gestión de un gobierno si ese gobierno estuviese gestionando para tratar de que dichos parados encuentren un trabajo. Pero eso no es así. El otro día escuché a alguien decir que el gobierno lo está haciendo bien. Que en la primera parte de la legislatura se se "hicieron los deberes" y que en la segunda se debe centrar más en el empleo. Y no seré yo quien diga que las cifras macroeconómicas no han mejorado (lo han hecho), pero en la Constitución no pone nada de dichas cifras, y sí del trabajo. Y el argumento que acabo de transcribir respecto a "los deberes" del gobierno es la prueba palpable de que se han pasado la Carta Magna por el puto forro.
Yo entiendo que la gobernanza de un país va mucho más allá de lo que estoy diciendo. Que para conseguir algo, primero hay que hacer otras cosas. Que a veces los caminos son largos y tortuosos. Bajando al nivel de los hechos, para que baje el paro, hay que reestructurar la economía. Pero es que no se está reestructurando. Es que no se está invirtiendo el dinero en eso, sino en otras cosas. Es que si a mí me cobran más impuestos para subvencionar nuevos negocios que en un futuro no muy lejano generen empleo, pues lo comprendo a la perfección, lo acepto y hasta lo aplaudo. Pero es que me están cobrando más y recortando de todas partes, no para eso, sino para otras cosas que todos sabemos.
Y encima me dicen que soy un privilegiado. Y al parado le dicen que no quiere trabajar. Y a los ciudadanos en general, que somo los culpables de todo esto. Y los verdaderos culpables descojonándose en nuestra cara.
Váyanse un poquito a la mierda, por favor.
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