lunes, 25 de abril de 2011

Rossi, los balones, la actitud, lo que nos queda... y un poco de Almería

Hoy es lunes, el día después de un partido del Sevilla. No me gusta escribir los días después, ya sabéis, pero hace tiempo que no actualizo este sitio y no está de más hacer una excepción. Mucho más cuando ha ganado mi equipo. 

Hoy no voy a fabricar un post prosaico de esos que demasiadas veces me salen. Hoy voy a hablar de ciertos temas concretos, paso a paso, punto por punto. Y por empezar por algún sitio, empezaremos por el final.

Lo de los balones.

Lamentable. Ni más ni menos. Ya sé que eso pasa en casi todos los campos, pero que sólo se habla de ello cuando pasa aquí. Ya sé que han habido cosas más graves a lo largo del partido que van a quedar ensombrecidas por esta chorrada. Ya sé que el Presidente no dudó en calificar el hecho como merece. Todo eso lo sé, lo sabemos todos. Pero lo ocurrido está muy lejos de ser propio de un club grande y señor. De hecho está en las antípodas de ello, es justo lo opuesto. He sentido vergüenza, no de ser sevillista, que eso nunca, sino de que pueda haber gente que me identifique con ese tipo de actitudes. Yo no soy así, ni tampoco la inmensa mayoría de la afición. Por favor, que no se vuelva a repetir. Y eso no quita para que nos quejemos de la asquerosa doble vara de medir que se nos aplica siempre a nosotros. 

Lo de Giusseppe Rossi.

Los jugadores de la liga se conocen todos los unos a los otros. O casi todos. Rossi lleva en España el tiempo suficiente como para conocer a muchos de los jugadores del Sevilla. Puede que no conozca a gente como Medel, como Rakitic, como algún que otro canterano, que llevan poco tiempo aquí. Pero Rossi conoce perfectamente a Escudé. No me creo que no le conozca. En ese sentido, todos saben que, por ejemplo, a Diego Capel, cuando le endiñan, se cae de un modo muy aparatoso que hace que a veces las faltas parezcan mucho más graves de lo que son. No es que no sean faltas, que lo son, pero es un jugador frágil que se cae de un modo más espectacular que otros. Muy bien. Pero Escudé no es así. Escudé, si se queda tumbado en el suelo es porque le ha pasado algo importante. No se cae con facilidad, no se esconde, no finge, no se arruga. De hecho, anoche estuvo a punto de llevarse una patada en la cara en cierta jugada al despejar con todos los cojones del mundo un balón con la cabeza. Por tanto, cuando Rossi siguió la jugada después de dejar a Escudé en el suelo, se comportó como un indigno y un miserable. Que conste que yo soy de los que pienso que las jugadas hay que seguirlas a no ser que el árbitro las pare. Pero una cosa es esa y otra es lo ocurrido anoche. Sobre todo cuando fue el propio Rossi quien le metió a Escudé tan fuerte que le hizo sangrar por el labio. Y esto es más grave que lo de los baloncitos. 

La actitud del Sevilla

Después de ver al Sevilla anoche, me pregunto con más fuerza por qué no hicimos lo mismo en las dos últimas jornadas, de modo que ahora pudiéramos estar a un solo partido de poder meternos en Champions. Lo he dicho muchas veces. El Sevilla no es malo, la plantilla es magnífica, al menos lo bastante magnífica como para aspirar a la cuarta plaza. Lo que pasa es que a veces parece que no les da la gana de jugar bien. Y a mí que no me fastidien, es cierto que los que juegan son los jugadores, pero es el entrenador el que les hace jugar, el que les motiva, el que sabe tocarles donde debe para que saquen lo mejor de ellos mismos. Los jugadores (la mayoría de ellos) son mercenarios que cobran lo mismo jueguen o no, con lo que tiene que haber algo más que les haga rendir a tope. Y ese algo más es cosa del entrenador.

Lo que nos queda

Pues lo que nos queda es jugarnos dos puestos que dan acceso a la Europa League de un modo directo contra Athletic y Atlético. Por cierto que el Athletic le ha ganado en sus dos últimos partidos a Osasuna y Real Sociedad. Yo no sé si es casualidad o es que hay algo más como algunos aseguran, pero siempre que te juegas algo contra un equipo vasco o navarro y ese equipo vasco o navarro se enfrenta a otro equipo vasco o navarro, acaba ganando el partido. Siempre, oye. Puede que todo esto no sean más que estupideces conspiratorias, pero es que siempre pasa. A nosotros nos ha pasado contra Alavés, Osasuna, Athletic... En fin, que me voy por las ramas.

Lo que nos queda a nosotros es: Almería (c) - R. Madrid (f) - Osasuna (c) - R. Sociedad (f) - Español (c)

Al Atlético: Deportivo (f) - Malaga (c) - Racing (f) - Hercules (c) - Mallorca (f)

Al Athletic: Español (f) - Levante (c) - Deportivo (f) - Malaga (c) - Racing (f)

Parece que lo tenemos un poquito más difícil que ellos, aunque en caso de triple empate nosotros seríamos quintos, el Athletic sexto y el Atlético séptimo. En los enfrentamientos particulares ganamos a los madrileños y perdemos con los vascos, que son, para mí, los grandes favoritos para quedar quintos (tienen dos puntos más que sus dos rivales y ganan en su average con el Atlético también). Eso si no les da por hacer la machada de dar caza al Villarreal, que los tienen a 6 puntos, aunque con el goal average perdido.

Por tanto, yo me centraría en mirar a ver qué hacen los patéticos, al tiempo, por supuesto, que nosotros nos dedicamos a ganar nuestros partidos, empezando por el próximo en Almería.

Por cierto, el año pasado, muchos sevillistas estaban que trinaban por el comportamiento que tuvieron los almerienses en nuestro último partido de liga, con todo lo que nos jugábamos nosotros y la nada absoluta que se jugaban ellos. ¡Qué profesionales fueron! Y muchos nos preguntábamos si tendríamos la oportunidad de devolvérsela, siendo igual de profesionales cuando ellos se jugasen algo.

Pues bien, ahí tenemos la oportunidad. Una victoria sevillista en el Estadio de los Juegos del Mediterráneo casi sentenciaría el descenso del Almería a Segunda División. 

¿Alguien da más?

3 comentarios:

tomas cotelo dijo...

Pues a mi no me da verguenza ninguna,cuantos partidos se paran por faltas reiteradas y tanganas para que corra el reloj,y eso lo hacen los profesionales,eso tampoco es deportivo.Lo de ayer no lo hicieron los profesionales.No seamos tan pusilanimes.

Rafael Sarmiento dijo...

A/A Tomás Cotelo

En cada deporte hay una serie de reglas, algunas no escritas, que se deben respetar, o en cuyo respeto está el decoro. A veces son ridículas o hipócritas, pero esas reglas no las inventé yo ni ninguno de nosotros. En tenis, por ejemplo, el súper admirado Nadal trata de desconcentrar a los rivales tardando una eternidad en sacar, pero en las gradas no se permite ni el zumbido de una mosca, por eso,porque desconcentra. ¿Alguien se imagina al árbitro de un partido de fútbol pidiendo silencio justo antes de que un jugador lance un penalty? Pues en el tenis se hace. En el fútbol no. ¿Por qué?

Lo que se hizo ayer en el campo del Sevilla no está bien, no es comúnmente aceptado. Y por eso no me gusta. Porque yo quiero que a mi equipo se le respete, no que se le considere indecoroso o chabacano.

Otra cosa, como digo en el post, es la doble vara de medir, la hipocresía o la ridiculez de algunas normas.

Eso sí, en el fondo tienes más razón que un santo.

Muchas gracias, un saludo.

Juan Angel de Tena dijo...

Amigo, Yo tambien pienso que no hay que esconderse detras de una actitud, que por mas que se repita en todos los campos, no deja de ser indigna del futbol español y profesional.

Sobre lo que nos queda, creo que los calendarios son mas o menos similares.
Solo un pequeña-gran diferencia.
El Sevilla tiene un gran enemigo que no tienen los demas.
No, no es el Madrid, es el propio Sevilla...

Un fuerte abrazo amigo.

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