martes, 29 de enero de 2013

Demasiado cambio.

Antes que nada, y para entender lo que quiero decir hoy, es necesario saber que mañana miércoles, tras la reunión entre le Comisión Delegada de la Liga de Fútbol Profesional y el Consejo Superior de Deportes, se dará a conocer un nuevo reglamente sobre el control económico de los clubes de fútbol en España, en base al cual, dichos clubes deberán demostrar antes del 30 de junio que sus cuentas están saneadas y que hay equilibrio entre sus ingresos y sus gastos. Además, tendrán que hacerlo sobre bases reales, no hipotéticas. Y el que no lo haga (o no lo pueda hacer) no podrá fichar a ningún jugador porque la LFP no lo inscribirá. No es algo que yo me invente. Lo he sacado de aquí

Esto no es cualquier cosa. Esto es algo que se veía venir desde hace tiempo porque, por mucho sinvergüenza que haya metido en el mundo del fútbol, las cosas tienen su límite, todo tiene su límite, y al límite se llega tarde o temprano. Parece que hemos llegado. 

Dicho esto, quiero lanzar una pregunta: ¿soy yo el único que intuye que la directiva del Sevilla ha tirado a la basura la planificación hecha en verano (mejor, peor o regular) y ha vuelto a empezar ahora en invierno? Aun conociendo el riesgo que supone tanto cambio en mitad de temporada. Porque una cosa es ponerle parches a algo que se ha hecho mal, y otra el cambio de rumbo que, al menos yo, percibo que se está produciendo. Cambio de rumbo, por cierto, hecho deprisa y corriendo, casi a golpe de corazón, como si la vida nos fuera en ello, cuando se podría haber empezado antes del parón navideño, por ejemplo, cambiando entonces al entrenador para que se incorporara con tranquilidad. Lo dicho, como si la vida nos fuera en ello. ¿Acaso nos va?

Sé que alguno liquidará este argumento diciendo que es que los directivos son así de malos, y punto. Lo sé, los habrá que lo hagan, pero es algo que me parece tan corto y tan simplista como aquello de Víctor Orta con los puntos, la suerte y los árbitros (pero visto desde el otro extremo). Por tanto, no le prestaré mayor atención. 

Ayer, mientras veía el partido, estas ideas me rondaban la cabeza. Y lo primero que hacía era congratularme por el cambio de actitud del equipo. Un equipo ordenado, intenso, regular en lo que a la duración del partido se refiere (sin lagunas temporales, sin regalar uno de los dos tiempos), solidario en las ayudas..., un equipo que comienza su juego tratando de mantener la portería a cero a base de alejar lo más posible la batalla de la portería propia. La calidad técnica y el juego bonito lo dejamos para otro momento, si eso. Ese cambio de actitud es fundamental. Absolutamente. Ser competitivo no es sinónimo de tener calidad. Evidentemente, si se tiene calidad, lo otro debe ser más sencillo, pero no  es imprescindible. Y el Sevilla necesita asumir la mentalidad de competitivo por lo que pueda pasar. Por lo que esté por venir. 

Digo esto porque desde la directiva también parece que se ha cambiado. El presidente ya no habla de gloria, de grandes objetivos, de Europa y milongas varias tan comunes en él desde casi siempre. Creo que se ha dado un paso atrás (o varios). Se habla de comenzar de nuevo, de ir partido a partido, de la necesidad de vender etc. Un discurso tan austero que hasta chirría. Y se actúa en ese sentido. Se trae a un entrenador que todos sabemos a lo que juega. Se pone en el escaparate a todos y cada uno de los miembros de la plantilla. Se vende a uno de los porteros cuando nos lo jugamos todo en una semana y el otro está lesionado. No se ficha a nadie (salvo a Stevanovic, que yo tampoco entiendo bien ese fichaje), cuando a la mayoría nos consta que el equipo necesita, como mínimo, un delantero. Y como el comer. 

Se entiende que la economía anda mal y es necesario ajustarla. Muy bien. Pero ¿se han dado cuenta de eso del verano para acá? ¿En verano no lo sabían, actúan de la forma que lo hicieron, ahora se dan cuenta de lo otro y pegan este golpe de timón? Es que eso no hay quien se lo coma. Tiene que haber algo más. Yo no estoy juzgando la planificación. Posiblemente no fuera buena, pero lo que está ocurriendo estos días va más allá de parchear una planificación que no fue buena, como decía antes. Esto es un cambio de rumbo. Un cambio de rumbo de los que se suelen hacer al finalizar una temporada y antes de que empiece la siguiente. O con vistas a esta. No tiene demasiado sentido. 

O sí. O a lo mejor los acontecimientos se están precipitando en eso que llaman "fair play financiero" y ha habido que actuar con la misma precipitación. La directiva se puede haber equivocado. De hecho, se ha equivocado, y mucho. Pero yo creo que aquí, aparte de eso, hay más. Y no dejo de preguntarme si tiene algo que ver con lo que decía al principìo del nuevo reglamento. O algo semejante. 

No son más que elucubraciones. No sé nada ni puedo saberlo. Simplemente intento buscar una explicación a tanta decisión aparentemente incomprensible. 

Mientra tanto, que el equipo haya recuperado el rumbo es una noticia extraordinaria. Porque, ya sabemos, si la pelotita entra, todo es más fácil. 

1 comentario:

Alberto H. dijo...

Pues sí, yo también tengo la impresión de que tiene que haber algo más y que no se está diciendo toda la verdad.

Del Nido dijo que no había necesidad imperiosa de vender, pero se ha traspasado a un portero en un momento muy delicado, y hoy se habla en diversos medios que se puede ir Fazio al Zenit.

Si no hay necesidad de vender, ¿por qué quitamos potencial a la plantilla cuando hay tanto en juego?

Efectivamente, algo no cuadra.

Un saludo.

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