Desde el primer momento en que llegó al Sevilla, yo siempre he sido un acérrimo defensor del delantero marfileño. Sobre todo porque lo he visto jugar en el PSV Eindhoven y me parece un futbolista sensacional. Sus condiciones para este deporte son extraordinarias. Es muy fuerte, técnico, veloz e inteligente. Lo ha demostrado en Holanda, y también en una selección tan potente como la de Costa de Marfil, con delanteros tan contrastados como Salomon Kalou o Didier Drogba, y otros que vienen pegando fuerte como Gervinho, Sekou Cissé o Seydou Doumbia, a quien veremos cuando nos enfrentemos al CSKA de Moscú, equipo que lo acaba de fichar en enero tras marcar 37 goles en 47 partidos en el Young Boys suizo.
Sin embargo, y como suelo decir, para triunfar en el fútbol no basta con tener cualidades físicas y técnicas. Hay otro tipo de virtudes necesarias, que hacen que jugadores menos dotados lleguen más lejos que otros en teoría mucho mejores. Hablo de la capacidad para concentrarse, para recuperar, para adaptarse a los sitios y las circunstancias, para competir por el puesto con otros... no sé, se trata de muchas otras cosas que complican mucho la tarea de las secretarías técnicas a la hora de fichar. ¿Por qué unos jugadores triunfan en unos sitios, y son incapaces de hacerlo en otros ? Por poner algunos ejemplos, Baptista, Reyes, ¿recordáis a Nicolás Olivera...? Y Arouna Koné, por supuesto. Porque lo de Koné en el Sevilla no tiene explicación. Vale que el primer año, tan complicado en el Sevilla con la muerte de Antonio Puerta y la marcha de Juande Ramos, pues no se supo adaptar. Vale que el segundo se lesionó, y sólo estuvo apto en el último tercio de la temporada. Pero, ¿y este año? Vale que superar a Luis Fabiano y Kanouté es difícil, y que Negredo vino a complicar aún más el puesto. Pero yo tenía la esperanza de que en estas semanas en las que el Malí estaba con su selección y Luis Fabiano lesionado, pues aprovechara su oportunidad. Incluso, con la caraja que dominaba a Alvaro Negredo, parecía que partía con ventaja, y así lo demostró Jiménez con sus alineaciones. Pero hasta el madrileño ha pasado por delante de él. Koné no ha hecho nada, ni el amago, ni se le vieron las intenciones.
Pero dejad que os explique por qué esa confianza que he tenido hasta ahora en este futbolista. Voy a empezar por su trayectoria. Koné llegó a Europa en 2002 para enrolarse en las filas del Lierse SK belga. Se trataba de un jugador corpulento pero veloz, que jugaba de segundo delantero. En Bélgica estuvo una temporada, en la que jugó 32 partidos, y marcó 11 goles (bastante bien para un segundo delantero). Su buena temporada le valió el pase a la liga holandesa (bastante más potente que la belga), y fichó por el Roda, donde estuvo dos años y marzó 28 goles en 63 partidos (Casi 15 por temporada). Fue entonces (2005) cuando el PSV Eindhoven pagó 9 millones de euros por él, y Arouna se enroló en uno de los mejores equipos del país, y que la temporada anterior llegó a disputar las semifinales de la Champions.
Con el PSV ganó dos ligas cosecutivas. Él era el segundo delantero, y marcó 21 goles en 53 partidos. La responsabilidad goleadora de aquel equipo recaía en su compañero de línea, el peruano Jefferson "La Foquita" Farfán, que hizo 49 goles en ese periodo. En esas dos temporadas se destapó como un sensacional asistente. El típico jugador que abre la lata para que otro remate la jugada. Ese es el juego de Arouna Koné. Él no es un goleador. De él se debían esperar unos diez goles por temporada. Lo que ha hecho en otros equipos. Incluso en la selección lleva 9 goles en 27 partidos, con lo que mantiene esa media. Pero aquí, en Sevilla, nada de nada. Pero nada en absoluto, ni ligeras impresiones. Desconcertante.
Hay quien dice que se trata del mayor fracaso de la dirección deportiva que comanda Monchi, pero yo creo que eso es injusto. El paso natural en la carrera de Koné era un club como el Sevilla. De un equipo medio belga, pasa a un equipo medio holandés, luego a un grande de la Eredivisie, donde triunfa, y lo siguiente es una liga potente. Eso era lo lógico. Ahí no se equivocó Monchi.
Por otro lado, el momento de ficharlo fue para encarar la temporada en la que debíamos aspirar a la liga, y disputar la Champions. Era justo después de los cinco títulos. Había que reforzar el equipo. Teníamos cuatro delanteros, Luis Fabiano, Kanouté, Kerzhakov y Chevantón. Estos dos últimos no acababan de encajar, con lo que el fichaje de otro punta era necesario. En ese sentido, la intención era la correcta.
Y luego estaba el precio. 12 millones de euros. El mayor montante jamás pagado por el club en su historia. Pero hasta aquí considero que se hizo bien. Y si no, pensadlo. El PSV pagó por él 9 millones de euros, y dos años después, cuando se trataba de una de las estrellas de un equipo que había ganado las dos ligas de un modo consecutivo, lo vende por 12. Sólo por 12. Eso es inaudito. Los holandeses son expertos en sacar partido económico de sus estrellas. Sobre todo de los delanteros. Del PSV salieron, entre otros muchos, Romario y Ronaldo. Son unos maestros a la hora de sacar jugadores desconocidos, y venderlos por millonadas. Farfán, por ejemplo, fue vendido al Schalke 04, y le sacaron 8 millones de beneficio. Y eso que es un jugador conflictivo, que ha sido sancionado varias veces por su selección por actos de indisciplina.
¿Qué tipo de negociación no haría Monchi, para traerse a una de las estrellas de un equipo como el PSV, reportando al club de origen un beneficio de sólo 3 millones de euros tras ganar dos ligas consecutivas? Esto es lo que me molesta de algunos expertos periodistas de nuestra ciudad. Que de estas cosas no dicen nada, seguramente porque no las saben. Pero se ceban con lo malo. Hay que decirlo todo, señores. Eso es informar bien.
El caso es que el fichaje de Koné por el Sevilla era, sobre el papel, perfecto, de libro. Pero, como decía antes, hay cosas difíciles de controlar para un secretario técnico a la hora de fichar. Nunca se puede saber si un jugador se va a integrar en un equipo o en una ciudad. Se puede intuir. Koné se integró en el Lierse, en el Roda y en el PSV. ¿Por qué no en el Sevilla? Pues porque no. Peor fue lo del Arsenal con Reyes.
El Arsenal tiene la mejor dirección deportiva, no ya del mundo, sino en mi opinión de la historia del fútbol. Lo que esos tipos hacen es increíble. Jugadores de dieciséis o diecisiete años traídos de cualquier parte, que así de jóvenes comienzan a triunfar en la primera plantilla. Es algo impresionante, colosal. Aquí conocemos el caso de Cesc Fabregas, y últimamente Fran Mérida, pero hay muchos más: Wilshere (18), Walcott (20), Ramsey (19), Nasri (22, pero llegó con 19), Bendtner (22, pero llegó con 17). Y estos son los tipos que vinieron a por Reyes.
Nadie dudará de que el seguimiento que le hicieron al utrerano fue extenso. La prensa sevillana se llevó meses espiando al espia inglés que seguía a nuestro delantero. Yo creo que les dio tiempo a conocerlo a la perfección, no sólo como futbolista, sino como persona. Pagaron 25 millones de euros por él, ¿y cuál fue el resultado? Ya veis. ¿Qué ha sido de Reyes? ¿Cuánto vale Reyes hoy? ¿Cómo es posible que ese jugador triunfara en el Sevilla de la forma en que lo hizo y luego fracasara en todos los clubes en los que ha estado después (y ha estado en varios)? Y lo más grande. ¿Cómo es posible que algo así se le escapara a unos expertos (estos de verdad) tan contrastados como los del Arsenal? Pues porque, como le ha ocurrido a Monchi con Koné, hay cosas que a veces son incontrolables. Por mucho empeño que se ponga.
De verdad os digo que lo de Koné es absolutamente desconcertante. Tan buen jugador como era... Es que lo veo y no lo conozco. Parece incapaz de controlar un balón, de hacer un regate, de dar un buen pase, de pegar una carrera... De verdad que me parece increíble. Y yo ya me cansé. Ya no puedo más. No veo motivos para seguir confiando en él. Se acabó. A estas alturas pienso que el Sevilla debería encontrar la fórmula para darle una salida. Cualquier chico del filial, o del Sevilla C, lo haría como poco igual de bien (o mal) que Koné. Una cesión no sería mala cosa. Que jugara en otro sitio, que se revalorizara un poco, y que se pudiera vender por algo que en parte amortizase el enorme costo que supuso su fichaje.
Y en verdad pienso que con este pasará como con Makukula, que se fue de aquí desahuciado, y acabó por ser internacional con Portugal. Koné acabará triunfando en cualquier sitio, y nosotros nos seguiremos preguntado por qué coño aquí no. Es que es inexplicable.
Sea como sea, Arouna, lo siento. Has perdido al último que te seguía apoyando. Lo siento de verdad, pero es que es demasiado.
6 comentarios:
Yo tb tenia muchas esperanzas en Koné,pero la mala suerte que ah tenido con la lesión,han determinado su rendimiento en el Sevilla!!
Y vamos a ganar y remontar el vuelo en la tabla!!
Un abrazo!!!
A Koné lo vi por primera vez en el Mundial de Alemania y el caso es que no me desagradó en absoluto. Un jugador que entra desde atrás con mucha potencia y que, pese a no tener mucho gol, deja unas buenas cifras goleadoras tenia que triunfar como sea. Se dan muchos factores como tu dices, pero yo creo que la calidad no es porque de eso va sobrado.
Por cierto, me contó un amigo sevillista un chiste muy bueno sobre Koné hace unos dias: "¿Como se llama Koné de nombre de pila? Kasemo. KASEMO (QUE HACEMOS CON ACENTO SEVILLANO) KONÉ" jajajajajajjajajajaa.
Saludos.
Saludos.
Lo que me subleva es que tengamos una paciencia infinita con algunos y con otros no.
Quiero recordar los dos años letales de Luis Fabiano y que nadie recuerda ahora. Y se me ocurren más nombres.
Yo creo que es muy bueno.
Cuídate.
Estoy totalmente deacuerdo contigo en todo, para mí no hay nada que reprocharle a Monchi en este fichaje. No ha cuajado y punto
Un Abrazo
Raro que nadie te haya dicho:
"La culpa es de Jiménez"
sin dar nigun otro motivo y explicación.
Déjame compartir contigo el título de "último que apoya a Koné". Desde luego que la esperanza se está perdiendo, y a eso ayuda el hecho de que al jugador se le vea ya incluso un pelín indolente en su actitud.
Si llega el momento definitivo en que el Sevilla decida no contar con él, me dará tremenda pena, aunque será lo más sensato.
Aún me acuerdo de sus primeros 3 partidos, temporada 2007-08.
Espanyol, Slavia de praga (sus dos únicos goles) y Zaragoza, sobre todo Zaragoza.
Vaya cañon de futbolista. Dos años y pico después, parece mentira.
Con sentimientos encontrados, habrá que esperar acontecimientos.
Un abrazo, y gran artículo, eres un crack en fútbol internacional, ¿eh?
@ RamonStones
La lesión partió por completo su adaptación, está claro, pero ha tenido tiempo de sobreponerse. Es una pena que no lo haya hecho
@Jaime
jeje. Buen chiste, sí, pero para completarlo, sigamos con el acento sevillano. "Kasemo Koné" = ¿Qué hacemos con él? Esa es la pregunta que se hace el Sevilla desde hace tiempo.
@ J.M. Ariza
Lo de los dos primeros años de Luis Fabiano es el ejemplo que yo siempre pongo cuando alguien se pone nervioso por el rendimiento de los nuevos fichajes. Hay que tener paciencia está claro. Pero es que esta es la tercera temporada de Koné. Luis Fabiano alternaba algún partido bueno con muchos muy malos es sus primeros dos años, pero es que el marfileño no ha hecho nada de nada. En serio que es algo que me desconcierta, porque yo sé bien que es muy buen futbolista.
@Jose Antonio
Es que ya digo que hay veces que no se pueden controlar ciertas cosas. Lo curioso es que los fichajes de Monchi que menos han rendido son los que más han costado. Es casualidad, pero no deja de ser curioso.
@Gol Sur Tribuna Alta
Pues fíjate que yo aquí sí que le doy algo de responsabilidad a Jimenez. Y nada tiene que ver con que sea mejor o peor entrenador. Aparte de la actitud del futbolista, un entrenador debe sacar el máximo de sus jugadores, y en mi opinión, Jiménez le dio pocos minutos cuando esa actitud era mejor que la actual. De todos modos, imagino que él estará incluso más desconcertado que yo.
Respecto a lo del fútbol internacional, pues muchas gracias. Me gusta mucho bichear a ver qué pasa por el extranjero, pero la verdad es que la wikipedia ayuda mucho, para qué nos vamos a engañar.
Un saludo a todos, y muchas gracias.
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