Cualquiera que lea este blog con cierta regularidad sabe de sobra que a mí la selección española me motiva bastante poco. Tanto es así que ni siquiera la conquista de una Copa del Mundo es capaz de engancharme. Por tanto, estos días en los que todo lo futbolístico se para para dar paso a los compromisos internacionales me producen un sopor tremendo. Es que no sé qué hacer los fines de semana como este. Estoy tan acostumbrado a meterme de lleno en la actualidad del Sevilla, en las previas de los partidos, en los partidos y en los post-partidos que cuando me quitan eso me descolocan. Algo parecido me pasa en verano, pero en las épocas estivales, entre una cosa y otra, con las vacaciones, los fichajes, las pretemporadas y todo eso, pues lo sobrellevo. Pero con esto de las selecciones...
Ayer, por lo visto, España ganó a Lituania (creo que era Lituania el rival). Os prometo que no sólo no vi el partido, es que ni me acordé de él hasta que hoy he visto el telediario del mediodía. Así que eso, que muy bien. Por supuesto, prefiero que gane España antes que los bálticos, pero poco más. Vi la noticia, me pareció estupenda y el sopor volvió a mi estado de ánimo.
Y ahora estoy aquí, escribiendo por escribir simplemente porque hace ya varios días que no escribo y eso no debe ser. He consultado las noticias que se han publicado últimamente, pero pocas de ellas me han llamado la atención. Me ha fastidiado bastante lo de la lesión de Capel, más que nada porque no sé qué coño hace Capel en la sub'21. Si ya me molesta que jugadores del Sevilla vayan a la absoluta, imaginaos esto otro. Con la falta que nos hace que estén todos los jugadores entrenando y empapándose de las ideas que traiga nuestro nuevo entrenador.
Por otro lado, me ha escandalizado algo de lo que me enterado en estos días. Eso de que este año se pueden traspasar jugadores en el mercado de invierno aun habiendo jugado más de cinco partidos. Esto lleva camino del desastre. La liga escocesa va a ser un dechado de competitividad y emoción comparado con lo que se va a convertir la nuestra. Ya hasta paso de extenderme demasiado en cosas como esta. Me he hartado. Me aburren más hasta que la selección. Durante un tiempo, tuve la esperanza de que hubiese algo así como una especie de revolución en nuestro fútbol cuando Del Nido abanderó esa idea de plantar cara a los grandes con el tema de la televisiones. Pero al final parece que ha bastado comprar al Valencia y al Atlético de Madrid con lo más parecido a una limosna para que el asunto tenga visos de liquidarse dejando las cosas más o menos como están. Pues bien. Que sigan así. Que hagan lo que les de la gana. Da igual. La cosa estallará tarde o temprano y de la manera que sea. Pero nunca conseguirán quitarme mi sevillismo. Por mucha diferencia que haya con los más grandes, nunca conseguirán algo así.
Y poco más ha habido que me haya llamado la atención. Por eso estoy tan aburrido. No veo el momento de que pase de una vez este martirio y volvamos de nuevo a la normalidad. Y mucho más cuando parece que el Sevilla va recuperando las buenas sensaciones. Qué ganas tengo de que llegue el día del próximo partido para confirmar ese hecho. Y para poder volver a ver nuevos grandes encuentros de mi equipo. Porque me da la sensación de que eso es lo que está por venir.
Confío en que me disculpeis por un post con tan poca sustancia, pero es que no doy para más en estos días. Espero que, una vez vuelva la emoción del día a día en torno a nuestro equipo, también lo haga la inspiración a la hora de escribir artículos. Ahora mismo, ya os digo, no doy para más.
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