miércoles, 6 de abril de 2011

La ambición del Schalke 04 es lo que necesitamos

Anoche me entretuve en ver el mejor partido que se disputaba ayer de los cuartos de final de la Liga de Campeones. Me refiero, naturalmente, al Inter de Milán - Schalke 04 (se llama así, no Schalke de Raúl como algunos nos quieren hacer creer allá por el centro de la meseta). Y os aseguro que no me defraudó. Vaya partidazo. Vaya soberaba paliza que les pegaron nuestros amigos de Geselkirchen a los actuales campeones.

El Schalke 04 tiene este año un gran equipo. Aparte de Raúl, cuenta en sus filas con Neuer, el portero titular de la selección alemana, Jurado, Huntelaar (que ayer no jugó), Edu, Farfán (quien fuera pareja atacante de Koné en el PSV Eindhoven)... Pero es que se enfrentaban al todoposeroso Inter, al equipo que el año pasado hizo la del Barcelona de la tamporada anterior y lo ganó todo, Liga, Copa, Champions y Mundialito de Clubes. El equipo de los Julio César, Maicon, Zanetti, Chivu, Materazzi, Snejder, Milito, Eto'o, Motta, Cambiasso, Zanetti, Stankovic.... Por cierto, vaya golazo que marcó Stankovic en el primer minuto de juego, con una volea casi desde el centro del campo. No un voleón, una volea. De lo mejorcito que he visto en mi vida.

Bueno, pues a pesar de jugar contra este mastodonte, en San Siro, y de encajar un gol en el primer minuto, nuestros amigos de Geselkirchen acabaron ganando por un escandaloso 2-5 y ya tienen pie y tres cuartos en las semifinales de la Champions. Nada menos. El equipo del que vino Ivan Rakitic. A suizo-croata ya lo conocemos aquí. Ya tiene que ser bueno el Schalke para que, aun dejándolo ir, sigan haciendo la espectacular temporada que están haciendo. Al menos en Champions. Y tras destituir al entrenador hace casi nada por motivos extradeportivos. Para quitarse el sombrero.

Por cierto, que el puesto de Rakitic en el Schalke 04 lo ocupa ahora el ex atlético Jurado. Es que estos del Atlético son la leche. De modo que dejan de ir a Jurado, no logran convencer ni a Rakitic ni al Schalke 04 y el jugador se viene al Sevilla por poco más de dos millones de euros, y ellos se gastan siete en un tal Elías. Cuando Monchi (o cualquiera) lo hace mal, hay que criticarlo. Por supuesto. Pero, dicho eso, a uno siempre le queda el consuelo de los tontos: siempre hay alguien que lo hace peor. Y además, hay otros que lo hacen incluso mucho peor que los que lo hacen peor.

Pues bien, viendo el partido, no pude evitar acordarme del Sevilla. Es que no lo puedo evitar. El Schalke ganó anoche porque la ambición que demostraron fue extraordinaria. Se fueron a por el partido sin importarle el rival, el estadio, el ambiente, al gol encajado en el primer minuto, el segundo gol que recibieron despues de empatar... les dio igual. Jugaron a lo suyo, se fueron arriba sin contemplaciones y le dieron un baño al rival que tenían enfrente. Daba igual el que fuera. Al actual campeón de todo incluso. Y me acordé del Sevilla porque esa es la ambición que tenemos que demostrar para aspirar al cuarto puesto. El domingo jugamos en Mallorca, y nos debe dar igual que, como dice el tal Webó, el ambiente allí vaya a ser de lo más desagradable para Manzno (y por ende para el Sevilla). Nos debe dar igual el rival, el estadio, la presión, lo que hagan los otros equipos... todo. Igual que no hace tanto tiempo, unas temporadas atrás, cuando jugábamos con esa ambición y si no llega a ser por aquel árbitro (en Mallorca precisamente) también lo hubiésemos ganado absolutamente que todo. Que eso que hizo el Schalke anoche de ganar por goleada en el campo de uno de los mejores equipos del mundo es algo que nosotros también hemos hecho en ocasiones anteriores. No hace tanto. En aquella temporada para ser exactos.

Y anoche, viendo el partido, tuve claro cual debe ser el camino. Aun sin Kanouté, que se nos ha lesionado. Da igual. Con la actitud que tuvo ayer el Schalke, la misma que teníamos nosotros en aquella otra época, todo es posible. Absolutamente todo.

Por último, quisiera hacer una mención acerca de Raúl. No exagero si digo que probablemente sea el jugador que peor me cae del mundo. Quizás sólo por detrás de Cristiano Ronaldo. Pero mientras en el caso de este último es por culpa de su propia actitud (sólo eso suficiente para que me caiga tan mal, a pesar de que haya otros muchos motivos), en el caso de Raúl es por la insoportable paliza que nos pegan continuamente año tras año respecto a él desde los medios de comunicación. Y eso no es culpa de él. De hecho, pocos jugadores de los considerados históricos han aceptado con tanta dignidad su propia decadencia. Y eso que podría haberse aprovechado para sus propios intereses de la indignante defensa que de él hacían (y siguen haciendo) desde la prensa. Nunca dijo una palabra más alta que otra respecto a sus ausencias en la selección, y tampoco de su suplencia en el Madrid. Y cuando le llegó el momento, se negó a ser un dinosaurio cobrando por no hacer nada, se fue a un club de menos categoría y ahora triunfa allí. No sólo ha batido el récord de máximo goleador de la historia de la Copa de Europa, sino que está liderando al Schalke, por ahora hasta las semifinales de la Champions.

Que lo cortés no quita lo valiente.

O dicho de otro modo, al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.

Nota post post: Me han dicho que el Real Madrid le ha ganado por goleada al Tottenham. Bien, a ver si así reservan menos este fin de semana en su partido contra el Athletic de Bilbao. Y respecto a los ingleses, esos fueron los que nos robaron al entrenador más laureado de la historia del Sevilla cuando aún velábamos a nuestro añorado Antonio Puerta. Unos indignos que compran con dinero a otro indigno que se deja vender por dinero. Que les den.

2 comentarios:

Juan Angel de Tena dijo...

Me ha encantado tu nota del post...
Pues si amigo, de nuevo el Schalke.

Mas alla de Raúl, les deseo toda la suerte del mundo.
El espiritu del Schalke, el que tuviero ellos ayer, el que tuvimos nosotros aquel jueves de feria...
Un fuerte abrazo amigo.

Rafael Sarmiento dijo...

De verdad que me inspiró muchísimo el partido de ayer. POr los recuerdos que ese equipo siempre me trae y por la osadía de jugar de tú a tú al gran campeón en su estadio. Fue impresionante.

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