lunes, 21 de noviembre de 2011

¿A ti te pagan algo por eso?

¿A ti te pagan algo por eso?

Esta es la pregunta que me hace mi mujer cada vez que me ve la cara de palo consecuencia de una derrota del Sevilla. Y tiene más razón que un santo.  Si lo pienso detenidamente, es del todo ridículo preocuparse por lo que hacen o dejan de unos chavales, todos ellos más jóvenes que yo, que se forran de dinero a costa de pegarles patadas a un balón vestidos en paños menores. Con la de cosas malas que pasan en el mundo. Con la de preocupaciones que tengo en mi día a día. Con el trabajo que me cuesta llevar a casa lo justo para comer todos los días y pagar las facturas, ¿qué necesidad tengo yo de pasar un sofocón por culpa del mal hacer de estos señores? Cuando yo ni gano ni pierdo nada con ello.

Es cierto que esto es un sentimiento, que se trata de algo más profundo que lo que acabo de decir, que no es sólo fútbol, sino mucho más. Muchísimo más. Pero, al fin y al cabo, aquello no deja de tener algo de cierto. 

El país va camino de la ruina, la clase política española es para echarse a llorar de pena, la gente se manifiesta por las calles por mil motivos... ayer hubo elecciones, joder. Va a cambiar el gobierno. La delicadísima situación por la que estamos pasando la van a gestionar unos señores que acaban de ser elegidos en las urnas. De lo que hagan o dejen de hacer dependerá nuestro futuro y el de nuestros hijos (incluso nietos, dependiendo de la edad de cada uno). ¿Y me voy a llevar un disgusto de la hostia sólo porque la pelotita sólo entró una vez en la portería de Iraizoz, y dos en la de Javi Varas?

De verdad que a veces pienso que no soy más que un gilipollas. 

Puedo entender que si el Sevilla gana, pues uno se alegre y así se olvide durante un rato de los verdaderos problemas que nos atormentan la existencia. Puedo entender que se utilice el fútbol como motivo de evasión de  todo lo demás, que la cosa está muy mala y a veces se necesita una vía de escape. Pero que el fútbol se convierta en una preocupación más... Es más, que, con la que nos jugábamos ayer en las urnas, se convierta en la gran preocupación...

Repito, de verdad que a veces pienso que no soy más que un gilipollas. 

Por supuesto, lo que hizo el equipo ayer es para echar a alguien a los leones, y sé de algunos que tienen más que claro quién tiene que ser ese alguien. La defensa fallando como el año pasado, el medio del campo perdido en el mar de los imposibles, y la delantera pa sopita y buen vino. Decisiones incomprensibles por parte del entrenador, como la de dejar en casa a Campaña y poner a Fazio en el medio centro.

A ver, señor Marcelino, si soy capaz de decirlo clarito: FAZIO ES CENTRAL. Sólo central, y no de los excelentes. Situar a Fazio de medio centro es ponerlo a los pies de los caballos. Es destrozar el juego del equipo, es hacer que falle como una escopeta de feria, es provocar que la grada se vuelque contra él (que la cosa ya viene calentita en ese sentido). Es que se va usted a cargar la carrera de ese muchacho. Es que lo va a hundir, lo va a destrozar, va a conseguir que la gente no lo pueda ver. Esto es lo mismo que lo de Diego Capel por la derecha el año pasado. Que vaya temporadita la de Capel el año pasado. Pero es que jugaba en un sitio que no era el suyo. Ahora está triunfando en Portugal. Claro, jugando por la izquierda.

Es que hay que ser cabezón, madre mía. Y Campaña en la grada. Lo dicho, para echar a alguien a los leones. 

De todos modos, ¿a mí qué más me da? ¿Soy más rico o más pobre ahora que el Sevilla ha perdido? Si al fin y al cabo seguimos quintos. ¿Acaso gano o pierdo algo con esto? ¿Me puedo permitir el lujo de que esto me deprima, con la de cosas que tengo en el día a día que superar?

¡Anda y que os den, hombre!

Como veis, ando hoy de lo más cabreado, creo que igual que la inmensa mayoría del sevillismo. Pero no estoy seguro de si estoy cabreado con el Sevilla por hacerlo tan mal, o conmigo mismo por cabrearme. 

Es que es para indignarse, en serio. Para indignarse con todo, y conmigo el primero.

Que Marcelino se aclare de una vez con el tipo de juego que quiere imponer. Y que vaya decidiendo si es capaz o no de ponerlo en práctica. Que los jugadores se apliquen el cuento, se concentren, se empeñen en hacerlo bien, corran, luchen, lo que sea, pero, por Dios, no más ridículos. Que ganan un a pasta gansa por hacer lo que no están haciendo. Que la dirección deportiva cierre a la voz de ya el fichaje del delantero que el equipo necesita como el comer. Que no esperen a enero nada más que para inscribirlo. Que el día 1 esté en Sevilla y el 2 entrenando con sus compañeros. Y que el presidente los ponga a todos como velas, a todos, a trabajar, a esforzarse, a sacar lo mejor de sí mismos. 

Que cada uno haga lo que tenga que hacer. Que cada cual cumpla con su obligación, la que sea que le corresponda. Que quien tenga capacidad para adoptar medidas, pues que las adopte, que se pongan remedios y soluciones.

Que se haga lo que sea, pero, por favor, que se eviten cosas como la de este domingo porque a los aficionados no nos pagan nada por esto y no tenemos ninguna necesidad de más preocupaciones y disgustos de los que ya de por si nos da nuestro día a día. 

2 comentarios:

EL PAPI MAGASE dijo...

Yo debo de ser otro de esos gilipollas que cogen una perrea por ver como el equipo de sus amores hace un nuevo ridiculo ante la mirada de toda España,pero llevas razón ¿tendremos nosotros cosas mas importantes por las que preocuparnos? deberian de vez en cuando estos profesionales bajarse de la nube y empezar a saber lo que es meter el pan de cada dia en casa a nuestro nivel,entonces si que iban a correr como gamos y no solo correr,lo harian con sentido y todo y jugarian hasta el baloncito con dulzura y cariño,un abrazo Rafa sigues siendo un crack y no de los cualquiera como encabezas tu blog.

Marcu dijo...

Me gusta un poco descuartizar tus comentarios y el de hoy lo tienes perfectamente dividido en dos partes: Tú y el equipo.

Sobre la primera parte, no tienes que preocuparte, yo he padecido eso mismo y mucho antes que tú, no por más o menos sevillista sino simplemente por cronología. Y antes que yo, lo padecieron muchos.

Así que...eso, somos gilipollas.

La segunda parte; toda la razón del mundo. Aquí están pasando cosas y son negativas.

En algún blog, he lanzado esta pregunta:
Al dia de hoy ¿qué ha aportado Marcelino al equipo?

Yo, estoy preocupado. Muy preocupado por este Sevilla. Porque he vivido un descenso con Don Dan Giorgiadis que algunos recordarán.

Un abrazo y eso, que esto es sólo fútbol y la Prima de Riego subiendo y el país al borde del abismo.

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