Dentro de un par de semanas se cumplirán cuatro años desde que inauguré este blog. Prácticamente por las mismas fechas comencé también a escribir un relato, o mejor, a actualizar algo que había escrito con apenas 15 años. La historia me gustaba mucho; la forma de contarla, a los treinta y pico, me parecía ridícula. Claro que la visión que uno tiene de las cosas ha variado mucho en esos veinte años que transcurrieron de por medio. Por eso me dio por convertir un relato plagado de tonterías adolescentes en algo más serio.
¿Y por qué de repente me entró ese afán escribidor? Un blog y un relato a la vez. Pues por una cuestión que hoy día es muy común, pero que en aquellos momentos aún no lo era tanto. ¿Quién se podía imaginar la que nos estaba a punto de caer encima? Muy poco tiempo antes, la empresa en la que trabajaba quebró, desapareció y todos sus empleados nos fuimos al paro. Justo antes del verano, por cierto, el peor momento para buscar empleo en cualquier cosa que no sea el sector turismo. Tal y como estaban las cosas, era consciente de que podía tener por delante una buena temporadita sin trabajo. Ya digo que no me podía imaginar que la cosa fuera a ser tan dura, pero algo sí que me veía venir.
Ante la perspectiva de tener tiempo libre, decidí emplear parte del mismo en cosas a las que no puedes dedicarte cuando el trabajo lo copa todo. Y me puse a escribir. Abrí el blog y comencé con el relato. Del primero, todos sabéis de su existencia. De hecho, estáis leyendo esto. Pero lo segundo lo he tenido escondido a lo largo de todo este tiempo.
Al principio no fue nada serio, pero poco a poco fue tomando cuerpo. Y un año después de comenzar, registré en la Propiedad Intelectual 700 páginas de historia. Cuando digo 700 páginas, me refiero a 700 folios a espacio simple, letra verdana y tamaño 10. No 700 páginas de libro. De estas quedaría muchísimas más. Una burrada. Si lo hubiera dejado tal cual, Los Pilares de la Tierra sería un cuento infantil comparado con lo mío. De modo que a partir de entonces me dediqué a reducir y corregir. A releer la historia, reescribir párrafos, páginas y hasta capítulos completos para hacerlos más pequeños. El problema es que, a medida que iba haciéndolo, cogía experiencia, de modo que el estilo de lo último que escribía me gustaba muchísimo más que el de lo primero, con lo que volvía la principio para seguir adaptando y corrigiendo hasta llegar a sentirme como la pescadilla que se muerde la cola. Llegué a un punto de releer novelas que me habían gustado, pero sin hacer caso de la historia que cuentan, sino estudiando el modo en que expresaban según qué cosas, la manera en que estructuraban los párrafos y los capítulos, cómo lo hacían para seguir un proceso lógico en el tiempo, de qué forma daban vida a los diálogos, cómo describían a personajes, paisajes etc. Aparte, por supuesto, de acabar soñando con mis personajes y creyendo verlos al cruzarme con cualquier persona por la calle.
No puedo decir cuántas veces me he leído la novela, posiblemente decenas. Pero ha sido un trabajo apasionante. Y muy emocionante. Hace diez días la terminé por completo. Quiero decir que terminé la última "relectura", convencido de que ya estaba bien y no quedaban errores. De modo que la imprimí. Y lo hice en tamaño A5, es decir, tamaño libro. Luego le diseñé una portada y la encuaderné. Quedó semejante a lo que es un libro. Vuelvo a repetirlo, es verdaderamente emocionante verte con algo semejante entre manos sabiendo que es completamente tuyo, el resultado de cuatro años de trabajo. Siempre quise escribir una novela, lo he intentado infinidad de veces, pero nunca me salía como quería, siempre lo dejaba cuando apenas llevaba cien páginas. Y ahora, por fin, lo he conseguido.
Por supuesto, una vez tuve eso que tanto se parece a un libro entre manos, comencé a leerlo de nuevo, pero esta vez poniéndome en la cabeza de cualquier persona en manos de quien pudiera llegar. Y, cómo no, surgieron nuevos errores. Una coma mal puesta, dos palabras que se repiten en un corto espacio de tiempo, una expresión que queda mejor escribiéndola de otra manera. Son detalles nimios que estoy cambiando, que tardaré poco en terminar de hacer, pero lo grueso, lo importante está terminado.
Por cierto, aún no he contado de qué va. Como podréis intuir, el fútbol tiene una parte significativa en el argumento, pero no la principal. De hecho, el protagonista es un jugador de fútbol (del Sevilla, naturalmente), pero la historia no está enfocada desde el fútbol, sino desde su vida personal. Es decir, cuento lo que le ocurre a un chaval veinteañero durante cinco años y medio. Ese chaval es futbolista, por tanto, hay fútbol en la novela. Pero hay mucho más de lo otro, de todo lo demás en que consiste su vida. Y con ello trato de explicar, con un ejemplo concreto, por qué a veces un futbolista rinde más o menos, hace unas cosas u otras, se comporta de una manera o de otra diferente. La vida personal le influye muchísimo en el desarrollo de su trabajo. Como nos puede ocurrir a cualquiera de nosotros.
Aparte, hay muchos personajes que van, vienen o se quedan. Varias historias entrelazadas, todas relacionadas, pero todas independientes. Distintos ambientes, distintos lugares... y fútbol. Mucho fútbol también, por supuesto, aunque ya digo que no es lo principal. Tácticas, esquemas, modos de jugar, características de jugadores, de entrenadores y su influencia en el juego. Fichajes, cesiones, traspasos, éxitos, fracasos, lesiones, recuperaciones, la prensa..., en general, todo lo que rodea a este deporte. Y ya digo que desde la perspectiva personal de un chaval que se dedica a eso, pero cuya vida es mucho más que sólo eso.
Al final quedaron 690 páginas, esta vez sí que de libro normal, que no deja de ser una novela larga, pero dentro de un tamaño razonable. Por seguir con el ejemplo citado antes, Los Pilares de la Tierra supera las 1100, con lo que tampoco es ninguna exageración.
Una vez termine de corregir los últimos detalles, buscaré el modo de publicarla. Ya tengo vistas algunas empresas de autoedición por Internet, algo que está muy en expansión últimamente. No sé cuanto tiempo me llevará, pero cuando llegue el momento os lo haré saber.
Por cierto, una de las primeras cosas que pasan es que el Sevilla gana la liga española. Si la historia es mía y la escribo yo, en ella pasa lo que a mí me de la gana. Faltaría más.
9 comentarios:
No dejes de informarnos de su Publicacion ya tienes en mi a un comprador de tu Libro/Novela larga.
Saludos Sevillistas
Pues segunda alegria de la mañana...
Me alegra sobremanera esto que cuentas Rafael. Te deseo todo el exito del mundo con tu, no me cabe duda, excelente y magnifico trabajo y cuentas con Almas Sevillistas, el amigo Juan y yo mismo para lo que necesites. Por supuesto, por difusion no va a quedar.
Enhorabuena Rafael.
Un fuerte abrazo amigo.
Ya tienes aqui a otro lector incondicional y a otro comprador de esa joya,porque en mi biblioteca tampoco va a faltar esa novela donde nuestro Sevilla es campeón de liga y me imagino ya con tu toque personal como puede ser el relato,un abrazo y aqui me tienes también para lo que te haga falta y en mis manos esté,dicen que en esta vida hay que plantar un arból y escribir un libro,yo el arbol lo planté,concretamante un ficus y se puso tan grande que tuvo que venir el ayuntamiento a podarlo y finalmente quitarlo por quejas de los vecinos,las cosas de esta vida hermano,ya solo me queda escribir mi novela,lo mismo me animo que ultimamente se está poniendo muy de moda eso de escribir tu propio libro y es algo que creo que debe de llenar y de satisfascer mucho,grande Rafa ya estoy deseoso de que salga a la luz.
No me la pierdo. Con ese don que tienes para la escritura, será una joya.
Por su puesto que comprare el libro ya me diras cuando y donde se puede realizar porque estoy deseoso de leerlo
Me alegro que al final consigas lo que te propusiste.
Debe ser una inmensa satisfacción el ver el objetivo cumplido.
Si en tu interior te sientes satisfecho, has ganado mucho.
Sobre la obra, te daré mi opinión cuando la lea.
Si vas a hacer una presentación como..."Dios manda" me gustaría asistir y...aquí me tienes por si me necesitas para algo.
Me alegro un motón. Un abrazo.
Saludos.
D. Rafael, igual ya has plantado también el árbol.
Es emocionante.
Los que tenemos proyectos en marcha te envidiamos sobremanera. Envidia sana si eso es posible.
Esperaremos impacientes.
Felicidades.
Cuídate.
Pues espero con ganas poder leer esa novela escrita por ti,porque de verdad que desde que leo tú blog he comprendido muchas cosas y de casi todo,así que me alegra mucho por ti porque escribir un libro no es nada facil.
Te felicito por ello y te
deceo lo mejor para ese libro y para ti.
Saludos sevillista
Muchas gracias a todos. Espero poder terminar pronto y que los trámites para publicarla no sean demasiado complicados. Quería sacar a la luz este proyecto, dejar de tenerlo escondido y que los demás lo conocieseis. Y me siento muy honrado por vuestro interés.
Muchas gracias de nuevo, un abrazo a todos.
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