Una de chinos.

Creo que todo el mundo sabe ya que la Real Federación Española de Fútbol, la RFEF (a mí me gusta llamarles Errefef, pero eso es cosa mía) ha acordado con los chinos que se dispute en aquel país tan mandarín la Supercopa de España a partir del año que viene. Para ser estrictos, el acuerdo consiste en jugar allí cinco de las siete próximas finales, lo cual es comprensible. Los chinos no son tontos. Ellos quieren un Madrid - Barça, no una Supercopa de España. Y aunque es altamente probable que todas las Supercopas de España de los próximos años, lustros e incluso décadas las disputen los dos súper grandes, nunca está de más guardarse un poco las espaldas. No sea que por mano del diablo a alguno de los sparrings de esta zona de la Iberia profunda le de por joder la marrana y ganar la Copa del Rey. A pesar de los árbitros. A pesar de la manipulación. A pesar de la pérdida de dinero que supondría que derrotasen a alguno de los grandes. Si es que estos equipos pequeños no tienen cabeza. ¿No se dan cuenta del perjuicio económico que le causan a la Errefef con ese empeño que tienen por ganar alguna vez algo? 

¡Inconscientes!

Ojo, que hablamos de la Errefef. Que esto no es que los grandes clubes muevan sus hilos para obtener el máximo beneficio, lo cual es su obligación. Otra cosa es que los demás nos dejemos engañar, manipular, robar, etc. Si el resto se uniera contra los dos grandes, otro gallo cantaría. En fin, que me voy por las ramas. Decía que hablamos de la RFEF. Que si la Supercopa que resulta en una temporada no es interesante para los chinos, quien pierde dinero no es un club en concreto, sino la RFEF. O sea, que a la RFEF querrá que la Supercopa interese a los mandarines, a los cantoneses, y si es posible, a tós por igual. ¿Alguien confía entonces en la imparcialidad de la Federación? Porque yo no creo que les interese lo mismo a los chinos un Madrid - Barça que un Sevilla - Valencia. 

Pero bueno, como han tenido la habilidad de dejar dos Supercopas en el aire (se jugarán allí cinco de las siete próximas), hay cierto margen para permitir a otros aunque sea oler el jamoncito. 

Por cierto, que no somos los primeros en hacer esto. Resulta que ya se han disputado dos supercopas italianas en Pekín: La de 2009 (Lazio-Inter) y la de 2011 (Milan-Inter). Este año la jugarán Nápoles y Juventus, pero aún no se sabe si será allí o no. 

Pero lo que más me ha llamado la atención de las noticias referentes a China es otra cosa diferente. Resulta que a los chinos les ha sorprendido poderosamente que hayan puesto el partido entre las selecciones a las 22.00, que son las 4.00 de la mañana en la patria de Mao Tse Tung. Están escandalizados por no programarlo en horario de máxima audiencia en China. Y esto demuestra lo poco que conocen allí Sevilla y el clima sevillano. Si el partido lo programan a las 20.00 hora china, lo tendríamos que jugar a las 16.00 hora sevillana. ¿Se imaginan ustedes un partido a las cuatro de la tarde, en Sevilla, en junio? Resulta que este fin de semana no hace tanto calor como otros días, pero ¿qué hubiera ocurrido si les pilla con 38 o 40 grados?

Afortunadamente, ha podido más la salud de las personas que el dinero de mierda (de mierda cuando es de otros, que cuando eres tú quien lo tiene siente de maravilla, seamos honestos). Pero de estos tipos me hubiera podido esperar cualquier cosa. 

En fin, que me río por no llorar, porque todas estas cosas me producen un sentimiento de vergüenza y de desazón que sólo consigo paliar tomándomelo a guasa.