martes, 16 de octubre de 2012

Aclimatarse o aclimorirse

Si hay algo indiscutible en economía, es que esta se mueve por ciclos. Unas veces son de bonanza y otros de crisis. El capitalismo en un sistema que se ajusta solo, sin necesidad de que los gobiernos intervengan para que eso ocurra. Las crisis vienen motivadas por una serie de circunstancias erróneas y no son más que la reacción del sistema para solucionar dichos errores. Durante las crisis, el sistema elimina lo que ha fallado, apoyándose en lo nuevo que surja y que se adapte mejor a las circunstancias. 

Por ejemplo, en la crisis que sufrimos ahora mismo, el error vino por sobreexplotar el sector inmobiliario. Los bancos se lanzaron a tirar el dinero invirtiéndolo en dicho sector hasta que llegó el punto en el que los precios comenzaron a bajar, de modo que las inversiones ahora valen menos que el dinero invertido. Un piso por el que el banco invirtió (prestó) 150.000 euros, ahora vale 100.000 y eso supone una diferencia negativa de 50.000 euros. Por eso a la banca le falta dinero, por eso no puede dar crédito y por eso el Estado está tan empeñado en rescatarla. No digo que sea lo más correcto (ni mucho menos). Digo lo que se está haciendo. 

Por otro lado, como en todas las crisis, hay sectores que nacen y empiezan a despuntar. Sobre ellos se debería apoyar la recuperación de la economía. Por ejemplo, si los precios del petróleo suben sin parar por el simple hecho de que cada vez queda menos oro negro, el sector del automóvil entrará en crisis, pero de esa misma crisis surge la solución: el motor eléctrico. No hace falta que ningún gobierno intervenga para que las compañías automovilísticas se devanen los sesos hasta lograr encontrar una solución a sus problemas. 

En capitalismo, si se deja a la economía operar sin intervenir en ella, las crisis y las épocas de bonanza se irán sucediendo. En época de bonanza, el propio sistema detectará los errores que se están cometiendo (o los problemas que vayan surgiendo), los eliminará y seguirá adelante. En época de crisis, por el simple hecho de que las personas necesitan comer todos los días (o las compañías sobrevivir, como decía antes respecto a los automóviles) y se buscan la vida de la manera que sea para conseguirlo, aparecerán nuevos sectores de actividad sobre los que cimentar una nuevo ciclo de bonanza. Los liberales defienden dejar al sistema "libre" y que se intervenga lo menos posible. Bueno, ahora se les llama neo - liberales, lo cual es una tontería, la verdad. Es como llamar sevillista a mi abuelo y neo - sevillista a mi por el simple hecho de que el fútbol que veía mi abuelo no tenía nada que ver con el actual. Pero bueno, es algo que carece de importancia.

Por contra, los que critican a los liberales lo hacen porque defienden que los gobiernos intervengan en la economía, que no la dejen a su libre albedrío porque eso supondría aplicar la ley del más fuerte. Es cierto que si se aplica la ley del más fuerte, el resultado será mejor que si no se hace porque serán los mejores quienes sobrevivan y eso es mucho más productivo a la larga. Pero es que hablamos de personas humanas y todos tenemos los mismos derechos, seamos fuertes o débiles. Por tanto, es comúnmente aceptado que los gobiernos intervengan para distribuir la riqueza entre todos de alguna manera. Para no dejar que nadie se muera de hambre o que un golpe de mala suerte le lleve a la ruina. 

Evidentemente, esa intervención de los gobiernos ha de ser para defender a los más débiles, o sea, para evitar que se imponga lo que decía antes de la ley del más fuerte. Pero, ¿qué pasa cuando lo que hacen los gobiernos es intervenir para proteger al más fuerte? Es lo que se está haciendo hoy día. Los liberales andan que trinan porque los estados no dejan de intervenir en la economía, sobre todo subiendo impuestos, lo cual lastra la creación y crecimiento de las empresas. Y los intervencionistas están igual de enfadados porque esos impuestos más altos no van destinados a mejorar la calidad de vida de los más débiles, sino a salvar a muchos poderosos de la ruina resultante de sus malas prácticas. 

Se trata de una desastrosa política que nos está llevando a todos a eso, al desastre. Ni liberal, ni intervencionista. Ni de derechas, ni de izquierdas, para los que sigan anclados en esos conceptos. Están cogiendo lo peor de cada una de dichas tendencias. 

Posiblemente, si los gobiernos nos dejaran en paz y pararan de tomar medidas (ni buenas ni malas), saldríamos antes de esta crisis. Lo que están haciendo con nosotros es hasta peor que permitir que se imponga la ley del más fuerte. Si alguien "fuerte" es capaz de montar una empresa y el gobierno la hunde a base de tasas e impuestos, está impidiendo que ese "fuerte" salga de las listas del paro, haga crecer un negocio y contrate a medio plazo a alguno más de dicha lista. Eso multiplicado por muchos "fuertes" suponen la diferencia entre que la economía crezca o que siga estancada. 

Si nos dejaran en paz de una vez y pararan tanta intervención, o sea, tanto quitárselo al que menos tiene para dárselo al que más (justo lo contrario a lo que defienden los intervencionistas), podríamos aclimatarnos a la situación, a las circunstancias que nos han tocado vivir, y acabaríamos por salir del paso. Pero es que nos están obligando a "aclimorirnos", se están empeñando en sacarnos todo el jugo hasta dejarnos secos. No nos están permitiendo ni siquiera buscarnos la vida para tratar de salir adelante.

Desde aquí (vaya ingenuidad estoy a punto de perpetrar) le pido a quien corresponda que nos dejen en paz. Que no traten de salvarnos. Que no intenten sacarnos de la crisis para luego colgarse de la medallita. Que nosotros mismos nos valemos solos. Si no van ayudar, que al menos no molesten. Si no saben cómo hacerlo para que nuestra situación mejore, que al menos no la empeoren. Dejen que nos aclimatemos, no que "aclimuramos". 

4 comentarios:

Dori dijo...

Estos politicos de pacotilla con su tijeritas al frente jamás nos dejarán ni aclimatarnos ni a nada.
Me dan tanto asco que me repugnan con su pie en nuestras cabezas pisoteando nuestros derechos,hace tiempo,mucho tiempo que deje de creer en esta trupe del circo,si la vida se recicla en el sentido que dices seria facil pero¿conoces a algún politico honesto y que mire por el pueblo?yo no.
Ojalá tú inocente petición se cumpla y nos dejen evolucionar para que la crisis maldita se vaya.
No sabes como voy comprendiendo todo lo que esta pasando cada vez más gacías a tús post.
Magnifico ya se queda corto.
Saludos sevillista

Juan Angel de Tena dijo...

¡ Magnifico !.

Suscribo desde el ingenioso titulo hasta el ultimo punto con el que terminas este clarificador post Rafael.

En la dinamica en la que nos estan metiendo, esto no tendra ninguna solucion digna, mas bien todo lo contrario.

En el mejor de los casos, la solucion a largo plazo sera aclimorirse con las limosnas que nos van a dejar a este paso.

Lo dicho Rafael, magnifico post.

Un fuerte abrazo amigo.

Marcu dijo...

Totalmente de acuerdo con los ciclos de bonanza y crisis pero mucho me temo que ésta que nos está tocando vivir tiene otras connotaciones que anteriormente no se han dado. Aqui, pienso, hay un elemento que aunque no es nuevo ha llegado con más virulencia que en otras crisis y no es otro que la corrupción a gran escala, a nivel gubernamental. Demasiados intereses creados a nivel internacional.

He leído hoy por no sé dónde que cuando termine la crisis, en España habrá más millonarios que ahora. Eso es un dato significativo. Y muchñisimos más pobres que ahora...

Tienes una pluma que muchas veces da gusto leerte y releerte.

Un abrazo

Rafael Sarmiento dijo...

@Dori

Muchas gracias.

Si nos dejasen tratar de sobrevivir como buenamente pudiéramos y no nos pusieran más trabas, seguramente las cosas no nos irían tan mal.

@Juan Angel de Tena

El título lo escuché en la radio el otro día. Fue una frase que mencionó un señor cualquiera en la calle, a cuento de las elecciones gallegas y no sé qué que dijo un político. Me pareció magnífico.

@Marcu

La famosa diferencia entre ricos y pobres. Cuando es pequeña, hay mucha clase media y el país se considera desarrollado. Cuando es grande, la clase media se confunde con la baja y estamos ante una república bananera. Seguramente nos acercaremos más a lo último que a lo primero.

Gracias por lo de la pluma. Lo interpreto como que te gusta como escribo, no lo otro a lo que se refiere el concepto :-)

Muchas gracias a todos, un abrazo.

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