¿Habéis tenido alguna vez la sensación de que no sois aceptados en un círculo, en un grupo de personas, a pesar de pertenecer al mismo con todas las de la ley? Pueden considerar un club social, una asociación, una comunidad de vecinos, una cooperativa, incluso un lugar de trabajo, no sé, hay multitud de ejemplos. Me refiero a algo así como notar que te aceptan porque no les queda más remedio, porque hay unas normas que cumplir y es más complicado cambiarlas que aguantarte. Y uno lo percibe, se da cuenta porque sufre desplantes, ignorancia, rechazos, incluso burlas a lo mejor (o a lo peor más bien). Yo me he sentido así en alguna ocasión (pocas, afortunadamente) y la verdad es que es algo de lo más desagradable.
Bien, pues algo semejante a esto es lo que yo siento respecto al resto de españoles por el hecho de ser de donde soy. Y si la cosa se refiere al fútbol, pues mucho más. Ya podéis llamarme paranoico o pejiguera si queréis, pero pienso seguir con la reflexión.
Anoche jugó la selección española un partido contra la francesa, de igual manera que lo hizo el sábado contra la bielorrusa. Y yo no lo vi. No lo vi porque no me interesa lo más mínimo. Y no me interesa porque no me siento representado por ellos. No la considero mi selección, aunque ciertamente lo sea. Legalmente, más bien. Esto es así desde hace ya un tiempo y la razón la podéis encontrar en el absoluto ninguneo que, no sólo los sevillistas, sino cualquier equipo del sur de España sufre respecto a los demás. Pero como a mí sólo me interesa el Sevilla, pues me refiero a mi club.
¿Cuántas veces hemos dicho que si tal o cual jugador no jugase en el Sevilla, seguro que iría con la selección? ¿Cuántas veces nos hemos quejado de que tal o cual futbolista ha de jugar por decreto ley? ¿Cómo es posible que fueras de serie como David Castedo, Andrés Palop, Pep Martí o incluso Dani Alves (cuando se planteó la posibilidad) ni siquiera hayan debutado con el equipo nacional, con todo lo que han conseguido con el Sevilla? Yo he escuchado a gente decir en su día que no querían que un "asesino como Javi Navarro" (sic) les representase, pero que ahora justifican al animal ese con nombre de burrito (Pepe, quien tenga niños pequeños y fans de los Cantajuegos entenderá el chiste, muy malo, lo reconozco. Y que me perdonen en resto de Pepes del mundo). Si eso es así, ¿por qué me tengo yo que sentir representado por el impresentable de Fábregas, por poner un ejemplo de moda?
Fuera de nuestra tierra, tenemos que aguantar, no sólo el ninguneo, sino también la burla, la desconsideración, la humillación, el desprestigio. Nos consideran los putos bufones del reino, se nos dice que somos vagos y maleantes, que no trabajamos, que vivimos a costa del trabajo de otros, que no pagamos impuestos, que estamos siempre durmiendo o en el bar, que no hacemos más que organizar fiestas...
Por supuesto, pocos nos toman en serio, sólo se acuerdan de nosotros para echar unas risas o para directamente reírse de nosotros. Incluso, en televisión o cine, cuando quieren caracterizar a alguien bruto, o tonto o de bajo nivel cultural, casi siempre tiene acento andaluz. Nunca olvidaré lo que me ocurrió cierto día en Madrid, a donde fui no importa para qué, y que cuando me presentaron a cierta persona y esta supo mi lugar de origen, no se le ocurrió otra cosa que decirme:
- Hostia, ¿eres de Sevilla? Pues cuéntate un chiste.
A lo que yo contesté de inmediato:
- Cuéntalo tú, gilipollas.
De esa forma, dejé en evidencia a la persona que nos había presentado y me cargué la reunión, pero no fui capaz de mantener la serenidad. Ya he comentado alguna vez que quienes me conocen, me consideran alguien considerablemente borde y antipático. No es tanto así, pero hay veces que no me puedo contener. Ni tampoco me da la gana hacerlo.
En estas condiciones, yo me siento como describía en el primer párrafo del post. Yo soy español, el resto de españoles lo sabe y lo asume, pero siento que no me aceptan, que no me respetan, que no me consideran de igual por igual, que si me fuese de aquí y pasara a convertirme en belga, por decir algo, no les importaría demasiado. Y lo peor de todo esto es que no se refieren a mí como persona, sino a mí como alguien que nació en cierto lugar. Por el hecho de ser de ese sitio. Prejuicios, tópicos..., como queráis llamarlo. Eso es lo que parece importar, por encima de cualquier otra cosa, para un buen número de personas.
A mí no me sale animar a un equipo en el que están Cesc, Arbeloa o Torres, por poner algunos ejemplos. O en el que estaba Raúl antes. O del que hay aficionados que rechazan que vaya Jesús Navas porque consideran que no se lo merece (como si hubiera algún extremo en España, y casi en Europa, mejor que él). Incluso que pedían a gritos la internacionalidad de Reyes cuando jugaba en Madrid y ahora le llaman gitano de ese modo tan despectivo. No, señores, no puedo juntarme con otros aficionados que nos llaman yonkis y gitanos o que se burlan de la memoria de Antonio Puerta. Y mucho menos cuando los que mandan en ese equipo (supuestamente de todos) hacen la vista gorda ante cosas como esa y luego se nos tiran a la yugular cuando somos nosotros los que hacemos lo más mínimo.
No puedo, no me sale, por mucho que lo intente. Después de la humillación a la que nos sometieron en el partido contra el Barcelona (la cual aún colea viendo el modo en el que se ríen en nuestra cara con el asunto Medel), ¿cómo voy a apoyar a un equipo en el que está Cesc Fábregas, el mismo que hizo volverse violento al mismísimo Frederic Kanouté? Que no, que no puedo, que me es imposible.
Por eso no me interesa lo que haga la selección. Evidentemente, me alegro que gane y no quiero que pierda. Por supuesto, me produce cierto orgullo que se hable bien del equipo de mi país y que gane títulos. Mejor eso a que no lo haga o que lo haga otro. Pero a mi no me tira. No me interesa. No me mueve. Al menos en las circunstancias actuales.
No me gusta la España en la que vivo. Ni a nivel general ni en el fútbol en particular. Sé que es lo que hay y que no puedo más que aguantarme. Y de hecho, eso hago, aguantarme. Pero nadie me puede pedir que me motive la selección. Eso es un sentimiento y yo, de sentimientos, sólo entiendo de una cosa:
Sevilla Fútbol Club.
4 comentarios:
De los lectores de tu blog, el que no te conozca en profundidad es que no te lee como es debido.
Algo muy parecido me ocurrió "tiempo ha" en Madrid pero a mí me preguntó si era torero o cantaor. Y no fui yo sino mi amigo el que le dijo que toreaba a toros como él. Y los banderilleaba. Y por poco se lía.
Referente a la selección; yo sí ví el partido y me alegré que empataran, sobretodo por Torres y por Del Bosque, ese señor tan educado que no disgusta a nadie de allá. Nunca ví a una persona más políticamente correcta que ésta.
¡Ah! y...Pluma=Teclado. No rices el rizo. jajaja
Me despido. Te dejo tranquilo por unos días. Salgo mañana para el Reino Unido a pasar unos días con mi chaval.
Un abrazo para todos los que son.
Totalmente de acuerdo contigo en todo.
Y porque sé como nos tratan, yo hago igual, no los considero en ningún sentido,bastante aguantamos sus ninguneos y falta de respeto para encima reirles las gracías.
Yo deje un trabajo por no soportar como me trataban asín que sé perfectamente como te sientes.
Algún día tendra que combiar esto ¿no? que el sr Del Nido no vote más al Roures de las narices que lleva 20 años en el cargo.
Saludos sevillista
Querido Rafa, no has hecho mas que expresar con tu fina pluma el sentimiento de muchisimos aficionados al futbol, supongo que del Sevilla muchisimos mas.
A mi tambien hace mucho tiempo que dejo de interesarme la seleccion española sin que eso sea obice para que uno se alegre de las cosas buenas que le pasen, pero como tu relatas, no me tira, es una simple cuestion de sentimientos, y si de sentimientos hablamos, yo solo soy de tu equipo, de mi equipo, de nuestro equipo:
SEVILLA FC.
Un fuerte abrazo amigo.
@Marcu
O sea, que te alegras de que no gane España, jeje. Eres peor que yo :-)
Disfruta de tu hijo en la Gran Bretaña.
@Dori
A mí es que no me sale, ya digo. No tengo ese sentimiento que me hace alegrarme o entristecerme en función de lo que le pase a la Selección. E igual que tú te marchaste de ese trabajo, yo no sigo al equipo nacional. Les dejo con sus cosas, que yo me concentro en lo mío.
@Juan Angel de Tena
Pues eso, sentimientos. El fútbol carece de sentido si no es por los sentimientos. Es un deporte, nada más. Si no fuera por los sentimientos, pues tendría el mismo interés que el tiro con arco o la doma clásica. Y si es por sentimientos, Sevilla FC. POr todas las razones que he explicado.
Muchas gracias a todos, un abrazo.
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