Voy a hacer un reducidísimo resumen del partido que yo vi ayer:
El Sevilla dominó de cabo a rabo a un rival que se limitó a poner el autobús debajo de la portería, pero no le ganó porque no fue capaz de materializar ninguna de las cinco ocasiones claras que tuvo: Negredo, Babá, Medel, Navas y Campaña.
Ningún equipo del mundo es capaz de hacer un partido brillante contra un rival encerrado atrás como ayer el Levante. Que le pregunten al mejor equipo del planeta y sus peripecias contra el Chelsea en los últimos años.
Esto no quiere decir que el Sevilla sea un equipo de gran calidad. Tampoco que la planificación de los últimos años haya sido buena. Ni siquiera que con lo que tenemos podamos aspirar a mucho, poco o regular. No quiere decir nada de eso, eso son otros debates. Digo lo que yo vi en la noche de ayer.
El mayor problema del Sevilla es el gol. El mayor, no el único. No digo que no tenga más, digo que es el mayor. Ya sé que estoy escribiendo como si me dirigiera a mi hijo de tres años, pero es que a veces es necesario hacerlo así para que te comprendan. Que los hay muy listos para hablar de transiciones, de desplazamientos de balón, de balances defensivos - ofensivos y de sistemas ideales de juego, pero luego no son capaces de entender lo que uno quiere decir. Y como seguramente será al revés, que soy yo el que no se sabe explicar, pues lo cuento como si me leyeran niños chicos, a ver si así dejo clara mi postura.
Como digo, el mayor problema del Sevilla es el gol. En la mayoría de los partidos que no hemos ganado, tuvimos ocasiones de ponernos por delante en el marcador. No de marcar simplemente, sino de ponernos por delante. Y seguramente, estando por delante, las cosas se podrían haber desarrollado de otra manera. Pero obviando esto que acabo de decir, que no son más que conjeturas, sin en Vallecas hubiera entrado un penalty (un penalty, no los dos ni ninguna de las numerosísimas ocasiones que tuvimos) y si ayer Babá, o Campaña, o Medel o quien fuera, la mete, ahora tendríamos cuatro puntos más y estaríamos en puestos de Champions. Del robo contra el Barcelona no hablo.
Para como está el Sevilla y como están los demás (insisto, hijo mío, y como están los demás), o sea, por méritos propios y deméritos ajenos, esa es la posición que deberíamos ocupar ahora mismo. Pero lo que hay es lo que hay. La realidad es la realidad. Si no la metes, no puntúas. Y si no puntúas, bajas en la clasificación. (Lógica aplastante para niños)
Falta meterla. Falta el gol. No más delanteros necesariamente (que también), sino que los que hay las metan. Los delanteros y los demás, que también juegan y podrían aportar algo más en ese sentido. Sea como sea, lo que falta es el gol. Si un penalty de los de Vallecas y una ocasión de las de ayer hubiesen entrado, estaríamos en puestos Champions. Y eso jugando tan mal como los expertos y enteraos aseguran que estamos jugando. Pero no las metimos. No hicimos gol y esto es lo que hay. Lo demás son debates estériles en los que no voy a entrar porque no tengo los conocimientos necesarios. Yo no soy entrenador, no entiendo de disposiciones tácticas, no sé argumentar los motivos por los que es mejor un 4-4-2, un 4-3-3 o un 4-2-3-1. No hasta el punto al que llegan otros, con lo que mejor me callo y atiendo. No sé distinguir si un jugador al que le sale un mal partido es porque es muy malo, porque no está implicado, porque está medio lesionado, porque el entrenador le pone en el puesto que no es el suyo, porque sus compañeros lo hacen mal y le obligan a desdoblar sus esfuerzos o porque su hermano ha tenido un accidente de tráfico, está hospitalizado y muy grave y eso le afecta a la concentración. Y como no lo sé, me callo. Esos debates se los dejo a los que sí que saben. Que supongo que lo sabrán todo (incluidas posibles circunstancias personales de los futbolistas) para hablar con tanta seguridad. Yo al menos confío en ello y les hago caso...
Lo que sí que sé es que, a pesar de todo eso de lo que no hablo porque no entiendo ni conozco, si el Sevilla hubiese metido algún que otro gol más, estaríamos más arriba. Si encima jugase bien, sería ya la hostia. Y si, además, repito: además, aparte de todo eso, no exclusivamente, sino aparte de todo eso (creo que mi hijo ya ha entendido la salvedad en la que insisto), el mejor grupo de animación de toda España se dedicase a animar al equipo, posiblemente nos irían mejor las cosas. Porque todos sabemos que eso es así, ellos los primeros. Y también que están utilizando el daño que hacen al equipo, al Sevilla, con su actitud como arma de presión contra la directiva en defensa de sus intereses personales. No de los intereses del Sevilla, sino de los suyos personales. O grupales. Que esto no quiere decir que la directiva sea mu güena y ellos un espanto. No, no quiere decir eso, hijo mío de tres años. Quiere decir que están utilizando el daño que le hacen al Sevilla como arma arrojadiza. Por mucha razón que puedan tener y muy mal que lo esté haciendo la directiva, eso es así. Y eso no hace mejor a la directiva, pero sí los hace peores a ellos.
Sinceramente, con la mano en el corazón, me gustaría que se dieran cuenta de que si vuelven a animar, no dan un paso atrás en su lucha. Hay muchas, muchísimas formas de protestar, de reivindicar, de denunciar, de presionar. Muchísimas, y podrían escoger otras que no fueran las que le hacen daño al equipo. Seguramente muchos sevillistas que ahora no están con ellos se unirían a su causa. Hay muchos sevillistas disconformes con la gestión de la directiva que apoyarían esa protesta y esa denuncia si, haciéndolo, no perjudicasen al equipo. Ganarían adeptos y, casi seguro, poder de presión. Y también estaría genial que no menospreciasen al resto de sevillistas.
Claro que, viendo la forma en la que se expresan, esto no es más que una quimera. Sería fantástico que lo hicieran y saldrían ganando con ello, pero no creo que lo veamos. Es cierto que hace un tiempo dije que no hablaría más del tema, pero a veces uno no aguanta más y necesita desahogarse.
Sea como sea, no nos queda otra que seguir adelante. A pesar de la decepción y de la cada vez menor confianza que me da el equipo. Afortunadamente, aún estamos en la jornada diez. Está todo por hacer. Sólo falta que lo hagan. Y que yo lo vea.
Creo que al final me ha quedado un post demasiado complejo para que mi chaval lo entienda. Qué le vamos a hacer.
Creo que al final me ha quedado un post demasiado complejo para que mi chaval lo entienda. Qué le vamos a hacer.
4 comentarios:
Pues vuelvo de nuevo a estar contigo de acuerdo en la totalidad del post y es que yo como soy tan simple y tengo conocimiento de niño pequeño,hoy me has abierto la mente de nuevo,gracias Rafa sigues siendo para mi un referente en la blogosfera y tu blog es un blog al que no puedo dejar de seguir y leer.
Un fuerte abrazo.
Pero si aquí ni Descartes, Kant, Nietzsche o Pascal , pintan nada.
Si el fútbol solo es once contra once y meter la pelotita y..."que no te la metan"
Y, a veces, como anoche, solo se da al 50% "ni la metí ni me la metieron" y ya está. Yo también entendí el post muy bien. Es la vuelta a la niñez. ¿para qué buscale cinco pies al gato si sabemos todos que tiene seis?
Un abrazo, amigo y echémosle ironía al asunto cuando, las sensaciones son las sensaciones.
Cuando se deja a la imaginación volar es maravillosa y tiene solo una pega,que es imaginaria.
La pelotita tiene que entrar,pero alguien la tiene que meter y los que la tienen que meter no están finos,eso es una realidad.
De acuerdo contigo en que tienen que animar,pero yo no creo que en
esas circustancias en la que se encuentran sea tan secillo,ya entras mal,no sé solo deceo que se solucione pronto por el bién de todos.
Saludos sevillista
Cuando se deja a la imaginación volar es maravillosa y tiene solo una pega,que es imaginaria.
La pelotita tiene que entrar,pero alguien la tiene que meter y los que la tienen que meter no están finos,eso es una realidad.
De acuerdo contigo en que tienen que animar,pero yo no creo que en
esas circustancias en la que se encuentran sea tan secillo,ya entras mal,no sé solo deceo que se solucione pronto por el bién de todos.
Saludos sevillista
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