viernes, 14 de diciembre de 2012

Tirar la camiseta.

El partido contra el Barcelona que jugamos esta temporada, aparte del robo arbitral, tuvo una consecuencia nefasta para los intereses del Sevilla, que fueron las numerosas bajas con las que tuvimos que afrontar el siguiente choque que tuvo lugar en Vigo. Si no recuerdo mal, entre otros, tres de los cinco centrocampistas titulares hasta entonces fueron baja, y el partido se perdió de forma lamentable. Por entonces, yo, entre otros muchos, opiné que era un accidente comprensible con tantas bajas. Luego se demostró que no fue tal accidente porque la experiencia se repitió varias veces aun con los titulares sobre el terreno de juego, pero sí que me quedó una duda relacionada con el argumento originario: la escasez de fondo de armario en la plantilla sevillista. 

En verdad, la palabra escasez no es la correcta porque entre los no titulares hasta ese momento había jugadores a los que se le supone calidad. Jugadores como Cala, Luna, Campaña, Kondogbia, Reyes.... Mi preocupación fue debida al modo en que algunos de esos jugadores (y otros no citados también) tiraban la camiseta a la primera oportunidad que tuvieron. Y lo han seguido haciendo a continuación

Yo he dicho varias veces que a mi no me parece mala la plantilla del Sevilla FC. Corta en la delantera, eso sí, pero no tan mala como para estar donde estamos. Pero, claro, si para aspirar a que el equipo juegue bien (cuando les da la gana) tienen que salir unos jugadores que son considerados titulares y si salen otros, pues no hay nada que hacer, mal vamos. Esa era mi preocupación entonces. En la actualidad, no es tanto así. En la actualidad, mi gran preocupación es la falta de intensidad del equipo en tantos partidos, o en tantas fases de tantos partidos. Lo del banquillo ya no lo es tanto. 

Parece que va habiendo jugadores que ya no tiran la camiseta como al principio y otros que siguen haciéndolo. Me ha dado mucha pena ver cómo Cala no ha sido capaz de aprovechar las oportunidades que ha tenido. Por una razón o por otra. Lo mismo me pasa con Campaña. Dicen que quien es asiduo a los entrenamientos sabe por qué el canterano no entra en el equipo. Eso me molesta por él, por la actitud que parece tener, y también por los técnicos, que no son capaces de motivar a un jugador tan aparentemente bueno (yo aún no lo he visto rendir al más alto nivel). Y me asusta lo de Babá, que ha tenido unas oportunidades de oro con la lesión de Negredo y lo que ha conseguido es que se fuerce al vallecano porque con el otro no íbamos a ninguna parte. Y me asusta porque, sin Babá, solo tenemos un delantero. Un único delantero. 

Pero, por otro lado, me es gratificante comprobar que Fazio se va entonando, con lo que tenemos tres centrales (el argentino  Botía y Spahic) para dos puestos. Ojalá Cala acabe por entrar él también. Y, por supuesto, que Reyes, a un nivel inferior al que se le supone, al menos sea útil para el equipo como lo está siendo en los últimos partidos (después de pasar de la titularidad a la grada y volver a continuación). Eso es mejor que el bulto que veíamos hasta hace muy poco. Es magnífico que Perotti se haya recuperado porque da garantías a la banda izquierda, un tanto huérfana tras la lesión de Trochowski. Incluso que Coke haya hecho un par de partidos buenos cuando le han puesto. 

Pero lo que de verdad me hace ilusión es el caso de Kondogbia. Cuando se le trajo, muchos entendidos aseguraban que se trata de un magnífico jugador, aunque muy joven, eso sí. Y por la posición que ocupa, puede ser de vital importancia en adelante, ya que se desenvuelve bien en cualquier demarcación del centro del campo. Basta decir que puede ser un relevo de garantías para Medel para comprender hasta qué punto puede llegar la importancia del francés. La primera vez que lo vi con la camiseta del Sevilla me escandalicé porque parecía un pollo sin cabeza, de lo revolucionado que iba. Pero lleva varios partidos muy buenos, y eso puede querer decir que ya se ha enterado de donde está, se ha adaptado y ahora empieza a mostrar su fútbol. 

Ya llevamos un buen número de jornadas disputadas y se puede hablar de estas cosas. De jugadores titulares, de otros que luchan en serio por entrar en el equipo, y de algunos, por desgracia, que parecen empeñados en entregar la camiseta. 

Sea como sea, parece que al Sevilla se le va viendo banquillo (salvo en la delantera). Y eso es magnífico, siempre y cuando los jugadores se tomen los partidos tan en serio como contra Real Madrid, Barcelona, Betis y Mallorca, y no les entre la caraja como en tantos y tantos otros. A día de hoy, en lo meramente deportivo, creo que ese es el mayor problema del equipo. 

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