viernes, 25 de enero de 2013

El Nou Mestalla, el colapso y las manzanas maduras

Que la situación del fútbol español tiene que estallar por algún sitio alguna vez es algo que venimos vaticinando muchos desde hace tiempo. Resulta alarmante ver cómo se está deteriorando nuestra competición, cómo la inmensa mayoría de los clubes están angustiados por situaciones económicas verdaderamente caóticas (muchos de ellos acogidos a concurso de acreedores) y cómo, en consecuencia, ha bajado el nivel deportivo de los mismos.

Pese a ello, el discurso "oficial" es completamente diferente: sólo el hecho de que los dos clubes más poderosos del país aglutinen en sus plantillas a lo mejores futbolistas del mundo parece ser suficiente para que se engañen a si mismos y traten de hacer lo propio con los demás. Si, para colmo, la selección española atraviesa por el mejor momento de su historia, no hace falta nada más para que se diga que la nuestra es la mejor liga del mundo. A mí, igual que a cualquiera con algo de sentido común, me parece escandaloso que sea eso lo que se quiera vender. Es increíble que se obvie todo lo demás, el modo en que los estadios están vacíos, que cualquier jugador bueno que no tenga cabida en las plantillas del Real Madrid o Barcelona se vaya al extranjero, que los clubes españoles de mayor nivel (detrás de los grandes) no puedan competir con equipos mediocres de Inglaterra o Alemania a la hora de pujar por cualquier fichaje, o que haya clubes a los que hayan prohibido jugar competiciones europeas por motivos económicos (Mallorca, Málaga y más que podrían venir, como señalaremos a continuación).

He mencionado a Mallorca y Málaga, pero hay más. El Betis, por ejemplo, lo va a tener complicado para disputar competición europea caso de clasificarse. Si el Mallorca fue excluido por estar en concurso de acreedores, ¿qué puede hacer pensar que a nuestros vecinos no les va a ocurrir lo mismo?

Pero el caso que más me ha llamado la atención últimamente es el del Valencia. Según publica el portal Futbolfinanzas.com en este artículo, la situación económica e institucional de ese club es verdaderamente angustiosa, alarmante. 

Todo comenzó cuando su alcaldesa, Rita Barberá, y el que fue presidente de la comunidad, Francisco Camps, con grandes dosis de megalomanía, decidieron que ellos, y los valencianos en general, eran la hostia. Durante años se empeñaron en llevar a Valencia los acontecimientos deportivos más relevantes: la Fórmula 1, la Copa América de Vela, se postularon como subsede olímpica, caso de que Madrid fuera elegida como sede principal, y, en un momento dado, se les metió en la cabeza acoger una final de la Liga de Campeones. Para ello, llegaron a un acuerdo Ayuntamiento, Generalidad, Valencia CF y Bancaja para llevar a cabo el típico proyecto-pelotazo tan propio de las cabezas político-pensantes de nuestro país: demoler Mestalla, construir ahí viviendas y oficinas y, con el dinero obtenido, devolver el mega - crédito que Bancaja les concedía para construir entretanto un nuevo estadio, el Nou Mestalla. Un nuevo estadio espectacular, digno de los aires de grandeza de los promotores del proyecto, y perfecto para acoger esa final tan deseada. 

El problema fue que esto se inició en 2007, en pleno cenit de la burbuja inmobiliaria. A partir de ahí, todo se vino abajo. En 2009 se paralizaron las obras por falta de liquidez, pero los promotores del proyecto le dieron una vuelta de tuerca al mismo: se negoció un nuevo crédito con Bancaja, se llevó a cabo una ampliación de capital del club para conseguir más dinero y esta ampliación fue avalada por la Generalidad, convencida de que llegarían inversores para cubrirla. Pero los inversores no llegaron, Bancaja se hundió, Bankia (que absorbió la caja valenciana) no apoyó el proyecto, y cuando llegó el momento de pagar el préstamo, el Valencia no pudo. Ahora, la Generalidad, como avalista que es, se ha de hacer cargo de la deuda y, por tanto, del control del club.  

Para colmo, la Generalidad también ha tenido que hacer lo propio con el Elche y con el Hércules. De ese modo, la Comunidad Valenciana se dedica a no pagar a los farmacéuticos (por ejemplo), pero avala y toma el control de los clubes de fútbol. 

Por cierto, el montante de la deuda de la que hablamos es de cerca de 300 millones de euros. Y por cierto también, el inicio de este proyecto coincidió,  más o menos, en el tiempo con la decisión del Sevilla de no acometer la ampliación del estadio con la que soñaba Jose María del Nido por la incertidumbre económica que suponía el posible estallido de la burbuja inmobiliaria. En estos tiempos en los que tanto se critica (y con razón) la forma de gestionar el club por parte de la directiva, creo que es justo decir también que aquella decisión tan prudente fue magnífica. Las cosas podrían estar mucho peor que como están. Podríamos estar como el Valencia. 

Hoy día, el Nou Mestalla es una colosal mole de hormigón situada en una de las avenidas más emblemáticas de Valencia. Una obra inacabada, un ejemplo más de la locura de muchos de nuestros políticos, empeñados en alcanzar una grandeza que no tienen, construyendo faraónicos proyectos absolutamente innecesarios

Foto: Fútbolfinanzas.com

Como consecuencia de este colapso económico, el Valencia se vio obligado a vender a sus mejores futbolistas: Villa, Silva, Mata, Albiol, Jordi Alba, Isco, Joaquín, etc. Aún así, su nivel competitivo no decreció, y de eso tuvo mucha culpa Unai Emery, el actual entrenador del Sevilla FC. Por mucho que no fuera del agrado de la afición valencianista, mantener a un equipo año tras año en competiciones europeas a pesar de su lamentabilísima situación económica e institucional tiene un mérito enorme. 

Pero es que la cosa ha dado un giro a peor aún, porque resulta que las leyes deportivas no permiten a una misma entidad tener más de un 5% de las acciones varios clubes. Y ya sabemos que la Generalidad Valenciana controla a Valencia, Elche y Hércules. Así pues, tendrá que encontrar a quien quiera hacerse cargo (del club y de la deuda) o desprenderse de todo lo que supere ese 5%.

Para colmo, hay algo más, por si no fuera poco. Porque,  según la legislación,  basta con que otro club denuncie el rescate público de una entidad deportiva ante la Unión Europea para que Bruselas abra una investigación y pueda dar al traste con dicho rescate. Y está por ver que la UEFA otorgue licencias para participar en sus competiciones a un club controlado por el sector público. 

Hablaba al principio del Mallorca y del Málaga. Mencioné al Betis por su situación, tan semejante a la de los primeros, y ahora cuento esto del Valencia. Hay otros casos menos relevantes mediáticamente, como el Rácing, el Oviedo, etc. ¿Cuál será el siguiente? Las manzanas van cayendo del árbol como fruta madura que son. Esto se veía venir desde hace mucho. Era cuestión de tiempo que los problemas ocultos afloraran. Y ojo que la UEFA no se anda con tonterías. 

Por tanto, creo que es fundamental controlar la economía de los clubes. Absolutamente fundamental. Mientras leía este artículo de Futbolfinanzas me acordaba del Sevilla. De la debacle económica que hemos sufrido en los últimos años. Fruto de muchos factores, entre ellos una deficiente gestión por parte de la directiva. Pero aún están a tiempo de enderezar el asunto. De dar un giro a esa gestión y adecuar el tamaño del club a esa economía. Más que nada porque, ya incluso este año, se puede dar el caso de que hagamos una plantilla que de sólo para ser octavo o noveno, pero que eso nos posibilite disputar competición europea por exclusión de otros que quedaron por encima, pero que lo han hecho acogiéndose a extrañas maniobras al límite de la ley, como el concurso de acreedores, o esto de la intervención de los poderes públicos. 

P.D. Aunque no trastoca para nada el sentido del post, creo necesario añadir aquí la matización que me hace el amigo Alvaro Yanes en su comentario, diferenciando los casos del Betis y del Mallorca:


El proceso para las licencias UEFA es que tú primero se lo dices a tu Federación, ésta da el OK y luego la UEFA te da la licencia o no. En el 99,9% de los casos, la Federación del país da el Ok y ya la UEFA decide dar la licencia o no. Casi siempre es que sí, pero hay veces que es que no. Este año como todos ha denegado varias, entre ellas la del Málaga.

El caso del Mallorca fue distinto. Al Mallorca quien le paró los pies fue la propia Federación, no la UEFA. La Federación dijo que como estaba en concurso, que no había placet. El Mallorca acudió a los Tribunales y lo terminó ganando, por cierto. El argumento (muy básicamente) del Tribunal fue que jugar en Europa es un activo. Y que una empresa en concurso y, por tanto tiesa, necesita de activos. Imagino que entre todos los españolitos habremos pagado con nuestros impuestos la responsabilidad patrimonial que el Mallorca le habrá pedido a la RFEF. Escribí en su día algo en el columnas blancas, que busco si quieres.

El Betis el año pasado solicitó Licencia UEFA y se la dieron. Este año imagino que también la habrá pedido y que se la habrán dado. Si se la hubiesen denegado lo sabríamos. Aunque también puede ser que la UEFA esté estudiando el caso concreto de entidad concursada y que no haya resuelto todavía. Por cierto que no sé como va el tema Robert y PSV, que también le puede generar problemas en este sentido a nuestros vecinos.

1 comentario:

Alvaro dijo...

Leyendo mi comentario a tu post de ayer es innecesario que te reitere que suscribo este de hoy

Sólo una matización.

El proceso para las licencias UEFA es que tú primero se lo dices a tu Federación, ésta da el OK y luego la UEFA te da la licencia o no. En el 99,9% de los casos, la Federación del país da el Ok y ya la UEFA decide dar la licencia o no. Casi siempre es que sí, pero hay veces que es que no. Este año como todos ha denegado varias, entre ellas la del Málaga.

El caso del Mallorca fue distinto. Al Mallorca quien le paró los pies fue la propia Federación, no la UEFA. La Federación dijo que como estaba en concurso, que no había placet. El Mallorca acudió a los Tribunales y lo terminó ganando, por cierto. El argumento (muy básicamente) del Tribunal fue que jugar en Europa es un activo. Y que una empresa en concurso y, por tanto tiesa, necesita de activos. Imagino que entre todos los españolitos habremos pagado con nuestros impuestos la responsabilidad patrimonial que el Mallorca le habrá pedido a la RFEF. Escribí en su día algo en el columnas blancas, que busco si quieres.

El Betis el año pasado solicitó Licencia UEFA y se la dieron. Este año imagino que también la habrá pedido y que se la habrán dado. Si se la hubiesen denegado lo sabríamos. Aunque también puede ser que la UEFA esté estudiando el caso concreto de entidad concursada y que no haya resuelto todavía. Por cierto que no sé como va el tema Robert y PSV, que también le puede generar problemas en este sentido a nuestros vecinos.

El año que viene hay una plaza UEFA , que será para nosotros si eliminamos al Atleti o para el 7º si no lo hacemos. Si no va el Málaga, irá el 8º. Pero si tampoco va el Valencia (por su nacionalización sobrevenida), irá el 9º.

Enderecemos el rumbo, deportiva y económicamente, porque el Fair Play Financiero es imparable

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