lunes, 25 de febrero de 2013

La lógica del miedito verdiblanco

A mi el rollo ese de la liga particular me pareció siempre una estupidez. Incluso durante las épocas en las que los niveles de Sevilla y Betis eran parejos y ambos pugnaban por quedar el uno por encima del otro. Yo nunca fui antibético, pero, del mismo modo, tampoco me importó demasiado lo que hiciera el otro equipo de la ciudad. Me interesaba solo el Sevilla, no que quedase por encima o por debajo que ningún otro club en concreto. Por supuesto, esta indiferencia hacia lo verdiblanco se elevó al infinito cuando, a partir de 2005, la diferencia entre ambos clubes rayó lo insultante. Por no decir que lo superó. 

Sin embargo, este año, el equipo de La Palmera parece empeñado en revivir esa especie de rivalidad. Efectivamente, tal y como se está dando la liga, no hay más que mirar la clasificación para comprobar que, de seguir así las cosas, el gran objetivo liguero del Sevilla va a ser quedar por encima del llamado eterno rival. Y eso es así simple y llanamente porque son ellos los que ocupan el 7º puesto, el primero que previsiblemente dará pasaporte a competición europea si el Sevilla no pasa a la final de la Copa de Rey. 

Esto debe ser una gozada para el grueso de la parroquia verdiblanca. Un club creado para ser rival del Sevilla, se convierte por una vez en la vida en la referencia de estos últimos. En el objetivo a perseguir. A mi la verdad es que esto me importa menos que un bledo, pero es que acabo de observar la clasificación y me he dado cuenta de este hecho tan curioso. Hecho que igual a partir de la semana que viene carece de ninguna relevancia. Basta con que el Betis deje de ocupar esa posición para que la referencia la marque otro equipo y santas pascuas. 

De todos modos, al Betis hay que reconocerle que están haciendo una temporada bastante decente. Igual que otros equipos de un nivel parejo que andan por ahí cerca de ellos: R. Sociedad, Rayo, Levante, Getafe, Valladolid.... Respecto a años anteriores, lo que está pasando es que tres equipos que habitualmente estaban entre la cuarta y la octava posición(Sevilla, Athletic y Villarreal), este año no andan por ahí, con lo que sus puestos son ocupados por clubes inmediatamente posteriores en potencial. Clubes que, en condiciones normales, no tienen fortaleza para aspirar a competición europea, pero que si les quitas a tres o cuatro rivales de un plumazo, pues sí que pueden estar ahí. Claro que una cosa es poder, y otra hacerlo. El Betis lo está haciendo, con lo que es justo reconocérselo. Ni más ni menos. 

Dicho de otra forma, creo que esos equipos, incluido el Betis, están ahí, no tanto por méritos propios, que también, sino, sobre todo, por deméritos ajenos. Porque los que solían estar están fallando. Por ejemplo el Sevilla. Si el Sevilla hubiese hecho una primera vuelta normal, (no extraordinaria, simplemente normal, mediocre, nada del otro mundo), estaría por encima de los verdiblancos. Recordemos que nos llevan siete puntos. Siete puntos son dos partidos y medio. Nada del otro mundo, insisto. Si de la infinidad de partidos desastrosos del Sevilla en la primera vuelta cogemos tres (y el resto los dejamos en desastrosos) y le damos la vuelta a los resultados, El Sevilla estaría por encima del Betis, como debe ser, como es lo normal que sea.  No hablamos de que hubiésemos hecho una primera mitad de año sensacional. Ni siquiera decente. Basta con que hubiera sido mala, pero no tan horriblemente mala como ha sido, para que ahora el orden entre los dos equipos de la capital de Andalucía fuese el correcto, el normal, el habitual. 

Pero las cosas no son así. El Betis está haciendo una temporada de lo más aseadita y el Sevilla la está cagando de un modo considerable. Por tanto, la clasificación muestra lo que muestra y el objetivo del Sevilla no deja de ser otro que, al menos, llegar al lugar que ahora ocupan los de la Carretera de Cádiz. Lo que pasa es que estos últimos están haciendo lo de siempre, esto es, creerse más de lo que son, cuando están ahí por deméritos ajenos. No sólo del Sevilla, sino de algún que otro más que tampoco anda muy fino últimamente. 

Y no quiero desmerecer la camapaña del Betis. Un equipo que aspira a la permanencia que se mantiene entre los diez primeros con tanta soltura es digno de aplauso. Por supuesto. Lo que pasa es que no me extraña lo más mínimo que les entren los temblores pre-mortem cuando ven al Sevilla reaccionar como lo está haciendo. Y no me extraña porque ellos son perfectamente conscientes de que lo que estoy diciendo es verdad. De que están ahí por deméritos ajenos. Y si esos ajenos que están haciendo deméritos empiezan a convertirlos en méritos, es altamente probable que no terminen donde están. Ni los unos ni los otros. 

No creo que el Valencia (que ya es quinto), por poner un ejemplo, tema que el Sevilla reaccione. A ellos les basta con mantener el tipo para meterse en Europa League, y estarán mirando arriba para intentar colarse en la Chamnpions. Pero el Betis sí. ¿Por qué? ¿Por qué uno si y el otro no? Pues porque el uno está en su lugar natural y el otro no. Y como el otro no, pues teme que el dueño de ese lugar que ocupa lo reclame. 

Tiempo queda de sobra para que ello ocurra. Eso sí, si el Sevilla confirma su reacción. 

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