EL PERSONAJE
Capítulos anteriores: (I)
Cristóbal
Colón es, sin duda, uno de los personajes más controvertidos que ha
dado la Historia. Sin ningún género de duda. Prácticamente nada de
lo que se sabe de él se puede afirmar de un modo categórico: ni el
lugar donde nació, ni su condición social, ni su nivel de
formación, ni el modo en que fue capaz de desarrollar su proyecto...
ni siquiera el lugar donde está enterrado. Pero es que él mismo se
encargó de que eso fuera así. Algo muy, muy gordo tenía que
ocultar para empeñarse en emborronar su pasado continuamente. La
historia oficial es la que es, y está bastante bien documentada,
pero eso no es óbice para que surjan un sinfín de dudas al
respecto: de cosas que no cuadran, que no encajan, que no tienen
explicación. Y lo peor es que, mientras más trata uno de informarse
y documentarse, más dudas surgen. La vida de Cristóbal Colón es un
galimatías, una especie de laberinto en el que, mientras más
avanzas, más perdido estás.
Todo
esto le convierte, por supuesto, en un personaje fascinante. No sólo
por la curiosidad que despierta y que uno no puede saciar, sino por
lo absolutamente descomunal de su hazaña. Tan descomunal que es
imposible creerse muchas de las cosas que la historia oficial cuenta
sobre él. Y como la nebulosa que envuelve su vida hace que a menudo
hablemos sobre especulaciones o suposiciones, es necesario aplicar la
lógica y el sentido común para evitar que agrandemos su mito más
de lo necesario, o para comprender que, por mucho que nos hayan
contado en clases de historia, la realidad tuvo que haber sido de
otra manera.
Pero
vayamos por partes y analicemos algunas de esas muchas cosas que es
complicado creer en su biografía oficial.
Fecha y lugar de nacimiento
Sobre la fecha y, sobre todo, el lugar de nacimiento
de Cristóbal Colón hay multitud de teorías, unas disparatadas y
otras con cierta base. Y, entre estas últimas, unas explican algunos
de los misterios que existen y otras, otros; pero todas dejan alguno sin solución. Ninguna lo explica todo, con lo que siempre dejan
abierta la duda sobre su veracidad. De Colón se dice que nació en
Italia, en Francia, en Castilla, en Portugal, en Cataluña, en Mallorca, en
Ibiza, en Extremadura, en Galicia..., hasta en Grecia, en Suiza o en
Noruega. Hay teorías para todos los gustos.
No obstante, la más aceptada es la de
que nació en Italia, en concreto en Génova, en 1451. Más que nada
porque existen documentos de la época que certifican que un tal
Doménico Colombo y su esposa, Susana Fontanarosa, vivieron en Génova
y tuvieron cinco hijos llamados Christóforo, Bartolomé, Giacomo,
Juan Peregrino y Bianchinetta. Christoforo sería Cristóbal,
Bartolomé, el hermano que le acompañó en tantos avatares, Giacomo
sería el otro hermano que vivió con él en Castilla (aunque aquí
se le conoce por Diego y nadie explica el por qué de ese cambio) y
de los otros dos, nada más se supo. Esta familia existió, pero eso no quiere decir que fuera la de Colón. Que Christóforo fuera don Cristóbal. Sin embargo, eso sí, es la oficialmente aceptada.
Como digo, esta teoría está basada
en muchos documentos que no voy a empezar a desarrollar. Pero es,
digamos, la más sólida en ese sentido, aunque deja en el aire
muchísimas preguntas. Ya he comentado una: ¿por qué Giacomo pasa a
llamarse Diego? Bueno, se podría decir que él se lo quiso cambiar
al llegar a Castilla y que sus razones tendría. No se puede tumbar
una teoría respaldada por tantos documentos sólo por eso. Pero es
que no es sólo eso. Hay muchos interrogantes más.
El idioma de Colón
Cristóbal Colón jamás utilizó el
italiano en sus escritos. Y escribió mucho. Muchísimo. No sólo sus
diarios de a bordo en los viajes (el correspondiente al primero es
verdaderamente fascinante porque cuenta, día por día, el viaje por
mar más alucinante de toda la Historia), sino una cantidad ingente
de correspondencia con personajes de todo tipo. Muchos de ellos
italianos. Y ni siquiera con estos utilizó su supuesto idioma de
cuna. Por ejemplo, se carteó frecuentemente con Nicolo Oderigo,
embajador genovés ante los Reyes Católicos, pero lo hizo en
castellano, a pesar de ser compatriotas. O con los responsables de la
genovesa Banca de San Jorge en Sevilla (genoveses ellos también),
que eran quienes gestionaban sus dineros (cuando los tuvo). Es que ni
en las cartas que dirigió a su hermano Bartolomé (como, por
ejemplo, la que le envió a Inglaterra para decirle que dejara de
presentar el proyecto porque Castilla lo había aceptado y partía
inmediatamente). Escribió en portugués, en castellano, incluso en
catalán, pero jamás, jamás en italiano.
Clase social y conocimientos
Según la historia oficial, Cristóbal
Colón era hijo de unos humildes tejedores genoveses. Sin embargo,
fue capaz de casarse con una noble portuguesa dos años después de
llegar a aquel país a nado, tras un naufragio, y cuando no era más
que miembro de la tripulación de un buque mercante. Eso, en aquella
época, (e incluso, en ocasiones, en la actualidad), es inaudito. Se
puede llegar a comprender que, gracias a esa posición ganada con el
matrimonio, pudiera tener acceso al rey para presentarle el proyecto,
pero lo difícil de entender es que obtuviera el primer logro. El de
casarse con una noble.
Felipa Móniz de Perestrello Primera esposa de Colón |
Pero es que la cosa no queda ahí.
Cuando abandonó Portugal para marcharse a Castilla (una vez
fallecida su esposa y trayendo de la mano a su pequeño hijo Diego),
llegó a nuestro país casi a escondidas, por mar, no por tierra, y
pidiendo refugio en el convento de franciscanos de La Rábida. ¿Cómo
es posible algo así en una persona que alcanzó la nobleza y trató
con el rey de Portugal? Para colmo, años más tarde, cuando ya
estaba en tratos con la reina de Castilla, el rey de Portugal le
mandó una carta en la que le llamaba “amigo”, le invitaba a
regresar al país luso y le aseguraba que la justicia no tomaría
medidas contra él. ¿A qué se refiere esto? ¿Qué hizo Cristóbal
Colón en Portugal para que, siendo “amigo” del rey y esposo de
una noble, tuviera que huir de allí del modo en que lo hizo y pedir
caridad en La Rábida? Y más aún, aceptando que pudiera tener
acceso al rey portugués gracias a la familia de su esposa (y hasta
que entablara amistad con él), ¿cómo es posible que también
llegara a contactar con la reina de Castilla, así como enviar a su
hermano a Francia e Inglaterra para que departiera con los reyes de
aquellos países? ¿Es eso normal en el hijo de un humilde tejedor
genovés?
Y luego están sus conocimientos. Por
mucho que navegara durante años, incluso con los mejores de la
época, los portugueses, los conocimientos que demostró tener
Cristóbal Colón van mucho más allá de lo que se podía llegar a
adquirir con esa experiencia. Hablamos de los conocimientos
necesarios para hacer un viaje que nunca antes, jamás en la
Historia, nadie osó hacer. Conocimientos suficientes para convencer
a reyes y a su cohorte de expertos en cada una de las materias.
Conocimientos avanzados, no sólo en navegación, sino en
matemáticas, en astrología, en cartografía, etc. Eso, como digo,
no se adquiere como grumete o como marinero. Al principio de la serie
comparaba la odisea de Colón con un supuesto viaje tripulado a
Marte. Y siguiendo con esa comparación, una cosa es ser un magnífico
ingeniero aero – espacial y otra muy diferente ser capaz de
organizar una expedición tripulada a Marte, volver y establecer una
ruta permanente con la que colonizar el planeta rojo. Es que no es lo
mismo. Y aun aceptando que Colón era algo así como un superdotado
(que lo era, no puede ser de otra forma), en algún sitio tuvo que
recibir la formación, porque las matemáticas no se aprenden en la
cubierta de un buque y rodeado de rudos marineros.
En este sentido, en la biografía que
su hijo Hernando Colón escribió sobre él, asegura que estudió en
la Universidad de Pavía, pero eso no casa para nada con lo que se
dice de que estuvo en la mar desde muy joven. Sin duda, la el tema de
la formación de Cristóbal Colón es un auténtico enigma.
El extraño caso del Papa Inocencio
VIII
A continuación, y también a lo largo de los siguientes capítulos de esta serie, voy a comentar algunas de las teorías heterodoxas que tratan de explicar los orígenes de Cristóbal Colón. Como decía antes, las hay para todos los gustos, pero yo voy citar solo las que me parecen más interesantes. Y empezaremos por la que concierne al papa Inocencio VIII.
Inocencio VIII |
Sin embargo, el colmo de los colmos en lo referente a este papa es lo que pone en su epitafio, en su tumba:
“Novi
orbis suo aevo inventi gloria”.
Que
en castellano quiere decir, “Suya
es la gloria del descubrimiento del Nuevo Mundo”
Tumba de Inocencio VIII - Vaticano |
Inocencio
VIII nació en Génova (segunda casualidad) en 1434, aunque como era
hijo de un político, pasó su infancia en la corte napolitana de
Alfonso V de Aragón, ya que allí se encontraba su padre. Estudió
en Padova y en Roma, donde comenzó su carrera eclesiástica al
servicio del cardenal Calandrini, hermanastro del Papa Nicolás V.
Esas relaciones le permitieron ser nombrado Obispo de Savona (tercera
casualidad) en 1467, época en la que Colón ya debía andar de
grumete de barco en barco, pero aún con base en Italia, ya que no
llega a Portugal hasta 1476. De hecho, en 1467 se supone que su
familia reside allí, en Savona. En 1473 fue nombrado cardenal y en
1484, papa.
Durante
su papado, y dado el peligroso dominio que tenían los musulmanes en
el Mediterráneo Oriental, urdió un plan para reconquistar la
ciudad de Jerusalén, tratando de emular a los cruzados. Para ello
necesitaba la colaboración de las grandes potencias, pero el rey de
Hungría, uno de los países involucrados, murió al poco y la
coalición no pudo realizarse. Sin embargo, el papa no cejó en su
empeño y siguió organizando su plan, centrándose en el ámbito
financiero. Y es aquí, según los historiadores a los que me referiré a continuación, cuando coge la fuerza
definitiva el proyecto de Colón (y todas las riquezas que prometía),
el cual por entonces estaba ya en Castilla, recibiendo una larga tras
otra por parte de los Reyes Católicos. Pero tras la muerte del rey
húngaro en abril de 1490, los acontecimientos para don Cristóbal se
precipitaron, a pesar de que hubo que esperar a la conquista
definitiva de Granada (que también tenía la calificación de
Cruzada, dada por el propio Papa Inocencio VIII). De hecho, tras la
toma de Granada en enero de 1492, se firmaron las Capitulaciones de
Santa Fe en abril, y en agosto ya
estaba la expedición en los mares.
Pues
bien, los historiadores a los que me refería antes, los italianos Lionero Boccianti y Renato Biagioli
(que deben ser de esos que creen más en la causalidades que en las
casualidades) decidieron estudiar todas estas coincidencias y
presentaron sus conclusiones en un congreso sobre Cristóbal Colón
celebrado en Génova en 2004. Y sus conclusiones fueron que Colón
pudo ser hijo ilegítimo de Inocencio VIII tras una aventura con una
noble italiana llamada Anna Colonna. Los Colonna no son
cualquiera en aquel país, sino una familia histórica entre
cuyos miembros encontramos hasta papas. De hecho, la tal Anna era
sobrina del papa Martín V y esposa de otro noble, Antonio del Balzo
Orsini, príncipe de Otranto. Ese escarceo habría tenido lugar
cuando el futuro papa era aún muy joven; y como se trataba de una
situación ciertamente embarazosa (un niño hijo de un monje y de una
noble ya por entonces casada), dicho niño fue dado en adopción a la
pareja considerada por la historia oficial como los padres de Colón.
Esta
es la última teoría con cierto sentido, y respaldada por algunas
posibles pruebas, que se ha conocido y que se enfrenta a la oficial.
Esto no quiere decir que yo me la crea o que suponga que pueda ser
cierta. Hay otras muchas teorías con cierta base y bien presentadas.
La pongo como simple ejemplo para mostrar hasta qué punto el
personaje es oscuro y despierta el interés de historiadores que no
se creen la versión oficial. Y no se la creen porque, al igual que
todas las demás, tiene enormes lagunas. Esta teoría que presento,
por ejemplo, mantendría los sólidos argumentos que defiende la
historia oficial, y además explicaría algunos de los interrogantes
de la misma, como son la facilidad que tenía ese hijo de tejedores
para moverse entre nobles y reyes (en la época, si uno iba
respaldado por el Papa, todo era posible); la formación, ya que,
según estos historiadores, Inocencio VIII siempre tuvo a ese niño
algo así como apadrinado, con lo que pudo haber tenido acceso a
estudios sólo al alcance de unos pocos; el mimo con el que nuestro
personaje ocultó su pasado (ser hijo ilegítimo de un papa es para estarse calladito); o ese empeño que tuvo en repetir ante
los reyes españoles que el objetivo final del proyecto era la
conquista de Jerusalén.
Sin
embargo, sigue sin dar explicación al hecho de que Colón jamás se
expresase en italiano, cuando no tuvo inconveniente en hacerlo en
otros idiomas. Y deja la puerta abierta a especulaciones acerca del
conocimiento previo que se debía de tener de esas islas y tierra
firme al otro lado del Atlántico, ya que, incluso, el propio Papa
confía en ello la financiación de un proyecto tan ambicioso como la
guerra contra los musulmanes en Tierra Santa.
Estatua dedicada a Colón en la localidad portuguesa de Cuba (Alentejo) |
En
definitiva, todas las teorías serias explican lagunas importantes de
la historia oficial, pero dejan en el aire otros muchos aspectos que
hacen que se tambaleen de igual modo que todas las demás. Y, por
descontado, convierten al personaje y a su hazaña en algo
verdaderamente fascinante para cualquiera medio interesado en la
Historia, mucho más allá de la importancia que tuvo lo que hizo.
Porque lo que hizo no es sólo un hecho histórico. Lo que hizo
significa un cambio oficial de Era. Lo que hizo, impulsado por el
avance musulmán por el Mediterráneo (que empujó a los europeos al
Atlántico) y por la nueva forma de interpretar el mundo que trajo
consigo el Renacimiento (en las artes, las ciencias y la política),
es la frontera entre la Edad Media y la Edad Moderna. Ni más ni
menos.
Y entre esas grandes lagunas, hay una que el sentido común obliga a plantearse seriamente: ¿de verdad Cristóbal Colón pretendía llegar a Asia por la ruta occidental? ¿De verdad no sabía que entre medias había otros territorios? ¿Fue el Descubrimiento una enorme sorpresa para los hombres de su tiempo? ¿O quizás se sabía ya algo y lo que hizo Colón fue ser el primero en plantearse en serio el proyecto y lanzarse a la aventura?
El sentido común, como digo, indica más esto último. Y es lo que trataré de explicar en el siguiente capítulo.
Capítulos siguientes: (III) - (IV) - (V) - (VI) - (VII)
Y entre esas grandes lagunas, hay una que el sentido común obliga a plantearse seriamente: ¿de verdad Cristóbal Colón pretendía llegar a Asia por la ruta occidental? ¿De verdad no sabía que entre medias había otros territorios? ¿Fue el Descubrimiento una enorme sorpresa para los hombres de su tiempo? ¿O quizás se sabía ya algo y lo que hizo Colón fue ser el primero en plantearse en serio el proyecto y lanzarse a la aventura?
El sentido común, como digo, indica más esto último. Y es lo que trataré de explicar en el siguiente capítulo.
Capítulos siguientes: (III) - (IV) - (V) - (VI) - (VII)
2 comentarios:
Amigo, siento mucho no poder contestar como merece tan magnífico artículo, digno de un buen investigador del susodicho tema.
¿Sabes lo que te digo? Que aún hoy, bien metido en el primer tercio del siglo XXI, pocos historiadores e incluso enseñantes de la Historia se atreven a poner en dudas la versión oficial so pena de terminar en la hoguera inquisitorial (hablando en sentido figurado, claro)
Ya el gran Salvador de Madariaga dice en uno de sus libros sobre Cristóbal Colón: "Su vida está rodeada de tanto misterio como él mismo ha querido...y subsisten grandes claroscuros y fosos sin franquear aún"
Creo, no estoy muy seguro, que fue el investigador Carlos Brant quien dijo que Cristóbal Colón podía ser hijo ilegítimo del Papa Inocencio VIII, aunque como muy bien dices, si las fechas son ciertas (que esa es otra) el Papa debería ser muy joven cuando cometió tal desliz sexual que por otra parte era lo más normal de de época.. Sin embargo eso indicaría el fácil acceso a las Coronas de Portugal, Castilla, Aragón e incluso Francia.
Lo que sí parece que está cada vez más confirmado es que antes que Colón llegaron a Las Indias y en varias ocasiones y por tanto..."su padre el Papa" lo sabía y tenía documentación privilegiada al respecto. De ahí el epitafio de su tumba "Suya es la gloria del Descubrimiento"
Al respecto, López de Gomara dice en uno de sus libros que un piloto había llegado a las costas del Nuevo Mundo y que, medio indigente, lo acogió Colón en su casa; dicen no salió vivo de allí y el genonés se adueñó de todas sus pertenecias incluidos mapas, cartografía, planos, observaciones, etc.
Darte nuevamente mi enhorabuena por tan buen trabajo y pendiente de cómo lo terminas y cómo comienzas el de los Gorgias, familia prototipo de corrupción, nepotismo y ambiciónes perversas.
Permíteme desde aquí mandar un abrazo a nuestro amigo común José M. Ariza, que el cine hizo que me enganchara a ALGARIVO y luego disfrutara de sus artículos.
Un abrazo
Gracias, Juan.
En efecto, tengo delante uno de los libros de Salvador de Madariaga sobre Cristóbal Colón. Es un autor que me gusta porque, abrazando la teoría oficial, no le hace ascos a poner en duda muchos de sus capítulos y a reconocer, como dices, que no es creíble del todo. Incluso a dar su propia versión de algunos de esos capítulos.
Por otro lado, debo pedirte paciencia. Llegarán las alusiones a posibles viajes previos a lo que luego se conoció como América. Los que se dan por seguros (vikingos) y otros. Y se citará a ese piloto al que aludes y al que se le suele conocer como el "protonauta". Te adelanto que será en el próximo artículo, que espero que te guste porque es el más trabajado.
Este tema da para una enciclopedia. Por eso lo he dividido en capítulos, y aún así me han quedado considerablemente extensos. Y eso que me dejo muchas cosas en el tintero.
Y por último, debo darte las gracias de nuevo. Ver que a otros también les entusiasma el tema es lo que me hace ver que ha merecido la pena meterme en este "embolao" y lo que me proporciona las ganas de hacer cosas semejantes en el futuro.
Un abrazo.
Publicar un comentario