miércoles, 12 de mayo de 2010

Las dos Españas

Según los historiadores, el origen de este manido concepto se produjo en 1808, con la invasión de Napoleón y la Guerra de la Independencia. En España se abrió un debate, que posteriormente derivó en más de una guerra civil (la del 36 al 39 no es la única que nuestro país ha sufrido). En la época los bandos se llamaban absolutistas (leales al rey depuesto, y conservadores), y liberales (defensores del "afrancesamiento", o sea, de convertir a España en un país moderno. Los progresistas, vamos)

Hoy día se recurre a esto de las dos Españas para definir el bipolarismo existente en política entre conservadores y progresistas. Esto es algo que carece de demasiado sentido a estas alturas, pero es que a veces somos tan simples que es más fácil reducir la realidad a dos conceptos antes que detenerse a estudiar pormenorizadamente las cosas. Aquí, o eres de derechas o eres de izquierdas. O del PP o del PSOE. O monárquico, o republicano. O extrmista religioso, o absolutamente ateo.

O del Madrid, o del Barça.

Este post no va de política ni de religión sino de fútbol, os lo aseguro. Porque, a lo que voy es a que el periodismo deportivo sigue en sus trece de eliminar todo reducto de diversidad en nuestro país, para reducir el debate futbolístico a lo que suceda con los dos grandes de nuestra liga. E incluso deslizan un paralelismo político en esta distinción. Los madridistas son conservadores, españolistas y de derechas, y los barcelonistas son progresistas, huyen de las banderas y tiran a la izquierda.

Son así de simples. Ellos, y los que se dejan llevar por esa corriente.

E igual que en 1808 todos estaban a favor de la independencia del país, estos tipos sólo fomentan la unión entre españoles cuando entra en acción la selección. Y a vender, que por lo que de verdad se mueven.

Viendo el otro día el Sevilla - Barcelona por televisión, el comentarista no se cansaba de repetir que nuestra liga no tiene nada que ver con la escocesa, porque según él, por mucho que aquí haya dos grandes, y que estén a años luz del resto, la emoción que tiene nuestro campeonato no tiene parangón. Y además, que los mejores jugadores del mundo juegan aquí.

Y yo pensaba que, cuando el río suena, agua lleva. O sea, que cuando empiezan a mentar la bicha de la liga escocesa, es porque van viendo venir el peligro de que la nuestra se convierta en algo parecido a la de ellos. Y han de defenderse de eso, naturalmente. Para seguir vendiendo, claro.

Comparando nuestra liga con la de otros países, el argumento cae por su propio peso. En Inglaterra hay cuatro grandes, Chelsea, Arsenal, Manchester y Liverpool, a los que se intentan unir Tottenham y Manchester City. En Italia, destacan Inter, Milan y Juventus, pero este año, por ejemplo, se ha metido en la lucha la Roma. Otras veces son la Fiorentina, la Sampdoria, el Parma..., según el estado de forma de cada uno. En Alemania, el grande es, sin duda, el Bayern Munich, pero año tras año hay varios equipos más peleando por el título. Werder Bremen, Hamburgo, Wolfsburgo, Schalke 04, Bayern Leverkusen, Borussia.... En Francia ha dominado durante años el Lyon, pero el año pasado le surgió un competidor en el Burdeos, que acabó ganando el título. Este año, estos dos equipos se han llegado a enfrentar en los cuartos de final de la Champions, pero la liga gala se la ha llevado... el Olympique de Marsella. En Holanda, los clásicos son el Ajax y el PSV, seguidos de cerca por el Feyenoord. Pero el año pasado ganó el AZ Alkmaar, y este año el Twente.

Es decir, la lucha por el título en las distintaas ligas europeas se va distribuyendo cada año entre un mayor número de equipos. ¿Y qué pasa en España? Pues que los dos grandes les van a sacar al tercero alrededor de 30 puntos. Es decir, vamos en dirección opuesta a la tendencia del fútbol mundial. Al menos, del europeo, que es el más importante del planeta. El que marca dicha tendencia.

Y aquí, en vez de reconocer que tenemos un problema grave, lo que se hace es tratar de defender lo indefendible.

La liga española no tiene emoción. Lo único que interesa es ver si el Madrid o el Barça fallan en un momento determinado, o si el rival de cada uno de ellos hace el partido de su vida para aspirar a ganarles. Pero en ningún momento cabe la posibilidad de que otro que no sean ellos dos pelee por el título. Pero ni por asomo. Hasta hace no mucho, equipos como el Valencia, el Sevilla, o anteriormente el Deportivo de la Coruña, soñaban con que Madrid y Barça hicieran una temporada un poco por debajo de sus expectativas para aspirar a dar la camapanada. Alguna vez lo consiguieron. Pero, actualmente, si los dos grandes rinden un poco por debajo de sus posibilidades, en vez de noventa y pico puntos harían ochenta. Todavía quedan unos diez puntos de diferencia respecto al tercero. Es imposible. El título no tiene más emoción que lo poco que fallen los dos grandes. Y esa tendencia va a más, no a menos.

Es la desgracia de las dos España. Y de la estrechez de miras de los que aquí tienen poder, ya sean políticos, medios de comunicación, o líderes sociales sea cual sea su índole o campo de actuación. Para colmo, el pacto de estado para la educación no llega, con lo que las generaciones futuras tendrán un lamentable nivel cultural, ideal para que esta manipulación de los que mandan se siga produciendo.

No quiero ser pedante. Ni creerme más culto o refinado que el resto. En absoluto. Pero me niego a darle la espalda a esta realidad. Esto no puede ser. Una sociedad no se puede reducir al bipolarismo. Una sociedad es algo muchísimo más complejo que eso. Se puede ser de centro, no de izquierdas o de derechas. De hecho, lo ideal es coger lo mejor de cada una de las ideoligías y crear un estado basado en eso, como hacen los escandinavos (allí son capitalistas, pero el estado controla tantas facetas de la vida, que quien menos a paga de impuestos se le aplica un 50%. El máximo en España es el 43%). Se puede ser creyente, pero no fanático. Se puede votar a un partido que no sea PP o PSOE (yo voto a UPyD, hala, ya sabéis algo más de mi).

Y se puede ser de otro equipo que no sea Madrid o Barça. ¿Qué os voy a contar yo a vosotros?

Si no defendemos esto, nos veremos abocados al inmovilismo. A facilitarles las cosas a los que tratan de manipularnos en favor de sus intereses. Para ellos, es mucho más fácil hacerlo manejando dos conceptos, que ocho o diez.

Por eso, en lo que a fútbol se refiere, ¡Viva el Sevilla FC!

Porque hay vida más allá de los dos grandes.

Esperemos que por mucho tiempo.

2 comentarios:

Jose Ant. Vega dijo...

Siempre ha sido un país bipolar y me temo que así lo seguirá siendo...

balonreondo.- Fran y ... dijo...

En España la bipolaridad es muy incivilizada, es muy primaria, pasional, sale lo peor de la España negra, de rudos hombres que apenas piensan.
Como decía Machado. Por tierras de Castilla.
Aquí se cargaron el andalucismo no independista con mentiras y atacandole todos a una. Porque hubiera sido un poder con quien contar, para gobernar.
La liga española como bien expones, podría haber tomado otro giro. Pero es mucho dinero el que se mueve. Y ya ves el madrid, la casa por la ventana. Y no gana nada. Y los medios todos los dias nos meten estupideces de Arbeloa (Hoy en la 1 publica)o Guti.
Este circo con bufones y (hasta mendigos humillados) es de bobo de baba, de verdad.
Ya te digo que el año que viene gana la liga el Madrid. Aquí queda escrito.
Y este, aún no estoy muy seguro que se la lleve el FC Barcelona.
En los arbitrajes hay una diferencia abrumadora entre los dos grandes y quien les haga sombra. Y eso es demostrable.
Por eso yo ledoy tanto mérito a lo que consigue el Sevilla FC.
Fíjaos como ha llegado el Atlético a las dos finales.
Los despachos, los bancos, las marcas, y las primas de estos, llegan a todos lados.
Así lo creo, así lo escribo.
Salud amigos.
Fran

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