Hace ya tiempo que tomé la determinación de dedicar los días de fiesta por completo a mi familia. Ayer fue día de fiesta, con lo que no actualicé el blog, y eso que tenía mucho que decir después de lo ocurrido el lunes por la noche en el Sánchez Pizjuán. Claro que eso me ha permitido atemperar los ánimos y poder analizar el asunto de un modo más reflexivo, menos visceral.
La verdad es que parece increíble que el Sevilla haya sumado sólo cuatro puntos de los nueve que había en juego en esas tras jornadas caseras en las que nos enfrentábamos al colista en cuestión en cada una de ellas. Y mucho más viendo el desarrollo de dichos partidos. Contra el Sporting llegamos a ganar por 2-0, y acabamos venciendo gracias a una mano milagrosa de Javi Varas en el último minuto. Contra el Rácing íbamos ganando por 1-0, y nos tuvimos que conformar con un empate logrado en el descuento. Y ahora contra el Granada también íbamos ganando, y acabó cayendo la primera derrota, tal y como se veía venir en función de lo expuesto anteriormente.
No es de recibo ir ganando al colista en casa y que luego se acaben complicando las cosas de ese modo. Y menos aún que eso te pase tres veces, y además consecutivas. Yo no sé qué es lo que pasa por la cabeza de los futbolistas, no sé como es posible que pasen cosas así.
Puede que sea porque Sevilla es una ciudad muy cristiana, y el cristianismo postula que hay que ser generoso con el que menos tiene. Han venido a casa dos equipos necesitados de puntos, y nosotros, los muy cristianos de nosotros, hemos tenido a bien darles algunos, ya que nos sobran en comparación con ellos.
O puede que se trate de que, como Del Nido está inmerso en una lucha por un mejor reparto de los derechos televisivos, lo cual beneficiará, no sólo al Sevilla, sino también al resto de equipos, incluídos los más débiles, pues igual se han pensado los jugadores que deben hacer lo propio con el reparto de los puntos.
O, incluso, cabe la posibilidad de que tengan una especie de complejo de Robin Hood. Se consiguen puntos contra los equipos más fuertes (Barcelona, Atlético, Valencia...) y luego se reparten entre los más débiles.
Bromas aparte, el caso es que el análisis de Marcelino casa a la perfección con todo esto. Dice nuestro técnico que uno de los grandes problemas del Sevilla es que le falta continuidad en el juego. Que tiene fases en los partidos en las que lo hace lo bastante bien como para ponerse por delante en el marcador, pero luego se viene abajo y pasa lo que pasa. Y eso está muy bien, que se conozca cual es el error, porque ese el primer paso para poder solucionarlo. Pero ya les valdría que hallasen de una vez esa solución porque la cosa empieza a mosquear un poco. Ya venía el sevillismo con la mosca detrás de la oreja después de la eliminación en la primera ronda de la Europa League. Luego vino lo del delantero. El que no vino, valga la redundancia, y aún así, la mayoría de la afición decidió tener paciencia y dar un voto de confianza al proyecto, en espera de que en el mercado de invierno se subsanase el error de no haber traído un punta más. Paciencia, por su parte, que ha sido nuestro leitmotiv desde que comenzó la liga, sobre todo teniendo en cuenta que los resultados iban acompañando y que parecía que el gran problema que tuvimos el año pasado, la debilidad defensiva, tenía visos de haberse solucionado definitivamente.
Sin embargo, los resultados comienzan a no acompañar como hasta hace un par de semanas. Negredo sigue lesionado y Kanouté anda con sus problemas habituales (cosa que todos sabíamos de antemano que ocurriría), con lo que el problema en la delantera está servido. Y hemos encajado cinco goles en tres partidos, jugados en casa y contra los colistas correspondientes a cada jornada. La cosa comienza a no tener por donde agarrarla, y la verdad es que me estoy empezando a preocupar.
Sin embargo, no está en mi forma de ser ponerme catastrofista. Debe ser porque uno ya lleva pasado lo suyo y sabe de sobra que, salvo la muerte, todo tiene solución a nada que te pongas a ello. Cuando pasan cosas como la de este lunes, y el desánimo y el pesimismo empiezan a ganar terreno, a mí me gusta acordarme del último fin de semana de febrero de 2006, cuando se jugaba la 25º jornada de aquella temporada y el Sevilla acabó perdiendo por 5-0 en el campo del Español, lo que nos dejaba 6º en la clasificación con 41 puntos, a 5 de Osasuna, que ocupaba la 4º posición y primera que daba acceso a la Liga de Campeones. El revuelo que se formó fue considerable, y muchos pidieron la cabeza de Juande Ramos, acordándose y añorando al bueno de Joaquín Caparrós. Era la época de la fábrica de humo, del viejo francés que va a su bola y que no tiene gol, del brasileño que se quería ir y tantos y tantos clásicos de la prensa sevillana.
Tres meses después, ganamos nuestra primera UEFA.
Un año y medio después, había cinco títulos más en nuestro palmarés.
Con esto quiero decir que, teniendo en cuenta lo que he destacado desde el inicio del post, no es bueno ponerse alarmistas, y menos en una jornada 11. Hay que exigir al equipo lo que le corresponde, pero no perder los nervios. Me entristece muchísimo leer las cosas que he tenido que leer entre ayer y hoy. Gente que se desquicia y que se comporta como animales en el campo. Gente que, además de eso, se mete con otros sevillistas que le afean el comportamiento. Gente que hace que sienta vergüenza ajena, que, sin tocar mi orgullo sevillista, no quiera que me comparen con ellos, que no me metan en el mismo saco.
Los dramas, los desquiciamientos y las histerias son para otros. Nosotros estamos quintos en la tabla y sólo hemos perdido un partido. Las cosas no van como deben de ir, el juego del equipo deja mucho (muchísimo) que desear, los problemas defensivos estamos viendo que no están tan solucionados como parecía (o son ahora de otra índole), la planificación deportiva, que parecía que iba a ser de las mejores de los últimos años, ha acabado siendo deficiente (los problemas de la delantera así lo demuestran). Es necesario exigir a cada uno su parte. Sin ningún género de dudas.
Pero dejémonos de histerias, de animaladas y de faltas de respeto. Lo que se puede leer hoy aquí (Blog de Mayte Carrera) es para llorar de pena. Esos no somos nosotros. Los sevillistas no somos así. Yo, al menos, no concibo así el sevillismo.
De modo que sigamos empujando y continuemos diciendo las cosas como son. Pero con relajación y respeto, por favor.
Que vamos quintos en la tabla, hombre.
6 comentarios:
Como no ganemos en Mallorca y con la visita de Bielsa sigamos regalando puntos veras los buenos modos de la grada Sevillista.
¿O no tenemos memoria?
Esperemos que se arregle todo y continuemos para bingo.
Saludos Sevillistas
De todas formas el juego del equipo deja muchísimo que desear desde que comenzaron los partidos oficiales y eso es una verdad incuestionable.
Para que nos llamen Jesús de Nazaret porque resucitamos a los muertos...
Un saludo cordial
Hace tiempo que algunos andan solo esperando el mínimo fallo para saltar a degüello,no sé si son sevillistas o son gente que solo están ahi para metar baza y despotricar todo lo bueno que hay labrado,a m i esto ya como me suena de un año si y otro también,me lo paso por la faja y sigo viviendo mi sevillismo con las victorias,empates y derrotas como algo normal como la vida misma,lo que no rsta que cuando nuestro Sevilla del alma pierde,todos perdemos ese dia algo en nuestyro interior y por ende en nuestr ánimo,un abrazo Rafa,ahora aunque nos enfrentaremos al amigo Caparrós,debemos de ir a por esos tres puntos que vuelvan a ponernos en la orbita de donde no debemos de salirnos nunca.
Estamos en lam misma onda Rafael.
Todos tenemos ojos en la cara y lo que el Sevilla nos ha ofrecido hasta ahora lo hemos visto todos
Lo que no concibo, es que como bien dices a la altura que estamos de campeonato, empezemos con las animaladas, bajo el pretexto de la libertad de expresion y de opinion.
La critica nunca puede ir unida a la falta de respeto, NUNCA.
UN FUERTE ABRAZO AMIGO.
@Triana 1952
No contemplo esa opción. Quiero creer que esto que ha ocurrido servirá de lección y mejorarán
@Marcu
El juego es lamentable, pero eso no justifica comportarse como un animal. SOn dos cosas completamente diferentes, y es de eso de lo que me quejo. Igual que tú (que he leído algún comentario tuyo por ahí) y la mayoría de los sevillistas.
@Papi Magase
Hay gente amargada que todo le parece mal y lo descargan con el fútbol. Que hagan lo que quieran, pero cuando faltan al respeto,pues hay que quejarse.
@Juan Angel Tena
Lei tu post y dijiste lo mismo que yo, pero con diferentes palabras. Poco más se puede añadir.
Muchas gracias a todos, un abrazo
ahora estoy parando en un hotel en calafate y en unos dias me voy a sevilla, me encantaria ir a ver un partido con mi marido, nos encanta el futbol
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