sábado, 16 de febrero de 2013

Salvar la temporada

Decía Unai Emery el otro día, en la entrevista que Roberto Arrocha le hizo en SFC TV, que llegó al Sevilla con tan poco tiempo y con tantas urgencias, que se limitó a poner a los jugadores que conocía y darles cuatro consignas básicas, para a continuación asegurar que poco a poco iría conociendo al resto de futbolistas, metiendo a más gente y, sobre todo, imprimiendo su sello. Decía que lo que había que hacer era coger todo lo bueno que Michel había dejado con su trabajo para, con esos cimientos, ir creciendo paulatinamente. 

Nadie podrá negar que lo que decía era sensato, ni tampoco que está siendo coherente con ello. 

Emery confeccionó un once tipo y lo ha mantenido desde entonces. Evidentemente, eso ha sido así porque los resultados han acompañado, pero las cosas son como son. Y sobre esa base está trabajando. El once es el que es, la calidad de la plantilla esté en el nivel en el que se encuentra y con eso hay que tirar para adelante. Lamentarse ahora de lo floja que es la defensa o de lo cortos que estamos en ataque (por muy cierto que sea, que lo es) no es lo conveniente. Ahora hay que salvar la temporada. Una temporada que será mala se quede como se quede. Si la salvamos, será una temporada mala que se ha salvado, no una temporada buena. Lo digo por no cometer más errores y corregir los anteriores. Pero, como digo, ahora no es el momento de esa crítica, sino de empujar para salvar la temporada, que estamos en condiciones de ello. 

Hay quien compara lo que ocurrió el año pasado, cuando Michel llegó como revulsivo, con lo que está pasando este año con Emery. Y lo hace con el loable objetivo de que no se nos vaya la pinza con las euforias. Esto último es imprescindible que no nos pase, pero yo creo que las diferencias entre Michel y Emery son incuestionables.

Estadísticamente, Michel cogió al equipo en la jornada 22, undécimo, con 26 puntos y a 4 de Europa. Cinco jornadas después estaba duodécimo, con 33 puntos y a 5 de puestos europeos. El revulsivo sirvió para estar peor que al principio. 

Por su parte, Emery cogió al equipo en la jornada 20, duodécimo, con 22 puntos y a 8 de Europa. Cinco jornadas después está 10º (a expensas de lo que ocurra en el Valladolid - At. Madrid), con 32 puntos y lo más probable es que acabe a 5 de competición europea. Eso teniendo en cuenta, además, que lo ha hecho simultaneando la Copa del Rey, donde estamos a un paso de la final, y que en una de esas cinco jornadas hubo que visitar el Bernabéu. Estas dos últimas circunstancias no se dieron en los inicios de Michel el año pasado. 

No es por desmerecer al madrileño, pero es evidente que este año vamos a más, y que el año pasado no fue tanto así, por muchas excusas que quisiéramos poner. 

Sin embargo, no es esto lo más importante, o mejor, lo más relevante. Al menos en mi opinión. A mí, lo que más me llama la atención es que ahora nos vemos capaces de hacer algo. De remontar, aunque sea un poco, de medio salvar la temporada. Estas sensaciones no las había el año pasado, ni con el cambio de entrenador.

Hay varias cosas del Sevilla de Emery que me llaman la atención. Primero, los laterales, que suben mucho más y permiten a los extremos venirse al centro. Eso le da un poderío mucho mayor al equipo en la zona ancha y permite que los centrocampistas suban más y lleguen al remate. Ayer lo vimos claro con los goles de Rakitic y Medel. Y ya son varios los tantos de la llamada segunda línea desde que el técnico vasco llegó. Puede que no se trate de que la segunda línea no tenga gol, sino de que el planteamiento de los partidos impedía que llegaran a puerta con posibilidades de marcar. 

Claro que esto tiene su parte mala. Si los laterales suben, la defensa queda más desguarnecida, los errores en esa línea son más factibles (aún) y, sobre todo, más peligrosos. Esto parece que se quiere paliar con mayores posesiones. Si tú tienes el balón, el rival no puede atacarte. 

Pero si hay una cosa que me gusta de lo que está haciendo el entrenador, y que le eché en falta a Michel, es el de pensar un poco más allá e ir dando entrada a nuevos futbolistas. Ayer vimos algo de esto también (y el propio técnico lo reconoció en rueda de prensa). Si F. Navarro no puede estar en la semifinal, habrá que ir dando minutos a su sustituto para que llegue en mejor estado. Ahí está A. Moreno entrando en el equipo. Lo mismo podemos decir de Botía, que jugó todo el segundo tiempo y jugará, seguramente, el partido completo en el Camp Nou. 

Otros que van entrando son Coke (es evidente que este futbolista no es el nuevo Alves ni el futuro lateral de la selección, pero creo que tampoco tan malo como parece), o Manu del Moral (un jugador que llegó a internacional no puede ser la calamidad que hemos visto tan a menudo). Además, al jiennense lo pone en su puesto, de segundo punta, no tirado a banda. Ahí rendía en el Getafe, pero esto es el Sevilla, o sea, otra cosa. Igual ahí, con partidos, podemos sacar algo de este jugador. 

Su centro del campo es Medel, Rakitic y Kondogbia, pero Maduro puede entrar ahí también, con lo que hay alternativas. En definitiva, lo que quiero decir es que Emery parece estar intentando, no sólo tener un once base, sino también cuatro o cinco jugadores más que entren en el mismo sin que el conjunto lo note. Algo totalmente coherente con la idea que él mismo expuso que tenía desde un principio. 

Y a mi la coherencia me gusta. Me gusta y me relaja porque me hace pensar que quien tiene el mando sabe lo que hace. Por cierto, que esto es bueno para el aficionado, pero, sobre todo, para el equipo. Que los jugadores crean en lo que hace el entrenador es el primer paso para que el orden se imponga. Para que no escuchemos más aquello de que no se hace en el campo lo que se entrena durante la semana, síntoma evidente de que los futbolistas se toman al entrenador por el pito del sereno (exagerando para entendernos)

¿Y si ahí hubiera estado el mayor de nuestros problemas de los últimos años? ¿Y si lo que pasaba era que los entrenadores no se ganaban el respeto de la plantilla? Recordemos que, casualmente (o no), Emery es el primer entrenador que tenemos en muchos años que, antes de venir, había triunfado previamente en algún equipo de, al menos, el mismo potencial que el nuestro. Si lo consultáis, veréis que el último fue Luis Aragonés en la primera mitad de la década de los 90 del siglo pasado. Si acaso podríamos mencionar también a Juande Ramos, si consideramos equipo del nivel del Sevilla de la época al Betis. Y yo estoy convencido de que esto no puede ser casualidad. 

Por tanto, y aun lejos de lanzar las campanas al vuelo, a mi lo que veo me gusta. Diría más, me gusta sobre todo de cara al futuro. El Sevilla debe hace lo imposible para salvar la temporada y la gran oportunidad la tenemos el día 27. Si obtenemos el pase a la final de Copa, y con ello la clasificación europea, creo que el club debe hacer la planificación de la próxima desde ya. Ir apalabrando fichajes y traspasos, ir subiendo del filial a la gente que interese. Ir haciendo todo lo necesario de cara al año próximo y limitarse a terminar dignamente este. Porque creo que si lo hacemos así y el entrenador que tenemos ahora confirma lo que parece que es (y que ya demostró en Almería y Valencia), podemos estar en condiciones de revertir la decadencia en la que nos encontramos desde hace tiempo. 

Este año no tanto, pues lo que hay es lo que hay y no da para más, pero quizás sí para el año que viene.

7 comentarios:

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Juan Jose Roman dijo...

Bueno, por una vez, no estoy en total acuerdo contigo; permítaseme el tuteo.
Creo que la temporada no solo se puede salvar, y no lo digo porque podamos quedar más o menos arriba, sino porque el equipo con este entrenador ilusione y se vea capaz de hacer cosas más grandes.
Un saludo.

Rafael Sarmiento dijo...

@Juan Jose Román

Yo también creo que se puede hacer más que solo salvar la temporada. De hecho, no firmo la permanencia y ganar la Copa del Rey, creo que se puede aspirar a entrar en Europa vía Liga.

Pero estoy un poco harto de ilusionarme para luego llevarme palos, y prefiero ser un poco más prudente.

Muchas gracias, un saludo.

Rafael Sarmiento dijo...

Por cierto, puedes tutearme cuando quieras, faltaría más.

Juan Jose Roman dijo...

Gracias.

PadreManuel dijo...

Pues yo tengo mis dudas.

No quiero ser negativo, además estoy ilusionado con algunas cosas que estoy viendo en los últimos encuentros y que tan bien nos has comentado.

Si quiero comentar que aún estamos muy lejos del objetivo de salida, el cual lo rebajamos posteriormente casi a mantener la categoría. Ahora vamos a Barcelona y ya se sabe que lo más fácil es venirnos de vacío de allí, Dios no lo quiera pero si quedáramos apeados de la final de Copa, el daño moral sería de los grandes y quien sabe adonde nos llevaría ello.

Así que aunque ilusionado con lo que veo actualmente, no creo bueno para el equipo meterle de nuevo esa presión, mejor será dar por bueno la mejora y posiblemente ello redunde en tranquilidad y mejor juego y resultados.

Saludos.

Rafael Sarmiento dijo...

@Padre Manuel

Por todo eso que dices, yo prefiero ser prudente. Veo lo que veo, pero, como he dicho, son tantos palos los que me he llevado por ilusionarme demasiado, que ya no me fio de nada.

Muchas gracias, un saludo.

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