lunes, 8 de junio de 2009

Algo arraigado que se pierde

En estos días que han pasado desde que la última jornada de liga nos deparó el descenso del Betis, me he estado fijando un poco en las reacciones de unos y otros, y todo hace indicar que se está confirmando algo que desde hace un tiempo vengo palpando. Se está perdiendo la rivalidad.
Por mucho que ciertos periodistas de la ciudad se empeñen en inventarse cosas como que el Betis arrebató el fichaje de Oliveira al Sevilla, o que la victoria que obtuvieron a principios de la segunda vuelta era una especie de punto de inflexión, con los verderones yendo para arriba y nosotros hundiéndonos por culpa de la ineptitud de Jimenez, lo cierto es que cada vez hay menos pique entre unos y otros. Algo evidente, en vista de la sideral diferencia entre ambos equipos hoy por hoy, aunque sólo haga cuatro años que ellos ganaron la Copa y nos arrebataron la Champions.
Y he de decir que me da pena de eso. Yo siempre querré al Sevilla por encima del Betis. Siempre. Pero me gustaría que esa rivalidad tan simpática que siempre ha habido persistiera, más que nada porque es de lo más divertida (sobre todo si somos nosotros los que siempre estamos por encima). Pero con tanta diferencia como hay hoy día, es que uno siente ya hasta un poco de pena de ese amigo, o ese primo bético que todos tenemos, con el que siempre nos hemos metido, o sufrido sus bromas. Pero, ¿qué bromas les voy a gastar yo ahora? Si cuando sale el tema del fútbol te miran con esa cara de conejito encañonado, como diciéndote "hala, empieza, masácrame a chistes y bromas, que yo aguantaré estoicamente haste que acabes, porque no tengo nada que replicarte". Joder, que en el fondo es mi amigo, mi primo bético, ese que todos tenemos. ¿Qué queréis que os diga? Pues que evito el tema del fútbol, y hablo con ellos de otra cosa. Y me da pena de eso, la verdad.
Yo no le deseo el bien al Betis. Ni el mal. Como equipo me es indiferente, igual que el Numancia, el Albacete o el Racing de Santander. No soy antibético, por tanto. Pero sí que soy consciente de que si la situación fuese la contraria, ellos no dudarían en tirársenos a la yugular. Ya lo vimos tras la última victoria que consiguieron contra nosotros. Está claro que los grandes somos nosotros y los acomplejados ellos (como ocurre con Real Madrid y Barcelona, por ejemplo)
Pero lo cierto es que ya lo ha dicho alguno que otro en el Betis: en los próximos años habrá más niños sevillistas que béticos, y si esa situación se prolonga estaremos en las puertas de perder una de las cosas más arraigadas y conocidas de la Sevilla futbolística. La eterna rivalidad entre Sevilla y Betis, Betis y Sevilla podría quedar reducida a la que hoy día hay entre Barça y Español, o Valencia y Levante. E insisto, eso me daría mucha pena.

3 comentarios:

EL PAPI MAGASE dijo...

ES INEVITABLE RAVESEN,hoy hay mucha diferencia entre un club y otro y como bien dices,los mismos hijos de beticos le dicen a sus padres que si en el colegio pueden ser del sevilla,es asi y creo que perderse nunca se perderá,pero cada vez quedarán menos masoquistas,un abrazo.

Jose Ant. Vega dijo...

guenas, pues comparto casi todo crack, esta vez digo casi xq q kieres q t diga, me da muxa lastima por los amigos beticos, pero x todo lo que mamé en su dia, me alegro q esten así..aunq sea un añito, para que sepan kien es uno y kien es otro..eso si tampoco me gustaria q se pierda esa rivalidad,la sana x supuesto..
un abrazo, que sea bueno el niño x la noxe, y no te preocupes x lo del facebook, cuando tengas tiempo lo haces, sin prisas, pero eso si, hazlo en!,jaja, ;)

Gol Sur, Tribuna Alta dijo...

A mi el Betis también me es indiferente. De hecho, en mi blog no hay una sola referencia sobre su reciente desgracia. Yo también he evitado el tema con mis conocidos béticos. Pero ojo a esta frase que dices, que es clave:

"sí que soy consciente de que si la situación fuese la contraria, ellos no dudarían en tirársenos a la yugular."

No tengo ninguna duda.

Un saludo.

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