Ayer a primera hora de la tarde, mientras iba en el coche camino del trabajo, sintonicé la radio oficial del Sevilla, algo que no hacía desde mucho tiempo atrás. Yo fui un devorador implacable de los medios oficiales durante un tiempo. Me daba tanta rabia el modo en que se metían con el Sevilla la mayoría del resto de la prensa que era esa la manera que tenía de sentirme mejor. Escuchar, leer y ver a los que defendían al club a capa y espada.
Pero las cosas han cambiado, sobre todo en los últimos dos años en los que es evidente que en el club han habido cosas que no se han hecho del todo bien y que, aún así, en los medios oficiales se han defendido esas decisiones también a capa y espada. Es evidente que este tipo de medios van siempre con el club que les paga, no van a morder la mano que les da de comer. No me meto con su forma de actuar, pero igual que dejé de seguir la prensa comercial sevillana, pues también hice lo propio con la oficial. Ni un extremo ni otro. Ahora me informo a través de la blogosfera, que lleva camino de superar a la prensa en bastante poco tiempo.
Sin embargo, ya digo, ayer volví a sintonizar Sevilla FC Radio, y estaban echando un programa llamado "Palabra de Fútbol". Dieron un interesante repaso sobre ciertas declaraciones de Monchi y Del Nido, informaron de lo ocurrido respecto al frustrado viaje a Costa Rica y finalmente montaron una tertulia, que era a donde yo quería llegar.
En dicha tertulia participaron el presentador y moderador y tres personas más que yo no tengo ni idea de quienes son. Colaboradores del programa, supongo, gente sevillista que se presta a debatir y dar su opinión sobre las cosas, opinión perfectamente respetable, por supuesto, todo muy bien. Y a ello se dedicaron. Hablaron de algún que otro tema como inicio, comentaron que lo de Costa Rica ha venido bien por un lado, ya que ahorrarse un viaje tan largo puede ser bueno, pero mal por otro, ya que se deja de ingresar un dinero que hace falta. Lo normal, todo muy sensato.
Sin embargo, a continuación, comenzaron a charlar acerca de la ilusión que estaba levantando este nuevo proyecto sevillista. Decían, y no les faltaba la razón, que hacía ya unos años que no ocurría algo así a estas alturas, en pretemporada. Pasaron a analizar el por qué de tal circunstancia, y lo que vino a continuación me dejó descolocado, en fuera de juego.
Uno de los tertulianos afirmó (y los demás le dieron la razón) que el motivo de la ilusión generada era que las cosas se estaban haciendo tal y como la afición requiere y que las entradas y salidas de jugadores eran justo las que los sevillistas llevaban tiempo reclamando. Y yo me quedé a cuadritos, no tanto porque una persona piense de ese modo, sino porque en una tertulia nadie le diga nada y todos le den la razón.
A ver, yo estoy de acuerdo con el fondo del argumento. Es evidente que la directiva ha reflexionado en los últimos meses y se están llevando a cabo acciones que habían sido reclamadas por los aficionados en ocasiones anteriores. Se ha traído a un entrenador aparentemente competente desde el minuto uno, es decir, se acabaron las probaturas y los riesgos innecesarios. Se han fichado jugadores para reforzar el centro del campo de verdad. Se ha reconocido el final de un ciclo y se han puesto a trabajar en el próximo. Nos hemos dejado de fichajes extraños y costosos para volver a la fórmula que hizo famoso a Monchi y a su equipo. Incluso se ha cambiado la fecha del Trofeo Antonio Puerta, devolviéndolo al verano. Hay más cosas, pero creo que esto es suficiente para entender lo que quiero decir.
Pero, por Dios, decir que los jugadores que están entrando y saliendo son los que la afición quería..., estos señores no leen demasiado la blogosfera. De otro modo no se atreverían a decir eso, porque el clamor que ha habido en contra de la salida de Juan Cala o de la decisión de prescindir de Alfaro para dejar a Acosta ha sido casi unánime. Incluso respecto a Sergio Sánchez ha habido división de opiniones. Yo creo que sólo el caso de Zokora ha sido de general aceptación. Además, yo al menos no me hubiese desprendido de Dragutinovic para traer a Spahic. Ya lo he dicho en algún post anterior, si necesitamos a un defensa contundente, de jerarquía y con experiencia, lo teníamos en casa, nos habríamos ahorrado 1,5 millones y los podríamos haber añadido a los 5 que parece que se pueden ofrecer por el delantero que se quiere y así ampliar el abanico de futuribles.
Y eso respecto a los futbolistas, porque la salida de Cristóbal Soria también ha dado mucho que hablar. No todo el sevillismo está de acuerdo. Ni muchísimo menos. Y lo digo yo, que entiendo esa decisión, pero es quelas cosas son como son, y no de otra manera.
Miren, señores, a mí me molesta tanto la crítica injustificada como la alabanza porque sí. Hay que decir las cosas como son, para bien y para mal. En el Sevilla se están haciendo muchísimas cosas bien, la mayoría, por eso ilusiona el proyecto, pero hay cosas que no cuadran demasiado. Y no pasa nada por decirlas. Nada en absoluto. Es más, siguiendo con la linea argumental de esa tertulia, fíjense si será buena la crítica constructiva, que gracias a ella la directiva a recapacitado, reflexionado y está tomando una serie de decisiones que están haciendo que la ilusión se desborde.
No es mejor sevillista quien le ríe las gracias a lo que dicen en el club, sino quien se devana los sesos desde el cariño a los colores para dar una opinión fundamentada y argumentada. Aunque sea contraria a lo decidido por los gestores. La alabanza porque sí es mala, siempre lo ha sido.
Yo dejé de consumir prensa porque no quiero entrar en el juego de quienes se tiran a la yugular tras cualquier decisión de la directiva del club. Y dejé de consumir medios oficiales por ese modo de dorarles la píldora, colocándose así en el extremo opuesto de los primeros.
Visto lo visto, creo que seguiré comportándome del mismo modo. Ni unos ni otros. Creo que es mejor así.
2 comentarios:
Al final creo quu un poco de Prensa (no creo que todos sean tan crueles como se dice), algo de MM.OO. y un mucho de Blogosfera y te sale el batido perfecto.
Los porcentajes de los ingredientes son a gusto de cada uno, pero no se puede obviar a ninguna de las tres partes, todos tienen su sitio y su función, siempre que se haga bien, con respeto y objetividad.
un saludo
Estoy un poco en la linea de Santiago.
Lo que si te doy la razon es que hay asuntos en los que es complicado optar por algunas de las opciones, ya que tanto unas por defecto y otras por exceso, pierden absolutamente toda la credibilidad.
Un fuerte abrazo amigo.
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