viernes, 22 de julio de 2011

Acosta y los médicos

Hoy voy a hablar sobre algo que no domino, con lo que habré de tener cuidado. Vaya por delante que es posible que diga cosas que un experto me pueda rebatir sin despeinarse ya que voy a incidir en mis impresiones subjetivas, nunca entraré en profundidad porque, ya digo, no domino el asunto en absoluto.

Me refiero a la medicina (casi nada), en concreto a lo que ocurre en el Sevilla en este ámbito. Y me explico.

Ayer leía una entrevista a Lautaro Acosta en la que se despachaba con cosas como la que sigue:

"Me he lesionado mucho por negligencia de algunas personas. Estuve un año y tres meses parado. No pretendo dar golpes ni buscar culpables. Pero las cosas no se han hecho bien. De un esguince no puedo pasar a una lesión de dos años. Hice todo lo que me pidió el club. Entregué mi tobillo, pero las cosas no se hicieron bien"

Y la verdad es que el muchacho parece tener toda la razón del mundo. 

Todos sabemos que a Lautaro Acosta se le ha dicho de todo. O más bien a quien trajo a Lautaro Acosta. Su rendimiento en el Sevilla ha sido ínfimo. Han habido ocasiones en las que incluso parecía no ser futbolista, pero es que hay que entenderlo todo. El jugador lleva tres años lesionándose y reapareciendo, y su estado de ansiedad debe ser tal que hace cosas como mandar fuera de banda un disparo a puerta desde dentro del área (eso se lo vi yo en unos de los últimos partidos de la temporada recién terminada)

Pero Lautaro Acosta no es así de malo. Puede que no tan bueno como para gastarse 6 millones de euros, pero no así de malo.

Lautaro Acosta llegó al Sevilla en 2008, y ese mismo año había ganado el Mundial sub'20 y los Juegos Olímpicos de Pekín con la Selección Argentina, en la cual compartió vestuario con gente como Fazio, Agüero, Di María, Sergio Romero (actual portero de la absoluta), Banega,  Piatti (por el que el Almería pagó ese mismo años sólo un millón menos que el Sevilla por el Laucha), Messi, Lavezzi, Buonanotte, Garay, Gago...

Un tío que entra en una selección con nombres como esos no es de los que mandan a fuera de banda un disparo a puerta. Un tío como ese tiene que ser bueno. Insisto, no sé si como para pagar 6 millones de euros, pero no puede ser la nulidad que parece ser. 

Las palabras de Acosta que decía al principio pueden ser interpretadas como que el equipo médico del Sevilla ha destrozado su carrera deportiva. Yo al menos lo interpreto así. Él entrega su tobillo a los médicos y estos prolongan durante más de un año la recuperación de su simple esguince. Es como si dijera "con lo que yo era, con la gente con la que me movía, fijaros en lo que me he convertido por culpa de algunos que no fueron capaces de recuperarme de un esquince de tobillo"

Ese chico tiene que estar desesperado, angustiado, maldiciendo su suerte, y, por supuesto, total y absolutamente lastrado por la ansiedad que le produce no ser capaz de hacer lo que hace no tanto le salía casi sin pensar: jugar al fútbol. 

Este es un caso particular, aunque verdaderamente ilustrativo, pero hay muchos más. En estos últimos años han habido desastrosas rachas de lesionados que han lastrado al equipo de un modo considerable. Jugadores que se lesionaban de un modo leve, cuya recuperación se suponía en una o dos semanas y que pasaban los meses y no se terminaban de recuperar. 

Por ejemplo Fazio. Parece increíble que después de tantas y tantas lesiones de tobillo, tenga que ser un kinesiólogo argentino quien diese con la clave de la recuperación. Parece increíble, ya digo, que el problema fuese simplemente de higiene postural. Dos años de recaídas continuas... yo me llevo las manos a la cabeza. Igual no tengo ni pajolera idea de lo que digo, pero agradecería en el alma que alguien me dijese lo ignorante que soy con argumento médico que explicase cómo es posible esto que acabo de comentar.

Pero es que hay muchos más casos, como el de Navas en esta última temporada, o el de Palop, o el de Perotti... el último caso es el de Rakitic, que ahora se dice que igual se tiene que operar otra vez. ¿Cómo es posible? Si fuera un único caso, pero es que es uno tras otro. 

¿De verdad soy un ignorante, o es que pasa algo más?

Y en medio de todo esto, va Acosta y dice lo que dice para darme la razón en mis impresiones subjetivas. No me hace convencer de que no sea un ignorante, seguramente lo seré, y en esta materia sin duda. Pero a mí no se me quita de la cabeza que algo más tiene que pasar. Que un jugador no se lanza a la piscina de unas declaraciones tan polémicas por gusto. Y menos cuando nunca jamás ha dicho una palabra más alta que otra y siempre ha trabajado siguiendo las directrices del club. 

Acosta fue campeón del mundo sub'20 y campeón olímpico. Acosta compartió vestuario con el Kun, con Messi, con Lavezzi o con Di María. Acosta igual costó más de lo debido, pero no mucho más. No mucho más. 

No sé qué será de Lautaro Acosta. Seguramente no tenga sitio en el Sevilla, pero los aficionados deberíamos recordar que Acosta no ha jugado porque ha estado lesionado. Y que Acosta no es Konko, que pasaba de poner de su parte para recuperarse. Acosta salía a comerse al mundo con tanta ansia que lo hacía mal, rayando hasta el ridículo. Pero por ganas nunca fue. 

Ojalá encuentre su sitio. Ojalá el entrenador que le toque sepa reorientar su carrera. Porque es una verdadera pena lo que ha ocurrido con él.

Y es que yo me creo lo que ha dicho. Me lo creo, lo siento por si alguien se ofende. Y, repito, me encantaría que ese alguien me demostrase lo ignorante que soy, me diera argumentos y me ilustrase en una materia en la que soy un absoluto pagano.

2 comentarios:

Miguel dijo...

Todo se debe a los servicios medicos del club que es lamentable como trabajan sino fijate en Rakitic debemos investigar el tema de los medicos del sevilla un tema mas que espinoso y sobretodo tras lo acontecido en el verano de 2007 con Antonio Puerta

Rafael Sarmiento dijo...

@Miguel

Lo de Puerta lo tenía en la cabeza, pero al final no lo mencioné. Pero es interesante en ese aspecto porque lo que le pasó a Antonio no fue repentino. Ya tuvo antecedentes, la enfermedad había avisado, y acabó como acabó. Lo que pasa es que, como digo, yo soy un absoluto ignorante en estos temas, y como el tema es tan delicado, preferí no mencionarlo.

Gracias, un saludo

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