Del partido de anoche contra la Roteña no voy a decir nada porque para mí no tiene más valor que el de uno de titulares contra suplentes. No se trata más que de un entrenamiento un poco diferente al resto que se practican en pretemporada, y prefiero esperar a los enfrentamientos contra equipos más potentes como Español e incluso Córdoba y Xerez, cuando además ya estén un poco más rodados los futbolistas. Ayer, para colmo, participaron jugadores que seguramente no van a seguir en el Sevilla, y no lo hicieron otros que serán básicos, como Medel, Rakitic, Cáceres, Perotti o Kanouté, con lo que, ya digo, no creo que el partido tenga más valor que cualquier otro entrenamiento.
Además, ya hay varios compañeros de blogosfera que han hecho excelentes análisis de lo que puede ser analizable en un partido como este, con lo que incidir en ello no es más que un ejercicio de redundancia.
Dicho esto, hoy me gustaría hablar de algo a lo que llevo un tiempo dándole vueltas en mi cabeza. Ya he dicho muchas veces que no me gusta que se compare al Sevilla actual, o el de el año pasado o el de hace dos años, con el Sevilla imperial de la segunda temporada de Juande Ramos. Pero es que dicha comparación es inevitable, e incluso desde el propio club y el cuerpo técnico han hecho referencia a ella, con lo que me he decidido a dar mi opinión.
No obstante, a mí me gustaría enfocar el tema desde un prisma un poco distinto al común. Cuando se habla de Juande Ramos, todos recordamos la sublime temporada 2006/2007, pero dado que Marcelino acaba de llegar, mi intención es acordarme de cómo estaba el Sevilla en el momento en el que llegó el técnico manchego. Me parece más justo hacerlo de esa forma. Y me llama la atención que haya algunas coincidencias verdaderamente curiosas.
Aquel Sevilla venía de hacer una buena temporada el año anterior, de lograr un éxito importante como lo fue clasificarse para le UEFA, pero que dejó un regusto amargo ya que nos quedamos sin Champions justo a última hora, siendo además el Betis el equipo que nos quitó esa plaza, y habiendo ganado, para más inri, nuestro eterno rival la Copa del Rey. El cachondeito verdolaga fue casi insoportable. Angelitos. Criaturitas. Ninguno se imaginaba ni por asomo lo que estaba por venir. De igual modo, aunque en circunstancias radicalmente diferentes, el Sevilla de hoy ha culminado una mala temporada con un buen resultado, pero el regusto es sin duda amargo. Primera coincidencia.
Cuando Juande Ramos llegó al Sevilla no dejaba de ser un técnico joven que había logrado ciertos éxitos en clubes de menor nivel y que aspiraba a dar un salto en su profesión entrenando a un equipo más grande. Es cierto que aquel Sevilla era menos grande que el actual, pero no deja de ser una situación parecida a la que afronta Marcelino en estos momentos, estando el técnico asturiano a día de hoy en una posición semejante a la que ostentaba Jaunde en aquella época. Segunda coincidencia.
No puedo obviar que también hay divergencias importantes entre un momento de la historia sevillista y otro. En aquella época se hicieron dos traspasos importantes (Baptista y Sergio Ramos), que en teoría menguaban de un modo considerable la fortaleza del equipo. Claro que en su lugar llegaron nada menos que Kanouté y Dragutinovic. Eso sí, ¿quién se iba a imaginar en aquellos momentos lo que llegarían a ser estos dos monstruos? Hoy día, sin embargo, ningún jugador importante ha salido, ni va a salir, de la plantilla.
Pero lo que más me llama la atención es otra cosa, y se refiere al modelo de plantilla que se ha diseñado. Me explico. La directiva, utilizando la experiencia que ha adquirido en todos estos años, está procurando por todos los medios no volver a cometer los mismos errores que en un pasado reciente, sobre todo a la hora de encarar los fichajes, volviendo a sistemas semejantes o análogos a los que se utilizaron en la época de Juande Ramos, los cuales demostraron que se puede construir una plantilla campeona sin gastar mucho dinero, y que elevaron a Monchi y a su equipo al olimpo de las mejores secretarías técnicas, no ya sólo de España, sino de todo el mundo.
Y es curioso porque esta plantilla, con nombres distintos, tiene semejanzas incuestionables con aquella. Y es aquí donde quiero volver a incidir en pensar en lo que eran aquellos jugadores en agosto de 2005, no en junio de 2007. En agosto de 2005, Alves, Navas, Renato, Adriano, Kanouté o Luis Fabiano no eran ni muchísimo menos lo que llegaron a ser poco después. De hecho, por poner un ejemplo, Alves no era ni titular indiscutible en el Sevilla cuando aquí jugaba Sergio Ramos. Sólo entraba en el once cuando el de Camas jugaba de central. A esto es a lo que me refiero cuando pido que nos centremos en lo que eran el Sevilla y aquellos jugadores en ese momento de la historia.
Aquel Sevilla se iba a caracterizar en adelante por ser un equipo sin un once básico, sino con dieciséis o diecisiete titulares que iban rotando partido tras partido. Quitando a Palop, Javi Navarro, Alves, David y Navas, el resto de las posiciones no tenían dueño claro. Ni siquiera la delantera, con Kanouté y Luis Fabiano. Recordemos que Saviola jugó muchísimos partidos, siendo incluso titular en la final de Eindhoven.
En defensa, Escudé y Dragutinovic jugaban indistintamente. En el centro del campo, Renato, Martí y Maresca rotaban para dos puestos. En la banda izquierda Adriano era titular, pero Puerta jugó muy asiduamente. Y lo de la delantera lo acabo de comentar. Respecto a esta última línea la cosa cambió a partir del año siguiente, siendo Kanouté y Luis Fabiano indiscutibles, pero la rotación se intensificó en el centro del campo con la llegada de Poulsen, siendo Renato a veces quien sustituía a alguno de los dos delanteros cuando el equipo jugaba con un 4-2-3-1. Es decir, que ese modelo de plantilla era el mismo en aquella temporada en la que lo ganamos casi todo.
En el Sevilla de hoy todo hace indicar que se va a producir un caso parecido. Incluso más intensificado si cabe. La portería ya no tiene dueño claro. En defensa, la lógica dice que serán Cáceres, Spahic, Escudé y Fernando Navarro los titulares, pero habrá que ver si Coke desplaza a uruguayo al centro, sacando del once a alguno de los dos centrales. O si Alexis explica por qué llegó a fichar en su día nada menos que por el Valencia. Sobre todo con un equipo mejor ordenado defensivamente. O si Fazio juega de central o de medio centro. O si Luna le pone las cosas difíciles a Navarro. Vamos, que parece haber muchas opciones y variantes.
En el centro del campo, las cosas se presentan parecidas. Todo hace indicar que serán Medel y Rakitic los que ocupen esas plazas, pero Trochowski es un extraordinario jugador que puede jugar en ese puesto con las mismas prestaciones que los otros dos. Y yo particularmente tengo muchísimas esperanzas puestas en Campaña. Por las bandas, en la izquierda creo que parte con ventaja Perotti, pero Capel es un recambio de muchas garantías. Además, me da a mí que va a ser Marcelino quien le haga corregir los errores que tiene el almeriense para que explote de una vez. Veo yo al asturiano con esa capacidad (Giovanni, por ejemplo, nunca jugó mejor que con nuestro nuevo técnico). Pero es que hasta para la banda derecha puede haber recambio por fin, esa banda donde Jesús Navas a quemado a todo el que le ha intentado competir el puesto. Y es que Manu del Moral se desenvuelve bien por ahí. Además, el ex del Getafe es muy polivalente, es decir, no va a tener que esperar a que el palaciego no esté disponible para jugar, sino que podrá participar en el equipo en distintas posiciones. Así no se quemará y también estará a tope para cuando le toque sustituir a nuestro campeón del mundo.
Y por fin, en la delantera, Negredo es indiscutible, pero para la otra plaza habrá pelea. Kanouté parte con ventaja, pero al malí hay que dosificarle. No esta temporada que es ya bastante veterano, sino que siempre ha habido que hacerlo así. Y ahí, a parte del nuevo fichaje que parece que va a venir, vamos a tener al propio Del Moral, a Rodri si permanece, y probablemente hasta a Luis Alberto actuando de segundo delantero.
Por tanto, al igual que aquel primer Sevilla de Juande, las opciones son extensas. Hay una serie de jugadores que parecen indiscutibles, Cáceres, Medel, Navas o Negredo, pero para el resto de posiciones la competencia puede ser feroz, y bien haría Marcelino con tener a tope a más jugadores de los once que juegan, es decir, que estos once no sean siempre los mismos.
Lo bueno es que parece claro que ese es el objetivo del asturiano.
Diecisiete titulares.
Ahora sí, igual que con Juande Ramos.
3 comentarios:
Buena diseccion de la palntilla para mi esta temporada el que se duerma va a jugar muy poco asi que estaran todos enchufadisimos para no perder el sitio.
Mi once tipo seria:
PALOP - COKE - SPAHIC - CACERES - F.NAVARRO - PEROTTI - MEDEL - RAKITIC - J.NAVAS - NEGREDO - MANU DEL MORAL
Magnífico post, y van...
Esperemos que todo vaya como auguras y que no ocurran cosas extrañas y muchas veces ajenas al fútbol y que despisten a la plantilla y al entrenador.
Un ejemplo: si un simple NO de Marcelino ha dado a la prensa para tanto (Bosch, Presidente, Gordillo y hoy Pepe Mel) ¿qué será cuando diga "no, porque..."?
Somos su punto de mira.
Observen el tratamiento que le han dado al asunto Koné. Algunos han llegado a insinuar que ha metido en el vestuario sevillista el virus de la malaria.
Saludos
@Miguel
Mi once es muy parecido al tuyo, por no decir el mismo. Sólo que me gustaría ver jugar un poco a Coke antes de meterlo de un modo definitivo. Metes ahí a Escudé, con Cáceres de lateral y ya tienes la otra opción.
Arriba coincido contigo en Manu del Moral, pero formando parte por el centro de una línea de tres en la media punta, con Navas y Perotti en las bandas y Medel y Rakitic por detrás. Creo que es ese el sistema que más le gusta emplear a Marcelino.
@Marcu
Esas cosas extrañas siempre van a estar por desgracia. Pero es que llevan pasando ya un buen tiempo, y creo que en el Sevilla se están empezando a acostumbrar hasta el punto de que no les afecte.
Espero que sea así.
Muchas gracias a los dos y un abrazo
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