sábado, 23 de julio de 2011

Vender el alma al diablo

Según la educación cristiana que a mí me dieron, el diablo es la antítesis de Dios. Dios es la bondad infinita y el Diablo la maldad más horripilante. El Cielo es la felicidad sempiterna, y el Infierno el llanto y el rechinar de dientes por toda la eternidad. 

Esa misma educación fue aumentando y matizándose. Luego vino mi propia labor autodidacta, es decir, la de profundizar por mi cuenta en ciertos temas que despertaban mi interés. Poco a poco se fue perfilando mi personalidad, mis opiniones y mi modo de ver las cosas. Como le pasa absolutamente a todo el mundo, evidentemente, claro está.

A día de hoy yo huyo un poco de aquellas explicaciones místicas con las que abotargaban nuestras infantiles cabecitas cuando éramos niños. A día de hoy yo relaciono cielo e infierno con conciencia. Con buena o mala conciencia. Una persona que muere feliz consigo misma, orgullosa de su paso por la vida, rodeada de las personas a las que quiere... con la conciencia tranquila, en definitiva, disfrutará de esa felicidad por toda la eternidad. Es el recuerdo que se le quedará de esta vida allá donde sea que vayamos después de ella. Eso es el cielo.

Una vez dicho eso, creo que es fácil concluir con qué relaciono yo el infierno. La mala conciencia por siempre jamás. Un mal recuerdo que no hay forma de quitar de la mente. Un pesar, un malestar, una culpa... una vergüenza que te impide ser feliz y que te acaba consumiendo. 

En esta vida por la que todos pasamos, a veces es difícil ser consecuentes con nosotros mismos, a veces traicionamos nuestros principios a cambio de comodidad, de riqueza, de algún logro material que en principio nos colma de algo parecido a la felicidad, pero que si para conseguirlo hemos dado la espalda a lo que somos, a la larga pagamos la factura. Somos humanos, a todos nos ha pasado alguna vez, pero normalmente volvemos por nuestros pasos, nos arrepentimos y calmamos nuestra mala conciencia. Son fallos, errores propios de nuestra condición. 

Pero hay otras ocasiones, menos, muchas menos, en las que seguimos por ese camino que sabemos que es malo, a cambio de ciertas ambiciones o de ciertos beneficios. No le pasa a todo el mundo, pero ocurre. Y esas personas saben que obran mal, saben que se acabarán arrepintiendo, lo saben de sobra, pero por alguna razón cierran los ojos, siguen adelante y no hacen caso de nada más.

Es lo que se conoce como vender tu alma al Diablo.

Y hasta aquí, el rollo existencial y místico. Ahora comienzo a hablar de fútbol. 

En los últimos años, las cosas en la Liga Española no van bien. La diferencia entre los dos grandes y el resto siempre fue importante, pero ahora se ha vuelto cósmica, sideral. La atroz competencia que hay entre ellos está destrozando todo lo que hay a su alrededor. Los satélites de ambos clubes (prensa, medios, empresas publicitarias, líderes de opinión, etc) concentran todas sus fuerzas en apoyar a su preferido, en contra del oponente principal, y mandando al olvido a los otros 18. Y en esa lucha, hay uno que está ganando de calle, que es el FC Barcelona.

Y eso es terrible para el R. Madrid.

Los madridistas lo están intentando todo para cambiar esta circunstancia. Están gastando cantidades indignas y obscenas de dinero. Están manipuilando las noticias para hacer lo propio con la opinión de la gente. Están abusando del poder que tienen, están literalmente humillando al resto de contendientes, están faltando a los principios que siempre caracterizaron a su club (en teoría), están haciendo todo lo posible, legal o alegal (que no ilegal, que supongo que también, pero no me atrevo a a asegurarlo)... saben que están perdiendo simpatizantes, pero por otro lado están haciendo mucho más fieles a los que siempre fueron fieles. Saben que antes eran el equipo de España y ahora son el club más odiado. Saben que ahora es más difícil ganar en los campos de equipos inferiores porque estos equipos inferiores, y sus aficionados, les tienen tantas ganas que se parten la cara con todas sus fuerzas para tratar de doblegarles. Pocas veces lo consiguen, pero no deja de ser más difícil.

Incluso, como el Barça cae mejor (por la razón que sea, aunque se trate de expresar de esa forma el odio por el madridismo), los equipos bajan los brazos cuando pierden con los culés por dos o tres goles en el minuto 30, lo cual facilita las cosas al mayor rival de los madridistas. La antítesis de lo que ocurre con estos. 

Pues bien, a pesar de que saben todo esto, y de que hay voces gritándolo desde hace un tiempo, el Real Madrid definitivamente acaba de vender su alma al Diablo.

Como dice el titular de AS "Mourinho ya tiene el cargo oficial de manager"

Mourinho ya lo es todo en materia deportiva en el Real Madrid. Y que sea lo que Dios (o el Diablo) quiera.

El Madrid se ha vendido. El Madrid ya no es el club señor que siempre ha presumido ser. El Madrid se entrega al tío más chabacano, antideportivo, maleducado, falso, tramposo, manipulador, mentiroso y hasta maquiavélico que hemos visto por aquí en muchísimo tiempo. Quizás nunca. 

El Madrid se lo ha entregado todo a este señor que se supone que es el único capaz de acabar con el monopolio culé que vivimos en la actualidad. Ellos saben que este tipo es todo lo contrario a lo que siempre se supone que fueron ellos. Se están fallando a sí mismos, están dando la espalda a sus propios principios en una huida hacia adelante en la que van a arrasar con todo, incluídos ellos mismos. Les va a dar igual. Van a destrozar cualquier cosa que tengan a su alrededor con tal de aspirar a vencer en su batalla.

Van a destrozar hasta sus entrañas, porque en sus entrañas ha entrado un tipo peligroso y le han dado todo el poder. Una entidad tan grande e histórica dándole todo el poder en la parcela deportiva a un tío como Mourinho...

¡Madre mía!

Y lo disfrazan de modernidad diciendo que ese es estilo inglés en la gestión de los clubes de fútbol. Ya están manipulando. Los clubes ingleses de fútbol cotizan en bolsa, mientras que el Madrid no es ni S.A.D., con la ventaja fiscal y legal que supone para ellos, y desventaja para el resto. Esa modernidad no la aplican. Esa, no. Y por supuesto, ni hablar del reparto de los derechos televisivos de la Liga Inglesa en comparación con la nuestra. Eso, tampoco. Sólo lo que les interesa a ellos. 

Manipulación.

En el Sevilla nos quejamos de las cosas de Vizcaíno, de algunos fichajes de Monchi, de que la venta de Capel ha sido poco beneficiosa o de que aún hay jugadores en la plantilla que deben de salir. Protestamos porque todavía no hay camisetas, o por la para muchos incomprensible destitución de Cristóbal Soria. Nos preguntamos cómo es posible que Alfaro se tenga que ir y Acosta se merezca otra oportunidad. 

Pero nuestro club está estructurado y departamentado. Y aunque el poder de Del Nido es casi omnímodo, nuestro presidente sabe separar su faceta sevillista de su faceta dirigente. Y ha tenido la habilidad de rodearse de personas válidas a las que escucha y hace caso. Además, no le tiembla el pulso a la hora de quitar de en medio a alguien que no hace bien su trabajo.

El sevillismo se queja porque se tiene que quejar. Porque la crítica es necesaria para crecer y mejorar. La directiva ha escuchado esas críticas y, aunque un poco más tarde de lo deseado, parece haber corregido el rumbo de la nave. Parece haberlo hecho a tiempo. 

Cometemos errores, no somos perfectos, hay cosas de las que quejarse, ya digo, pero no hemos vendido nuestra alma al Diablo. Lo hicimos una vez, en los noventa, hipnotizados por el dinero que prometían los Escobar, Asensio, Antena 3... ¿recordáis? Casi nos cuesta el estadio y, a la larga, por poco si nos nos aboca al abismo de la desaparición. A Segunda caímos irremediablemente. 

No son casos iguales. Ni siquiera parecidos o semejantes. De hecho no tienen nada que ver. Pero el Real Madrid acaba de vender su alma al Diablo. Que Dios nos coja confesados, porque no sabemos qué va a ser de los demás cuando ese monstruo se dedique a dar manotazos a diestro y siniestro en su objetivo por vencer a su rival. No olvidemos que los demás estamos en medio de esa lucha. Y en esa lucha parece claro que ya todo vale. 

Pero el honor y la dignidad se han perdido.

Las han perdido ellos. 

Nosotros no. Otra razón más para sentir el orgullo de ser sevillistas.

5 comentarios:

Nacho Mateos dijo...

El que quiera saber lo que es una "Obra Maestra" en forma de post, habría que recomendarle la lectura de esto que has escrito, porque de cabo a rabo es una maravilla totalmente recomendable.
Felicidades, me ha encantado.

Saludos.

EL PAPI MAGASE dijo...

Me adhiero al comentario de Nacho,esto solo hay que leerlo,disfrutarlo y meditarlo,gracias hermano,estás que te sales del pellejo,sin duda la bendición de dios a caido sobre ti.

Santiago Mora dijo...

Grandisimo POST.

Antes o después Mou se la jugará a Floren, y más si el Barça sigue machacándoles.

En ese momento, todos los que observamos con asombro e indignación todo lo que se cuece en torno al Bernabeu diremos: "ya lo sabíamos" aunque claro, tampoco nos disgustará que eso pase....

un saludo

Rafael Sarmiento dijo...

@Todos

Muchísimas gracias. En estos últimos tiempos venimos insistiendo en que a veces es difícil que te venga la inspiración necesaria para mantener actualizado un blog. Algunos de nuestros compañeros se han visto obligados parar por ello al verse superados por la situación.

Yo mismo lo he tenido que hacer en más de una ocasión, ya lo he dicho varias veces.

Pero de igual manera, hay veces que ocurre todo lo contrario y disfrutas con esta actividad. Es lo que me está ocurriendo. Que estoy disfrutando y trato de compartir eso con los demás de igual manera que los demás comparten lo suyo conmigo (y con el resto).

Eso es, en mi opinión, la esencia de un blog.

Y si además lo que hago gusta, pues no puede haber nada mejor.

Una vez más, muchas gracias. Un abrazo

Blogosfera Sevilla FC dijo...

Post elegido como uno de los tres mejores posts publicados en la blogosfera sevillista durante la pasada semana.
Felicidades.

Un cordial saludo.
Blogosfera Sevilla FC.

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