Anoche, en un entrenamiento con público llevado a cabo en Córdoba, un equipo vestido de blanco y verde marcó un gol más que su oponente, que llevaba camisetas rojas.
Sé que esto es ir contra corriente. Que el sevillismo anda muy preocupado y que la mayor parte de los que hablan, lo hacen para mostrar esa preocupación, unos con respeto, otros sin él y algunos hasta mofándose. Cada uno es como es y sabe lo que tiene que hacer. Los hay incluso que parecen hasta regocijarse de la situación, previendo un escenario en el que el Sevilla jugaría así de mal en liga, todo el campo pitaría, ya no estarían los Biris para acallar los pitos y animar y sería entonces cuando Del Nido agacharía las orejas y se humillaría ante ellos para que reconsideraran sus posturas.
Podría hacerlo, pero no voy a poner el nombre de quienes dijeron cosas así porque respeto profundamente todas las opiniones y no es mi intención señalar a nadie, sino simplemente mostrar que dichas opiniones existen actualmente en el sevillismo. La mía, en este sentido, es que esto es propio de alguien con el norte perdido. Que antepone algo, lo que sea, al Sevilla FC, a los intereses del Sevilla FC. Pero eso no es más que mi opinión, la cual para nada tiene que coincidir con la verdad. Es muy probable que esté completamente equivocado y que esto que digo no sea más que una monumental metedura de pata. Cada cual tiene sus razones para actuar de la manera que crea conveniente y dichas razones son absolutamente respetables. Ojalá hubiera diálogo, en vez de conflicto, para que esas actuaciones, esos esfuerzos, se dirigieran en la misma dirección. De un lado y de otro.
En fin, que me salgo del tema. Para mí, lo de ayer tiene la misma importancia que si en un partidillo intersemanal de entrenamiento en mitad de temporada, jugadores del Sevilla Atlético ganan a jugadores del primer equipo, cosa que ha ocurrido muchas veces, incluso en los mejores momentos de la historia del club.
Por supuesto, las sensaciones que da el equipo son de encefalograma plano, por lo que comprendo a la perfección el acojone del personal. No escribo para meterme con ellos, ni mucho menos, más bien todo lo contrario. Es natural que el sevillismo se encuentre de ese modo. Sólo quiero decir que yo no le doy mayor importancia. Es evidente que jugando así, el segundazo puede ser de los de leyenda. Pero también lo es que si dentro de diecisiete días al equipo le da por ganar en Getafe (aunque sea con un gol con el culo de un central en el último minuto y en fuera de juego que se tragan los árbitros), las cosas se verán de otra manera. Creo que es lógico que andemos preocupados, pero si no se da un margen de confianza en pretemporada ¿cuándo se va a hacer?
Voy a poner una excusa. Digamos que un once "ideal" del Sevilla puede ser el formado por Diego López, Cicinho, Fazio, Cala, Navarro, Medel, Kondogbia, Perotti, Navas, Reyes y Negredo. Reniego del 4-3-3. Esto es un 4-4-2 con Reyes de segundo punta. O un 4-2-3-1. Bien, pues de ese once, no estaban Fazio ni Perotti. Cala apenas ha entrenado estos últimos días. Cicinho y Kondogbia acaban de llegar y Navas y Negredo llevan cuatro días con el equipo. ¿Es posible confiar en que en dos semanas y media la cosa mejore? ¿Es exagerado creer que igual no es para tanto?
Los habrá que dirán que ya está aquí el borrego oficialista que siempre defiende lo que pasa en el club. Bien. En verdad no es así, considero que tengo un coeficiente intelectual lo bastante alto como para ser capaz de labrarme mi propia opinión sobre las cosas. De hecho, no tengo ni idea de lo que dice el club, jamás he seguido los medios oficiales (salvo LRByR) y no me interesan las palabras protocolarias y políticamente correctas que suelen pronunciar los profesionales cuando les ponen un micrófono por delante. Lo que digo es lo que pienso. Lo que he pensado siempre, y yo nunca he cobrado un euro del club, con lo que este no me puede quitar nada. No me siento presionado ni amenazado. De verdad, os lo digo de corazón, pienso así sin necesidad de que alguien ejerza ninguna influencia sobre mi opinión.
Y es que, aunque no soy demasiado mayor, ya llevo vistas unas cuantas pretemporadas y sé de sobra que los resultados en estas no valen para nada. Ni siquiera las sensaciones. Hay equipos que han conseguido unos resultados extraordinarios en verano y luego han pegado el petardazo. Y otros que parecían incapaces de hacer nada y se pusieron a ganar desde el primer partido de liga. Hay plantillas que parecían de desahucio, no ya en verano, sino incluso pasado el primer tercio de la temporada, y luego de repente encuentran la clave y se convierten en imbatibles. Tengo 37 años, llevo más de 25 viendo fútbol, y me he encontrado de todo.
Pero si algo sé a ciencia cierta, es que lo único que de verdad vale es lo que pasa cuando comienza lo bueno, lo oficial, lo que da o quita puntos.
¿Que el Sevilla tiene que mejorar? Si el Sevilla es lo de anoche, pues una barbaridad. Pero una barbaridad. ¿Que si me preocupa? Pues no mucho. No especialmente. No demasiado. Ya tendré tiempo de eso cuando llegue el momento de la verdad. Ahora mismo, francamente, lo que pase en un entrenamiento con público no deja de ser, para mí, una simple anécdota. Ya se trate de una victoria por goleada, como ocurrió contra la Roteña o contra el Arcos, o una lamentabilísima derrota, como pasó en San Fernando o en Córdoba.
Eso sí, si cuando llegue la hora de la verdad seguimos igual, entonces ya hablaremos de otras cosas. Mientras tanto, prefiero dejar que los profesionales trabajen, que ya con lo mío tengo bastante.
2 comentarios:
Menos mal.( coincido contigo)
El dia 18-8-12 comienza de verdad.
Un abrazo Rafa
Todo eso esta muy bien pero las sensaciones son las sensaciones
Publicar un comentario