A partir de hoy, la actividad de este blog se va a parar unos días por descanso del personal, o sea, de yo mismo.
Si os digo la verdad, lo que necesito es, como mínimo, un mes de desconexión absoluta y de relajación. Pero no va a poder ser. Si pudiera, esta tarde mismo me iba a una montaña perdida del Tibet a pelarme de frío mientras reflexiono sobre la vida. O al fiordo más recóndito del Norte de Noruega, y por tanto del mundo, a ver si el sol de medianoche me hacer ver las cosas de otra manera. Tampoco estaría mal perderme en una playa semi-virgen de las Islas Mauricio. Las Seychelles también me valen. O cualquier archipiélago de la Polinesia. Lo de la Antártida lo descarto porque tampoco es cuestión de pasarse, pero no creáis, que la verdad es que me atrae la idea de la soledad en medio del hielo y junto a focas y pingüinos. Quizás también al lado de algún aventurero extraviado que pretende demostrar que se puede llegar a pie al punto más meridional del planeta. No estaría mal, aunque supongo que el fantasma de Amundsen se me aparecería para decirme que no haga más el gilipollas y me vaya a un sitio con condiciones climáticas menos extremas, que el mundo es muy amplio como para perder el tiempo en un lugar tan desagradable.
Como podéis ver, el desierto lo descarto. Odio el calor. Odio el verano. Aborrezco agosto, no veo el momento de que acabe. Sólo me faltaba pasar mis días libres en medio de arena y con el astro rey abrasándome la piel. Anda ya, con lo blanquito y fotosensible que yo soy.
De todos modos, mi gozo en un pozo. Me voy de descanso, que no de vacaciones. Me tomo unos días de no trabajo, que no de asueto. Obligado me veo, si no trabajo, no cobro. Y si no cobro..., en fin. Que no cobro.
Me voy unos días, pero vuelvo pronto. Muy pronto. La semana que viene estaré de vuelta. No me da tiempo de ir al Tibet ni a Noruega. Cuánto menos a la Antártida, ¡qué pena!, con lo que me apetecía saludar a Amundsen y compañía. Por contra, me quedaré en casa procurando no abusar del aire acondicionado, que luego viene Endesa con su factura y me pone a tiritar a pesar de los 40 grados a la sombra. O 42, o 44 o...
Bueno, no exageremos, que lo de la foto es al sol. Con ponerse a la sombra basta para no sufrir eso y disfrutar de los... ¿48?
Su p... m...
Eso.
Señores, que lo pasen bien. Nos vemos a la vuelta. Sean buenos, al menos tanto como lo seré yo.
Abrazos para todos.
P.D. Roald Engelbregt Gravning Amundsen, fue un explorador noruego, célebre por ser el primero en llegar al Polo Sur en diciembre de 1912.
4 comentarios:
Eres genial Rafael.
Que descanses, que disfrute de la familia y que recarges pilas, el otoño se presenta calentito en todos los sentidos, bueno, el otoño, el invierno,la primavera...
Tio, no pienses mucho,solo descansa y disfruta lo que puedas.
Un fuerte abrazo amigo...
Que disfrutes en compañia de tu familia.
Un abrazo
Al final tantos sitios recondidos como anuncias y vas al mismo lugar que yo,a la postre creo que es el mejor para meditar y para todo, disfruta todo lo que puedas con esa pedazo de familia que tienes,un fuerte abrazo hermano.
Hola Rafa,tú te vas de descanso y yo vuelvo y aunque vengo de islantilla, y no de esos sitios que tú imaginación te hace ver,que ya me gustaria a mi, pero en fin que descanses y que cuando vuelvas,vengas con las energias renovadas con mas animo.
Recuerda que te esperamos todos los que leemos tu blog y te deceamos lo mejor en todo los sentidos.
A disfrutar de ese merecido descanso.
saludos sevillista
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