¿Quién me lo iba a decir hace año y medio?

El 2 de marzo de 2010 escribí un artículo que podéis leer aquí, y en el que, indignado por la forma en la que todo en el fútbol nacional era acaparado por Madrid y Barcelona, fantaseaba con la idea de una liga de 18 equipos, excluyendo de la misma a los dos grandes. Por entonces, José María del Nido aún no había iniciado su cruzada en pos de un reparto más justo de los derechos televisivos (eso empezó a ocurrir no mucho tiempo después). De hecho, el primer post de la web www.ligajusta.com fue en octubre de 2010, con lo que, para cuando yo publiqué aquella entrada, este tema no era más que una fantasía. 

En el post decía cosas como:

"Yo no sé si es que estoy grillado por completo, pero me sorprende que a nadie se le haya ocurrido esto antes. O igual si que se le ha ocurrido y yo no me he enterado, que todo puede ser. Pero si alguna vez algo así saliese a la luz, yo sería un defensor acérrimo de la causa."

Bueno, pues aquí me tenéis, un defensor acérrimo de la causa. 

No es mi intención colgarme la medallita del "yo lo dije antes que nadie", algo que tanto le gusta hacer a según qué periodistas con aquello de "como ya adelantamos en este medio". En absoluto, para nada. Simplemente quiero expresar la sorpresa que me produce el hecho de que las cosas hayan avanzado tanto y tan rápido. En marzo de 2010 era una quimera, algo que escribía un don nadie empeñado en realizar un inútil ejercicio de hablar por hablar, de echar un rato machacando un teclado de ordenador porque en esos momentos no tenía nada mejor que hacer. Sin embargo, un año y medio después, la práctica totalidad de los presidentes de esos 18 equipos se van a reunir en las oficinas del estadio Ramón Sánchez Pizjuán para hablar del tema. No para llevarlo a cabo, sino para presionar de alguna manera en su empeño de avanzar hacia una liga más justa, más equilibrada y, en definitiva, más competitiva. 

Y no os digo nada del orgullo que me produce el hecho de que sea el presidente del Sevilla FC quien abandere esa causa de la que soy defensor acérrimo. 

Son bastantes los sevillistas que últimamente vienen diciendo que les da la impresión de que este año va a pasar algo a este respecto (yo entre ellos). Que parece que la cosa se está moviendo, que está a punto de caramelo, que ya son muchos los ambientes en los que se habla del tema, que ya no parece la locura de un prepotente (o de unos pocos rebeldes sin causa), sino que se trata de un debate que está en la calle. Que incluso los que defienden dejar las cosas como están aceptan con la boca pequeña que esto está abocado al fracaso, que nos estamos cargando la liga española. 

Pero es que las cosas van mucho más rápido de lo que nadie se imaginaba. 

Lo cierto es que, analizando el asunto con tranquilidad, cada vez hay más frentes abiertos: futbolistas que no cobran y que van a la huelga, clubes que se acogen a la Ley Concursal, la cual va a ser modificada por el Gobierno, lo cual llevará a la quiebra a alguno que otro, el asunto de las radios, las presiones que empiezan a llegar desde Europa... y para colmo van los grandes y literalmente arrollan a sus rivales en la primera jornada de liga. El ambiente está caldeadito, y parece que sólo se necesita de un pequeño empujón para que la cosa estalle por los aires.

Y es justo lo que creo que pretende José María del Nido con esta reunión. 

Es evidente que no se prevé que salga nada en claro del cóclave, pero el sólo hecho de ver a los clubes juntos alrededor de una mesa presidida por nuestro presidente está haciendo temblar a Florentino Pérez, como así lo aseguran tácitamente sus propios medios afines. El rumor de que el mandamás madridista se dedicó anoche a llamar personalmente a los presidentes de otros clubes para tratar de convencerlos de que no acudan a la reunión es de lo más sintomático. De lo de las amenazas que algunos aseguran que les dirigió no voy a hablar. No porque no me lo crea (estoy convencido de que se produjeron, ¿para qué si no las llamadas?), sino porque no tengo constancia fehaciente de tal hecho y prefiero dejarlo en rumor. 

No va haber nada definitivo, pero es un paso más. Como lo de permitir que entren las radios en el estadio o lo de no dejar pasar la menor oportunidad para repetir hasta la saciedad eso de que nuestra liga es una porquería. Se van dando pasos, parece que de un modo cansino y lento, pero lo cierto es que los acontecimientos se precipitan. Hace año y medio era una quimera sólo presente en la imaginación de gente que tenía poco que hacer, y ahora se habla del tema en todos los corrillos en los que se trate el asunto del fútbol.

Y para terror de los grandes, es Jose María del Nido quien está al frente de la batalla. Estas vacaciones tuve la ocasión de coincidir con un buen amigo catalán, culé de los buenos, que me decía que cada vez que el Barcelona tenía que negociar con el Sevilla por algún jugador, los aficionados se echaban a temblar porque estaba Del Nido de por medio. Nuestro presidente cae mal en Madrid, pero en Barcelona se le tiene respeto. Mucho respeto, quizás porque se enfrenta con saña con el madridismo y eso gusta mucho en la Ciudad Condal, a pesar de que sus iras también se dirigen contra ellos. 

Y es curioso comprobar que, cuando uno se mete en cualquier foro de internet en el que se hable de este tema, los aficionados de fuera de Sevilla suelen comenzar sus frases de un modo parecido a "Con lo mal que me cae Del Nido...", y las continúan asegurando que "... en este asunto tiene toda la razón del mundo".

Del Nido cae mal porque defiende al Sevilla con una vehemencia tan desmesurada que raya lo insultante. Pero en el asunto de los dineros de la televisión está defendiendo, no sólo al Sevilla, sino a muchos clubes más. Y los aficionados de estos clubes, al verse defendidos por nuestro presidente, cambian la visión que tienen de él. Igual alguno acaba por comprender que no es que sea un gilipollas soberbio y arrogante, sino que es que se deja la vida defendiendo aquello en lo que cree. Lo que está claro es que es mejor tenerlo de tu lado que contra ti, y algo de eso están comprobando en toda España. 

Yo no sé si somos del todo conscientes del momento histórico que estamos viviendo. Ni de cómo se va a echar de menos a nuestro presidente dentro de unos años, cuando ya esté retirado. Esto va mucho más allá de que se haya equivocado a la hora de rematar la planificación de la plantilla para esta temporada. Esto no tiene nada que ver con que haya dilapidado muchos millones en fichajes que, por un motivo o por otro, no han rendido como se esperaba. Esto es otra cosa. Esto consiste en poner al Sevilla en el centro neurálgico del debate. Esto significa que no hay ningún club en España (y no sé si en el mundo) que pueda presumir de orgullo, honra y dignidad como lo podemos hacer nosotros. Dentro de unos años, cuando se haya ganado esta batalla y la liga española pueda volver a compararse con la inglesa o la alemana, pocos se acordarán de que Giovanni pudo haber venido y al final no lo hizo, pero sí de que fue el Sevilla el club que lideró la cruzada por la dignidad del fútbol nacional.

No quiero decir que debamos olvidar o perdonar porque sí los errores cometidos, que no podemos hacerlo bajo ningún concepto. A lo que me refiero es a que esto es mucho más, va mucho más allá, se trata de honor, de orgullo, de dignidad. Se trata de no dejar que nos pisoteen. Se trata de darle una lección al todopoderoso en plan David contra Goliat.

Se trata, en definitiva, de devolver de alguna manera tantos años de robos, de menosprecios, de ninguneos, de afrentas y de humillaciones. 

No creo que salga nada en claro de la reunión del jueves, pero sólo ver cómo se cagan por la patita algunos hace que merezca la pena. Y esto continúa. Y a una velocidad de vértigo. 

Como digo en el título, ¿quién me lo iba a decir a mí hace año y medio?