Hace unos días, después de la victoria sobre el Racing, aseguraba en este post que, a pesar de dicha victoria, me encontraba bastante desilusionado con el equipo y que era la hora de que los jugadores hiciesen lo necesario para que ese sentimiento cambiase. A continuación vinieron dos nuevas victorias (Granada y Mallorca) y con resultados contundentes. Eso nos permitió mirar de nuevo a los objetivos europeos, y a mí en concreto me hizo volver a ilusionarme un poco. Parecía que los futbolistas estaban haciendo su trabajo y afrontábamos el partido en Bilbao con serias esperanzas de asaltar las plazas europeas y poner a tiro la Champions. Tras la derrota en tierras vascas, parece como si buena parte de la afición volviese a estar afligida, cosa que a mí no me ocurre. Igual que la victoria en el Sardinero no me produjo especial ilusión, esta derrota no me afecta demasiado. Entra dentro de la lógica perder de vez en cuando, y mucho más en el campo de un equipo tan complicado y tan en forma como el Athletic. El problema no es esta derrota. El problema es que nos falta tiempo.
Entre paréntesis la diferencia de goles a favor y en contra |
La tabla que podéis ver a la derecha es la clasificación de la liga en sus diez últimos partidos, es decir, el tiempo que lleva Michel en el banquillo sevillista. En ese tiempo, contando las derrotas en Anoeta, en Gijón, en casa contra el Barcelona y esta de San Mamés de ayer, el Sevilla es el cuarto mejor equipo de España, es decir, ocuparía puesto de Liga de Campeones. La trayectoria de Michel es más que aceptable. Está dentro de los objetivos. El problema no es ese. El problema es que Michel tuvo que coger a un equipo en caída libre, detener esa caída, solucionar los problemas del vestuario e intentar que el equipo cogiera algo de regularidad. Y todo ello a la vez que ganaba partidos y reducía las distancias. Era muy complicado. Muy muy complicado. Por eso no me ilusionaban las victorias como a otros. Porque era (soy) perfectamente consciente de que lo perdido a lo largo de la temporada es muy difícil de recuperar. Porque la liga se nos está yendo como la arena que se pierde de entre los dedos de las manos. No hay tiempo. No se puede recuperar en dos meses lo que se ha despilfarrado en los siete anteriores. No es posible eliminar de un plumazo todos los vicios contraidos por una plantilla desde el inicio de la temporada. Tarde o temprano vuelven a aflorar. Echando un vistazo a la Blogosfera hoy, un titular muy recurrente es algo así como "la vuelta a las andadas". Otra vez el Sevilla ramplón e ineficaz que llegó a ponerse a tres puntos del descenso. Yo no creo que ese Sevilla haya vuelto. Lo que yo creo es que Michel ha arreglado lo que le ha dado tiempo, lo que ha podido, pero no todo. Más que nada porque es imposible arreglarlo todo sobre la marcha. Demasiado que ha conseguido reconducir la deriva de un equipo que caía a plomo. Pero hay defectos que siguen ahí y basta con que un buen rival escarbe un poco para dar con ellos. Se ha mejorado mucho, pero hace diez jornadas estábamos mirando los puestos de descenso. ¿Qué podíamos esperar?
Aún así, ahí estamos. A un punto de los puestos europeos. Sigue siendo posible entrar ahí. Al menos afrontamos el final de la temporada en el ajo, algo impensable hace un par de meses. Podemos agarrarnos a la ilusión, no es ninguna quimera, nos batimos el cobre con Osasuna y Atlético de Madrid, nos jugamos una plaza con ellos dos y ni Osasuna es nada del otro mundo ni el Atlético es tan fiero como lo pintan. El "efecto Simeone" da para cuatro puntos menos que el Sevilla en los últimos diez partidos. Eso sí, avanzando en la Europa League, lo cual nos puede venir bien porque mientras más frentes tengan abiertos, mejor. En la situación en la que nos encontramos, cualquier ayuda por pequeña que sea nos hace falta.
Pero creo que debemos de ser conscientes de la situación en la que nos encontramos. Una plantilla falta de confianza, más bien descompensada, con una presión enorme porque no puede permitirse casi ningún fallo, con unos rivales que nos aguardan con el cuchillo entre los dientes porque todos se juegan algo y la temporada llega a su fin Y todo ello teniendo en cuenta que el Sevilla no anda bien. Ha enderezado su rumbo, ha frenado su espantosa caída, ha dignificado su posición en la tabla, pero no anda bien. Si estuviésemos en la primera vuelta, y no en la segunda, podríamos pensar que poco a poco se mejoraría, pero, como no paro de repetir, ya no hay tiempo. Podemos ganar tres partidos seguidos, pero el equipo no anda bien y en cualquier momento puede pasar lo que pasó en San Mamés. Podemos mantener la ilusión, pero nunca olvidar que en dos meses no se arregla un desaguisado de siete. Podemos seguir animando y confiando, pero no caer en la desesperanza si el equipo falla porque es lo que hay. Yo creo que si Michel coge la plantilla en pretemporada, le puede sacar muchísimo rendimiento. Pero la ha cogido como la ha cogido, y no se le pueden pedir peras al olmo.
Por eso no me dejo dominar por la ilusión. Ni tampoco por la desesperanza. Partido a partido y a ver qué pasa al final, cuando llegue la última jornada. ¿Quién sabe? Igual nos llevamos una sorpresa.
Por cierto, antes de acabar y aprovechando que es nuestro próximo rival, vaya la que está formando Jiménez en el Zaragoza. Yo entiendo que haya mucha gente en Sevilla que aborreciese la forma de jugar del equipo cuando era entrenado por el de Arahal. Sobre todo justo después de la excelencia de la época de Juande Ramos. Pero lo cierto y verdad es que Jiménez puso al Sevilla Atlético en Segunda División cuando sólo una vez en la historia había llegado el filial a ese nivel. Que puso al primer equipo en el punto más alto al que puede llegar, es decir, justo detrás de los dos colosos, disputando la Liga de Campeones y en una final de la Copa del Rey. El Sevilla no puede aspirar a más que a eso y bien que lo echamos de menos ahora. Que ganó la Copa de Grecia con el AEK de Atenas. Y que ahora tiene al Zaragoza luchando por la permanencia cuando lo cogió completamente desahuciado deportiva e institucionalmente hablando. Insisito, comprendo a sus detractores entre la afición del Sevilla, pero Manolo Jiménez demuestra año tras año, equipo tras equipo, que es un técnico válido. Y poco a poco se está abriendo un hueco y ganando su prestigio en el mundillo.
Espero que eso siga siendo así, pero que el jueves haga un paréntesis en la escalada que está protagonizando con el Zaragoza. El sexto mejor equipo de España en las diez últimas jornadas. Empatado a puntos con el cuarto, que somos nosotros.
Aún así, ahí estamos. A un punto de los puestos europeos. Sigue siendo posible entrar ahí. Al menos afrontamos el final de la temporada en el ajo, algo impensable hace un par de meses. Podemos agarrarnos a la ilusión, no es ninguna quimera, nos batimos el cobre con Osasuna y Atlético de Madrid, nos jugamos una plaza con ellos dos y ni Osasuna es nada del otro mundo ni el Atlético es tan fiero como lo pintan. El "efecto Simeone" da para cuatro puntos menos que el Sevilla en los últimos diez partidos. Eso sí, avanzando en la Europa League, lo cual nos puede venir bien porque mientras más frentes tengan abiertos, mejor. En la situación en la que nos encontramos, cualquier ayuda por pequeña que sea nos hace falta.
Pero creo que debemos de ser conscientes de la situación en la que nos encontramos. Una plantilla falta de confianza, más bien descompensada, con una presión enorme porque no puede permitirse casi ningún fallo, con unos rivales que nos aguardan con el cuchillo entre los dientes porque todos se juegan algo y la temporada llega a su fin Y todo ello teniendo en cuenta que el Sevilla no anda bien. Ha enderezado su rumbo, ha frenado su espantosa caída, ha dignificado su posición en la tabla, pero no anda bien. Si estuviésemos en la primera vuelta, y no en la segunda, podríamos pensar que poco a poco se mejoraría, pero, como no paro de repetir, ya no hay tiempo. Podemos ganar tres partidos seguidos, pero el equipo no anda bien y en cualquier momento puede pasar lo que pasó en San Mamés. Podemos mantener la ilusión, pero nunca olvidar que en dos meses no se arregla un desaguisado de siete. Podemos seguir animando y confiando, pero no caer en la desesperanza si el equipo falla porque es lo que hay. Yo creo que si Michel coge la plantilla en pretemporada, le puede sacar muchísimo rendimiento. Pero la ha cogido como la ha cogido, y no se le pueden pedir peras al olmo.
Por eso no me dejo dominar por la ilusión. Ni tampoco por la desesperanza. Partido a partido y a ver qué pasa al final, cuando llegue la última jornada. ¿Quién sabe? Igual nos llevamos una sorpresa.
Por cierto, antes de acabar y aprovechando que es nuestro próximo rival, vaya la que está formando Jiménez en el Zaragoza. Yo entiendo que haya mucha gente en Sevilla que aborreciese la forma de jugar del equipo cuando era entrenado por el de Arahal. Sobre todo justo después de la excelencia de la época de Juande Ramos. Pero lo cierto y verdad es que Jiménez puso al Sevilla Atlético en Segunda División cuando sólo una vez en la historia había llegado el filial a ese nivel. Que puso al primer equipo en el punto más alto al que puede llegar, es decir, justo detrás de los dos colosos, disputando la Liga de Campeones y en una final de la Copa del Rey. El Sevilla no puede aspirar a más que a eso y bien que lo echamos de menos ahora. Que ganó la Copa de Grecia con el AEK de Atenas. Y que ahora tiene al Zaragoza luchando por la permanencia cuando lo cogió completamente desahuciado deportiva e institucionalmente hablando. Insisito, comprendo a sus detractores entre la afición del Sevilla, pero Manolo Jiménez demuestra año tras año, equipo tras equipo, que es un técnico válido. Y poco a poco se está abriendo un hueco y ganando su prestigio en el mundillo.
Espero que eso siga siendo así, pero que el jueves haga un paréntesis en la escalada que está protagonizando con el Zaragoza. El sexto mejor equipo de España en las diez últimas jornadas. Empatado a puntos con el cuarto, que somos nosotros.
7 comentarios:
Te echaba de menos.
Saludos Sevillistas
En primer lugar decirte que me he alegrado una barbaridad cuando he visto tu blog arriba del todo en mi blogosfera actualizado,eso es buena señal de que tu salud ha mejorado y eso era lo principal,en lo demás que es referente a esta entrada estoy con tus mismas sensaciones,sin querer ilusionarme mucho pero siempre con el cuchillo afilado por si al final cae algo hacerlo filetes y al congelador,un abrazo Rafa y lo dicho me alegro de tu vuelta,esto no es lo mismo sin ti.
Cuanto me alegra que estes aqui de nuevo,eso significa que estas bien.
No puedo menos que darte la razón en lo dicho en tú post, y comprendo que seas prudente con eso de ilusinarte,pero tenemos que seguir esperanzados porque el futbol es tan imprebisible, que todo puede cambiar en una o dos jornadas.
Pero se que tú razonamiento tiene logica y muchos sevillistas se sentiran asín algo desilucionados y desesperanzados,pero es lo que nos a tocado esta temporada.
A mi particularmente me gustaria que se quedara Michel la proxima temporada porque creo que no lo esta haciendo mal.
Lo dicho me alegra que hayas vuelto.
Saludos
Me alegra leerte de nuevo Rafael, es buena señal.
Con respecto al post, lamentablemente se han tirado a la basura muchisimos partidos que en un equipo como el Sevilla es pecado mortal si de conseguir unos objetivos tan exigentes se trata.
Esperemos que al menos estemos a tiempo de entrar en Europa aunque sea alcanzando el objetivo menor que es la otrora UEFA, que dicho sea de paso, cada jornada que pasa, por mas optimismo que quiera uno poner sobre la mesa, lo veo mas dificil. Ni que decir tiene que de la liga de Campeones, ya ni hablamos...
Y sobre Jimenez, extraordinario el trabajo que esta haciendo en un equipo que hasta hace solo un mes estaba muerto y que hoy esta al menos compitiendo por sobrevivir, que no es poco. Esperemos que tras el partido del Sevilla, que le vaya muy bien al Zaragoza y por extension, sobre todo, a Manolo Jimenez.
Lo dicho, me alegra enormemente volver a leerte.
Un fuerte abrazo amigo!!
La frase en cuestión sería "Si hubiéramos cesado antes a Marcelino..." pero no se si llegaría a colar demasiado, pero así estamos.
Suscribo el post, pero lo más importante, me alegra volverte a leer.
Un fuerte abrazo, y que siga esa mejoría.
Hola amigo.
No te imaginas cómo me alegra leerte de nuevo.
Yo estuve en la misma situación que la tuya y además en el mismo tiempo.
También me incorporo hoy.
Un abrazo fuerte
Muchas gracias a todos.
Afortunadamente, ya nos vamos encontrando mejor de salud. Y respecto al fútbol, esta noche hay una gran oportunidad para poder seguir enganchados a ese hilo de ilusión que aún no se ha roto.
Un abrazo a todos.
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