Una comparación insultante

Como ya escribí en su día, yo soy de la opinión de que la situación en la que se queda el Sevilla con un presidente condenado a prisión, a pesar de que la sentencia no sea firme, no es la más deseable. De hecho, no es deseable en absoluto, todo lo contrario, y ojalá las cosas pudiesen ser de otra manera. El caso es que no lo son, y a pesar de que lo ideal sería que el presidente dimitiese, conociendo la que se podría formar en el Sevilla, los personajes que esperan como agua de mayo el momento de volver a saltar a la palestra y la desestabilización a la que se podría ve abocado el club, pienso que es mejor dejar las cosas como están. Que es preferible un presidente en tan delicada situación a lo que se nos podría venir encima si él no estuviese.

Esto parece ser que es lo que piensa una mayoría del sevillismo. Otros no lo ven tan claro, opinión tan respetable como la mía, por supuesto, y ante lo que no tengo nada más que decir. Sin embargo, existe otro número de personas que, incomprensiblemente para mí, están tratando de equiparar la situación de José María del Nido con lo que fue Lopera para el Betis hasta hace bastante poco tiempo. Y a mí esa comparación me parece sencillamente insultante.

Las diferencias entre uno y otro son siderales, y por si a alguien le interesa, voy a comentar algunas:

1. Accionariado: 

Lopera era dueño absoluto del Betis, tenía la mayoría de las acciones y podía hacer y deshacer a su antojo. Nadie podía quitarle de en medio, simple y llanamente porque el Betis era suyo. De hecho, ha tenido que ser una jueza quien lo levantase de la poltrona. Por su parte, Jose María del Nido no tiene, ni muchísimo menos, ese poder en el Sevilla. De hecho, no es ni siquiera uno de sus mayores accionistas.  Representa a un grupo que aglutina el 32% de las acciones. Grupo que le puede dar la espalda en el momento que les de la gana a sus integrantes para apoyar a otra persona. O no. Quiero decir que en el Sevilla hay posibilidad de obligar al presidente a marcharse a nada que el resto de accionistas se ponga de acuerdo. En el Betis, esa posibilidad no existía.

2. Logros institucionales.

El Betis de Lopera era un cortijo mandado por un señorito que hacía y deshacía como le daba la gana. El Sevilla de Del Nido es una empresa perfectamente departamentada que, en su régimen interno, funciona (o debe funcionar) de igual manera la gobierne quien la gobierne, o sea quien sea quien ocupe los cargos de relevancia en cada uno de los departamentos.

3. Logros deportivos

En las casi dos décadas que Lopera estuvo al frente del Betis, y después de gastar una ingente cantidad de millones de las antiguas pesetas, los mayores logros deportivos del club verdiblanco fueron dos finales de Copa, una que ganaron y otra que no. Por otro lado, sufrieron dos descensos a Segunda División, con lo que los éxitos y los descalabros se reparten a partes iguales. Ahora bien, ¿es necesario comparar esos logros con los obtenidos por Del Nido en el Sevilla en la mitad de tiempo? ¿Cual ha sido el mayor fracaso deportivo del Sevilla con Del Nido a la cabeza? ¿Un séptimo puesto? La diferencia es tan aplastante que el argumento cae por su propio peso sin necesidad de ni siquiera un pequeño empujoncito. 

4. Economía.

El Betis de Lopera era un equipo hecho a golpe de talonario. Cuando el dueño de dicho talonario decidió dejar de usarlo, el equipo se vino abajo. Y cuando ese personaje fue trincado por la justicia, el club quebró y entró en concurso de acreedores. Por su parte, el Sevilla de Del Nido es un equipo hecho a sí mismo, reinvirtiendo las ventas de sus mejores futbolistas y gestionando tan bien, que llevamos nueve años consecutivos de superávit. Superávit obtenido mediante los ingresos que el propio club es capaz de generar, no porque uno con muchos millones los ponga "enloartolameza".

5. Imagen

Sí, sí, la imagen. Aquí me vengo a referir a lo que más hace que se parezcan, pero que a la vez es de las cosas que más les diferencian. Tanto Lopera como Del Nido son prepotentes y fanfarrones (en eso se parecen), pero mientras el ex-presidente bético causaba la risa y provocaba el cachondeo por todos los confines del territorio patrio, Del Nido cae mal porque causa respeto, cuasi miedo. Todo el mundo sabía que Lopera era una especie de personaje de comedia, o una comedia de personaje. Se lo tomaban a guasa. ¿Cómo no hacerlo cuando escuchaban eso de "labemo ganao ar Cherzi"? ¿O lo de "bemo acolahsao la parmera"? ¿O como cuando llamó "Yérida" a la Unión Deportiva Lérida? Pero a Del Nido se lo toman en serio. Impone respeto, saben que es un peligro para el estatus actual del fútbol español. Quien sea capaz de comparar a uno y otro, o trata de ofender, o es que se toma la vida a chiste, no puede haber otra explicación. 

6. Motivos para su procesamiento

He aquí la madre del cordero. Lo más importante de todo. La más relevante diferencia. Mientras Lopera utilizó al Betis para sus propios fines, tratando al club de todos los béticos como lo que de verdad era, es decir, una más de sus empresas, José María del Nido jamás ha hecho tal cosa. Los problemas de Lopera con la justicia vienen derivados de su gestión en el Betis (entre otras empresas), mientras que los de Del Nido no tienen absolutamente nada que ver con el fútbol. Esto es claro y diáfano. Objetivo e indiscutible. 

7. Actitud de la afición.

Durante el "loperismo", la inmensa mayoría de los béticos idolatraron a "Donmanué" sin corte ni mesura. "Lo que diga Donmanué". "Donmanué" lo era todo y la palabra de "Donmanué" era la palabra de Dios. Salvo honrosas excepciones, el beticismo jamás criticó a "Donmanué" mientras las cosas iban bien, y sólo se escuchó alguna que otra voz en los años oscuros en Segunda, sobre todo al final del mandato. El sevillismo es de otra manera. El sevillismo ha criticado al equipo, a los dirigentes, a los futbolistas y a quien han creído conveniente hasta en los mejores momentos. El sevillismo andaba ala gresca con Manolo Jiménez cuando el equipo estaba tercero y jugando la Champions. Es imposible que un dirigente sevillista se acomode en el cargo como hizo Lopera en el Betis. Que le pregunten a Carrión, o a Escobar, o a De Caldas. Siempre habrá alguien que se le enfrente, siempre se encontrará con la oposición frontal de la afición. El Sevilla de la temporada 2009/2010 quedó cuarto en liga y ganó la Copa del Rey, después de quedar campeón de su grupo en la primera fase de la Champions. Y la gente no quedó contenta. Y se llegó a destituir al técnico. Y el aficionado se metía con los dirigentes por estar disconformes con algunos fichajes. Es que no hay color, lo mires por donde lo mires. Es que la diferencia es tan atroz que insulta la inteligencia siquiera insinuar algún parecido. 

Sin embargo, y a pesar de eso, la afición sevillista no se ha vuelto en contra de Del Nido en esta ocasión. Insignes blogueros como Nacho Mateos o Alexis Correa (por poner dos ejemplos de lo que es una generalidad en la blogosfera), que han criticado a la directiva por su  forma de hacer las cosas, de un modo contundente y siempre que les ha parecido conveniente, le han ofrecido su apoyo en estas circunstancias (lo podéis comprobar aquí y aquí). Y eso es así porque aquí no se está hablando de apoyar, mantener, adorar, o el verbo que queráis poner, a un personaje con nombre y apellidos. Aquí se está hablando de apoyar al Sevilla. Y el Sevilla es de los sevillistas. Y, en el fondo, Del Nido es un sevillista como otro cualquiera. Es uno de los nuestros, pertenece a nuestra familia blanca y roja. Cuando alguien de nuestra familia, que para colmo no ha hecho otra cosa sino ayudar a convertirla en más grande que nunca, pasa por problemas, lo normal es apoyarle. Eso no quiere decir que queramos que no se haga justicia. Se trata de apoyar a uno de los nuestros. Como decía Bilardo respecto a los de colorao. Pues bien, Del Nido es uno de los de colorao. Si todavía hubiera hecho daño al club, como hizo Lopera con el Betis, o como hicieron De Caldas, Escobar o Carrión con el Sevilla, pues habría un pase. Pero es que Del Nido es calificado por muchos como el mejor presidente de la historia del Sevilla. 

Del Nido no ha cambiado el nombre del estadio para ponerle el suyo, como hizo Lopera. Del Nido no se ha gastado el dinero en horteradas como aquel busto, como hizo Lopera. Del Nido jamás se ha metido un ápice con el Betis, mientras Lopera se empeñó en humillarnos todo lo que pudo y más (todo el mundo recordará lo de la "butí" y la tienda de los veinte duros). Del Nido no ha aniquilado a toda oposición posible, como hizo Lopera, más que nada porque en el Sevilla eso no es posible. No hay parangón, no hay comparación posible, son casos tan opuestos el uno del otro, que la cosa no se resiste. 

Para colmo, y volviendo a lo que decía antes, aquí no se habla tanto de Del Nido como del Sevilla FC. Yo no apoyo al Del Nido por ser Del Nido. Yo apoyo al Sevilla FC. Y si malo es que el presidente del Sevilla FC sea un personaje que se encuentra en la situación del Del Nido, peor sería lo que podría venir caso de que él no estuviese y se quebrara la "paz accionarial" que en estos momentos impera en el club. Recordemos que cuando no la hubo, acabamos en Segunda y arruinados. Ahora mismo, es un fracaso no entrar en Liga de Campeones. 

Para terminar, quisiera deciros que esta no es más que mi opinión personal. Y he querido plasmar dicha opinión en este post de la forma más clara posible, lo cual me ha llevado tres días de trabajo. He querido aclarar las ideas en mis mente, buscar información, ordenarla con cierto sentido y exponerla. He querido hacerlo bien, al menos lo mejor posible. 

Dicho esto, yo respeto profundamente a quien no opine como yo. Incluso a los que quieren comparar a Del Nido con Lopera. Es más, les rogaría que me rebatiesen lo que he expuesto aquí con sus argumentos. Insisto, con sus argumentos. No me vale que se niegue la mayor y ya está. Cuando no se está de acuerdo con algo, lo normal es que se de una alternativa. Que alguien, por favor, me diga cual es actualmente la alternativa que mejoraría a Del Nido. Incluso a Del Nido condenado provisionalmente. Que alguien me lo diga y me lo argumente del mismo modo que yo he argumentado mi opinión. Y que haga que me trague mis palabras. 

Me encantaría conocer esa alternativa. De verdad que me encantaría. 

Y, por favor también, si vamos a comparar a dos personajes, que sean de la misma altura, que sean efectivamente comparables. Poner al mismo nivel a Lopera y a Del Nido insulta la inteligencia. Por lo menos la mía.