Y entretanto, Marcelino no se queja.

Después de la semana que llevamos, y a pesar de la satisfacción que me producen las cosas que han ocurrido, es una gozada volver a centrarse en el fútbol de una vez, y más teniendo en cuenta que jugamos contra el Villarreal, club hermano en las lides extradeportivas, y rival directo en lo que a la clasificación se refiere. 

La verdad es que la bomba informativa que supuso la reunión de los doce clubes en nuestro templo ha machacado por completo las quejas que el sevillismo expresaba respecto a la cortedad de la plantilla. Bueno, bomba informativa lo ha sido en Sevilla, que en Madrid se le ha dado más relevancia a noticias como esta, en la que se hace un reportaje acerca del hecho de que Cristiano Ronaldo y Usain Bolt comparten valores antropométricos, cosa que tiene un interés absolutamente extraordinario, como todos admitiréis, y entiéndaseme la ironía, que no me malinterprete nadie.

La leche en bote, por no decir la hostia, que luego hay quien me llama borde.

Por cierto, mi ordenador no reconoce la palabra antropométrico. ¿Algún experto me puede ayudar? No sé si incluirla en el diccionario o no. ¿La palabra es correcta o se trata de una de las habituales pifias periodísticas?

En fin, que me voy por los cerros de Úbeda. 

Me ha llamado mucho la atención el hecho de que Marcelino haya zanjado el debate de la falta de delanteros en el equipo diciendo que hasta enero sólo jugamos una competición y que considera que tiene tres jugadores para dos puestos. Y me la ha llamado porque lo normal sería que cualquier técnico, sintiendo ya la presión extra por haber sido eliminado de la Europa League, se hubiese escudado de alguna forma en esta excusa, curándose en salud, poniendo el parche antes de que saliese el grano. En definitiva, colocando dicha excusa de antemano, no sea que las cosas no vayan bien en un principio.

No sé si esto es muestra de valentía, de cobardía (no querer enfrentarse a los dirigentes) o de una coherencia poco común en esto del fútbol. Es cierto que Marcelino no parece un hombre de excusas. En el tiempo que lleva aquí, me está dando la impresión de ser persona de las que se echa "palante" sin lamentarse de lo que pudo ser y no fue. También de que se trata de un técnico joven que ha reconocido sentirse ante la oportunidad de su vida, y que no debe estar dispuesto a que la relación con la directiva se tuerza a las primeras de cambio. Pero no estoy seguro de si su comprensión en este asunto es por eso o porque de verdad lo piensa así, ha estado al tanto de los movimientos de la secretaría técnica y comparte con ellos sus decisiones (y por tanto acepta las consecuencias de dichas decisiones, sobre todo en lo que se refiere al frustrado fichaje del delantero).

Pero sobre todo, a mí no se me olvida el hecho de que el asturiano siempre defendió la idea de tener una plantilla corta de efectivos. Es de esto de lo que se queja buena parte del sevillismo, de que la plantilla parece escasa, pero no deberíamos de sorprendernos porque eso es algo que el entrenador ha venido reclamando desde que llegó. Es por esto por lo que me pregunto si las palabras del técnico son muestra de una absoluta coherencia. 

Por tanto, no sé si debemos sentirnos esperanzados (a pesar de la desilusión del fichaje frustrado) o seguir preocupados porque no cabe duda de que la plantilla es corta. Lo que sí que es cierto es que esto es algo de lo que ya estábamos advertidos. Y si todos (o la mayoría) se deshacían en elogios ante los métodos de Marcelino en pretemporada, lo normal sería seguir confiando en él cuando uno de los pilares de ese método es el tener una plantilla corta.

Yo, por mi parte, tengo una mezcla encontrada de sensaciones. Confío, pero estoy preocupado. Por eso me alegro de que el balón eche a rodar de una vez por todas, de verdad, y de un modo continuado, sin parones. Es la mejor forma de despejar dudas, ver al equipo jugar. Y esta tarde tenemos una gran oportunidad.

A por el Villarreal...