Una mente brillante

Vaya partidito el de esta tarde contra el Español.

Y la semana que viene, el derbi, casi ná.

Marcelino se la juega, de esta no puede pasar. Como no saque adelante los partidos...

Y jugando bien, ¡eh! Dejémonos de resultadismos, que a la afición lo que le gusta es que la enamoren.

Con lo fácil que sería cortar por lo sano y traer a otro entrenador. 

Es verdad que eso mismo decíamos cuando Jiménez, e incluso, de aquella, mucha gente quería que viniera Marcelino. 

Pero da igual. No vale, y punto. Lo ideal sería cambiar y que eso sirviera de revulsivo.

Si el equipo perdiera hoy contra el Español...

Nos plantaríamos en el derbi con la soga al cuello.

En ese caso, si el Betis nos ganase, se pondría por encima de nosotros en la tabla.

Y el NO de Marcelino en pretemporada podría convertirse en su epitafio.

¡Qué ironía!

Y de esa no pasaría. Fijo que no pasaría. De esa, le destituyen seguro.

...

...

A ver, no es que yo quiera que pierda el Sevilla, no se me malinterprete. 

Lo que pasa es que, a veces, es mejor perder una batalla en un momento dado si eso va a suponer ganar la guerra al final.

A veces es necesario hacer un sacrificio para obtener un bien mayor posterior. 

¿De qué nos sirve arrastrarnos por esos campos de Dios a la espera de que a Del Nido le de por hacer lo evidente? O sea, destituir al entrenador. Es mejor no esperar tanto. Es mejor que todo estalle lo antes posible para tener más tiempo para recuperar. 

Me duele decirlo, me duele el Sevilla, pero hay que ser inteligentes. A veces hay que ser más inteligente. 

Y los habrá que se lleven las manos a la cabeza acusándome de querer que pierda el Sevilla. Angelitos. Ignorantes. No se dan cuenta de que esto es por el bien de todos. Perdemos seis puntos, nos ponemos por debajo del Betis, pero tenemos toda una segunda vuelta para reaccionar de la mano de un entrenador que de verdad valga. 

¿Que quién es ese entrenador? Visto lo que Marcelino es capaz de hacer, pues cualquiera. Si Marcelino es un inútil. Si no vale ni para esconderse. Deberían, no sólo echarlo del Sevilla, sino también quitarle el carnet de entrenador, para que nunca más le vuelva a hacer los mismo a ningún otro equipo. Vaya cáncer para el fútbol. 

Pero que quede claro que no es sólo el entrenador. También el que pone ahí a ese entrenador. Se deberían ir todos, dejar al Sevilla como un solar y reiniciarnos. Como la segunda parte de Matrix. Como cuando el ordenador se bloquea y presionas CTRL-ALT-SUPR. 

Con el daño que le están haciendo al club, yo no sé cómo es posible que sigan ahí. 

Y de paso, que echen a esos jugadores que no sirven. Que son patanes. Todos fuera. Todo el mundo fuera. Que no sea sólo reiniciarnos, como la segunda parte de Matrix, sino una revolución (como la tercera parte de esa saga) Eso, una revolución y a subir como la espuma, a volver a la gloria. 

Por Dios, que se vayan todos ya, no sé a qué están esperando. 

Y todo empieza esta tarde. En el partido contra el Español.

Una derrota. Una simple derrota. Un pequeño sacrificio en pos de un bien mayor. Si caemos derrotados, la gente se pondrá histérica, pitará al equipo, abroncará al entrenador, se volverá contra el palco, los más radicales esperarán a los jugadores a la salida del estadio para increparlos. Igual hay hasta algún forcejeo, como el otro día con Spahic. Y seremos portada de los medios de comunicación por eso. Y la cosa se tensará tanto, que la directiva tendrá que tomar medidas. Aunque sólo sea para salvar su culo. Y entonces, igual conseguimos el objetivo y la situación se revierte. 

Hay ocasiones en las que es necesario que una mente brillante mire más a futuro, que los árboles no nos impidan ver al bosque. 

Si perdemos contra el Español, y luego también contra el Betis...

Suena fatal, lo sé, pero estoy convencido de que sería el verdadero punto de inflexión para volver a ser un equipo grande. 

P.D. Por favor, nótese la ironía. Yo JAMAS querré que el Sevilla pierda un partido. Ni en pos de un bien mayor, ni para revertir ninguna situación, ni su madre bendita. Claro que es posible que mi mente no sea lo bastante brillante como para mirar más a futuro. Igual por eso no soy un general del ejército que sabe cuando es necesario perder una batalla para luego poder ganar una guerra. Igual soy así de simple, pero yo siempre quiero que gane el Sevilla. 

Para esta tarde, todo mi apoyo a la plantilla y a los técnicos. Ya habrá tiempo de comentar lo que hagan.