A pesar de que, por formación, me interesan mucho los temas económicos y empresariales, tengo que reconocer que no me he leído la reforma laboral que el Gobierno acaba de decretar. Ni siquiera he prestado demasiada atención a las opiniones de quienes sí que lo han hecho. Tan sólo sé de ella por lo que he visto por televisión y algún que otro titular de periódicos. Quizás sea porque me siento cansado de tanto enfadarme con el mundo, de tanto patalear para nada, no sé, no estoy seguro. Al fin y al cabo, yo soy empresario. Muy pequeño, pero empresario a fin de cuentas, con lo que me debería sentir contento. Parece que son los empresarios los que mejor ven la reforma. Sin embargo, no es del todo así.
De lo que he escuchado, hay cosas que me parecen bien, y otras una aberración. Es evidente que algo hay que hacer, aunque no estoy capacitado para asegurar que sea esto lo más indicado. Nunca es bueno perder derechos. Nunca, jamás, retroceder no es recomendable ni siquiera para coger impulso. Pero la verdad es que yo me he preguntado muchas veces si no estaremos viviendo por encima de nuestras posibilidades. Si no se nos ha ido de las manos esto del estado del bienestar. Sea como sea, creo que el reparto de la riqueza de un país, de cualquiera, siempre se puede mejorar. Y es evidente que si hay derechos que se han recortado, lo que se ha hecho ha sido empeorar. Sin duda.
Estoy preocupado. Seriamente preocupado. No me gusta nada lo que estoy viendo. Yo soy muy aficionado la historia, suelo leer mucho sobre ella, en todos los ámbitos y épocas. Y las grandes crisis históricas han acabado muchas veces en grandes revoluciones, con mucha sangre corriendo. La Revolución Francesa comenzó porque el pueblo pasaba hambre mientras el poder nadaba en la opulencia más escandalosa. Cuando a María Antonieta, la esposa del rey francés, le advirtieron en cierto momento que se había acabado el pan y que el pueblo pasaba hambre, respondió con un ingenuo "pues que coman pasteles". Y digo ingenuo porque aquella mujer no se estaba riendo del pueblo. Es que vivía absolutamente ajena a la realidad de dicho pueblo.
¿Y qué decir de los nazis? Aquello fue otra revolución. Malvada y, afortunadamente, sofocada. Pero revolución a fin de cuentas, que vino motivada por la bestial crisis económica que vivió la Alemania de después de la Primer Guerra Mundial. Tan bestial, que un mequetrefe como Hitler fue capaz de convencer a la inmensa mayoría de la población de que los culpables de su pobreza eran los judíos, que vivía muy bien en su país porque eran los que tenían el dinero y la iniciativa para moverlo y ganar más del mismo. Demagogia barata que tuvo como resultado un histórico holocausto cuya vergüenza ha marcado a un pueblo por los siglos de los siglos.
No me quiero poner dramático. Por fortuna, la sociedad actual es mucho más culta que la de cualquier época histórica pasada. Los movimiento sociales en la actualidad son pacíficos (salvo los energúmenos de turno que son rechazados por todos, por los movilizados primero), el acceso a la información es inmenso en comparación con otros tiempos y las soluciones dialogadas se imponen. Y cuando no es así, siempre podemos cambiar el sentido de nuestro voto al menos una vez cada cuatro años.
Pero es importante que no se toque demasiado los cojones a la población. No pasarse en ese menester. Si la reforma laboral es una barbaridad, tendrá que ser matizada y suavizada en el trámite parlamentario. No veo yo al Gobierno muy por la labor de hacer rodillo con su mayoría absoluta. Espero no equivocarme. Pero hay declaraciones de ciertos sujetos que crispan, encrespan, revuelven las tripas...
Este señor de la izquierda se llama Jose Luis Feito y es presidente de Comisión de Política Económica y Financiera de la Patronal, de la CEOE. Anteriormente había sido director ejecutivo del FMI y embajador de España en la OCDE, entre otras muchas cosas. Se trata, pues, de una persona preparada y experimentada en cargos con poder. Una persona que debe saber bien donde está el problema de la actual crisis, qué hacer para solucionarla y quien debe pagar más por ello.
Pues bien este señor ha hecho estas declaraciones en las que defiende la supresión del subsidio de desempleo a cualquier persona que lo esté cobrando y rechace una oferta de empleo, la que sea, "aunque sea en Laponia". Y, mire usted, con la que está cayendo, con lo mal que lo está pasando la gente, con los esfuerzos que se están haciendo y la paciencia que la población está demostrando, que este personaje diga algo así, en mi pueblo se le llama tocar los cojones. Y sería conveniente evitarlo, a ser posible.
Yo no sé bien si este tío ha pensado lo que ha dicho, o ha soltado por la boca la primera gilipollez que pasó por su cabeza. No sé si se ha dado cuenta de la tontería tan gorda que ha pronunciado. Estoy seguro que no se ha puesto en el lugar de mi familia, por poner un ejemplo. Una familia de tres, en la que uno trabaja (mi mujer), otro está tratando de sacar adelante un negocio (servidor) y el tercero sólo tiene dos años y medio (sólo faltaba que lo obligaran a trabajar con esa edad, aunque con tipos como este, todo se andará). Y tenemos una hipoteca. Si mañana a mi mujer la despiden (¿es eso algo extraordinario en estos tiempos?) necesitaremos del subsidio de desempleo para seguir pagando nuestra casa mientras ella encuentra otro empleo. Ni más ni menos.
¿Y si le ofrecen un trabajo, no ya en Laponia, sino en Cáceres, más cerquita, por decir algo? ¿Qué hacemos? Lo tendría que coger, según este señor, a riesgo de perder el subsidio. ¿Entonces, qué? ¿Separemos a un hijo de su madre? ¿Cierro el negocio y me voy a Cáceres con ella? ¿Me quedo yo aquí y ella se va allí? ¿Y qué vive, de alquiler? ¿Podemos pagar el alquiler y la hipoteca a la vez? ¿Y quien se queda con el niño, la madre o el padre?
En fin, dada la formación y la experiencia de este señor, me es imposible llamarle tontolculo, es evidente que no lo es. Igual tocapelotas, no sé, puede que esa sea mejor definición. Pero prefiero pensar que ha tenido un lapsus linguae o que se le han cortocircuitado las neuronas. Afortunadamente, el Presidente de la Federación de Trabajadores Autónomos, Lorenzo Amor, se ha desmarcado de estas declaraciones y ha abogado por el diálogo y el acuerdo. Lo normal en estos casos. Dialogar y acordar. Comprender los sacrificios que hay que hacer y hacerlos. Que unos cedan, los otros también y llegar a buenos arreglos.
Pero que no toquen mucho los cojones al personal, que la cosa está muy calentita.
P.D. Por cierto, este tipo también defiende que se pongan peajes a todas las autovías en España. En ese caso, si mi mujer se tiene que ir a Cáceres a trabajar, nos costaría más dinero vernos porque el trayecto por la A-66 sería de pago. En mi pueblo también tienen una expresión para definir esto: "además de cabrón ,apaleado", con su versión con la palbra"puta", que me voy a ahorrar para no ser demasiado grosero.
6 comentarios:
¿Pero se puede explicar mejor?...
Extraordinario Rafael.
Tu dices que no crees que este tio sea "tontolculo", pero con tu permiso y aun no siendolo, dejame que se lo diga: ¡¡TONTOLCULO !!...
Es evidente como bien dices que algo hay que hacer, que el sacrificio va a ser grande por parte de todos, pero joder, es que yo he leido solo cuatro parrafos de esta aberrante reforma laboral y es para echarse a temblar Rafael.
No se puede consentir que despues de tanta lucha, a dia de hoy quieran arrasar con todos los derechos de los trabajadores conseguidos a traves de años por nuestros padres y nuestros abuelos.
Ahora han sido estas reformas, las siguientes seran las vacaciones, las pagas, los descansos, ...vamos, que a la siguiente reforma le van a pedir al trabajador que antes de firmar el contrato se pase por el despacho del jefe o jefa, segun sea el caso, y se vayan bajando los pantalones por el pasillo...(perdon por la groseria).
Ya te digo Rafael que estoy de acuerdo en que hay que tomar medidas, que algo hay que hacer, que estamos dispuestos a hacer sacrificios, pero no a costa del que menos tiene y que ademas lleva ya tres años pasandola canutas...
De perder los derechos que quieren que se pierdan con esta reforma, a ver quien es el guapo que se levanta en armas despues para volver a recuperarlos.
Que triste todo, que lastima y que acojone ante lo que se nos viene encima..
Un fuerte abrazo amigo.
Rafael
¿a que hora hay que bajarse los pantalones?.
Estoy casi jubilado pero esto clama al cielo y la juventud teneis que luchar ante las injusticias,como yo lo hice en los 70.
Un abrazo
Pero lo mas "gracioso" de todo es que los políticos estos que tenemos siguen con sus lujos y sus gastos innecesarios a costa del país y después los estudiantes se manifiestan o los agricultores o los que sean y se lían a palos.
Como dice mi amigo Juan Angel esto va a acabar chungo.
Un abrazo
Este tio es un fascista, algo que parece que da verguenza decir actualmente. FASCISTA. Ver la pelicula Novecento
La situación que estamos viviendo es muy dificil. Extraordinariamente dificil. Y en estas grandes crisis siempre termina perdiendo el más débil. Ha ocurrido a lo largo de la historia y continuará ocurriendo.
Yo vivo en un mar de dudas. No sé qué pensar de toda esta situación.
Los Sindicatos Obreros llevan 8 años callados como putas y desde hace 50 dias están moviendo las maracas.
¿Por qué antes no y ahora sí?
¿Qué tienen que ocultar?
En fín...amigo.
Un abrazo
Sin ser ctastrofista yo lo veo chungo del todo,como decia mi padre que era analfabeto,esta gente lanza un anzuelo y si pican pues eso,si no pican entonces suavizan la cosa,si no se moviliza nada ni nadie y seguimos tan acomodados en esta sociedad el bienestar que llaman,empezaremos por quedarnos mas temprano que tarde en la p... calle,esto es una regresión en toda regla a ños de lucha y de conseguir derechos con jucho sudor y sangre,para que esta gentuza se los pasen por el forro en dos patadas,pena e impotencia de ver como esto se va a desmoronar muy pronto,ojalá me equivoque,pero la gente está ya al limite de quemarse viva.
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