miércoles, 16 de mayo de 2012

¡Qué cojones tienes!

No quiero dejar pasar más tiempo para hacer algo que creo de justicia para con uno de los nuestros que se ha tenido que buscar la vida fuera de su casa y de su ciudad. Exactamente igual que otros muchos de esos de los nuestros, no importa cual sea su ocupación u oficio, que eso no le hace diferente a nadie, pero las cosas son como son. 

Me parece de justicia, como digo, dedicar unas palabras a felicitar a Manolo Jiménez por lo que ha hecho en Zaragoza. Una verdadera bestialidad, algo épico, incluso histórico, ya que es la primera vez que un equipo que llega a estar a doce puntos de la salvación acaba por lograr la permanencia. 

Manolo Jiménez es el jugador que más veces en la historia ha lucido el escudo sevillista en el pecho. Nunca fue un virtuoso con el balón, pero a garra, a intensidad, a dignidad y a cojones jamás le ganó nadie. Eso le valió ser indiscutible en el Sevilla, llegar a la selección e incluso disputar hasta un mundial. Grandes resultados a base de testiculina, que no de calidad futbolística. Y justo así es como se está moviendo ahora en su faceta de entrenador. Sus equipos juegan a poco, pero su efectividad está prácticamente garantizada. Siempre logra los objetivos. Si le dejan. 

Como entrenador del Sevilla Atlético logró el ascenso a Segunda División, algo que sólo se había visto una única vez anterior en toda la historia. Y lo dejó en los puestos altos de la tabla cuando pasó a entrenar a los grandes. Con el primer equipo siempre logró los objetivos, a pesar del juego tantas veces rudimentario, y desde que se fue, ningún otro entrenador ha conseguido siquiera aspirar a acercarse a lo logrado por él. En Grecia, fue campeón de Copa. Y ahora con el Zaragoza...

Lo que ha hecho con el Zaragoza es difícil de expresar con palabras. Y yo me alegro muchísimo por él porque se está abriendo un hueco en el mundo de los entrenadores. Está logrando un prestigio. Yo me sentí muy mal por el modo en el que salió de esta que es su casa. Creo que nunca en la más que centenaria historia de nuestro club se ha cometido una injusticia más grande. No porque los resultados le enseñasen la puerta de salida, que eso es lo más normal del mundo, sino porque una buena parte del entorno traspasó lo meramente deportivo para dedicarse a humillar a ese sevillista en lo personal. A dudar de su capacidad para desempeñar su profesión, a reírse de él, menospreciarle, insultarle, ningunearle.... Fue una verdadera vergüenza, esa es mi opinión. 

Insisto, nada tiene esto que ver con que se le cesase por no obtener los resultados que se consideraban adecuados, sino con la vejación personal que sufrió. 

Ahora, tres años después, Jiménez se ha ganado el respeto del mundillo del fñutbol. El respeto que no se le tuvo aquí, porque una cosa es que note guste como juegan sus equipos o que no se obtengan resultados, y otra la indignidad suprema que se cometió aquí con él. Como digo, se está haciendo un hueco en su profesión. Un hueco, un caché, un nombre. 

Hay gente en Sevilla que consideraba que no estaba capacitado para ser entrenador. Alguno incluso llegó a amenazar con levantarse e irse, aunque creo que sigue sentado. Se rieron de él, le humillaron, la verdad es que supongo que el hombre lo tuvo que pasar fatal. Me pongo en su lugar y... no sé. Tuvo que ser terrible. 

Pero como a cojones no le gana nadie, ahí lo tenemos. Aceptó la locura de hacerse cargo de un cadáver, y resulta que lo ha revivido. 

El otro día me sentí hasta un poco emocionado al ver cómo los jugadores del Zaragoza le cantaban eso de "Jiménez, Jiménez, qué cojones tienes". Cántico que fue inventado por nosotros los sevillistas y que se ve que se está universalizando para reconocer a este hombre sus méritos. 

A mí no me gustaba cómo jugaba el Sevilla de Jiménez, igual que le pasaba a tantos otros. Por cierto, muchos de esos otros claman ahora por que venga Caparrós, el cual hará jugar al equipo igual que Jiménez. Son perfiles idénticos, toda una contradicción. Pero, por mucho que no me gustara, no puedo dejar de reconocer que sus resultados fueron fantásticos, hasta el punto que, por resultados, es el segundo o tercer mejor entrenador de la historia del club. Le pese al quien le pese. 

Y por supuesto, nunca, nunca le humillaré como persona. No porque sea uno de los míos, un sevillista. Ni siquiera por ser, además, un histórico. También por eso, pero por encima de todo, porque no es así como las personas de bien se comportan con los demás. 

Y yo  aspiro a ser una persona de bien. 

7 comentarios:

EL PAPI MAGASE dijo...

Tú ya eres una grandisima persona de bién con tan solo decir que aspiras a serlo,un abrazo Rafa y otro para Manolo que aunque aqui no tuvo lo que se merecia,a logrado a base de testiculina arahaleña conseguir una vez mas otro objetivo de los que se ha marcado y eso hay que meditarlo y mamarlo.

Dori dijo...

A mi me gustaba Jimenez e incluso algunos conocidos me decian que yo no entendia de esto y por eso opinaba bien de él,yo les decia que habia hecho mucho y bueno en el filial y porque no lo iba ha hacer bien en el sevilla,pues mas de una vez me lo reprocharon en el campo y eso que nos tenia tercero.
Quiero felicitarlo porque ha vuelto a demostrar que sí hera entrenador para el sevilla,desde aquí mis felicitaciones.
Él no se ha cerrado ninguna puerta,esta sera su casa siempre apesar de aquellos pitadores que lo mas seguro es que esten lamentandose por haberle faltado el respeto todo el tiempo que fue nuestro entrenador.
saludos sevillista.

Jose Manuel Ariza dijo...

Saludos.

Hay quien dice que el mejor jugador del mundo ha sido Cruyff. Otros que Maradona. Unos terceros que Pelé...

Yo tengo mi apuesta personal y me decanto, sin vergüenza posible, por el brasilero.

Ello no obsta, de ninguna de las maneras, que le reste méritos a los otros. En absoluto y me rindo, igualmente, ante sus grandezas.

Yo tampoco era devoto del juego de Jiménez. Para nada. Nunca lo oculté aunque siendo el entrenador de MI Equipo, era MI entrenador.

Pero y como bien dices, hay que reconocerle sus méritos, todos.

Hizo lo que hizo como jugador y como entrenador y eso es indiscutible. Por ello, todos mis respetos.

Además, imposible obviar que pocos han defendido nuestro escudo, jugando o entrenando, como él.

Sin embargo, quizás le pudo no saber explicar bien sus ideas y dejarse embaucar por los enemigos sevillanos (prensa, radio y televisión).

Ahora, logra un grandísimo éxito en Zaragoza y es de justicia aplaudirle.

Gracias.

Cuídate.

Rafael Sarmiento dijo...

@Papi Magase

A mí me gusta pensar que las personas siempre acaban en el lugar que se merecen. Es lo que le deseo a todo el mundo. Para lo bueno y para lo malo.

@Dori

Eso que cuentas les (nos) pasó a mucha gente. Ahora añoramos la época en la que quedar cuartos era un mal menor. Que ya no lo tengamos es por un cúmulo de causas, no por echar a Jiménez, eso está claro. Pero es triste que muchos no disfrutaran de aquello cuando lo teníamos en nuestras manos.

@Jose Manuel Ariza

Yo sólo vi jugar a Maradona y recuerdo que casi lloro de la emoción cuando lo vi por primera vez con la camiseta del Sevilla tapándole la indecente barriguita que traía. ¿Qué más daba que estuviera gordo si era Maradona jugando para nosotros? En fin.

Respecto a Jiménez, creo que ha aprendido bastante de aquella experiencia en el Sevilla, siendo, como dices, embaucado por toda esa caterva. Ha ganado en mala leche, en saber parar los pies a quien quiere pisotearle.

Recuerdo aquella rueda de prensa en la que dijo que sentía vergüenza. O esas declaraciones tras el último partido llamando bocazas a Dios sabe quien (aunque lo imaginemos).

Pero mi felicitación se debe, a parte de por el éxito, porque supongo que de aquí se iría con un bajón de autoestima importante. Y ahora se está reivindicando como merece.


Muchas gracias a todos, un abrazo.

Juan Angel de Tena dijo...

Creo que no soy sospechoso de mi afinidad para con Manolo Jimenez. Tengo la fortuna de conocerle y de mantener contacto con el y se de la satisfaccion que este reto, brutal por todo lo que ha rodeado desde que llego a Zaragoza le ha supuesto.

No puede ser casualidad.

Lo has reflejado muy bien Rafael.

Sobre el juego, aun sabiendo del resultadismo de Manolo, yo particularmente he visto muy buenos partidos del Sevilla con Jimenez en el banquillo.

Pero esa es otra historia.

Hoy, permiteme que me sume a tu felicitacion a un sevillista de profesion, ENTRENADOR.

Mal que les pese a muchos...
Un fuerte abrazo amigo.

marasuk dijo...

y mientras el sustituto, el pacificador, el contentador el que el sevillismo quería, el que por estar sentado al lado de Juande nos iba a hacer jugar como él, sin recibir ofertas ni del marchena...
Manolo no ha batido un record, ha vuelto a batir otro ya que con nosotros batió varios en positivo (más victorias a domicilio ha obtenido y el que mayor porcentaje de victorias ha conseguido en una misma temporada mejor debutante en champions etc.) y uno en negativo el record de borregos hundiendo su
propio barco.
Y con respecto a los resultados que lo terminaron cesando tampoco estoy de acuerdo ya que a posteriori se ha demostrado que peores resultados no han cesado a sus sucesores. asi como el nivel de exigencia era máximo para con él desde la directiva aumentando asi la presión y el descontento general si no se conseguian 2 o 3 titulos al año. cosa a todas luces imposible.
No olvidemos nunca que Manolo Jiménez terminó su etapa sevillista con un promedio de 1,73 puntos por partido, lo que hace un promedio de 66 puntos por temporada lo cual nos haría terceros con diferencia sobre el cuarto. Vivir para ver.

Rafael Sarmiento dijo...

@Juan Angel de Tena y Marasuk.

Os contesto a los dos a la vez porque a los dos os quiero decir lo mismo en el caso que nos ocupa.

Mi opinión en este tema es muchísimo más incendiaria, más radical, de lo que he expresado. Lo que pasa es que en este blog procuro por todos los medios ser respetuoso incluso hasta con quien no me respeta a mi o con quien no me merece el más mínimo de los respetos.

Si digo lo que pienso de lo que pasó con Jiménez, me cargo por completo ese propósito que comento. Y prefiero ser diplomático.

Pero mi opinión está mucho más cerca de la de Marasuk que de la diplomacia que he empleado.

Muchas gracias y un abrazo.

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