sábado, 2 de mayo de 2009

Por fin, el día del partido

Ya llegó el día, por fin. Ya tenemos partido otra vez, y por tanto, oportunidad dorada para dejar de lado los pesimismos y volver a la senda de las victorias. El Sevilla ha pasado por una mala racha de cuatro partidos perdidos, dos de ellos contra los colosos de la liga, no lo olvidemos, y otro robado de una manera muy fina por un árbitro deplorable, con lo que el único partido que de verdad se puede considerar un fracaso por perderlo fue el de Getafe. Alguno por ahí dirá que soy un iluso por hablar así. Que vivo ajeno a la realidad. Me da igual.
Creo que el Sevilla podría haber dado más de si en estos partidos, pero también pienso que malas rachas las han pasado todos, absolutamente todos los equipos de Primera División. Incluyendo Villarreal y Valencia, nuestros grandes perseguidores. Cuando ellos tuvieron sus malos partidos, nosotros les sacamos ventaja. Y cuando nos ha tocado a nosotros la mala racha, ellos nos la han recortado, para llegar al final de Liga apretados, como por otro lado es evidente, dada la igualdad de las plantillas de las que hablamos. Creo que esta es una reflexión sensata, por mucho que los haya por ahí instalados en el catastrofismo. Algo curioso cuando estamos terceros, cuando dependemos de nosotros mismo para entrar en la máxima competición continental por tercera vez en 103 años (POR TERCERA VEZ EN 103 AÑOS), y cuando el equipo más necesita del apoyo de la afición. Porque yo doy por hecho que esos jugadores tendrán ilusión por jugar la Liga de Campeones el año que viene, toda vez que la inmensa mayoría de los que juegan habitualmente continuarán en el equipo la próxima temporada.
Los hay por ahí que dicen que estamos ante una final, olvidándose (o negándose a aceptar) que quedarán 4 partidos más, y que tanto a Valencia como a Villarreal les queda por jugar contra los grandes, y enfrentarse entre sí. Hay incluso quien dice que si el Madrid pierde hoy contra el Barça, los dos grandes no jugarán a tope lo que queda de liga porque ya no se jugarán nada. No estoy del todo de acuerdo. Está claro que conviene que gane el Madrid, pero ninguno de los dos dejará de morder, unos por no verse sorprendidos a última hora, y otros por intentar justo eso, sorprender a un rival que ellos esperarán que se relaje.
Sea como sea, las cuentas de la lechera las tienen que hacer otros. Los partidos complicados de verdad los tienen los otros. Nuestro equipo ha de hacer lo que tiene que hacer, y la afición, en mi opinión, debería de apoyarlos a muerte. Yo al menos lo voy a hacer. Yo no me voy a dedicar a mover la silla del entrenador. Esa silla que muchos llevan agitando casi desde que se sentó en ella, y que aprovechan estas malas rachas por las que absolutamente todos los equipos pasan para hacerlo con más fuerza. Lo entendería si estuviéramos al borde del descenso, pero ocupando la tercera posición, me parece algo escandaloso. Una de dos, o actúan a mala leche, o ya se les ha olvidado de donde venimos.
No podemos confundir la exigencia con los imposibles. Exigirle más al Sevilla de hoy es pedirle que se equipare con Madrid y Barça, y eso es un disparate tal, que aún me pregunto cómo es posible que haya personas con un mínimo de cultura que se atrevan a pedirlo una y otra vez. Ya lo he dicho alguna vez. Esas personas me dan pena, porque son unos desgraciados. Desgraciados no en sentido peyorativo, sino porque no son capaces de disfrutar de la mejor época del equipo en décadas. El Sevilla tiene el sexto presupuesto más alto de la categoría, (tras Madrid, Barça, Atlético, Valencia y Villarreal), pero ocupa la tercera plaza. Si eso no tiene mérito, que venga Dios y lo vea. Pero eso da igual para muchos. Exigen y exigen, y como el equipo no llega a ese nivel, pues lo pasan mal y protestan. En fin, una pena ya digo.
Volviendo al partido, el Sevilla sufrirá la baja de Romaric, lo cual no debe ser demasiado problema. En mi opinión ese jugador necesita un descanso, con lo que lo va a tener de un modo obligado. Más importante es la ausencia que van a tener los rivales. El Villarreal, sin Cazorla, tristemente lesionado, no contará hoy con Marcos Senna, lo cual creo que es para ellos mucho más grave que lo de Romaric para nosotros. No es que eso no les haga peligrosos, que lo seguirán siendo, pero mucho menos que con el internacional español. Si nuestro problema esta temporada está en el centro del campo, mientras más débil sea el del equipo rival, menos se notará esa carencia nuestra.
El once que yo pondría sería el formado por Palop, Adriano, Schilachi, Escudé, Navarro, Duscher, Renato, Perotti, Navas, Luis Fabiano y Kanouté. Todo lo que no sea eso me extrañaría mucho. Dejaría a Maresca en el banquillo para sacarlo en el segundo tiempo si las cosas van bien y hay que ralentizar el juego y controlar el balón, y también a Capel, por si lo que necesitamos es romper el encuentro con el juego explosivo del almeriense. No es el momento de recetas mágicas. Igual que le pido sensatez a la afición, lo mismo hago con el entrenador. Que saque un once lógico, con cada uno jugando en su sitio, y teniendo claro lo que tiene que hacer. Que no haya sorpresas, por favor. No hagamos difícil lo fácil.
Yo ya estoy nervioso. Deseando que lleguen las diez de la noche para que de comienzo en encuentro. Espero que todo vaya bien, que recuperemos la senda del buen juego, y, sobre todo, que ganemos. Esa sería la mejor manera de callar a los agoreros, de recuperar la calma y de afrontar el final de liga de un modo optimista y confiado. Pero eso sí, pase lo que pase, los jugadores y el entrenador podrán seguir contando con mi apoyo. Porque pase lo que pase, las espadas estarán en todo lo alto. Y mientras el Sevilla se juegue algo, yo no haré otra cosa sino apoyar. Ya llegará el momento de otras cosas.
Un saludo

2 comentarios:

CluDaBell dijo...

Ahora es el momento de nosotros levantar el vuelo,y los dos perseguidores Valencia y Villarreal deben pinchar aún,es cierto que que cuando ellos picharon nosotros supimos aprovecharlo,y ahora se ha dado la vuelta a la tortilla,pero estoy muy pero que muy convecido de que nuestro equipo, el Sevilla F.C, va a sacar de estos cincos partido una nota muy alta,ya es hora de que la mala racha ns abandone,y hoy es el día ideal para ellos.

Saludos,y VIVA EL SEVILLA.

Anónimo dijo...

Pues queda poco para la hora. Puedo escribir mucho pero no decir nada, porque es imposible artícular nada potable cuando los nervios se apoderan de tí. Hay que ganar, no es LA final pero si es una más de las 5 que nos quedan. Si queremos estar en Champions no podemos desinflarnos en los últimos tercios de la temporada, sería un error tremendo, imperdonable.

Quiero escuchar el himno de la Champions en el Pizjuan y para eso todos tenemos que remar en la misma dirección, si viene el viento en contrar conseguir sobreponernos con la fuerza de nuestros COJO... y demostrar que los 4 últimos partidos solo han sido un descanso en nuestro camino a la Champions.

Un Saludo y a GANAR.

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