lunes, 6 de junio de 2011

¿El tercer equipo de España?

En los últimos años se ha establecido un cuarteto de equipos que son considerados como la alternativa al poder de los dos grandes, Real Madrid y Barcelona. Alternativa absolutamente ficticia, por supuesto, ya que las diferencias entre estos dos y todos los demás son cada vez más abismales. Yo prefiero llamarles los mejores de la otra liga, la Liga Justa, Se trata, como todos saben, de Valencia, Villarreal, Sevilla y Atlético de Madrid. 

Sin embargo, la situación de estos cuatro clubes es bastante diferente a día de hoy, y eso se ha visto claramente esta temporada, y se ha plasmado en la diferencia final de puntos que ha habido entre ellos y en los objetivos que han peleado. 

El Valencia es el mejor de esos cuatro. El año pasado fue tercero con solvencia. Este año lo vuelto a hacer, del mismo modo y con el añadido de haber vendido el verano pasado a sus dos grandes figuras, Villa y Silva.

El Villarreal, por su parte, ha hecho un a excelente temporada tanto en liga como en UEFA. Después de que en la anterior sólo lograran meterse en Europa gracias a la descalificación del Mallorca, este año se han limitado a jugar un fútbol excelente, sin estridencias, sin polémicas, sin decir una palabra más alta que otra. Combinando en su plantilla una mezcla de veteranía y juventud que ha resultado ser un éxito. 

Por su parte, el Sevilla está en plena transición, en plena reconversión, pero eso no ha sido óbice para que terminara el año en quinta posición, y haciendo una temporada más que notable en Copa del Rey. Además, parece evidente que la directiva está volviendo a sus orígenes y está montando un equipo del mismo modo que lo hizo en aquella otra ocasión y que acabó por regalarnos una cascada de títulos. Jugadores como Medel, Rakitic, Trochowski, Del Moral o Coke son buenos (a priori), jóvenes, con hambre de crecer y de alguna manera conocidos, con un currículum nacional, e incluso internacional, a sus espaldas (salvo el caso de Coke). Vamos, que se acabaron, por lo que parece, esas grandes inversiones en jugadores poco conocidos que acabaron por fracasar en su mayoría. La vuelta a los orígenes, ya digo, reforzando este argumento el hecho de traer un entrenador también joven en quien muchos ven, de alguna manera, cierta analogía con Juande Ramos. 

Y por último está el Atlético de Madrid, Patético para muchos entre los que me incluyo, que es sin duda el que en peor situación se encuentra. La bicefalía en su control de mando es evidente, con Gil Marín y Cerezo cada uno por su lado. La plantilla es mediocre, eso no lo digo yo, eso lo dice la clasificación. El año pasado hicieron una machada ganando la Europa League, todo un meritazo, pero a muchos se les ha olvidado que su liga fue lamentable, terminándola en 9º puesto, con 47 puntos, a nueve del 6º (UEFA) y a 16 del cuarto, el Sevilla (Liga de Campeones). Precisamente el Sevilla les derrotó con solvencia en la final de la Copa del Rey, competición en la que también salieron bien parados. Los éxitos en UEFA y Copa ensombrecieron la realidad, y bien que lo han pagado este año. Su 7º puesto mejora lo hecho la temporada anterior, pero les da acceso a la Europa League porque al poder futbolístico español le apetecía este año una final de Copa entre Madrid y Barça. Bueno, en verdad hubiesen llegado a Europa también de haber imperado la justicia, porque si el Sevilla llega a la final y se clasifica quinto, el séptimo también habría obtenido pasaporte europeo. 

De ese modo, mientras Valencia, Villarreal y Sevilla se mantienen ahí, con sus altibajos y sus cosas, el Atlético es como el ciclista que hace la goma en las ascenciones a los grandes puertos. Y está más cerca de caer que de consolidarse en ese grupo. Su situación a día de hoy es dramática en este sentido. Sin entrenador, con un director deportivo recién fichado que ha tenido problemas con la justicia por narcotráfico (si es que con Gil Marín por ahí...), sin portero titular, con su gran estrella clamando por irse, con su otrora estrella (Forlán) negándose a hacerlo, y considerando como su mayor referente a Jose Antonio Reyes, un jugador que ellos mismos repudiaron en público, en mitad de los partidos que jugaba, y que ahora se escandalizan porque no vaya a la selección. Para colmo, gente respetable como Kiko Narváez o Toni Muñoz se han negado a formar parte del cuerpo técnico, y su ex entrenador, Quique Sánchez Flores se ha marchado y se ha vendido de un modo escandaloso a uno de sus grandes rivales, el propio Sevilla, que no ha hecho caso al ofrecimiento. 

Y para rizar el rizo, su deuda total se estima en 782 millones de euros, un verdadero escándalo. Así no extraña que se hayan pegado a Real Madrid y Barcelona en la pelea por el reparto del dinero de las televisiones, dejando de lado a algunos de los clubes de su nivel como Sevilla, Villarreal o Athletic, y vendiéndose por la miseria que los dos mastodontes le ofrecen. Mendigando, casi se puede decir. 

Es cierto que la temporada del Sevilla y la situación en la que se encuentra está siendo objeto de críticas por ciertos sectores de la afición. En muchos casos no les falta razón y sin duda es un tema que preocupa. Pero como el mal de muchos es consuelo de tontos, siempre es bueno recordar que, dentro de lo malo y de lo mejorable, nuestra situación es infinitamente mejor a la de algunos que se empeñan en seguir nuestra estela.

Y aún hay quien les llama el tercer equipo de España. 

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