Lo primero, y antes que nada, os recomiendo encarecidamente la lectura de este artículo del blog Algarivo. Es lo que ha inspirado la redacción del post que viene a continuación.
No podemos permitir lo que se pretende en relación con el museo (o el no museo) del Sevilla. De producirse, unos serán culpables por acción, pero muchos podemos serlo por omisión.
Para ser sinceros, yo no manejo la información suficiente como para criticar con detalle lo que pretende la directiva al respecto. Da igual, en este caso. Me basta con saber que el Sevilla no tiene un museo en condiciones y que, lejos de plantearse la posibilidad de hacerlo, lo que se quiere es dar un paso atrás en este asunto, para crear un espacio mayor en el que desarrollar ese proyecto de zona de ocio que, previsiblemente, tanto beneficio va a aportar a la entidad.
Dice el dicho que en el medio está la virtud. A mi me parece sensacional que el directiva del club pretenda sacar la máxima rentabilidad de los bienes e instalaciones que se disponen. El Sevilla no deja de ser una empresa que necesita financiación, dinero en definitiva. El dinero tiene que salir de algún lado. Y si se consigue dinero de un sitio del que antes no salía nada, pues es posible que de esa manera se puedan bajar los precios de los abonos, se pueda paralizar el traspaso de algún jugador o se pueda ofrecer más a algún futbolista que interese para acabar por ficharlo. Hablo a grandes rasgos, esto de la economía es mucho más complicado, pero simplifico para que nos entendamos. Si sale dinero de donde antes no salía, se puede emplear en algo que antes era inviable porque faltaba ese dinero que ahora sí que está.
Y todo eso, no sólo está bien, es que es altamente recomendable. Es que es la obligación de todo gestor, es lo que diferencia a uno bueno de uno malo.
Pero centrarse de un modo absoluto en este aspecto de la gestión es como vivir en el negro, dar la espalda al blanco y olvidarse de la posibilidad de trasladarse a un tono más grisáceo. En el medio está la virtud, ya digo.
A mí me parece inconcebible que el Sevilla no tenga un museo en condiciones. No ya una sala donde exponer los trofeos (muchos o pocos, eso depende de con quien te compares), sino de un lugar pseudo-sagrado en el que introducirse, dejarse atrapar y que, al salir del mismo, se comprenda un poco más qué es ser sevillista. No se necesitan trofeos para eso. Se necesitan reliquias, como las que hay en cualquier iglesia antigua (en lo que se refiere a la religión, por poner un ejemplo). Y reliquias hay multitud. Reliquias las tenemos todos, no sólo el club en sus instalaciones.
Yo mismo tengo un escudo del Sevilla en un cajón de mi casa. Es uno de esos que se pueden bordar en una camiseta y está un poco viejo, más que nada porque tiene alrededor de treinta años. A simple vista no deja de ser algo inservible, de mala calidad y que ofrece una imagen que se puede conseguir en cualquier sitio. Basta meter "Sevilla FC" en Google e imprimir cualquier foto de las miles que salen. Pero si os digo que ese es el escudo que llevaba la primera camiseta del Sevilla que yo tuve, que me la regaló mi abuelo cuando apenas tenía seis o siete años y que aquel día fue quizás el más feliz de mi vida hasta ese instante, pues la cosa cambia.
No es un escudo, es el recuerdo de aquel día, es la memoria de mi abuelo (el que me hizo sevillista), es la imagen de aquel niño que se salía del pellejo del orgullo que le daba pasear por la calle con esa camiseta. Ese trozo de tela en mal estado explica muchísimas cosas sobre mí, sobre el lugar de donde vengo y sobre las personas que forjaron mi carácter y mi forma de ser. Eso es una reliquia. ¿Cuántas de esas puede tener un club centenario como el Sevilla?
Y eso aparte de los trofeos.
A mí me indigna que se le entreguen plaquitas a los "marchenas" de turno, y que luego se mire más la rentabilidad económica que la espiritualidad. La memoria es de las cosas más importantes que posee el ser humano. Nos ayuda a entender lo que somos, de dónde venimos y cómo lo hemos hecho para llegar hasta donde estamos. Nos permite aprender de los errores para no cometerlos más, y avanzar gracias a los aciertos pasados. Nos lleva a conocernos mejor a nosotros mismos, lo cual facilita mucho la toma de decisiones en todos los ámbitos. Si conoces bien algo, es más fácil saber lo que será bueno o malo para ese algo.
La memoria es fundamental, es imprescindible. E incuantificable la rentabilidad económica que proporciona el hecho de conocer bien quién somos y tomar buenas decisiones en consecuencia.
El Sevilla necesita un gran museo, uno a la altura de su grandeza. Por prestigio, por preservar la memoria, por presumir de títulos, por orgullo de los mismos, por un montón de motivos.
Hay una frase que me encanta y que dice que hay cosas en el mundo que no se pueden pagar, que sólo se dan. De la misma forma, hay otras cosas que son tan importantes, que superan todo análisis económico y de rentabilidad. Están por encima de todo eso. No se puede cuantificar su importancia porque no hay números en el sistema numérico para hacerlo.
Espero que a alguien en la directiva se le encienda la bombilla correspondiente y se arregle este desaguisado. Que se dejen de plaquitas y homenajes chorras a gente que no se los merece y se centren en tantas y tantas otras cosas que parece que se olvidan con demasiada facilidad.
Yo no puedo hacer mucho desde mi posición, pero desde este sitio se apoya sin reservas la iniciativa en pro de un museo digno para el Sevilla. Que a nadie le quepa duda.
4 comentarios:
Suscribo todo lo dicho en este Post.
Me gusta tu Blog.
Saludos Sevillistas
¿Te imaginas una ciudad 100% sevillista?
¿Te gustaria que tu blog tuviera un edificio frente al Estadio?
Si creias que ya lo habias visto todo en la blogosfera sevillista estas equivocado.
¿Te lo vas a perder?
http://sfc-city.blogspot.com/
Te esperamos!!
Saludos.
Amigo mio, gracias.
Gracias por tu artículo, por tu comentario en mi blog y por tener la sensibilidad sevillista que yo admiro.
Y por tu pluma.
Fantástico.
¿Sabes cuántos genios palanganas campean por intenet?
Gracias.
@Triana 52
Gracias por el comentario. No conocía tus blogs, y los voy a agregar a mi lista de inmediato.
@J.M. Ariza
Es de justicia. Apenas había leído unas líneas del post al que me refiero cuando me di cuenta de que había dejado pasar el asunto sin darle la importancia que tiene.
He estado un par de días en la playa, y a la vuelta me he encontrado con que la blogosfera es un clamor en este aspecto.
Me alegro.
UN abrazo a los dos y muchas gracias.
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