Antes que nada, y brevemente, voy a describir lo que YO vi el sábado entre las 10 y las 12 de la noche. Debo advertir que mi vista no es la mayor de mis virtudes, pero también que tuve la precaución de ponerme mis gafas para poder hablar con la mayor propiedad que me permitan mis entendederas.
YO vi un primer tiempo en el que dos equipos jugaron de igual por igual, con alternativas en el dominio, con ocasiones para ambos bandos y que terminó con 0-3 a favor del visitante. Cualquiera que lea esto se preguntará si de verdad me puse las gafas para ver el partido, a lo que yo le contestaría que sí, que se lo podría hasta jurar y que tengo incluso testigos de ello. Y a continuación me podría animar a acalararle cómo es posible que de la igualdad salga un 0-3, a lo cual yo contestaría gustoso que la diferencia entre un equipo y otro tuvo nombre y apellidos que no son otros que Iker Casillas Fernandez. Si el señor Casillas no fuese el portero del Madrid, y sí otro guardameta un poco más "humano", el resultado al descaso hubiese sido, al menos, un 2-3, con el aliciente de que el Sevilla jugaría toda la segunda mitad con un jugador más.
Y eso suena ya de otra forma, ¿verdad?
El segundo tiempo ya fue una historia diferente. El equipo que ganaba por 0-3, como es natural, se echó atrás ante el empuje de su rival, y se dedicó a machacarlo al contragolpe, aprovechando la cantidad de huecos que dejan todos los equipos del mundo cuando se tiran al ataque (no sólo los entrenados por los entrenadores del Sevilla). Es cierto que jugaba sólo con 10 futbolistas, pero es que la diferencia entre uno y otro es tan sideral que posiblemente sólo se puede igualar haciendo que uno juegue con uno menos que el otro. Si, para colmo, al equipo menos fuerte también le expulsan a un jugador (después de que el árbitro, y sobre todo el juez de línea que estaba a dos palmos de la jugada, perdonasen la roja a Marcelo por el manotazo a Navas del que apenas he escuchado hablar a nadie), pues imagínense. Que la cosa acabó en goleada contundente. Hace no mucho se hablaría de goleada histórica, pero en los últimos tiempos es tan habitual ver resultados así cuando juegan los dos grandes, que uno comienza hasta a acostumbrarse. Sólo en lo que va de esta temporada: Barcelona 5 - Villarreal 0; Zaragoza 0 - R. Madrid 6; Barcelona 8 - Osasuna 0; R. Madrid 6 - Rayo 2; Barcelona 5 - Atlético 0; Español 0 - R. Madrid 4; Barcelona 5 - Mallorca 0; Málaga 0 - R. Madrid 4; Barcelona 5 - Levante 0; R. Madrid 7 - Osasuna 1.
Y todavía los hay que dicen que la liga no es bipolar.
Como podemos ver, aquí no se entiende de equipos pequeños, medianos o grandes, o de jugar en casa o a domicilio. Cualquiera está expuesto a que le pase lo que le pasó el sábado al Sevilla. Ya me contarán, pues. De resultado histórico, nada de nada. Lo más normal del mundo.
No obstante, a pesar de esa normalidad de la que hablo, he de reconocer que este suceso me dejó bastante triste. Y que esa tristeza no se me va a quitar con facilidad porque llueve sobre mojado. No hablo tanto del resultado en sí, que eso en dos días lo he olvidado y no volverá a mi mente (si Dios quiere) hasta que me lo recuerden los periodistas en la previa del partido de la segunda vuelta. La tristeza que perdurará es la que me provoca la reacción de mis correligionarios, de muchos de ellos, de una parte de la afición sevillista.
Mientras ayer realizaba el masoquista ejercicio de leer crónicas del partido, me preguntaba si el sector más cruelmente crítico de la afición sería capaz de aparcar sus obsesiones y analizar el partido con justicia y equidad, criticando lo criticable y comprendiendo lo comprensible. Y me puse a comprobarlo, para darme cuenta con desazón de que para nada, en absoluto, más bien todo lo contrario. Sentí algo parecido al modo en que se me revuelven las entrañas cuando un padre sobre-exige a un hijo de tal modo que hasta cuando falla en algo en lo que todo el mundo sabe que va a fallar, porque es lo más normal del mundo que falle, el niño se lleva la gran bronca y la humillación pública por parte de su progenitor. He visto casos reales en directo, y he tenido que apretar los puños y darme la vuelta para contener la rabia, prometiéndome al tiempo no tratar jamás de ese modo a mi hijo. Nadie duda de que aquel padre quiera a su pequeño (¿o sí?), pero hay formas y formas de tratarlo.
También hay grandes críticos que tuvieron la prudencia de no pronunciarse, de morderse la lengua, los labios, el puño y lo que hiciera falta con tal de no decir las barbaridades que pasaban por su cabeza y esperar a estar más tranquilos para hablar con propiedad. Me descubro ante ellos. No es fácil hacer de tripas corazón, pero el cariño que se tiene a la criatura merece el esfuerzo. Criticar es bueno, es necesario. Pero no hay por qué ser despiadado con algo o alguien a quien quieres.
¿Y qué es ser despiadado?
Pues despiadado es meterse con quien dice que la diferencia de ingresos económicos es un motivo para explicar la diferencia de resultados. Es cierto que el Sevilla tiene problemas a solucionar, pero no creo que sea el Real Madrid el rival idóneo para sacar a la luz dichos defectos. El Real Madrid de hoy es tan fuerte que es capaz de descubrirte defectos que tú ni siquiera conocías de antemano. Esto lo sabe hasta el menos informado de los aficionados, pero se les olvida a los despiadados.
Ser despiadado es decir que al Sevilla le metió seis goles un equipo que jugaba con 10, cuando el Madrid sólo metió un gol mientras jugaba con uno menos, y fue al contragolpe, aprovechando que el rival estaba lanzado al ataque.
Ser despiadado es meterse con el Sevilla aun cuando gana o empata (como en el Camp Nou), menospreciando el marcador positivo porque este fue motivado por una soberbia actuación del portero, y luego no saber reconocer que un rival obtiene un buen resultado aquí gracias a que su guardameta hizo acciones inverosímiles en momentos clave del partido. Lo que vale para unos tiene que valer para otros. Pero para los despiadados, eso no es así. Para los despiadados lo que sea vale para meterse con el Sevilla.
Ser despiadado es darle fuerte y flojo al equipo aun incluso cuando el técnico rival dice cosas como:
"La verdad es que el resultado no refleja la diferencia entre ambos equipos"
"Hemos tenido un portero que ha hecho dos paradas increíbles en un momento crítico"
Y esto lo dice Jose Mourinho, un tipo al que le hace falta nada y menos para alardear y humillar y ofender a los contrarios.
Ser despiadado es muchas cosas. Según la RAE, es ser cruel, son compasión, sin piedad. Y así se comportan algunos con el Sevilla: sin compasión y sin piedad, no importa quien sea el rival y las circunstancias de los partidos. Sin objetividad, sin tener en cuenta los atenuantes.
Yo aprendo mucho de los que critican las cosas que pasan en el Sevilla. Y si quien lo hace tiene una información de la yo carezco por no tener acceso a según qué asuntos que se cuecen en el club, pues mucho más. Pero la crítica ha de ser justa y fundamentada. Ha de ser coherente, ha de estar basada en argumentos sólidos. Admiro a los que son capaces de hacer crítica de ese modo y de compartirla con los demás, yo incluido. Admiro a los que tienen una opinión, la argumentan, la defienden, la mantienen, y si el tiempo demuestra que no tienen la razón, lo admiten y rectifican. Esos tienen todo mi respeto me merecen la máxima credibilidad.
Pero, de igual modo, me avergüenzo de los despiadados. Me producen vergüenza ajena. Y lo mismo que la autocomplacencia desmedida hace muchísimo daño porque oculta los defectos e impide, por tanto, su remedio, la crítica despiadada, cruel, sin compasión y sin piedad también lo hace, porque no permite que el que falla levante la cabeza y rectifique como paso previo a la mejoría. Al contrario, lo hunde, lo humilla, le hace sentir inútil e impotente.
Soy de la opinión de que hay que saber criticar, pero también hay ser conscientes de cuando es necesario moderarse. Es imprescindible comprender que hay ocasiones en las que es imposible hacer más de lo que se hace. Y eso no es óbice para que haya muchísimas cosas que mejorar, para que sigan existiendo vicios y errores sin solucionar. No se trata de ocultar nada ni de hacer creer que todo es perfecto y maravilloso.
Se trata, simplemente, de ser justos.
Con esto que digo no pretendo convencer a ningún despiadado. Estos seguirán a lo suyo. Tendrán sus motivos, será ese el modo en el que ahogan sus frustraciones, igual tiene complejo de algo y lo disfrazan de otra cosa, no lo sé, no lo entiendo, yo no soy así. Huyo de serlo, Dios me libre de algún día convertirme en alguien cruel, sin piedad y sin compasión.
Y también de ser autocomplaciente, porque ambos caminos van directos al fracaso.
Y a continuación, ya pueden los despiadados meterse conmigo de la forma que les de la gana. Y si es en forma de anónimo, pues mucho mejor.
6 comentarios:
Como en muchisimos de tus post, te pregunto Rafael, ¿y ante todo esto que nos cuentas, que quieres que te diga?.
Hemos hablado ya alguna vez sobre esto y lamentablemente esto va a seguir pasando.
Claro que el partido del sabado daba para ser critico con nuestro equipo, que hay muchos argumentos para no volver a sufrir otra humillacion como la del año pasado y sin embargo, por una sucesion de hechos, se volvio a dar.
Pero de ahi a enterrar en mierda algo que es nuestro y justamente en un dia donde ya de por si se está bajo minimos, pues como que no procede.
Ya te digo que hay actitudes que no van a cambiar nunca Rafael.
Un fuerte abrazo amigo y de nuevo, enhorabuena por el post.
Muy buen post.
Como siempre, está tan acorde a mi forma de pensar y tan bien expresado y explicado, que me vas a permitir que no le añada ni le quite una coma.
Bueno una coma si, me sigue pareciendo intolerable cual complacientes y tolerantes son algunos con nuestro vecino.
Me indigna, y es curioso pero esa tolerancia es inversamente proporcional cuando se refieren al Sevilla.
Un abrazo amigo
Totalmente de acuerdo contigo y eso que tu sabes que vengo criticando el juego desde la jornada 1 pero la primera parte sin hacer nada del otro mundo realizo una mas que digna primera parte que si lo hubiera realizado ante los rivales que se han llevado puntos del Sanchez Pizjuan quizas estuvieramos a estas alturas en puestos champions porque este año va a ser muy barato respecto a puntos el quedar 4º en liga ya que a estas alturas de liga el 4º es el Levante y el 5º es Osasuna dos equipos que siempre son candidatos a no descender y que esta temporada se estan destapamdo el resto de favoritos no ganan por los que al fianl los puntos para entrar en champions sera una cantidad bastante baja. Y volviendo al partido en la segunda parte que por cierto no vi en directo el equipo se suicida y encima los cambios son para decirle al entrenador donde esta la puerta de salida ya que a la contra el Madrid es letal y encima con tres defensas dos de ellos mas lentos que la cola de una oficina del inem pues ustedes me diran si no es para que nos goleen. En fin que atras quedan los años en los que goleabamos al Madrid con galacticos incluidos espero que cambien las tornas pronto y no nos goleen mas
Grandisimo post hermano,me pregunto si en vez de salir a intercambiar golpes con el todo poderoso Madrid,salimos a verlos venir y a defender nuestra porteria,hubieramos perdido a lo mejor igualmente,pero nos habrian caido menos gloes,yo me siento orgulloso de como caimos,porque dimos lo que teniamos,aunque como creo que sabemos no tengamos mas para dar ante un equipo así,en fin Rafa estoy contigo como sabes,porque ves el fútbol y vives este sentimiento casi como yo,con lam particularidad de exprearlo como slo tú sabes hacerlo,a mi los despiadados y los complacientes me la traen floja,aunque no me quede mas remedio que aceptarlos como hermanos sevillistas,esto jamás va a cambiar en esta afición,ya se sabe que cada uno lleva dentro a un entrenador,incluso ahora hasta un secretario técnico,o vete tú a saber si no un presidente,yo ya es que flipo leyendo y viendo la actitud de algunos,felices fiestas hermano.
Otra vez más me dejas sin palabras, no puedo añadir ni quitar nada, simplemente magnífico.
Un abrazo
Magnífica la exposición y la visión de los hechos.
Estos dos equipos para verguenza de la Liga, de la UEFA y de la FIFA estarán a años luz de TODOS los equipos no sólo de España sino de Europa y del mundo.
¿En base a qué? Al robo de los demás.
Un abrazo
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