Según todos los indicios, el fichaje de Jose Antonio Reyes por el Sevilla está al caer. Es una noticia que ilusiona al sevillismo en general, aunque los hay a los que también (o a la vez) les preocupa, les inquieta, no terminan de verlo claro.
De entrada, la operación es fantástica para el Sevilla. Yo no creo que sea el jugador que necesitamos, estoy convencido de que lo que mejor nos podría venir es un delantero puro y duro, pero doctores tiene la iglesia, y desde el club se viene diciendo desde el verano que lo que se busca es un jugador tipo Manu del Moral, no tipo Negredo. En ese sentido, el fichaje de Reyes es para quitarse el sombrero. Un jugador que puede desenvolverse en la posición de segundo punta y también por las bandas; un jugador con experiencia (con mucha experiencia) en equipos de exigencia máxima. Y cuando digo máxima, me refiero a que mayor exigencia no puede haber (Arsenal, Real Madrid). Por otro lado, ha sobrevivido (y triunfado) en un equipo tan complicado como el Atlético de Madrid, con una afición capaz de desearle la muerte cuando era uno de los suyos, con un entorno siempre convulso, muchos entrenadores, irregularidad, mezcla de éxitos sonados y fracasos escandalosos...
Además, se le ficha con 28 años, cuando en teoría un jugador está en el punto álgido de su carrera (experimentado, pero aún joven), y por una cantidad ridícula para la categoría y la experiencia nacional e internacional que tiene. De modo que se le vende por casi 30 millones, se utiliza el dinero para sanear las cuentas y crear la mejor plantilla de la historia reciente (y puede que no tan reciente) del club, y ahora se le recupera por una octava parte de aquel precio. Visto así, objetivamente, es para quitarse el sombrero, levantarse, aplaudir, hacer la ola y todo lo que a uno se le pueda ocurrir.
Sin embargo, y a pesar de todo, sigue habiendo sevillistas recelosos, y yo me incluyo entre ellos. Jose Antonio Reyes se ha ganado la fama de jugador controvertido, polémico, indisciplinado y hasta casi excéntrico. Dicen en Madrid que se gasta fortunas en coches de lujo, o que hubo un tiempo en que cogía un AVE después de entrenar para ir a dormir a Sevilla. Dicen de él que es, en potencia, un cáncer para cualquier vestuario. Y eso convierte el asunto en inquietante. A mi al menos me inquieta, me preocupa, es como una especie de nubarrón en medio de un horizonte soleado, y uno no sabe si dicho nubarrón viene o se está yendo. Incertidumbre, dudas... no lo acabo de ver del todo claro. Me da la sensación de que algo falla.
De todos modos, es cierto que para esas dudas hay posibles respuestas. ¿Por qué el Atlético está dispuesto a vender a uno de sus mejores jugadores, por cuatro duros mal contados, a mitad de una temporada, cuando acaba de venir un nuevo entrenador que reconoce públicamente que habría contado con él y a un rival directo?
¿No huele algo mal en todo esto?
Pues sí, así sería si no tenemos en cuanta la ruina en la que está inmerso el club del Manzanares, hasta el punto que se dice que necesitan ese dinero para pagar el finiquito de Manzano y que todo esto de esperar a ver lo que decía Simeone no ha sido más que protocolo, o sea, paripé.
Bien, aceptemos eso. Pero, aún así, ¿No es cierto que es un jugador problemático? Que lo ha sido en todos los equipos en los que ha jugado. Que no ha triunfado en ninguno después de marchase del Sevilla, salvo en una temporada en el Atlético, en la que, de la mano de Quique Sánchez Flores, fracasaron en la Liga, pero ganaron la UEFA y llegaron a la final de la Copa del Rey, amén de ganar la Supercopa de Europa.
Pues ahí encuentro yo la explicación a sus problemas: Sevilla.
Yo creo que es vox populi que el jugador no tenía intención de abandonar el Sevilla en su momento, y si lo hizo fue obligado por las circunstancias. El Sevilla necesitaba el dinero simple y llanamente para sobrevivir, y al jugador le ofrecían un contrato de ensueño que solucionaría su vida y la de su familia para siempre. Pero yo estoy convencido de que nunca ha sido feliz fuera de aquí, que siempre añoró su tierra, que sintió desarraigo, que no estaba bien. De otra manera no se explica tantísimo afán por coger aviones y trenes de alta velocidad para hacer viajes relámpago y pasar aquí aunque fueran unas horas.
Poneos en su lugar. Un chaval apegado a su tierra, a su familia, a su entorno, que es obligado a marcharse lejos, que se lleva a su madre con él para hacer menos dura la marcha, que nunca se adapta del todo a ningún lugar, que es infeliz en definitiva, ¿cómo va a rendir? No ya como futbolista, da igual la profesión, ninguna persona va a dar nunca el cien por cien de sus posibilidades si en su cabeza lo más importante es encontrar un hueco para coger un avión y pasar un rato en Sevilla con su gente. En Sevilla. Ese puede ser su problema. Que no está en Sevilla. Quizás por eso ha sido un jugador tan irregular, tan complicado, tan problemático.
Quizás por eso sólo en Sevilla fue capaz de triunfar de verdad. Al menos de un modo continuado.
Y ahora vuelve aquí, al club del que salió y a la ciudad que tanto echó de menos. ¿Es posible que si desaparece la causa que le llevó a ser tan controvertido, deje de serlo y vuelva a jugar al fútbol como todos sabemos que es capaz?
Pues ahí está mi esperanza. En eso reside mi ilusión. Porque yo, aparte de preocupado e inquieto, también estoy ilusionado. Porque nadie duda de que Reyes es un extraordinario jugador cuya carrera no se ha acercado ni de lejos a lo que prometía por su enorme calidad.
Ojalá eso sea así porque el grueso de dicha carrera no se ha desarrollado en Sevilla.
Hasta ahora.
4 comentarios:
Pues creo que das en la diana.
La palabra clave desde que Reyes se marchó de Sevilla, de Utrera, es "el desarraigo". Ha sido incapaz de adaptarse a ambientes distintos al suyo. Ocurre con frecuencia a ciertos tipos de personalidades. Y Reyes es uno de esos.
Esperemos que su entorno natural le haga rendir a tope porque está en la edad ideal.
Y por favor, no le busquemos de antemano cinco pies al gato que el tiempo pondrá a cada uno en su lugar.
Un abrazo
Segundas partes nunca feron buenas pero hemos de probar por si suena la flauta y la operacon sale bien
No es el jugador que necesita el Sevilla pero no hay que negar que por la realcion precio-calidad es un buen fichaje de momento los unicos que se alegran de la llegada de Reyes a Sevilla son sus familiares y los dueños de las dicotecas de la comarca
Mi buén amigo don Joaquín Caparrós dijo de él una vez que solo ha visto hacer cosas a Reyes de la misma categoria que las hace Messi,creo que ya no es tan joven pero que aqui en su casa se amoldará al proyecto y le dará peso especifico e incluso se hará pronto uno de los lideres de este vestuario,es lo que deseo de todo corazón,ahora será el tiempo quien ponga las cosas en su sitio como dice muy bien nuestro hermano Marcu,le deseo lo mejor,será señal que el Sevilla será el mejor parado y nosotros lo disfrutaremos,un abrazo Rafa y feliz salida y entrada de año hermano.
A/A de Miguel:
"...y los únicos que se alegrarán son los dueños de las discotecas de la comarca"
Creo que eres injusto, muy injusto con él.
Feliz año.
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