Según la lógica del pragmatismo, teniendo en cuenta las posibilidades que tiene cada equipo en función de su plantilla, y en busca de la máxima eficiencia en la gestión de esta, lo mejor hubiese sido renunciar por completo al partido del Camp Nou, darlo por perdido, sacar a suplentes y filiales, reservar a los titulares, con el objetivo de tenerlos a tope para el siguiente encuentro, que es el que de verdad se puede ganar. De esa forma, se obtienen cero puntos en Barcelona, tres en la siguiente jornada y un total de esos tres en el cómputo general. No que ahora, después del empate contra el Rácing, sólo hemos obtenido dos puntos en total a pesar de la hazaña conseguida el sábado en tierras catalanas.
Claro que esta teoría no te garantiza obtener esos tres puntos de los que hablo. Y tampoco te niega del todo conseguir cuatro, o incluso seis, que fútbol es fútbol y nunca se sabe. Todo son teorías, apuestas, planteamientos y una pelotita que rueda y entra o deja de entrar en la portería.
Cuando después del empate en Barcelona decía que, a pesar de lo difícil que es obtener ese resultado allí, sólo habíamos sumado un punto, hubo quien me dijo, con toda la razón del mundo, que no es lo mismo lograr ese punto en el Nou Camp que en casa contra el colista. Y es cierto, ya digo. Ese empate es motivo de orgullo para el que lo consigue, e insufla un chute de confianza descomunal al equipo y a la afición. Claro que eso tiene unas consecuencias. Al partido contra el Rácing, apenas tres días después del de Barcelona, llegamos con el equipo agotado tras el colosal esfuerzo que hizo allí y, además, con varias bajas de consideración, ya sea por lesiones o sanciones. Fernando Navarro, Perotti y Kanouté no pudieron jugar, y Negredo aún no estaba listo para ser de la partida. Eso unido al cansancio de los demás. Todo esto no son más que excusas que no vienen a cuento para algunos, o al menos así pensaban esos algunos hace no tanto. Pero, entonces y ahora, yo opino que sí que importan, que si vienen a cuento. Que, como decía antes, el ingente esfuerzo realizado en Barcelona traería sus consecuencias, y mucho más teniendo en cuenta que no se contó con una semana para recuperar, sino con apenas tres días.
Entonces, ¿hubiese sido mejor haber renunciado al punto de Barcelona para tener el máximo de probabilidades de obtener los tres contra el Rácing, y así sumar más en el cómputo global de los dos partidos?
Pues, en mi opinión, no. Como ya he dicho, el punto de Barcelona es mucho más que un punto. El fútbol no se puede medir únicamente de un modo matemático. El fútbol es mucho más. Un club de fútbol es una empresa, pero los aficionados no dejamos de recordar a los dirigentes que no se puede gestionar exclusivamente como la empresa que es, sino que hay que tener en cuenta que detrás de los números hay un sentimiento. Y que a veces hay que dejar de lado esos números para contentar a los aficionados. Que, por ejemplo, a veces es necesario hacer un buen fichaje, aunque económicamente no sea aconsejable, porque eso ilusiona a la gente y a la larga beneficia a la entidad, aumentando el número de abonados por citar una posibilidad. De la misma forma, el punto que hemos perdido por haber echado el resto en Barcelona para obtener un empate provocó un orgullo entre los sevillistas que hacía tiempo que no sentíamos. Es cierto que al final nos costó no ganarle al Rácing, pero el prestigio, la confianza, y ese orgullo que acabo de mencionar también son importantes. Son imprescindibles diría yo. Y a la larga nos beneficiará. Es cierto que ahora hemos perdido un punto, pero nunca sabremos cuantos de ellos obtendremos en adelante gracias a esa confianza adquirida, que de no tenerla se irían al limbo. No lo podremos cuantificar, pero estoy convencido de que se obtendrán. Del mismo modo que el fichaje de ese jugador caro que mencionaba antes, si su rendimiento es el previsible, acabaría por beneficiar a la entidad en mayor medida que la pérdida económica que supuso su contratación. En Economía, a este concepto se le llama inversión (en contra del gasto, que es el dinero que sale sin posibilidad de amortización futura)
Digamos que este punto que hemos perdido al no ganar al Rácing por culpa de empatar en Barcelona es un punto invertido para obtener otros en el futuro que sin esa inversión no se conseguirían.
Y ahora vendrá quien me diga que todo esto no vale para nada y que el fútbol son resultados. Que si hubiéramos renunciado el partido de Barcelona, ahora tendríamos diecinueve puntos en lugar de diecisiete.
Muy bien. Cada uno tiene su opinión.
El partido de ayer es la muestra más clara que puede haber de que a este Sevilla le falta mucho para llegar a lo que se le supone. De entrada, lo primero que le falta es un delantero, aunque eso lo sabemos todos. Ayer hubo ocasiones para haber matado el partido que un buen delantero las hubiese materializado (en condiciones normales). Y no es sólo eso. El trabajo sin balón de un delantero de referencia provoca una serie de huecos que permiten elaborar jugadas que ayer fueron imposibles. No se trata tan sólo del remate de las jugadas que se produjeron, sino de esas otras jugadas que no se pudieron llevar a cabo por no poder contar con dicho delantero. Del Moral marcó dos goles e hizo bien su trabajo, pero no es un delantero de referencia. Por tanto, las veces que Kanouté y Negredo no puedan jugar, esto nos pasará. O será bastante más posible que nos pase que si alguno de aquellos (o los dos) estuviesen en el campo.
Sin embargo, no podemos olvidar que estamos haciendo, dicen, el mejor arranque liguero de nuestra historia. Esto no se puede olvidar. No es muy normal cargar ahora contra el equipo teniendo en cuenta esto, y después de deshacernos en elogios tras el partido en el Nou Camp. Por supuesto, lo de anoche no es de recibo. No se puede permitir ir ganando en casa al colista por 1-0 al descanso, y tener que acabar empatando en el descuento y gracias. Y muchas gracias. Que los técnicos y los jugadores hagan y entrenen lo que tengan que hacer y entrenar para evitar que vuelva a ocurrir. Y eso a pesar de las "excusas" que puedan explicar lo que ha pasado.
Pero yo no diría que hemos tirado por la borda el trabajo realizado en Barcelona. Matemáticamente sí, sin lugar a dudas. Pero, ya lo dije antes, el fútbol es mucho más que las matemáticas. El fútbol tiene un componente de sentimiento sin el cual no se entiende. No existiría. No como lo conocemos actualmente. Sería otra cosa completamente distinta a la que probablemente no estaríamos tan enganchados como estamos. Justo después del empate en el Camp Nou, yo puse en este blog a letras grandes y en negrita que estoy orgulloso de ser sevillista. Y ese orgullo vale un punto. El punto que, según la lógica del pragmatismo que decía al principio, hemos perdido por no renunciar al partido de Barcelona y, por culpa de ello, no haber podido ganar al Rácing.
Para mí, no es un punto perdido. Ni un trabajo tirado por la borda. Para mí, es un punto bien invertido.
Espero que el tiempo me de la razón.
5 comentarios:
Nos estamos acostumbrando a los extremos y eso no es bueno.Ni el domingo eramos tan bueno ni ayer tan malos.El domingo jugamos a defender y aprobamos justo pues el mejor fue Varas ; Y ayer jugamnos a atacar y suspendimos.La conclusion a la que llego es obvia delantero !YA !.
Y me gustaria preguntaros ¿DE VERDAD ESTA BIEN PREPARADA FISICAMENTE ESTA PLANTILLA?
Saludos Sevillistas
Pues sí, haciendo ese símil económico que haces, estoy de acuerdo en que no vamos a decir ahora que ojalá no lo hubiésemos dado todo en el Camp Nou por este resultado negativo sobre el papel. Lo del sábado nos gustó a todos y ninguno hubiésemos querido salir derrotados de allí bajo ningún concepto.
Hay que tener en cuenta que este equipo necesita aún tiempo y, sobre todo, más efectivos, ése tan soñado delantero. Y, mientras tanto, igualamos el mejor arranque liguero de la historia.
Se puede pedir más, sí, pero creo que es para estar satisfechos, vamos.
Un saludo!
Si se hubiera perdido que era lo quenos mereciamos por fin saldrian a la luz las carencias tanto defensivas como ofensivas que tiene el equipo pero al empatar todo se queda en agua de borrajas y solo se ve que el equipo sigue invicto algo que a mi no me vale de nada porque lo que te lleva a estar arriba es sumar de tres en tres y ya se sabia que la racha de dos partidos en casa no la ibamos a superar esta temporada como ha pasado en temporadas anteriores.
El juego del Sevilla no me gusta nada de nada simplemente no se ve futbol o eso al menos me parece a mi yo no me conformo con estar invictos porque si hubieramos perdido en Barcelona y hubieramos ganado ayer tendriamos mas puntos pero lo que la gente quiere es el record pues ahi teneis el record del año 45 pero el juego de un equipo de media tabla
Sumar nunca puede ser negativo y menos en casa del Barsa.
Segun en el contexto que situes las cosas, las podras mirar de un color u otro,
Despues de ver el partido perdido ayer, terminar empatando, seguir invictos en liga y mirando los rivales a los que nos hemos enfrentados, hay que seguir mirando el futuro a medio plazo con esperanza, sin desdeñar que esto es futbol, y en un suspiro pasas del blanco al negro que ni te das cuenta.
Un fuerte abrazo amigo.
Si te digo que ayer terminé contento con el partido te mentiria,pero entiendo perfectamente lo que dices y la verdad es que con tan solo tres dias despues del grandisimo exfuerzo y las bajas que ayer tuvo el equipo,no podemos dar por malo el resultado,eso si cuando uno no salga contento con lo que ve debe decirlo abiertamente que no pasa nada,como decia chiquito de la calzá "UNA MALA TARDE LA TIENE CUALQUIERA COBARDE",un abrazo Rafa.
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