Hace ya bastante tiempo que pienso que el mundo está evolucionando demasiado deprisa como para que un ser humano medio sea capaz de asimilar tanto cambio. No te has acostumbrado a una innovación surgida en un momento dado, cuando un nuevo avance deja obsoleto al anterior y uno vuelve a quedarse descolocado, como fuera de onda, como un pulpo en un garaje.
Cuando yo tenía 21 años (1996, hace quince, no cincuenta o cien, sino solamente quince), no había móviles, ni internet ni nada que se le pareciese, y en el mundo de los medios audiovisuales y de comunicación, los grandes avances de los últimos años habían sido el PC, el CD, el mando a distancia y las cadenas privadas de televisión. Ni siquiera había aún DVDs, ni plataformas digitales. Las fotos se conseguían después de revelar los carretes, y si salieron mal, pues mala suerte. Lo último a la hora de dar clases en la universidad eran unas pizarras que no utilizaban tizas, sino rotuladores, y las transparencias que se reflejaban en una superficie blanca, de modo que todo el mundo podía leer en esa superficie lo que había escrito en un simple folio. Apenas se usaban ordenadores, y los que había..., en fin, que mejor dejarlos estar porque tardaban una eternidad hasta para encenderse. Hasta no mucho tiempo antes, los video juegos se cargaban en los clásicos Amstrad, Spectrum o Commodores mediante cinta, (algunos usaban CDs, pero eso era una innovación al alcance de pocos). Y si después de esperar diez o quince minutos, la cinta se atascaba por lo que fuera, pues había que empezar de nuevo la carga.
Estoy hablando de mediados de los años noventa, no de la época de nuestros abuelos. Había avances, pero no tantos. No había tanta diferencia con lo que se usaba a mitad de los ochenta. En todo caso, había lo mismo que en los ochenta, pero con versiones renovadas. Por no haber, no había ni dirección asistida en muchos automóviles. Puede que los nuevos que se compraban por entonces sí la tuvieran todos, pero cualquiera que tuviera un coche de cinco o seis años de antigüedad, a nada que no fuera de los caros, pues lo normal es que no la tuviera. Aparte de eso, la gran evolución en los automóviles fue el elevalunas eléctrico. ¿Alguien se imagina hoy un coche sin dirección asistida ni elevalunas eléctrico? Pues el Peugeot 205 de cinco años de antigüedad que mis padres me dejaban para usarlo de vez en cuando no tenía ni una cosa ni la otra. Y no era ninguna tartana precisamente, era un utilitario de lo más normal.
Insisto, hablo de mediados de los noventa, de hace quince o dieciséis años. Hace quince o dieciséis años yo iba por la vida sin móvil, sin internet, con un walkman que utilizaba cassettes y con un coche sin dirección asistida ni elevalunas eléctrico. Y no es que sea un viejo a quien los años se han pasado volando, es que la cosa ha avanzado de un modo atroz en la última década y media. Como nunca antes se había visto en toda la Historia de la Humanidad. Y, como decía al principio, eso no es tan fácil de asimilar.
En estos quince años hemos visto surgir los teléfonos móviles y quedarse obsoletos unos tras otros. Hemos conocido internet, y la cosa ha evolucionado de un modo incesante hasta el punto de hacer perder el sentido a mucha gente y de variar de un modo drástico las relaciones interpersonales. La evolución en los automóviles ha sido tal, que, hablando por ejemplo del consumo, este se ha vuelto tan eficiente que los que hablaban hace diez años de que al petróleo le quedaban un par de décadas, ahora ya no hablan tan alto porque su producción no ha crecido a pesar de que el consumo de elementos que lo utilizan se ha disparado. Su consumo es mucho más eficiente, claro. Hay cientos de ejemplos que se pueden mencionar, pero si hay algo que me ha sorprendido sobremanera (refiriéndome a lo que puedo utilizar a diario) es lo tratante a los medios de comunicación, a las posibilidades de comunicación entre personas quiero decir.
Hoy día no hay noticia que surja que no pueda llegar al rincón más recóndito del mundo en cuestión de segundos. Es algo impresionante, al menos para alguien como yo que se ha criado en unos ambientes en los que esto sonaba a ciencia ficción. Hace quince años solo. Década y media simplemente. Y yo veo esto como algo tan importante, que considero que está empezando a afectar al concepto mismo de medios de comunicación. A su forma de actuar, a su lugar en el mundo. Y seguramente haya alguno que no lo haya asimilado del todo.
Si nos paramos a pensar un poco, la función de los medios de comunicación es informar de algo que sucede. Es decir, llevar esa información a las personas que no pueden acceder a la misma por no encontrarse en el lugar donde acontece el hecho. Si bajamos un poco y nos referimos sólo a la información deportiva, y si seguimos bajando para acabar hablando sólo del Sevilla FC, los medios de comunicación nos hablaban de lo que ocurría alrededor del equipo (entrenamientos, crónicas de partidos, entrevistas, etc.) Bien, pero es que desde que el club tiene sus medios oficiales, y la información de estos llega a través de tantos canales (radio, televisión, prensa escrita e internet en todas sus vertientes - web, facebook, twitter, etc.), la labor de los medios tradicionales queda un poco en el aire. Y eso se ha notado últimamente. Ha bajado muchísimo su nivel porque sólo les queda buscar polémica o inventarse fichajes para atraer gente. Ya no se pueden limitar a la información de lo que ocurre porque esa información la dan los propios medios oficiales. Quién mejor para informar de lo que pasa que el propio interesado. Por tanto, han tenido que ajustar su función a informar de lo que se se informa desde estos medios oficiales, a buscar noticias que no surjan de dichos medios (normalmente polémicas), a inventarse rumores de fichajes y a opinar. Por supuesto, mientras más incendiarias sean esas opiniones, pues mejor.
Pero es que, con el desarrollo de las redes sociales, estas funciones también se ven en peligro. Porque la opinión ya la acaparan los blogs y foros, lo de los rumores y fichajes fantasma ya se lo cree cada vez menos gente, e incluso hay blogueros con contactos en el club que sacan informaciones (o desmentidos de informaciones) más interesantes que la propia prensa. Para colmo, que no se equivoque ningún periodista con nada, porque si lo hace, tendrá a una manada de internautas detrás señalándolo y acusándolo.
Se ha puesto difícil la profesión de periodista hoy día. Hay que ser muy bueno para no acabar siendo considerado un desastre. Y muchos siguen adelante con sus trabajos a pesar de sonados ridículos perpetrados durante años. Ridículos que en otra época no se producían, no porque no se cometieran errores, sino porque era mucho más difícil destaparlos para que la gente en general los conociera.
Pero es que yo voy más allá. Y es que me está dando la impresión que es la propia gente quien empieza a obligar a los periodistas a hablar de una cosa o de otra. Y entre el domingo y ayer hemos visto un buen ejemplo. Hay muchos que se preguntan por qué ahora se ha sacado a la luz lo de los gritos del Calderón contra Antonio Puerta y no antes. Y a mí me da que esto de las redes sociales ha tenido mucho que ver. Alguien se puede hacer el sueco en un momento dado. Y en dos momentos dados también. Y negar la realidad en un tercero, y tergiversarla en un cuarto. E incluso llamar mentiroso a quien lo denuncia en un quinto. Pero llega un momento en que si una multitud se queja de algo, no se puede mirar para otro lado diciendo que eso es cosa de unos paranoicos. Y la noticia acaba por salir a la luz. La propia gente obliga a la prensa a sacarla.
Evidentemente, esto es un poder emergente de una magnitud extraordinaria. Bien manipulado, puede hacer mucho daño. Pero también es una oportunidad preciosa para que las verdades salgan a la luz y la gente se pueda informar bien de las cosas.
Ojalá sepamos utilizar este tipo de herramientas para bien.
7 comentarios:
Exacto, estoy de acuerdo....
Sin loS twitter (sobretodo) y Facebook de turno, ni Cerezo se disculpa ni aquí ha pasado nada.
El "coñazo" que se les dio (fui testigo) a todos los periodistas de Madrid vía twitter el pasado domingo les obligaba a salir y condenar.
Ese es el motivo Y NO OTRO de por qué este año si que se ha condenado y los años anteriores no....
Un abrazo
Es que esto evoluciona de una manera que parece que hasya los DVD son obsoletos ya todo a base de memorias en fin esto no para y ya se sabe que camaron que se duerme se lo lelva la corriente y eso es lo que ha pasado con el tema de los insultos sobre Puerta
Totalmente de acuerdo con tu escrito de hoy,aunque a veces me da el vértigo y me pierdo de un dia pa otro de lo que sucede en muchos casos,debe de ser todo mucho mas pausado,pero ¿quien aminora ahora la velocidad del asunto? un saludo Rafa yo empecé con una bicicleta BH y pasé luego a un vespino ALX,ahora tengo una NISSAN SERENA,pero tras haber pasado por un seat 133,un ford fiesta y un renault 4 f6,el clásico cuatro latas,no me veo yo en un ferrari TESTA ROSA ni na de eso por mucho que corran los tiempos.
Hola Ravesen , aunque se entiende perfectamente el contexto en el que marcas tu post, me gustaría recomendarte la lectura de ese gran filósofo que dió este país ,llamado D. José Ortega y Gasset ( La rebelión de las masas )por si no lo hubieras leído ,que refleja la vulgarización a la que se aboca esta sociedad por acumulación de gente y que desgraciadamente se ve reflejada en todos los ámbitos y estratos ,por tanto ,el sector mediático no iba a ser menos.
Lo vulgar ,lo grotesco y la decadencia se ha apoderado de los medios de comunicación por lo mismo que desgranaba este genio que parió el pensamiento hispano,por acumulación excesiva de gente que invade todos los estamentos sociales y que deriva por fuerza en mediocridad.
Saludos Ravesen y sigo leyéndote aunque no escriba; por cierto y aunque el halago debilite, sigue con esa pasmosa lucidez que desprendes en todas tus sesudas reflexiones amigo.
Pues sí, así es. La red de redes es más poderosa de lo que nosotros pensamos, y se ha convertido en una herramienta imprescindible para los periodistas, quienes buscan y rebuscan información en ella continuamente. Yo creo que Internet tiene más difusión que la misma televisión, porque lo que está en Internet puede llegar a cualquier rincón del mundo entero, y la televisión no tiene tanta influencia.
Un saludo.
@Santiago Mora
Yo sigo pensando que fue Kiko Narváez quien se decidió a dar al paso el primero, lo que no sé es si su twitter echó humo esa noche. Me figuro que si.
@Miguel
Mantenerse al día es complicado. Y a muchos de estos les está superando la situación.
@Papi Magase
Yo aprendí a conducir en un cuatro latas, jeje, madre mía qué complicado era aquello, con las marchas casi en el salpicadero. En fin. Afortunadamente tengo un hijo, y seguro que será él quien me ponga al día de las innovaciones. Ley de vida.
@Ivica
Me alegro de volver a verte por aquí. No he leído ese libro, pero lo conozco y sé cual es su reflexión. Yo creo que es la competencia entre muchos lo que vulgariza. Vulgarizar viene de vulgo, que era como se conocía al pueblo llano en Roma. Si tu mercado objetivo es el pueblo llano (el vulgo) pues te has de vulgarizar para llegar a él. Y cuanto más gente haya compitiendo, pues más vulgarización habrá.
Excelente planteamiento. Y muy interesante.
@hhhalberto
Es curioso, los periodistas buscan información en las redes donde se comunica la gente, cuando antes eran ellos lo que les decían a esas gentes lo que ocurría en el exterior.
Ya lo digo en el post, algo está cambiando en el concepto "medios de comunicación".
Muchas gracias a todos, un abrazo
Magnífico post, magnífico comentario de mi hermano de sangre, Ivica, y magnífica respuesta por tu parte Ravesen.
Este blog respira cordialidad, frescura, coherencia, sensibilidad, honestidad, y muchas cosas más, me lo recomienda mi hermano, y si él me lo recomienda, es lectura obligada.
Acabo de leer varios post y realmente sabes conectar porque escribes de maravilla, o hay nada más grande que la sencillez cuando se pretende decir lo que realmente se quiere decir, nada de grandilocuencias tipo Roncero, Delmás, Relaño, etc. etc.
La falsedad se nota a leguas, la sinceridad se palpa al instante.
Un abrazo para ti y para mi hermano. Michelangelo
Publicar un comentario