martes, 28 de abril de 2009

¿Qué estabais haciendo vosotros?

Sé que este post lo debería haber escrito ayer, pero todos lo que teneis un blog por afición, y no por dedicación, sabeis lo dificil que resulta a veces encontrar un hueco lo bastante amplio para ponerse a ello, y que además justo en ese momento tengas la cabeza en condiciones para escribir algo medio decente. A veces no es posible, lo siento, pero más vale tarde que nunca.
Ayer hizo tres años desde que nuestro añorado Antonio Puerta marcó ese gol que lo cambió todo. Ese gol que por muchas veces que lo vea, no me deja de emocionar. Ese gol que tengo subido en la barra lateral de mi página. El que nos hizo creer que era posible eso con lo que mucho soñábamos medio despiertos desde que el equipo se clasificó para cuartos de final, y comprobamos que eramos el conjunto más fuerte de entre todos los que quedaban. "¿Será posible algo así?", me preguntaba por entonces, totalmente incapaz de creérmelo, después de toda la vida instalado en la mediocridad.
Recuerdo perfectamente aquel día. Yo acababa de volver a mi tierra, después de unos pocos años viviendo fuera de Sevilla. Llevaba poco tiempo aquí, ni siquiera me había incorporado a mi nuevo puesto de trabajo. Eso sería para el uno de mayo, me acuerdo como si fuera ayer. Aquella tarde fuimos a casa de otro amigo sevillista, que también trabajaba (aún lo hace, y lo que le queda) fuera de nuestra ciudad. Se había pedido esa semana de vacaciones para poder ir a la Feria, y nos invitó a ir a su casa, que tenía en venta, pero que aún no había conseguido traspasar, para ver el partido por la televisión.
- Si no lo echan por la tele - Le dije, triste porque no tenía entradas. Ni era socio (llevaba años fuera de Sevilla), ni mi momento económico permitía ningún tipo de licencia. No podía ser, ya está.
- Sí lo echan - Me insistía - En el video comunitario del pueblo han dicho mil veces esta semana que lo van a echar.
Yo no me lo creía demasiado, pero bueno. Fui con mi mujer, y cuando llegamos él ya lo tenía todo preparado. Tenía hasta la tele encendida, aunque aún no habían conectado con el campo. Y de repente, la pantalla hace un extraño, se corta la programación, y aparece un señor hablando en alemán y a nosotros se nos cae el mundo encima.
- ¡Qué coño esto! - Se quejaba mi amigo - Si decían que iban a echar el partido, ¿por qué ponen un telediario alemán?
Ingenuos de nosotros, hasta unos minutos después no nos dimos cuenta de que lo que hicieron fue conectar con una cadena alemana, la ZDF creo que era, de modo que vimos el partido comentado por un periodista alemán de lo más soso. Intentamos bajar el volumen y escucharlo por la radio, pero el desfase era tan grande que mientras veíamos a Maresca con el balón en el círculo central, el de la radio ya estaba diciendo que el remate de Luis Fabiano se había ido fuera. Así era imposible, con lo que nos tuvimos que conformar con ese teutón de tan poca sangre. Qué diferencia de modo de transmitir un partido respecto a lo que estamos acostumbrados en España.
- En Holanda tienen más gracia - Les decía yo a mis acompañantes.
- No es pesao el tío con Holanda - Me contestaron casi al unísono. Es el resultado de poner la cabeza como un bombo a todo el mundo, a base de contar anécdotas de mi periplo en el extranjero.
Recuerdo que el partido fue insufrible, no por malo, sino por el sufrimiento que pasamos (con Juande también sufríamos en los partidos, por lo que recuerdo). Y que incluso creí que esos alemanes se las sabían todas, y que acabarían por eliminarnos. Ya lo dijo una vez alguien: "El fútbol es un deporte en el que juegan once contra once y siempre ganan los alemanes".
Pero entonces surgió la leyenda. Ese Navas que se va por la derecha, que parece que se equivoca con el pase, que todos creíamos que debía ir al area, pero que le salió paralelo. Y en televisión se vio cómo la pelota iba a un lugar indeterminado, donde parecía no haber nadie. Pero entonces surgió esa imagen tan extraordinaria, ese Antonio Puerta solo en el pico del área presto para dar el zapatazo más maravilloso de la historia de nuestra entidad. ¿Os dais cuenta, cuando veis el gol, que Puerta se queda quieto un momento, una vez el balón ya ha entrado, como sin terminar de creérselo, como queriendo tomarse una centésimas de segundo para certificar que, en efecto, ha hecho lo que acababa de hacer? Pues justo así me quedé yo. No me lo podía creer, hasta el punto que no sabía si reír, o llorar, o pedir a Dios que lo repitieran una y otra vez para asegurarme de que lo que acababa de ver no era un sueño. Y además fue un golazo. No sólo fue gol, sino que para colmo era una obra de arte. No podía ser de otra manera, con Antonio Puerta, en Sevilla, en Feria...
¿Y qué os parece la imagen de Christian Poulsen mirando estupefacto cómo el balón entraba, y luego a su alrededor? ¿Cómo no iba a acabar fichando por el Sevilla? ¿Acaso había otra opción? ¡Cómo se debe estar arrepintiendo de haberse ido!
No fue Dios, sino la tecnología, la que me permitió poder ver el gol una y otra vez, y os aseguro que no me canso de hacerlo. Hoy hace tres años que ocurrió. Y parece que fue ayer. Luego vino una sucesión de éxitos como nunca lo hubiéramos soñado, pero os aseguro que, para mi, como ese momento no hubo otro. En ese momento estaba convencido de que ganaríamos la final, con lo que esa victoria no me extasió tantísimo como este gol. La UEFA la ganó el Sevilla, pero mi vida la cambió Antonio Puerta. No puedo evitar emocionarme al recordarlo.
Igual es que el el cielo no hay Youtube, y Dios quiso ver repetido el gol una y mil veces. Igual que yo. Por eso se llevó a su autor. Yo lo entiendo, yo también querría tenerlo conmigo. ¿Vosotros no?

7 comentarios:

Jose Ant. Vega dijo...

ravesen; gracias por escribir estas cosas, t hacen pensar y me agrada gente como nosotros los " bloggeros "nos quitemos tiempo para dedicarlo a esto, que al fin y al cabo tambien nos entretiene y nos gusta sino no lo hariamos o no?, y en 2º lugar gracias por responder a mi pregunta sobre el sistema clasificatorio europeo de la eredivisie a! pasate por mi blog cuando puedas y echale un vistazo a las 2 promesas q nos trae mi colaborador Moises Aguilares!
gracias maestro!

EL PAPI MAGASE dijo...

preciosa tambien tu experiencia con el dia mágico del jueves de feria,por un momento tambien me has transportado a ese dia insufrible escuchamdo al alemán,lo puse a media voz por lo menos para escuchar el ambiente del pizjuán,irrepetible esa noche de feria.

Talibán Sevillista dijo...

Yo me tuve que contentar escuchandolo por la radio. Solo, dando vueltas sin parar por el patio de mi casa mientras mi mujer me observaba desde dentro . No sé cuantas vueltas le di , pero cuando marcó Antonio no sabia lo que hacer, si reir , si llorar .
Tuve que apagar la radio ya que no tuve cojones de seguir escuchando.

Rafael Sarmiento dijo...

La verdad es que es un día que recuerdo con muchísimo cariño, aunque eso de escucharlo por la radio, y solo, tuvo que ser de infarto de miocardio.

Un saludo, y gracias por intervenir.

Silvestre dijo...

Cuando entro a tu blog, casi siempre veo el gol de Puerta, fue un golaaazo sin duda, sin querer excederme me recuerda al de Zidane en la UCL.

Salu2:

Manchester vs Arsenal en VivoPD: De por si los alemanes hablan bien feos, y oir un partido narrado por ellos ... pfffff

Rafael Sarmiento dijo...

@Silvestre
No es sólo por la belleza, sino por lo que significó: que un equipo que llevaba décadas sin jugar a nada, sin llegar a una final, generaciones enteras de sevillistas que lo máximo que habían visto fue una clasificación para la UEFA, de repente se ven en una final continental. Fue como tocar el cielo.

Y la trágica muerte de Antonio Puerta no hizo más que elevar a leyenda aquel momento. Han habido goles más bellos, sin duda, pero el significado de este, para los sevillistas, no sé si algún día tendrá parangón.

Un saludo

templario1973 dijo...

Siempre he sido muy llorón, pero después de lo de Antonio, parece que se me han secado las lágrimas, de tantas como eché y no he vuelto a llorar.
Hace mucho tiempo que no veo el gol, porque intento no recordar aquellos malditos días de agosto.
Hoy has conseguido que vuelvan a saltárseme las lágrimas recordando el gol y también una sonrisa recordando tanta felicidad.
Gracias.

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